Igual hoy, el error viene de la desesperación de reventarla, si la miras bien la quiere agarrar de lleno y mandarla al lateral, probablemente por lo ocurrido con Platense. Ese apuro lo lleva a apoyar mal y le da muy cerca en el pique, control perfecto del rival y a guardar. Paulo termina trastabillando y el delantero llega a la presión solo, lo cual añade obvio.