Yo tengo un local de la Campora acá a dos cuadras en av Congreso. Siempre que paso miro hacia adentro a ver si estan repartiendo los fusiles revolucionarios que Carrió denunció o si están orando hacia la meca neofascista (Santa Cruz) . Siempre hacen lo mismo, se ponen en ronda a tomar mates y charlar. A veces salen afuera a tomar sol y charlar con los vecinos. Todo muy raro, sospechoso.
Jajajajajajajaja, no, este nos está cargando, pintaron mil escuelas, dejame de hinchar las pelotas gustavo.
Así que el gordo boludo ese quedó libre igual que el bagre de la hermana que va custodiada a los boliches? jajaja.
Esto es la campora, mejor descripto imposible:
La Cámpora
La agrupación de jóvenes kirchneristas se caracteriza por su ignorancia del pasado y un desmedido afán de poder
Domingo 27 de marzo de 2011 | Publicado en edición impresa Comentá (352) (javascript:print())(javascript:void(0)(javascript:void(0)(javascript:void(0)
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EN el folklore peronista abundan las consignas históricas, los lugares entrañables, los nombres emblemáticos, los cantos obligados y hasta un lenguaje inconfundible. El movimiento tiene su santoral y su liturgia, al mismo tiempo que un discurso canónico y dos figuras convertidas, con el paso del tiempo, en mitos populares: Perón y Evita. Es tal el peso de este folklore nativo que ello explica por qué resulta un esfuerzo baldío tratar de entenderlo con base en presupuestos de carácter ideológico. Al peronismo es menester abordarlo desde la sociología y no desde la ideología.
En este orden de cosas, Hugo del Carril y Tula, la marchita y el bombo, el 17 de octubre, las veinte verdades y el “Perón conduce, Evita dignifica” caben en los generosos pliegues del justicialismo sin que nadie pueda establecer un orden de preferencia. En el movimiento hay de todo, como en botica, razón de más para que cualquiera que se proclame peronista lo sea sin necesidad de dar demasiadas explicaciones al respecto ni de demostrar credenciales que lo acrediten como tal.
Tanto podría blasonar su pertenencia a este singular fenómeno político de masas -único en Hispanoamérica- un marxista como John William Cook como un tradicionalista católico como Carlos Disandro. Carlos Menem y Néstor Kirchner, Antonio Cafiero y Carlos Kunkel, Mario Firmenich y José Ignacio Rucci, Fernando Vaca Narvaja y el vocero de la Triple A Felipe Romeo, aun con las abismales diferencias que los separaban y aún los separan, merecen todos el calificativo de peronistas.
Esta breve introducción viene a cuento del ruido que ha generado la creación y el desarrollo de La Cámpora, una organización de jóvenes, adictos al actual gobierno, que han elegido el apellido del ex presidente para hacer su presentación en sociedad. No deja de ser sorprendente su decisión, porque si de identificarse con un peronismo revolucionario o de izquierdas se tratase, sobran los nombres ilustres.
En cambio, Cámpora simboliza el servilismo político llevado a su más alta expresión. Personaje carente de luces y de vuelo que apenas podía pronunciar dos frases seguidas sin equivocarse, llegó a la Casa Rosada de prestado y se fue por la puerta de servicio. Perón, a quien se consagró en cuerpo y alma, terminó despreciándolo y ni siquiera le agradeció los servicios prestados cuando lo despidió de la embajada en México.
Es posible que los “camporistas” del siglo XXI no tengan la menor idea de quién fue su héroe, y si la tienen no harían sino demostrar su pobreza intelectual. Pero lo más probable es que la historia no les interese en absoluto y el apellido haya sido escogido como mascarón de proa para desenvolver un proyecto de poder que nada tiene en común con el setentismo y mucho con la pulsión crematística propia del kirchnerismo.
No deja de ser notable cómo esta serie de jóvenes que ni siquiera había nacido en 1973 hoy se haya embanderado con la causa, presuntamente revolucionaria y liberadora de aquellos años, sólo en términos del discurso.
Cuando se los observa con atención se los ve cortados por una misma tijera: para ellos, la militancia no tiene que ver con las armas, sino con ocupar espacios de poder bien remunerados. Su revolución se compadece más con el “capitalismo de amigos”, en donde sobresalen los Lázaro Báez, los Rudy Ulloa y los Cristóbal López, que con los líderes de la guerrilla que ellos exaltan, quizá sin saber a ciencia cierta qué hicieron.
Su épica, pues, comparada con la “juventud maravillosa” de los setenta, es de cartón. Nada arriesgan y nada temen pues creen, en consonancia con lo que creía Néstor Kirchner, que forman parte de un ejército cuya misión refundacional de la Argentina los colocará siempre en lugares de vanguardia. De momento les interesa no dejar espacios vacíos en el organigrama del Estado y ocupar los cargos desde donde podrán, cuando llegue el momento, acumular más poder.
Si se los rastrea, sus nombres aparecen, aquí y allá, en distintos organismos y oficinas públicas donde han aterrizado porque pertenecer a La Cámpora tiene hoy sus privilegios.
Si para desempeñarse en sus actuales funciones se requiriese un concurso de antecedentes o un cursus honorum , serían rechazados sin apelación. Pero en esto de copar la mayor cantidad de direcciones, subsecretarías, secretarías y, si fuese posible, ministerios, no se necesita conocimiento. Basta con proclamarse kirchnerista de confesión diaria.
Cámpora era un servil. Sus seguidores, en cambio, son unos aprovechadores que se sirven de nosotros.
Quienes son?
La Cámpora: Jóvenes K que ocupan cargos en el Estado, pero quieren más
06/11/10 A partir de la muerte de Kirchner, buscan tener una presencia mayor en el Gobierno.
PorJuan Cruz Sanz
Los carteles de La Cámpora, el brazo militante de la juventud kirchnerista, se repitieron en todos los lugares donde hubo una despedida a Néstor Kirchner. Convencidos de cada pelea que dio el santacruceño, forman parte de la juventud que se acercó al oficialismo. Sin ser conductores de la gran mayoría, sus principales referentes fueron premiados con cargos en el Estado, manejan presupuestos y, resaltando su compromiso militante, ahora exigen más lugar. Cómo funciona el entramado y accionar de La Cámpora.
Néstor Kirchner encontró en ellos, jóvenes militantes que tomaron como épicas peleas que para él eran en realidad por poder y dinero, la excusa clara para darle a sus batallas sentidos aún más profundos.
A finales del 2007, en Río Gallegos, Máximo Kirchner terminó de diagramar algo que había pedido su padre: la formación de 500 cuadros jóvenes. La participación del hijo K quedó en eso. Puso a disposición de la nueva estructura los resortes del Estado, dejó que utilizaran su nombre y dio un paso al costado. En la conducción puso a sus amigos Juan Cabandié, legislador por el Frente para la Victoria en la Ciudad de Buenos Aires, y a José Ottavis, otro joven dirigente. El relato marca que Ottavis fue quién presentó a Máximo con Cabandié. Hoy, todos dicen que se presentaron con todos.
Cabandié nació en la ESMA y fue el nieto recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo número 77. Comenzó a trabajar junto a Alicia Kirchner, en el ministerio de Desarrollo Social, apadrinado por Néstor y Cristina. En febrero de 2008, Kirchner hizo un lugar en su agenda y lo recibió en Puerto Madero, junto a Ottavis y Mariana Gras, en ese momento directora nacional de la Juventud. Kirchner les dio impulso y aire. El 25 de marzo de ese mismo año, La Cámpora tuvo su bautismo triunfal. Con la Plaza de Mayo repleta, Cristina arremetió contra el periodismo mientras aparecían carteles contra la prensa. Todos con la firma de La Cámpora. Un mes después, también en un acto, Néstor alzaría uno de los carteles. La Cámpora ya estaba en la calle.
La organización es manejada por tres jóvenes: Cabandié, Ottavis y Andrés Larroque. Ottavis tuvo varios cortocircuitos con Cabandié y se recostó sobre el actual ministro de Economía, Amado Boudou. Es el actual presidente del FONCAP (Fondo de Capital Social), dependiente del Palacio de Hacienda. Una sociedad anónima público privada que se encarga de la administración de fideicomisos.
Detrás de Ottavis aparece Larroque, conocido dentro de La Cámpora como “El Cuervo”, que integra las filas del Gobierno como subsecretario para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia, que depende de la Jefatura de Gabinete. Dentro de La Cámpora, Larroque es quién maneja la logística, pero su subsecretaría apenas trabaja y clausuró el acceso a buena parte de la información oficial.
A este grupo se le suman varias otros funcionarios. El más importante: Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas. También aparecen Eduardo de Pedro, integrante del directorio de Aerolíneas; Ivan Heyn, amigo personal de Máximo Kirchner y presidente de la Corporación Puerto Madero; Mariana Gras, subsecretaria del Consejo Nacional de las Mujeres, que depende directamente de la Presidencia y Laura Briaza, directora Nacional de la Juventud.
La Cámpora también colocó algunos de sus cuadros en la estructura de los medios o programas oficialistas. Julia Mengolini, una cara nueva en la televisión, es panelista del programa de televisión “Duro de Domar”. En un reportaje reconoció que sus jefes políticos son Recalde y Cabandié. Uno de sus compañeros es el notero, Carlos Figueroa, también militante de La Cámpora. En la última semana Mengolini, como gran parte de La Cámpora, comenzó a convocar nuevos militantes mediante Twitter.
El último logro de la juventud K fue entrar a los barrios bajo la coordinación del plan “Argentina Trabaja”. Dentro del Ejecutivo, los miran con simpatía y les dan lugar. Máximo Kirchner será el encargado de recuperar las riendas que había dejado y ordenar las filas. La estructura ya está.
Máximo Kirchner
Desde el fallecimiento de su padre, su figura está en la mira de toda la política. Ideólogo de La Cámpora y apenas un organizador en los comienzos, se había recluido en Río Gallegos, lejos de la política, manejando los negocios familiares. En la conducción de La Cámpora dejó a sus amigos: Juan Cabandié y José Ottavis. Ahora, deberá recuperar las riendas, liderar la organización de la juventud kirchnerista y transformarse en un sostén de su madre.
Kirchner les buscaba reemplazantes
La relación entre Néstor Kirchner y La Cámpora pasó de relación fluida a momentos de intrascendencia. Luego del auge del enfrentamiento con el campo, el ex presidente comenzó la búsqueda de nuevas figuras jóvenes, con perfiles distintos a los “chicos de La Cámpora”. Así fue como le fue dando lugar a figuras como Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora o Diego Bossio, titular del ANSeS. Esa jugada no gustó en el círculo de La Cámpora que llegó a manifestar su descontento. El enojo llegó a los oídos de Kirchner, que, sin eufemismos, respondió con una chicana fiel a su estilo: “Ustedes apenas me traen un título secundario”. Esa frase fue una inyección anímica que tuvo su punto final en el acto del Luna Park, con la presencia de Cristina y Néstor Kirchner. Esta semana, un histórico operador del kirchnerismo, al ser consultado por La Cámpora mantuvo la línea de Néstor: “Esos chicos son Estado y viaje de egresados”. Ellos deberán demostrar que no.
Para el que quiera estudiar:
La Cámpora ofrece su relato histórico del peronismo en un inédito taller en la UBA
La agrupación K hará un repaso desde Perón a Kirchner. El plan de estudios, los invitados y las clases dedicadas “al riojano patilludo” y al “cabezón bonaerense”.
La Cámpora va sumando poder con puestos clave del Estado, quiere meter a sus hombres en la listas de candidatos para octubre y para 2015 no descartan eventuales candidaturas. Y ahora quiere atraer nuevos ‘discípulos’ con un “Taller de Peronismo” en la Facultad de Sociales de la UBA. “Peronismo es hoy kirchnerismo”, proclama.
El curso de la agrupación que fundó Máximo K se difundió por blogs y twitterempezó el viernes por la noche en la nueva sede de la UBA en la calle Santiago del Estero -inaugurada por la misma Presidenta-. El ala universitaria de La Cámpora forma parte de la Secretaria General de la Federación Universitaria (FUBA) y así consiguieron que la universidad pública les cediera un aula para este particular taller.
Los invitados al primer día fueron representantes de todo el universo K: el encuestador kirchnerista [b]Artemio López,[/b] el docente Néstor Sbari, el periodista radial de La Voz de las MadresFabián Rodríguez y [b]Julio Piumato[/b], jefe de los judiciales y aliado de Hugo Moyano. El plan de estudios. Según el “Programa Preliminar” del curso, hay 16 apartados. El último, el de la era K, es el más atrayente para los alumnos. Se llama "La recuperación del país: Kirchnerismo". Los ítems: 19 y 20 del 2001; Quiero ser presidente dentro de 10 años…; 25 de Mayo del 2003: “Con la convicciones a la Rosada”; Mar del Plata: La tumba del ALCA; ¿Pingüino o pinguina?; El campo sojero y oligárquico; Las medias neobienestaristas; Recuperacion de los fondos y nuevas jubilaciones; AUH y “Etc, etc, etc…”.
El otro capítulo más curioso el de la década menemista. El título: “Los años 90’s y el final cantado de 2001”. Algunos contenidos de estudio: "Indulto: montonero o milico torturador, la biblia y el calefón"; "Cavallo que grande sos… “seduciendo al capital”; “Piedra, papel o tijera: El riojano patilludo o el cabezón bonaerense” “Cristina en el parlamento: “ paren la Ley de Flexibilización laboral…”.
El resto de los contenidos se centran en Juan Domingo Perón y los '70. Pero Héctor Cámpora, el que supuestamente inspira a esta agrupación, no parece ser el protagonista del curso.
Los principios. “Debemos acercar (…) una visión del peronismo acorde a el rol liberador que ha ejercido en nuestro país, que ha sido y es deformada de mil maneras, sea por la academia, sea por los monopólicos medios de comunicación”, proclama La Cámpora en la presentación del taller.
“Nuestro desafío es debatir o reponer el debate sobre Perón y el peronismo, no para canonizar a Perón” (…) "Sabemos que todas las versiones de un mito son verdaderas (…) Tampoco (presentamos) una previsible visión “supuestamente de izquierda” del peronismo para terminar odiando a Perón".
Otro de los esloganes del taller denota la visión de La Cámpora: “Para repensar el peronismo de hoy, que es el kirchnerismo”. De hecho, este taller se realiza “en homenaje a la memoria de nuestro compañero Néstor Kirchner”. El taller es organizado por el grupo de Sociales de La Cámpora. Su máxima es: "Nacidos para molestar".
Lo que pasa es que para el peluquero con reflejos e iluminación en el lope (tiene nick de eso, no jodamos) es poca cosa mover el culo por el de al lado…
Cual es la parte que no te cierra ? La actividad en los barrios es una de las principales tareas de la militancia, sea cual fuera el color de la agrupación … no pretendo que conozcas la idea tampoco
Sobre las notas, las leí ambas hace un tiempo … y no hace mas que reafirmar mi teoría de que tu UNICO contacto es el relato que La Nacion de esas agrupaciones, lo cual hace entendible tu postura. Te recomendaría acercarte a una, para tener una percepción mas realista, si querés te acompaño, vas a ver que no muerden.
Para tomar mate y rascarme las bolas? no tengo tiempo gus. Y esos son los giles, dos boluditos que están comiendo biscochitos, yo estoy hablando de los que ocupan cargos por un montón de guita como recalde, no de perejiles…
Qué más ademas de pintar escuelas :lol::lol::lol: hace la campora?
Pintar escuelas, apoyo a pibes de primarios y secundarios, ollas comunitarias, organizacion de marchas, charlas, debates, conferencias … lo que hace cualquier espacio militante, bah.
Yo no milito en La Campora, pero tengo un par de conocidos que sí, pero mas que nada para que veas.
Desmedido afán de poder. Eso es algo inherente a cualquier partido político. El límite son las urnas. Y la edad y fuerzas anímicas de los candidatos.
Ya había leido esas notas antes. La Campora es un aparato de propaganda para captar gente y desarrollar cuadros. No le veo lo malo a eso, lo que sí, tendrían que aclarar de donde sale el dinero. No es serio decir “de nuestros impuestos”, de ser así quiero que este detallada esa información.
Del mismo lado que salen de los otros comites de los partidos. Es un grupo de militantes como cualquier otro. Nada más que este en particular está cargado de falacias fabuladoras por el séquito de empleados que hacen líneas editoriales mandados por Mitre, Magnetto y Fontevecchia.