Ni Sand, ni la Gata Fernandez son jugadores infinitamente talentosos, ni mucho menos exquisitos. Tuvieron oportunidades varias en River y no las supieron aprovechar, sin embargo han destacado en su paso por otros clubes luego de emigrar de River. Podría decirse lo mismo respecto a San Martín que hoy la rompe en Arsenal.
Como explicación válida y sencilla para entender esta situación, podemos decir que no es lo mismo jugar en River que hacerlo en Lanús, Arsenal, ni siquiera en San Lorenzo. El Manto Sagrado pesa y como … pero … Si bien los nombrados no son jugadores de extraordinario valor, han demostrado que tampoco son absolutos ineptos. Uno fue figura con el San Lorenzo campeón de Ramón, otro es goleador en el Lanús casi campeón y otro en menos de una semana fue fundamental en la eliminación de River y en dejar sin chances a la bosta.
Entonces uno se pregunta si es suficiente explicar estas situaciones únicamente atribuyéndole la responsabilidad al peso de la camiseta. Ruben llega siendo figura en Central y en River no da pie con bola, Rosales y Ponzio, con todos los pergaminos europeos y de selección, terminan siendo intrascendentes, Farías hizo goles, varios, pero en su paso por River terminó siendo discreto, no se ganó nada y se fue por la puerta de atrás … todo esto es casualidad? todo esto se explica únicamente porque la camiseta de River pesa?
Si intercambiáramos los planteles de River y Lanús, quién creen ustedes que tendría más chances de ser campeón? Los pibes granates en un club desordenado como River o el costoso plantel de River en el orden de un club modelo como Lanús. También podemos preguntarnos es más Palacio que Rosales? Battaglia que Ponzio? Maidana que Nasutti? Caranta que Carrizo? Ledesma que Augusto? Ibarra que Ferrari? Entonces porque ellos pelean hasta el final y nosotros nos bajamos cada vez más rápido?
A lo que voy es : River necesita nombres o necesita un proyecto serio? En estos días nos van empezar a bombardear con nombres y apellidos varios y muchos se van a empezar a ilusionar con la llegada de tal o cual jugador a ver si nos salva de tanta malaria. Pero sin proyecto no hay mesías posible. Si River continúa resignando su localía por recitales y escaparle a eventuales halls, si cuando juegue de local la cancha va a parecer un campo minado y un territorio más propicio para el enemigo que para el propio River, si los pibes van a a llegar a primera no tanto por sus cualidades sino porque pertencen a tal o cual grupo empresario, si River sigue siendo tapa de policiales y no de la sección deportiva, si tenemos dirigentes a los que le da lo mismo contratar a Borghi o a Simeone ( dos proyectos absolutamente diferentes ) y que fueron capaces de pasar de Merlo a Passarella, etc … Si es asi, por más que desembarque en River el plantel completo del Barcelona o el Real Madrid, dificilmente se gane o pelee por algo.
El Manto Sagrado pesaba … pero no tanto. Estos ineptos dirigentes han desarrollado un círculo vicioso que se retroalimenta de las frustraciones deportivas que traen sus equivocadas decisiones. Sumado al desorden institucional se genera un cóctail letal. Los que están, los que llegan, terminan soportando presiones que crecen en forma exponencial. Aguilar fue capaz de convertir aquel Manto Sagrado, que más allá de su peso intrínseco, todos querían vestir, en un Manto de Plomo que cada día pesa más, al que muchos le escapan y el que muy pocos son capaces de portar, al menos, con cierta dignidad.