00:53 | PERU 1 - VENEZUELA 0
¿Y habrá sido un triunfo de miércoles?
Perú, con despliegue y buen juego, se inspiró justo antes del duelo con la Selección. Ayer ganó por primera vez en estas Eliminatorias.
Argentina, sucesivamente, les dio aire a Colombia y Ecuador. En una serie que ya acumula cuatro partidos consecutivos sin victorias, los de Alfio Basile pueden encontrar, el miércoles, otra sospresa desagradable. Perú, con cambios profundos en la formación --consecuencia de la exclusión de varias de sus estrellas-- y en la tradición de pausa y toque, se rebeló para bien. Con actitud y despliegue, y a despecho de la inexperiencia de varios de sus jugadores, consiguió el primer éxito en estas Eliminatorias, que inaugura los triunfos en el Estadio Monumental. En la resurrección peruana, es cierto, influyó Venezuela, más cerca de aquel equipo que en Sudámerica le permitía un festival hasta al rival más endeble que de afirmarse como revelación en la región. ¿Habrá subestimado al adversario a juzgar por las declaraciones en las vísperas, cuando los de la Vinotinto se animaron a anunciar victoria? Sin demoras, el visitante se enamoró del empate que le conservaba la expectativa de una posición vecina el repechaje. Y así le dio ocasión a Perú de manejar espacios y ritmos. El local tuvo la virtud de presionar en la salida del rival, un aspecto de juego en el que se combinaron la entrega y orden. Perú no aflojó y se sostuvo en la firmeza de Rodriguez (amonestado, no estará el miércoles), la influencia de Solano (salió por una lesión, que se estima desgarro), el quite con distribución de De la Haza y la ambición de Alva, autor de un golazo y de un derechazo que reventó el travesaño. Aunque se retrasó durante la última media hora, Perú no pasó sobresaltos. Ahora espera a Argentina como un anfitrión poco hospitalario: pese a sus limitaciones, marcha invicto en su casa.
00:00 | COLOMBIA 0 - URUGUAY 1
El que no salta pierde el invicto
Con gol de Eguren de cabeza, Uruguay ganó en Colombia por primera vez en la historia de las Eliminatorias. La altura de Bogotá no lo amedrentó…
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Se eleva Eguren, duerme Guarín, festeja Uruguay, por ahora en Sudáfrica 2010. Personalidad y aguante. El mejor ataque (16) pudo contra la mejor defensa (3).
Mito. El verso de la altura huele a mito. Y no sólo se trata de los 2.640 metros sobre el nivel del mar de Bogotá. De hecho, Uruguay no había siquiera, en la historia de las Eliminatorias, ganado en el llano de Barranquilla. Era cuestión, también, de ganar centímetros, de saltar cuando llueve el centro, la pelota parada. El profe Pinto había acertado en el diagnóstico. Pero el remedio estaba vencido. Tenía el dato de que el juego aéreo charrúa podía resultar determinante. Lo vio en el último amistoso Celeste en Sapporo, Japón. Por eso, metió mano en la previa: Carlos Sánchez por Amaya. Sus 11 cm. extra le resultaban tentadores. Aunque así, se olvidó de pensar en fútbol, en goles propios. Llegó el córner de Forlán y Sebastián Eguren, el de Villarreal, 1.86 de alto, anticipó de testa a Guarín, su marca de 1.84. Gol. Adiós invicto. El que no salta…
El invicto roto de los cafeteros, igual, debería explicarse por otros wines. Poco de Falcao, pifias claras de Rodallega, y luego, un par de pases a lo Magic Johnson de Giovanni. A 50 metros del seguro golero Castillo… Eran más prácticos los de Tabárez. Y no sólo por aquel aprovechamiento integral del tiro de esquina (1 de 5 en el PT y a cobrar). Forlán y Suárez (representando al mejor ataque del torneo) exigían estratégicamente alocados a una defensa que nunca dejó de salir jugando. Detrás contaban con el aporte de un medio combativo, cuatro orientales que parecían 33. Y en el fondo (con Lugano I y II), cuarteta impasable. Combo ideal para empezar a sumar con madurez fuera de Montevideo y meterse por un rato en Sudáfrica. ¿Colombia? Pinto tenía razón. Ni Argentina ni Brasil. Su rival directo era Uruguay. Y la altura (de Eguren, claro)…
00:00 | ECUADOR 3 - BOLIVIA 1
El abanderado
Ecuador se ilusiona de la mano de Vizuete: indiscutible 3-1 a Bolivia para llevar a cuatro la racha de partidos invicto con este ignoto DT.
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El entrenador, de 47 años, hace flamear una bandera del Tri cada vez que sale a la cancha. Nacionalismo al palo.
Qué dirán ahora los críticos a Sixto Rafael Vizuete Toapanta? ¿¡Quién!? El técnico de la selección de Ecuador. ¿Qué hizo? Es el abanderado de esta Tricolor que está otra vez en carrera rumbo a Sudáfrica 2010. Todavía figura más atrás del puesto de Repechaje pero, con él al mando, el equipo empezó a sumar: ya consiguió ocho puntos en cuatro partidos… Si preguntan por él, muchos dirán que es el José Pekerman de allá. A partir de sus resultados con los equipos juveniles (dirigía del Sub 15 al Sub 23), precisamente haber logrado la medalla de oro con un Sub 18 en los Juegos Panamericanos de Río 2007 (eliminando a Brasil en el Maracaná), este técnico, de 47 años, que jugó poco al fútbol y también ejerció como preparador físico, ¡y hasta como árbitro!, fue elegido para conducir a la mayor de manera temporal luego de que Luis Fernando Suárez dejara el cargo tras tres derrotas al hilo en estas Eliminatorias: 0-1 ante Venezuela, 0-5 contra Brasil y 1-5 vs. Paraguay. El 5-1 a Perú en noviembre hizo que la Federación lo oficializara en el puesto, cortando así con diez años de entrenadores colombianos (Pacho Maturana, Hernán Bolillo Gómez y Suárez). Y una muestra de que Vizuete siente los colores es que en cada partido sale a la cancha agitando una bandera de su país. ¿Se imaginan a Basile haciendo lo mismo? Naaa…
Resistido, entre otros, por Edison Méndez, quien luego se retractó y ahora es titular (incluso ayer marcó de penal y metió el pase en el tercer gol), Vizuete está invicto en el camino al Mundial. Y después de dos empates (histórico 1-1 ante Argentina y 0-0 contra Colombia), ayer reencontró el triunfo, en los 2.850 metros de Quito, con un 3-1 a Bolivia. Que podría haber sido más abultado si Joffré Guerrón hubiera compartido un poco más su indiscutible calidad con el resto de sus compañeros.
Puntos altos: el ya nombrado Méndez; su pareja en el medio, Segundo Castillo; y Christian Benítez, participante en los tres goles: asistencia a Caicedo, otro top (1-0), Raldes le comete la falta que deriva en el penal (2-1) y gambeta larga ante al arquero Arias para sentenciar el resultado.
¿Bolivia? Sólo aprobaron la calidad de Joselito Vaca y las ganas de Joaquín Botero. Y el no bajar los brazos ante la adversidad: jugaron con diez durante 73 minutos. Ecuador se sintió cómodo con el bombazo-gol de Caicedo y permitió que los dirigidos por Erwin Sánchez se fueran al descanso con un 1-1 que los conformaba. Hasta que llegó la discutida jugada del penal (ver Salió del…) que sacó al visitante del partido.
00:01 | ARGENTINA 1 - PARAGUAY 1
Puso juegos
La Selección lo empató con un gol pensado en China. Apareció otra velocidad para romper la línea. Pero antes se enredó por un blooper y una roja tonta. Basile jugó sus mejores 15 minutos.
El resumen del partido. (TN) 1
Basile por un día fue Batista. Por una cuestión de ego podría leerse la similitud como un signo de debilidad del Coco, pero copiar los aciertos de los demás es un signo de madurez. Y de autocrítica. Heinze le jugó en contra con un error increíble. Tevez también le provocó un temblor con su irresponsabilidad. Aunque nadie podría pensar que Messi y Agüero dejaron desnudo a Basile por el plagio de un grito en China (la concepción de la jugada, no el juego en dupla). En una ráfaga de talento, Leo inventó un gol donde había un lateral cualquiera y Kun configuró un 9 mortal donde había un segundo punta chiquito. Aunque lo más importante, superando el hecho de que la actitud y la búsqueda ofensiva del segundo tiempo salvaron el invicto, es que Argentina encontró una variante de velocidad para abrir dos líneas de cuatro con una presión que pondría orgulloso a Bielsa (el maestro de Martino). La horizontalidad prepara los triunfos, pero se gana cuando aparece el juego vertical.
En la búsqueda de clones, Messi también metió un pase de Riquelme. Que Román tuvo pero no terminó en gol porque Coloccini le pegó con los rulos. Las estrellas esta vez no armaron una sociedad. El 10 jugó regular --él mismo debe exigirse más que un par de asistencias-- y eso lo sintió Argentina. Pero de ahí surgen dos buenas noticias: el equipo, igual que en China, entendió que hay momentos en que se debe saltear a Riquelme, porque para el rival es más fácil anular a una fuente exclusiva de creación; y el propio estratega, generoso, no interrumpió la gestación por miedo a ceder protagonismo. Las Eliminatorias, dicho cuando se viene de sacar apenas tres puntos de los últimos doce, no son el problema. Hay que pensar en cómo ganar el Mundial. Que Chilavert declare que con el sistema de Basile es imposible ganarlo suena petardista, aunque es clave no ser previsible.
El Coco no se dejó la barba, pero varió el módulo táctico. El primer parado fue un 3-4-1-2 bien elegido, con Di María como una búsqueda interesante por izquierda. Después del blooper de Heinze (dejar picar la pelota en una cancha mojada le costó el gol y el lugar en el partido), extrañamente pasó a defender con cuatro. Pero en el entretiempo, Basile jugó sus mejores 15 minutos en las Eliminatorias. Ante la falta de un punta, sacó un volante. Pese a que desde afuera parecía que sobraba la función de Zanetti, él puso a Agüero por Di María (de mayor a menor). Rearmó un 3-3-2-1. Y aunque se quedara sin cambios, mandó al Cata Díaz sin temor a que las brasas cubrieran a Heinze. Ahí se notó la intención de la Selección. Se fue al frente, y en la única jugada a favor de los paraguayos, Carrizo demostró que tiene más cosas de Fillol que el propio Pato Abbondanzieri. Su personalidad resulta apabullante.
Paraguay es un buen equipo, pero le faltó ambición para ver más en acción al arquero. Impresionó su orden para provocar superioridad numérica sobre la Selección (a Riquelme, a Messi y al propio Di María a veces le hacían el 3-1), su capacidad para que uno marque y el otro haga la cobertura. Eso sí: no entendió que a los equipos grandes hay que matarlos para que estén muertos.
La Selección no jugó un partidazo, lejos estuvo. Demichelis, el sucesor de Ayala, perdió como nunca de arriba. Mascherano, el mejor 5 de los últimos diez años de la Selección, se llevó el aplauso por jugar en una pierna y la reprobación por su desconocida imprecisión (igual es irremplazable). A Tevez otra vez le saltó el hincha que lleva adentro y se ahorcó con su propia cadena. Heinze hizo un autogol por el que se burlarán en la Casa Blanca. Pero se superó la adversidad, se mostró ganas de ganar contra el hasta ahora mejor equipo de las Eliminatorias. Y Messi se dio cuenta de que por momentos tiene que ser el dueño del equipo. No se brilló, es cierto.
Se puso Juegos.