Jamás creo haber vivido lo de hoy. No puedo describir con palabras lo que siento en este momento, lo que sentí hoy en la cancha. Estoy en el trabajo intentando descargarme, necesito alguien que me abrase, alguien que logre entender lo que siento. Escribo los ojos húmedos, con una impotencia que creo que nada podrá solucionar.
90 minutos con una radio en la mano. Un gol de Olimpo que sentí como una puñalada, pero que siempre creí que se podía revertir la situación. Faltaba mucho. Me paraba, me sentaba, alentaba y puteaba al aire. El gol de Lanús lo pensé como una prueba de un Dios morboso que simplemente quería jugar un rato con nosotros, pero que toda esta mierda terminaría cuando acabase el encuentro. Pasaban los minutos y parecía que la pesadilla cada vez estaba más cerca de hacerse realidad. “No puede terminar esto así, estoy seguro que algo va a pasar, algo TIENE que pasar”. Y llegó algo que interpreté como un guiño. Ese gol de Lamela me alivió, sentí que se podía, que finalmente lo ibamos a lograr, que un gol de Quilmes estaba al caer o alguna ayudita de Argentinos pronto iba a llegar.El tiempo transcurría y transcurría. Y ahí estaba ese cartel del cuarto árbitro que señalaba un número digital que pudo haber dado falsas esperanzas. Y llegó ese gol. Un tiro en el corazón. No sabía con qué descargarme. Agarré mi radio y la tire al piso. Y ahí estaba, una radio totalmente triturada y unas pilas que vaya uno a saber en que asiento de la San Martín terminaron. Una radio destruida que no era más que una matáfora sobre el corazón del hincha de River roto en mil pedazos. Bajé los escalones temblando, llorando, me sentía a punto de desmayarme. Mientras bajaba, me encontré cara a cara con hinchas que sentían lo mismo que yo, los mismos rostros. Me fui al pasillo a llorar, apoyado sobre una baranda, mirando como se retiraban algunos hinchas. Lloré como nunca antes en mi vida. Y cada lágrima lo valía, cada lágrima estaba llena de puro dolor. Me sentía un espíritu caminante, mi cuerpo andaba sólo. No entendía nada.
Y ahora necesito un consuelo, algo. Ya ni ganas tengo de salir con mis amigos, no tengo ganas de salir a la calle, no tengo mas ganas de laburar, no quiero ver a mi familia, no quiero hacer nada. Todavía no caigo, todavía no lo entiendo. Nunca fui irreal, siempre fui consciente de la situación. Pensé que por ese lado se me iba a ser mas fácil aceptar lo que nos tocase. Pero quizás nunca me di cuenta de lo que realmente todo significa. Siempre pensé que el destino finalmente iba a estar de nuestro lado, que nos iba a ayudar después de tanto. Siempre imaginé un final feliz. Pensé que lo peor ya había pasado, que después de años nos iba a volver nuestra época. ¿Qué es lo peor? Lo peor de todo esto es que, justamente, lo peor todavía no ocurrió, y hay que prender velas para que no suceda.
Si quieren cierren este thread, pero necesitaba una descarga.
PD: Tuve que escuchar a Costa Febre en la radio porque es lo único que pude sintonizar. Que bostero de mierda, en serio, es muuuy bostero.
Jamás creo haber vivido lo de hoy. No puedo describir con palabras lo que siento en este momento, lo que sentí hoy en la cancha. Estoy en el trabajo intentando descargarme, necesito alguien que me abrase, alguien que logre entender lo que siento. Escribo los ojos húmedos, con una impotencia que creo que nada podrá solucionar.
90 minutos con una radio en la mano. Un gol de Olimpo que sentí como una puñalada, pero que siempre creí que se podía revertir la situación. Faltaba mucho. Me paraba, me sentaba, alentaba y puteaba al aire. El gol de Lanús lo pensé como una prueba de un Dios morboso que simplemente quería jugar un rato con nosotros, pero que toda esta mierda terminaría cuando acabase el encuentro. Pasaban los minutos y parecía que la pesadilla cada vez estaba más cerca de hacerse realidad. “No puede terminar esto así, estoy seguro que algo va a pasar, algo TIENE que pasar”. Y llegó algo que interpreté como un guiño. Ese gol de Lamela me alivió, sentí que se podía, que finalmente lo ibamos a lograr, que un gol de Quilmes estaba al caer o alguna ayudita de Argentinos pronto iba a llegar.El tiempo transcurría y transcurría. Y ahí estaba ese cartel del cuarto árbitro que señalaba un número digital que pudo haber dado falsas esperanzas. Y llegó ese gol. Un tiro en el corazón. No sabía con qué descargarme. Agarré mi radio y la tire al piso. Y ahí estaba, una radio totalmente triturada y unas pilas que vaya uno a saber en que asiento de la San Martín terminaron. Una radio destruida que no era más que una matáfora sobre el corazón del hincha de River roto en mil pedazos. Bajé los escalones temblando, llorando, me sentía a punto de desmayarme. Mientras bajaba, me encontré cara a cara con hinchas que sentían lo mismo que yo, los mismos rostros. Me fui al pasillo a llorar, apoyado sobre una baranda, mirando como se retiraban algunos hinchas. Lloré como nunca antes en mi vida. Y cada lágrima lo valía, cada lágrima estaba llena de puro dolor. Me sentía un espíritu caminante, mi cuerpo andaba sólo. No entendía nada.
Y ahora necesito un consuelo, algo. Ya ni ganas tengo de salir con mis amigos, no tengo ganas de salir a la calle, no tengo mas ganas de laburar, no quiero ver a mi familia, no quiero hacer nada. Todavía no caigo, todavía no lo entiendo. Nunca fui irreal, siempre fui consciente de la situación. Pensé que por ese lado se me iba a ser mas fácil aceptar lo que nos tocase. Pero quizás nunca me di cuenta de lo que realmente todo significa. Siempre pensé que el destino finalmente iba a estar de nuestro lado, que nos iba a ayudar después de tanto. Siempre imaginé un final feliz. Pensé que lo peor ya había pasado, que después de años nos iba a volver nuestra época. ¿Qué es lo peor? Lo peor de todo esto es que, justamente, lo peor todavía no ocurrió, y hay que prender velas para que no suceda.
Si quieren cierren este thread, pero necesitaba una descarga.
PD: Tuve que escuchar a Costa Febre en la radio porque es lo único que pude sintonizar. Que bostero de mierda, en serio, es muuuy bostero.
Me morí por dentro, literalmente. Me operaron 13 veces en mi vida, jamás sufrí lo que sufrí hoy a la siesta. Cientos de culpables entre dirigentes, jugadores, intentos de técnicos, arbitrajes, etc, y los únicos que sufrimos somos nosotros los hinchas.
Hoy es el día más trágico en la historia de River y nos compadezco a todos por estar vivos para verlo.
100% de acuerdo con vos papà, no hay palabras que describan lo que sentimos, las lagrimas que siguen cayendo cuando me acuerdo que River esta tan hundido
PUFF…no tengo ganas ni de chapear con algunas cosas que vengo diciendo desde que asumio DAP!! estoy destruido! y mas me angustio por que veo muy jodida la posibilidad de sacar buenos resultados en la promocion
Nunca podre olvidar lo que vivi esta tarde. Algo que se que quedara en mi memoria hasta que me muera. Un dolor que nunca pase en mi vida
Y lo que mas bronca me da es ver a gente que se iba tranquila o riendose osea no les pido que se vayan llorando pero aunque sea tengan respeto por los que realmente sufrimos por River.
Por momentos, parece como que no reaccioné. Al mismo tiempo, de a ratos, me siguen cayendo lágrimas como desde que escuché por radio el gol de Olimpo en adelante.
Hoy después del partido viví una escena muy fuerte en el baño de la cancha. Un nene de no más de 3 o 4 años le pregunta al padre: ¿Y ahora como es pa? ¿Lanús queda bien en la tabla después de ganarnos a nosotros? Y el padre con los ojos vidriosos y a punto de explotar pero disimulando el dolor ante su hijo no le quedó otra que evitarle la respuesta y preguntarle si tenía ganas de comer algo mientras lo alzaba y lo abrazaba.
Hoy afortunadamente lo viví con alguien que me supo contener y no desbordarme por completo, pero es muy dificil no caer. Desde que llegué a mi casa no pronuncié una palabra, y tampoco creo que lo haga hasta mañana. Es más, siento que no tengo fuerzas para decir algo.
Este día marcará un antes y un después en nuestra historia como hinchas…
Ojala lo hubiera compartido con alguien realmente y que me acompañara a llorar. Estuve en la Centenario con una amiga, tía, prima y abuela pero me sentía sola porque mi hermana que sí entiende lo que siento estaba en la popular.
Salió River a la cancha y con un nudo en la garganta tiré los papelitos que había cortado minutos antes, pensaba “que hermosa está la cancha, llena y la gente cantando a full: no podemos perder”. Intentaba cantar pero dentro mio sentía mucho miedo porque era eso lo que me transmitieron los jugadores y el dt y entonces pensé que la gente desde la 1° fecha -y hace varios campeonatos- viene alentando y bancando a muerte a River… tanto que hasta termina confundiendo el aguante de la camiseta con aguantar a estos muertos! Y las ganas de verlos de frente y cagarlos a puteadas así no les importe. Yo se que sólo nosotros estamos sufriendo ésto, no creo que ellos sientan lo mismo.
Sigo sin poder creerlo y completamente triste.
texto delicado, sensaciones muy fielmente t figurativamente transmitidas. relato de un momento en el que el futbol es tragedia.
yo tammpoco tengo GANAS DE hacer nada. pueden decirme que me gane 1 guitarra fender stratocaster, o que me gane 10 lucas en el quini, que me chupa bien un huevo. No tengo ni un argumento (de esos que sólo puede generar uno sin coincididir para nada con la realidad) para creeer que river puede safar. ni uno.
creo que muchos de nosotros vivimos este día como si hubiera sido el dia en que nos fuimos a la b. Así lo sentimos, no hay dudas. Por que? se responde con otra pregunta ¿por que le vamos a ganar a belgrano o quien carajo fuese?
dios mio, que pozo ciego se instalo en mi corazon.
Viví el partido de una forma muy rara. Mientras iba a la cancha, pensaba todos los escenarios posibles. El primer tiempo se me pasó volando. El segundo tiempo, cada minuto que pasaba, lentamente, me provocaba un poco más de dolor. El gol estaba por llegar, tenía que llegar. Pero no llegaba. Y el viejo de un amigo, que le mandaba mensajes, diciendo que el arquero suplente de Olimpo atajaba todo. Y River que se fue apagando, Lanús que fue haciendo cada vez más tiempo, Lanús que recuperó terreno, Lanús que nos derrumbó… Y no lloré. Quería llorar, pero no pude, no conseguí fuerzas para hacerlo. Después entendí, no lloré porque lo peor aún no pasó.
El finde, la semana, el mes, el año, LA VIDA. Apenas escuche gol de Olimpo ya casi me muero despues del segundo de Lanus me fui para adentro de la san martin llorando no habia nada alrededor mio era yo solo en un cuarto llorando, necesitaba un abrazo algun consuelo hasta que aparecio una persona que me abrazo y me consolo.
YO SÉ QUE TE BANEARON Y SÉ QUE VAS A LEER ESTO, HIJO DE REMIL PUTA SORETE, LA CONCHA DE BIEN TU MADRE SIOME DE MIERDA, ME IRÍA HASTA LUGANO PARA MATARTE A PALAZOS, LA CONCHA BIEN DE TU MADRE, METETE A PERÓN Y A EVITA DE CANTO EN EL ORTO Y ANDÁ A ENTONAR LA MARCHA PERONISTA CON UNA PIJA EN LA BOCA.
Hoy lloré en el laburo… no sabía qué hacer… me quería ir a la mierda.
Por Dios que mal me siento, jamás en la vida tuve esta sensación. Me siento completamente solo, ninguno de mis amigos me entiende, nadie lo hace. No tengo ganas de salir, no tengo ganas de dormir, no tengo ganas de hacer nada, simplemente me gustaría pegarme un tiro en este momento.
Me cago en todos, encima ahora todos opinan, todos saben de fútbol. Tengo ganas de irme a vivir a la concha de la lora y comenzar otra vida.
Estoy MUERTO, si literalmente muerto por dentro.
Fue uno de los golpes mas duros de mi vida, todo el partido con un nudo en la garganta.
Y exploté de lagrimas, cuando nos metieron el 2do gol quebré, y me senté en la butaca de la San Martin Alta a llorar desconsoladamente hasta que abran las puertas.
No entiendo la verdad, quisiera que esto fuera una pesadilla y despertarme, pero no, es REAL.
Hoy es, lejos, uno de los dias mas tristes de mi vida. No tengo ganas de nada, me duele la cabeza, no puedo dormir, no tengo ganas de nada.
Nunca me imaginé este final, pense que el destino y la suerte iba a estar de nuestro lado UNA vez en estos 10 años de malaria.
La verdad, nose que hacer para salir de esta depresión, y no aguanto hasta el miercoles.
Les deseo LO PEOR a los hijos de puta de los mercenarios del tablón, ojala se mueran lacras, y tambien a los FORROS que apaludieron al sorete del técnico y a los otros 10 pelotudos (exceptuando a Almeyda).
El dolor mas grande de mi vida, lejos