Primos de sangre
La Justicia investiga al Uruguayo Richard, capo de La Doce, por el crimen de Acro. Hacía “trabajos” con el Colo Luna y tiene tres llamadas con él el día del homicidio.
El crimen de Gonzalo Acro fue el hecho más conmocionante de violencia vinculada al negocio de los barras y el fútbol que hubo en el último lustro. Porque dejó al descubierto el entramado de poder de Los Borrachos del Tablón y terminó por convencer al hincha que quienes se paraban cada domingo en el paraavalanchas eran, lisa y llanamente, delincuentes. Por el homicidio están presos a la espera del juicio oral los hermanos Alan y William Schlenker, considerados autores intelectuales, Ariel Luna, como autor material, Cuca Girón, partícipe necesario, libres pero que irán a juicio, Pluto Lococo y Sergio Piñeiro, y dos prófugos, Oveja Pintos y Kevin Kraft.
Pero si bien la instrucción parecía cerrada, el juez Luis Rodríguez siguió cada línea nueva que aparecía. Y se topó con una inquietante: el magistrado investiga la posible participación de miembros de La Doce en el crimen. Más precisamente del Uruguayo Richard, líder de la fracción contraria a Mauro Martín, que para 2007 era capo de la barra y tenía relaciones varias con el hampa. El Uruguayo, por una causa por robo, está prófugo hace un mes.
La punta del ovillo la dio el pedido de Luna de ir a la cárcel de Ezeiza, donde están Di Zeo y compañía, en vez de Marcos Paz, donde están los de River, aduciendo amistad con “los primos”. Después, el juez volvió a pedir un minucioso análisis de todas las llamadas que tuvo Luna el día del crimen y encontró un teléfono raro que tenía tres comunicaciones, la última dos horas antes del homicidio. Llamó al titular del aparato, un joven rosarino, y éste señaló al Uruguayo como el dueño de la línea. Es más: dijo que lo conoció porque Richard le revendía entradas para ver a Boca. El dato lo ratificó un ex convicto con trato con Richard, y la antena desde donde se hacían las llamadas: Villa Domínico, el barrio donde vive el barra.
A partir de ahí los hechos se precipitaron. Policía confirmó que Richard y el Colo se habían conocido en la cárcel y hacían trabajitos en la semana. Y chequearon que en el súper del 8/10/07, a dos meses del crimen de Acro, ambos estaban en la popu de Boca mandando mensajes mafiosos al grupo de Adrián Rousseau, al que pertenecía Gonzalo.
El otro hito para vincularlo ocurrió el 15 de marzo de este año. Ese día se dio un cruento enfrentamiento entre las fracciones de Mauro Martín y el Uruguayo en un McDonald’s ubicado frente al Parque Lezama. Hubo tiros y las vainas dieron por resultado que las armas usadas eran calibre 6,35. Igual que la bala que mató a Acro. Entonces, Rodríguez habló con la fiscalía de La Boca donde le contaron que tenían el dato de que los revólveres usados eran de una partida robada en una armería de Tigre en febrero del 2007, hecho del que se acusaba a una banda apodada La Chocolatada, algunos de cuyos integrantes paraban en La Doce. Pidió todos los incidentes de la barra de Boca y descubrió que en una requisa en abril del 07, en el estadio de Vélez, les habían secuestrado pistolas 6,35. A fin de ese año, en el allanamiento de la casa de uno de los capos históricos, secuestraron otro revólver igual. Pidió las actas de la batalla en la Bombonerita del 16/3/08, previo a un partido con Huracán en La Paternal, que terminó con 184 detenidos, dos vehículos incendiados, varios heridos y un arma secuestrada calibre… sí, 6,35. Demasiadas coincidencias, pensó. Y actuó: mandó esta semana a periciar la bala que mató a Acro junto a las rescatadas en los hechos violentos de La Doce. Si le da que partieron de la misma arma, Richard quedará hasta las manos. Caso contrario, piensa citarlo a declarar para que explique qué hizo el día del crimen de Acro. Para eso, claro, la Policía que tantas veces le dio cobertura, ahora deberá encontrarlo.
Y? Que diran ahora? En mar del plata corriste sin parar. Ahi estan sus idolos.