Te respondo:
¿Qué dirá la Historia cuando se vea que la Inglaterra ha devuelto a ese tirano los cañones tomados en acción de guerra y saludado su pabellón sangriento y manchado con una salva de 21 cañonazos? La Francia que hizo causa común con los enemigos de Rosas, que inició la cruzada en la figura del General Lavalle, a su tiempo le abandonó y trató con Rosas, y también debió saludar su pabellón con 21 cañonazos. (…) ¿Qué se dirá en la Historia, y esto es triste decirlo, cuando se sepa que el valiente Almirante Brown, el héroe de la Marina de Guerra de la Independencia, fue el Almirante que defendió la tiranía de Rosas?¿Que el general San Martín, vencedor de los Andes, el padre de las glorias argentinas, le hizo el homenaje más grandioso que puede hacerse a un militar entregándole su espada?¿Se verá a este hombre, Rosas, dentro de 20 o 50 años, tal como lo vemos nosotros a 5 años de su caída, si no nos adelantamos a votar una ley que lo castigue definitivamente con el dicterio de traidor? No señor, no podemos dejar el juicio de Rosas a la Historia, porque si no decimos desde ahora que era un traidor, y enseñamos en la escuela a odiarlo, Rosas no será considerado por la Historia como un tirano, quizá lo sería como el más grande y glorioso de los argentinos.
Nicolás Albarellos, 1857 (diputado nacional).
Casi no vas a ver una calle o monumento de Rosas o relacionado a él en toda Buenos Aires, y todos los que hay, se colocaron desde la época de Menem que recuperó sus restos.
De hecho, donde estaba su antiguo caserío, se hizo el Parque 3 de Febrero (fecha de la Batalla de Caseros donde fue derrotado y exiliado).