En el dia de ayer volvi a ver el partido de River frente a Chacarita, para remarcar algunas cuestiones que a mi entender pintan de cuerpo entero al equipo. Para facilitar la explicación, aqui van las postales:
Cavenaghi y su posición dentro de la cancha
Remarqué solo tres jugadas, pero durante el partido estas situaciones se repitieron constantemente. Cavenaghi, delantero de area y jugador que tendria que recibir el balón pisando el area grande, yendo a buscar la pelota a la mitad de la cancha. Esto muestra dos deficits: por empezar, y el más preocupante: el hecho de que la pelota no le llega a los delanteros (en este caso Cavenaghi) por que no hay profundidad de juego ni una idea consistente, lo que lo obliga a tener que retroceder hacia la mitad de la cancha para poder entrar en contacto con el balón. Y la otra, secundaria pero de igual importancia: Cavenaghi termina desperdiciando su potencial. Jugando al lado de Cirigliano, Cavenaghi no hace la diferencia, no lo beneficia al equipo. Para poder serle útil al equipo, tiene que recibir la pelota en el punto penal, sin antes haber tenido que recorrer 50 metros para llegar al área, desgastado físicamente. Durante la mayor parte del torneo este síntoma se repitió. Los delanteros estan para meter los goles, los mediocampistas para habilitarlos.
La ultima imagen refleja el desorden que vive el equipo hoy en dia: Cavenaghi yendo a recuperar la pelota a diez metros del arco defendido por Vega. Con tres simples imagenes, uno ya puede dar un diagnostico certero.
[b]La soberbia y sus consecuencias
[/b]River ganaba dos a cero y llevaba el ritmo del partido (jugando mal, jugando a no jugar). El protagonista en ambos casos: Alejandro Dominguez. River pudo liquidar el partido pero la soberbia o mejor dicho las ganas de hacer un gol de algunos jugadores lo impidieron. En estas postales aparece Dominguez, pero Cavenaghi tambien fue actor principal. Es entendible que uno quiera rematar al arco para batir al arquero, para gritar gol de cara a la tribuna. Pero cuando la jugada pide un pase, una habilitación, uno tiene que hacer una buena lectura de juego y decir lo que es mejor para el equipo, y no para uno mismo.
Mas allá de que las imagenes fijas no demuestran del todo como se desperdiciaron las oportunidades de gol, repasando el partido uno puede notar varias jugadas de este tipo. Y lo más preocupante, es que tanto Cavenaghi como Domingueez son dos de los jugadores más experimentados del plantel. Hay que dejar de lado las ganas de hacer un gol y elegir la mejor opción a la hora de encarar hacia el arco rival. Empecinarse con hacer un gol solo va a lograr se que desperdicien situaciones que, a través de un simple pase, puedan definirse con el arco libre. Si se puede patear, que se pruebe. Pero patear por patear, no sirve.
Aprovecho para incluir otro aspecto que a mi entender fue importante a la hora de analizar el partido:
[b]River y la fortuna
[/b]Cuando uno juega mal al futbol, los partidos que disputas pueden definirse por pequeñeces: un mal despeje, un resbalón, un cruce salvador o bien un remate desviado por un defensor que termina descolocando al arquero. El factor “suerte” puede ser determinante en un partido en el cual los dos equipos que salen a la cancha no proponen nada, desde el lado táctico y futbolistico. River tuvo la suerte de lado en este match. El cabezazo de Pena que reboto en Toledo y encaró hacia el arco custodiado por Tauber nos dio la ventaja parcial. Si este hecho no hubiese sucedido, el resultado podria haber sido otro. Lo mismo si Maidana (en la imagen) no llegaba a tapar el remate de Cobelli. Como dijo Riquelme hace unas semanas “Algun dia la suerte se nos va a terminar”. Si River sigue sin ninguna propuesta, ninguna asociacion de juego visible para los ojos humanos, la suerte tendra cada véz una incidencia mayor. Que la suerte no se vuelva parte de nuestro juego, que el futbol predomine cada vez que River salga a la cancha.
Saludos!