Hola alias. Acá estoy, organizando mentalmente la semana, mirando “Diarios de motocicleta”, escuchando a Kevin Johansen, pensando cosas. Todo junto.
¿Qué hay que etender?
Hola, Giga, ¿Cómo va eso? Le mandé un mensaje a Mauricio hace un rato (cábala) y me dijo que estaba tranqui, adentro.
La vida es difícil de entender. A veces parece que le encontramos la punta al ovillo, pero rápidamente la perdemos.
Uh, Gi, no tenés que engancharte con las cosas que no se lo merecen. “Pensamiento rumiante”, me dijo mi psicóloga. Las cosas que pasaron ya no vuelven para poder cambiarlas. Lo único que podemos hacer es aprender. Porque ¿Sabés qué? La vida en un segundo se te va, y no vale la pena perder tiempo en cosas que no podemos cambiar.
A veces estamos muertos y no nos damos cuenta. Pensamos que respirar nos da la vida.
Claro, no es fácil. Yo pasé por años de terapia y otras cosas. Pero se puede. Te lo digo yo, que si te pasara un 10% de lo que me pasaba a mí, la vida sería insoportable. Así que imaginate.
Nunca es tarde para hacer terapia. Eso sí, no es para cualquiera. Más de uno fue y dijo “es una boludez”, o más de uno piensa que hacer terapia es como charlar con un amigo.