El otro día, hermanos rivereños, me sucedió algo muy particular. Estaba hablando con mi querida viejita (ravioles de por medio, tinto de por medio, mucho queso de por medio) y me dice:
-Dios está acá. ¿Y sabés qué? Es de River. Por eso nos vamos a levantar.
Mi viejita va a la cancha desde que tiene memoria. No se perdió nunca ningún partido. Su fe es mi fe.
El otro día, hermanos rivereños, me sucedió algo muy particular. Estaba hablando con mi querida viejita (ravioles de por medio, tinto de por medio, mucho queso de por medio) y me dice:
-Dios está acá. ¿Y sabés qué? Es de River. Por eso nos vamos a levantar.
Mi viejita va a la cancha desde que tiene memoria. No se perdió nunca ningún partido. Su fe es mi fe.
Ojalá que no sea una “vieja” ordinaria como la de todos: amas de casa, médicas, abogadas, contadoras, las que laburan en algún local, secretarias, periodistas, publicitarias, etc etc etc.
SINO QUE SEA UNA BRUJA HECHICERA Y QUE NOS SAQUE ESTA MUFA CARAJOOO.