México y Estados Unidos. Lo que prometía ser una alianza dorada entre Ford y Red Bull Powertrains para la Fórmula 1 a partir de 2026, parece haberse convertido en una pesadilla para la marca del óvalo azul. Fuentes cercanas a la situación, como Willy Cobos de F1 LATAM, sugieren que Ford se siente defraudado por una serie de acontecimientos recientes y estaría buscando desesperadamente una vía legal para desvincularse del equipo de las bebidas energéticas.
La colaboración, que marcaba el regreso oficial de Ford a la F1, se vendió como el paquete completo: tecnología de vanguardia, el equipo campeón de constructores, al inigualable Max Verstappen, y la invaluable presencia de Sergio “Checo” Pérez, una verdadera superestrella en Estados Unidos y toda Latinoamérica. Además, contaban con el genio aerodinámico Adrian Newey.
Sin embargo, la idílica sociedad empezó a tambalearse. Primero, la sorpresiva partida de Adrian Newey a Aston Martin con un “megacontrato” dejó a Ford en shock. Aunque el CEO de Ford expresó su molestia a Christian Horner, este último habría prometido compensar la pérdida compartiendo la tecnología aerodinámica legada por Newey.
El siguiente golpe llegó con la inminente salida de Checo Pérez. Ford, que veía al piloto mexicano como la cara de su marca en mercados clave, se opuso rotundamente. Pero Horner, según los reportes, presionó y “vendió la idea” de un reemplazo de habla inglesa que sería un “boom” en Estados Unidos: Liam Lawson. Una apuesta que, como sabemos, tuvo un paso fugaz por el equipo principal, dejando a Ford con pérdidas millonarias en publicidad y por la rescisión del contrato de Pérez.
Por si fuera poco, la polémica salida de Christian Horner, quien prometió “todo” a Ford, los ha dejado en una posición sumamente complicada. Y la cereza del pastel: la ahora inminente salida de Max Verstappen, el pilar fundamental de su estrategia de marca.
Se rumorea con fuerza que Ford está moviendo cielo y tierra, con sus abogados trabajando a toda máquina, para encontrar una salida legal de este acuerdo. Parece que la compañía estadounidense no quiere saber absolutamente nada ni estar ligada a este equipo después de lo que perciben como una serie de promesas incumplidas y reveses significativos.
¿Logrará Ford liberarse de este compromiso que parece haberles salido tan caro? El tiempo dirá si esta alianza se disuelve antes de que empiece a rodar la primera unidad de potencia Ford en la pista.