Dura crítica desde Uruguay: "Es una Copa América del tercer mundo"

Dura crítica desde Uruguay: “Es una Copa América del tercer mundo”

                                    [b]"La organización, menos diez, el apoyo logístico, no existe", escribió un periodista charrúa en el diario [i]El País[/i]; "No me quejo de la gente, me quejo de las improvisaciones", explicó en diálogo con [b]canchallena.com[/b]        [/b]

14 de Julio de 2011 - 01:05
[ul]
[li] [/li][LIST]
[li] 1166 [/li][b]Comentá[/b]
[li]Compartir[/li][/ul]

[ul]
[li]Imprimir[/li][li]Enviar[/li][/ul]
[/LIST]
FotosEn Uruguay cuentan el lado B de la Copa | Sebastián Rodeiro - LA NACION
Problemas en los viajes, en los estadios, en el contacto con los jugadores. El periodista uruguayo José Mastandrea explicó todos los incovenientes que sufren los medios extranjeros a la hora de trabajar en la Copa América de nuestro país en una nota publicada el miércoles en Ovación, el sitio deportivo del diario El País de Uruguay. “Son vivencias de lo que nos ha acontecido desde que llegamos a la Argentina”, explicó Mastandrea en diálogo con Copados en casa , la producción de canchallena.com para LN Radio .
El periodista charrúa explicó casos puntuales y aclaró que no se queja de “la voluntad de los argentinos” sino de la organización, “que deja muchas cosas que desear y hay improvisaciones que las sufren hasta los jugadores”. “Estuve en otras copas, como en Perú, pero allá, la organización estuvo más pendiente de los periodistas”, señaló.
Además, avisó que pidieron su teléfono desde la organización de la Copa pero todavía no lo llamaron. “Yo creo que esto sea en beneficio de todos porque es un país que quiero mucho y uno vino esperanzado por todo lo que significa la Argentina”, comentó.
El 4 de julio pasado, LA NACION analizó algunos problemas en el inicio del torneo en la nota “Un comienzo de perros”. “No se trata de apuntes aislados: existen varias desatenciones”, se señaló en el texto. Hace una semana, Horacio Gennari, director del Comité Organizador de la Copa América, aclaró en LN Radio que se estaban solucionando algunos incovenientes de los primeros días del certamen.
UNA COPA DEL TERCER MUNDO, por José Mastandrea (Ovación, Uruguay)
Complicada esta Copa América. La organización, menos diez, el apoyo logístico, no existe, los periodistas somos ciudadanos de tercera categoría. Y lo que es peor, nadie se hace cargo de los vuelos cancelados, de las horas de trabajo perdidas, de los problemas que ello acarrea, y de las falencias que existen en todos lados.
Milagro. Ya desde el inicio se vio que esto iba a ser un caos. No sólo consecuencia de las cenizas volcánicas del Puyehue chileno, sino de los problemas gremiales solapados detrás.
En el arranque de la Copa, Aeroparque cerrado, pero no para todos los vuelos. Lan, por ejemplo, salió. Y si le cancelaron algún vuelo, lo reprogramó. ¿Acaso los pilotos de Lan son super hombres? ¿Tienen aviones diferentes? Uno supone, imagina que no. El personal de Aerolíneas Argentinas, mil puntos, nada que decir. El problema es de fondo, “hay conflicto con los pilotos, pero nadie quiere decirlo, reclaman pagos y mejoras salariales”, dijo una fuente de la aerolínea. Ya está. La llegada a Mendoza, fue un milagro.
Aventura. Pero eso no es todo. El viaje desde Mendoza hacia a San Juan, sede del primer partido de Uruguay ante Perú, fue otra aventura. Sin buses disponibles, sin líneas reforzadas, la mayoría de los periodistas del continente tuvimos que alquilar remises, los que tenían equipos numerosos, terminaron transando con buses chicos, con capacidad para 12 personas, y todo bien. Otros, los más afortunados, o los que sí disponían de tarjetas de crédito con respaldo bancario, viajaron esos 167 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, en coches de alquiler.
Pero ahí no termina la historia. Al llegar a San Juan, ciudad acogedora por cierto, otro caos para poder hacerse de los tiques del partido. Colas interminables, protestas y reclamos, a ¡cinco horas! del juego.
Insultos. A una de las tantas mentes brillantes de la organización, se le ocurrió “arrear” a los miles de periodistas a un salón de actos. Y sin orden de llegada ni por número o lo que sea, se empezó a llamar ¡de a uno! a solucionar su acreditación. Una joda, por no decir otra cosa. Seis “voluntarios”, como se les llama a los colaboradores en cada sede, debidamente identificados por acreditaciones, chalecos azules y remeras blancas, miraban como uno de los representantes de la AFA tildaba a los que iban subiendo al estrado. Ergo: tres horas de espera en un clima espeso, lleno de insultos, de garroneros, y de gente que terminó tirando uvas al escenario en donde se había montado un improvisado control de prensa.
Tras el caos y la locura, hubo que emprender el camino al estadio, distante a diez kilómetros de la ciudad, en donde estaba ubicado el Centro de Convenciones. Y allí más trabas. La zona de exclusión estaba delineada a casi dos kilómetros del estadio. Cientos de móviles de prensa no tenían el cartón de pase. Otra vez la espera y la demora. Todos llegamos al partido con el corazón al mango y rezando para tener el lugar para trabajar.
Escaleras para un lado, escaleras para otro, y al final, el pupitre asignado: casi detrás de uno de los arcos, con una sola línea para trabajar, con el wi-fi que se caía a cada rato y con los modems que no funcionaban.
Drama. Pues bien, pasó San Juan, y uno (iluso) pensó que en Mendoza iba a ser diferente. Y en parte lo fue. La entrega de tiques “sólo” demoró una hora. Pero en el remozado Malvinas Argentinas, en una buena ubicación, el drama estuvo en las conexiones de red. Una sola por escritorio, y un solo enchufe… increíble pero cierto.
Y ahora, en la partida desde Mendoza a Buenos Aires, la misma historia: “Los vuelos a Aeroparque están cancelados”, dijeron en Aerolíneas. Sin embargo, al lado, a dos metros de distancia, largas colas de pasajeros esperaban hacer el check in en Lan ¡para Aeroparque! La excusa y las explicaciones fueron las mismas: “Las cenizas volcánicas”. Está bien que a uno no lo ayuda la cara, pero “pelado sí, pero no boludo”. El verso ya no cabe. Todos vuelan menos uno. Y ni qué decir que los taxis casi no salen por falta de combustible, que las colas en las estaciones de servicio son eternas, que no hay monedas para el cambio y siempre el que pierde es el consumidor: “Te debo 50 centavos viejo ¿sí?”, y no hay drama… todo vale, todo está bien.
Sin vuelos, con pocos taxis, sin monedas y con una organización que da ganas de llorar. La Copa América de Argentina es el fiel reflejo de un país de tercer mundo. Es triste, pero es la realidad. Y duele escribirla.
Ovación Digital (El País, Uruguay)

Dura crítica desde Uruguay: “Es una Copa América del tercer mundo”

                                    [b]"La organización, menos diez, el apoyo logístico, no existe", escribió un periodista charrúa en el diario [i]El País[/i]; "No me quejo de la gente, me quejo de las improvisaciones", explicó en diálogo con [b]canchallena.com[/b]        [/b]

14 de Julio de 2011 - 01:05
[ul]
[li] [/li][LIST]
[li] 1166 [/li][b]Comentá[/b]
[li]Compartir[/li][/ul]

[ul]
[li]Imprimir[/li][li]Enviar[/li][/ul]
[/LIST]
FotosEn Uruguay cuentan el lado B de la Copa | Sebastián Rodeiro - LA NACION
Problemas en los viajes, en los estadios, en el contacto con los jugadores. El periodista uruguayo José Mastandrea explicó todos los incovenientes que sufren los medios extranjeros a la hora de trabajar en la Copa América de nuestro país en una nota publicada el miércoles en Ovación, el sitio deportivo del diario El País de Uruguay. “Son vivencias de lo que nos ha acontecido desde que llegamos a la Argentina”, explicó Mastandrea en diálogo con Copados en casa , la producción de canchallena.com para LN Radio .
El periodista charrúa explicó casos puntuales y aclaró que no se queja de “la voluntad de los argentinos” sino de la organización, “que deja muchas cosas que desear y hay improvisaciones que las sufren hasta los jugadores”. “Estuve en otras copas, como en Perú, pero allá, la organización estuvo más pendiente de los periodistas”, señaló.
Además, avisó que pidieron su teléfono desde la organización de la Copa pero todavía no lo llamaron. “Yo creo que esto sea en beneficio de todos porque es un país que quiero mucho y uno vino esperanzado por todo lo que significa la Argentina”, comentó.
El 4 de julio pasado, LA NACION analizó algunos problemas en el inicio del torneo en la nota “Un comienzo de perros”. “No se trata de apuntes aislados: existen varias desatenciones”, se señaló en el texto. Hace una semana, Horacio Gennari, director del Comité Organizador de la Copa América, aclaró en LN Radio que se estaban solucionando algunos incovenientes de los primeros días del certamen.
UNA COPA DEL TERCER MUNDO, por José Mastandrea (Ovación, Uruguay)
Complicada esta Copa América. La organización, menos diez, el apoyo logístico, no existe, los periodistas somos ciudadanos de tercera categoría. Y lo que es peor, nadie se hace cargo de los vuelos cancelados, de las horas de trabajo perdidas, de los problemas que ello acarrea, y de las falencias que existen en todos lados.
Milagro. Ya desde el inicio se vio que esto iba a ser un caos. No sólo consecuencia de las cenizas volcánicas del Puyehue chileno, sino de los problemas gremiales solapados detrás.
En el arranque de la Copa, Aeroparque cerrado, pero no para todos los vuelos. Lan, por ejemplo, salió. Y si le cancelaron algún vuelo, lo reprogramó. ¿Acaso los pilotos de Lan son super hombres? ¿Tienen aviones diferentes? Uno supone, imagina que no. El personal de Aerolíneas Argentinas, mil puntos, nada que decir. El problema es de fondo, “hay conflicto con los pilotos, pero nadie quiere decirlo, reclaman pagos y mejoras salariales”, dijo una fuente de la aerolínea. Ya está. La llegada a Mendoza, fue un milagro.
Aventura. Pero eso no es todo. El viaje desde Mendoza hacia a San Juan, sede del primer partido de Uruguay ante Perú, fue otra aventura. Sin buses disponibles, sin líneas reforzadas, la mayoría de los periodistas del continente tuvimos que alquilar remises, los que tenían equipos numerosos, terminaron transando con buses chicos, con capacidad para 12 personas, y todo bien. Otros, los más afortunados, o los que sí disponían de tarjetas de crédito con respaldo bancario, viajaron esos 167 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, en coches de alquiler.
Pero ahí no termina la historia. Al llegar a San Juan, ciudad acogedora por cierto, otro caos para poder hacerse de los tiques del partido. Colas interminables, protestas y reclamos, a ¡cinco horas! del juego.
Insultos. A una de las tantas mentes brillantes de la organización, se le ocurrió “arrear” a los miles de periodistas a un salón de actos. Y sin orden de llegada ni por número o lo que sea, se empezó a llamar ¡de a uno! a solucionar su acreditación. Una joda, por no decir otra cosa. Seis “voluntarios”, como se les llama a los colaboradores en cada sede, debidamente identificados por acreditaciones, chalecos azules y remeras blancas, miraban como uno de los representantes de la AFA tildaba a los que iban subiendo al estrado. Ergo: tres horas de espera en un clima espeso, lleno de insultos, de garroneros, y de gente que terminó tirando uvas al escenario en donde se había montado un improvisado control de prensa.
Tras el caos y la locura, hubo que emprender el camino al estadio, distante a diez kilómetros de la ciudad, en donde estaba ubicado el Centro de Convenciones. Y allí más trabas. La zona de exclusión estaba delineada a casi dos kilómetros del estadio. Cientos de móviles de prensa no tenían el cartón de pase. Otra vez la espera y la demora. Todos llegamos al partido con el corazón al mango y rezando para tener el lugar para trabajar.
Escaleras para un lado, escaleras para otro, y al final, el pupitre asignado: casi detrás de uno de los arcos, con una sola línea para trabajar, con el wi-fi que se caía a cada rato y con los modems que no funcionaban.
Drama. Pues bien, pasó San Juan, y uno (iluso) pensó que en Mendoza iba a ser diferente. Y en parte lo fue. La entrega de tiques “sólo” demoró una hora. Pero en el remozado Malvinas Argentinas, en una buena ubicación, el drama estuvo en las conexiones de red. Una sola por escritorio, y un solo enchufe… increíble pero cierto.
Y ahora, en la partida desde Mendoza a Buenos Aires, la misma historia: “Los vuelos a Aeroparque están cancelados”, dijeron en Aerolíneas. Sin embargo, al lado, a dos metros de distancia, largas colas de pasajeros esperaban hacer el check in en Lan ¡para Aeroparque! La excusa y las explicaciones fueron las mismas: “Las cenizas volcánicas”. Está bien que a uno no lo ayuda la cara, pero “pelado sí, pero no boludo”. El verso ya no cabe. Todos vuelan menos uno. Y ni qué decir que los taxis casi no salen por falta de combustible, que las colas en las estaciones de servicio son eternas, que no hay monedas para el cambio y siempre el que pierde es el consumidor: “Te debo 50 centavos viejo ¿sí?”, y no hay drama… todo vale, todo está bien.
Sin vuelos, con pocos taxis, sin monedas y con una organización que da ganas de llorar. La Copa América de Argentina es el fiel reflejo de un país de tercer mundo. Es triste, pero es la realidad. Y duele escribirla.
Ovación Digital (El País, Uruguay)

CHE ABRITE UN TEMA SI TENES GANAS

Yo le diría “vos sos un uruguayo, sos resentido”, doy media vuelta y me las tomo.

el muñeco de la imagen esa que es una chota con camiseta de futbol…?? ¡que representa?

Yo estoy como voluntario de la copa en los partidos q se juegan en La Plata, y es cierto, por lo menos, de lo que me tocó vivir a mi, todo es muy improvisado con muy poca organización.


Es la mascota de la Copa. Es un ñandu, se llama “Suri”

La carpa de la conferencia de prensa del partido de ayer en Córdoba me hizo acordar a la de Jurasic Park 2 cuando el triceratops la tira abajo. Parecia totalmente improvisada. Igual se quejan porque son unos putitos, esto es sudamerica papa.

gracias,la verdad no tenia idea…lo unico que vi de la copa america fue un rato de colmia argentina y 30 minutos de brasil -paraguay donde ya deberia jugar de titular elano y fred por neymar y ganso…

un abrazo.

somos del “inframundo sudamericano”

Decinos algo que no sepamos… el ultimo que apague la luz.

JAJAJA.
Que nos vive garchando el AFA.
No sólo en organización, si no en juego es una verdadera cagada.

a mi me tocó volver a Jujuy (estaba en BsAs) el viernes 1ro, cuando se cancelaron todos los vuelos por el tema de las cenizas… quería estar en Jujuy por lo menos a las 3 de la tarde, hora del partido colombia costa rica… en aeroparque el viernes nos dijeron que el vuelo, en la empresa Andes, se reprogramaba para el sábado 2 a las 1 de la tarde, lo cual me cagaba, ya que son dos horas de vuelo, mas media hora de esperar las valijas, mas media hora de viaje, listo, llegaba para el segundo tiempo, no me servía… pero justo esa mañana me llaman al hotel diciendo que el vuelo se había adelantado para las 11 y media, terminó saliendo las 12, pero llegué justito al estadio… ese viaje estuvo repleto de hinchas colombianos, para mi ese fue el motivo del adelanto del vuelo, lo cual me pareció bien… no se como habrá sido con otras aerolíneas.

Pero este quien carajo es, por dios, Uruguay no esta en condiciones de organizar ni un torneo de bolitas.

Que se puede esperar de un ente gobernado por Grondona. Nada.

Si uruguay, tendria que organizar la copa america, sus sedes serian:

  1. Estadio centenario (Montevideo)
  2. Estadio centenario (Montevideo)
  3. Estadio centenario (Montevideo)
  4. Estadio centenario (Montevideo)
  5. Estadio centenario (Montevideo)
  6. Estadio centenario (Montevideo)

de que se quejan estos yoruguas

Estuve en la Copa América del '95 en Uruguay y la organización fue casi perfecta. Claro que eran otros tiempos.

El equipo más grande de Uruguay (Peñarol) no tiene cancha propia, y si la tiene es una reverenda garcha para 5 mil personas. No puede criticar nada.


Pero si no tenes infraestructura (estadios) no podes hablar de nada y Uruguay no los tiene.

pero me parece que no va tanto a los estadios sino a la infraestructura general de comunicaciones, entre otras cosas, que hay en el pais…

En esa Copa se jugó en Rivera -donde era local Brasil-; Paysandú -donde jugó Argentina-; Maldonado y Montevideo. El Centro de Prensa estaba muy bien, ahí en el Shopping de Punta Carretas. Claro que no fue ni la mitad de los periodistas que asisten hoy a estos eventos. Nosotros la recordamos por dos eventos nefastos: la muerte de un hincha en Paysandú y por haber quedado afuera contra Brasil cuando Tullio hizo un gol con la mano.