Del Watergate al Macrigate

Del Watergate al Macrigate

Durante su reciente visita a Washington alguien debe haberle señalado al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, el célebre edificio Watergate que –aunque Macri no lo sepa–, fue el escenario de un escándalo de espionaje que le costó la presidencia a Richard Nixon. Y mientras continúa su gira estadounidense, se acrecienta el riesgo de que el jefe de Gobierno porteño se convierta en el personaje central de un escándalo de espionaje que será bautizado como el Macrigate. La detención de Ciro Gerardo James, un ex policía federal que ahora revista en el Ministerio de Seguridad porteño, ha puesto al descubierto la trama de un servicio de espionaje macrista que permanecía semioculta entre los pliegues de la nueva policía metropolitana y el Ministerio de Seguridad conducido por Guillermo Montenegro.
Tras la vergonzosa renuncia del cuestionado Jorge “Fino” Palacios y su procesamiento por el encubrimiento del atentado contra la AMIA, al gobierno de Macri le ha estallado el escándalo de las escuchas ilegales contra el empresario Carlos Ávila y contra Sergio Burstein, el integrante de la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas de la AMIA que más abiertamente había cuestionado el nombramiento de Palacios. Sin embargo, es imposible comprender la verdadera dimensión del escándalo que ahora envuelve a Macri si no se tiene en cuenta que Burstein no era el verdadero blanco del espionaje, ya que su teléfono podría haber sido pinchado de manera ilegal como lo son cientos de otros. El hecho que se realizara una pinchadura judicial únicamente al celular que Burstein usaba para tratar temas vinculados con la causa AMIA, indica que el verdadero blanco de la maniobra ilegal era el fiscal Alberto Nisman y que el objetivo era conseguir evidencia para recusarlo.
Esta perspectiva refuerza la tesis del propio Nisman quien ha apelado el procesamiento de Jorge “Fino” Palacios, Carlos y Munir Menem, y Hugo Anzorreguy solicitando la prisión preventiva de los procesados porque tienen capacidad para seguir obstruyendo la investigación del caso AMIA, tal como lo demuestra el armado de una causa en Misiones para conseguir el apartamiento de Nisman.
“Investigaciones”, “Operaciones especiales”, “Inteligencia criminal”. Alrededor de esos tres conceptos gira el marco doctrinario que el eyectado Palacios y su delfín Chamorro imaginaron para la Policía Metropolitana. Se trata de crear una especie de guardia pretoriana que –entre otras cosas– disponga de un servicio de espionaje autónomo de todo tipo de control institucional.
La edición del pasado domingo de Miradas al Sur reveló que en las lúgubres suites del cuarto piso del Hotel Savoy –que es propiedad de Luis Barrionuevo– funciona una central de espionaje del Gobierno de la Ciudad que está dirigida por Miguel Ángel Toma, ex titular de la SIDE durante el gobierno de Eduardo Duhalde y que ahora trabaja bajo las órdenes de Macri.
El manejo operativo del búnker montado por Toma en el Savoy está a cargo del comisario inspector retirado de la Policía Federal Carlos Alberto Sablich, quien fue jefe de Delitos Complejos de la Federal hasta el 2004, momento en que decidió renunciar porque se le reabrió una causa por apremios ilegales contra los secuestradores de Mauricio Macri. Una tibia y ambigua desmentida de Toma no ha hecho más que confirmar los datos aportados en la investigación.
Además de las pinchaduras a los teléfonos de Sergio Burstein y Carlos Avila, hay otra serie de delicadas cuestiones que el ministerio a cargo de Montenegro no puede explicar: la compra de un número no determinando de sofisticados equipos portátiles para captar todo tipo de comunicaciones que están siendo utilizadas para espiar a opositores pero también a sus propios funcionarios.
A pesar de los reclamos de la oposición, Montenegro se resiste a explicar para qué autorizó la compra de 36 móviles “no identificados” para integrar la flota de la policía metropolitana. En la Legislatura porteña existe la sospecha que esos móviles serán utilizados para actividades de espionaje como el que viene sufriendo el legisñador Eduardo Epsteyn.
Paralelamente, Montenegro continúa efectuando compras sin llamado a licitación que tienen un poderoso tufo a sobreprecios y amiguismo. Uno de los muchos beneficiarios de esas compras es justamente el empresario textil Alberto Kanoore Edul, quien proveyó los uniformes para la fuerza que comandaba Palacios, el hombre que ahora está procesado por haber encubierto justamente la presunta participación de Kanoore Edul en el atentado a la AMIA.
Entre el Watergate de Nixon y el Macrigate argentino hay más de un paralelismo: los responsables del Watergate habían sido altos jefes de la CIA en guerras sucias contra otros países. En el caso argentino, los responsables del Macrigate han sido altos jefs de la SIDE y la Policía Federal que obtuvieron sus galones en la época del terrorismo de Estado. Ni en el Watergate ni en el Macrigate hubo limitaciones de dinero para pagar a los espías o para adquirir el material técnico necesario.
El escritor Norman Mailer definió el Watergate como “una de las operaciones de mayor alcance en la historia del espionaje político interno en los Estados Unidos, pero realizado por el peor de los equipos de espías”. Lo mismo podría decirse de su versión porteña.

Del Watergate al Macrigate - Buenos Aires Económico - ElArgentino.com

Del Watergate al Macrigate

Durante su reciente visita a Washington alguien debe haberle señalado al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, el célebre edificio Watergate que –aunque Macri no lo sepa–, fue el escenario de un escándalo de espionaje que le costó la presidencia a Richard Nixon. Y mientras continúa su gira estadounidense, se acrecienta el riesgo de que el jefe de Gobierno porteño se convierta en el personaje central de un escándalo de espionaje que será bautizado como el Macrigate. La detención de Ciro Gerardo James, un ex policía federal que ahora revista en el Ministerio de Seguridad porteño, ha puesto al descubierto la trama de un servicio de espionaje macrista que permanecía semioculta entre los pliegues de la nueva policía metropolitana y el Ministerio de Seguridad conducido por Guillermo Montenegro.
Tras la vergonzosa renuncia del cuestionado Jorge “Fino” Palacios y su procesamiento por el encubrimiento del atentado contra la AMIA, al gobierno de Macri le ha estallado el escándalo de las escuchas ilegales contra el empresario Carlos Ávila y contra Sergio Burstein, el integrante de la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas de la AMIA que más abiertamente había cuestionado el nombramiento de Palacios. Sin embargo, es imposible comprender la verdadera dimensión del escándalo que ahora envuelve a Macri si no se tiene en cuenta que Burstein no era el verdadero blanco del espionaje, ya que su teléfono podría haber sido pinchado de manera ilegal como lo son cientos de otros. El hecho que se realizara una pinchadura judicial únicamente al celular que Burstein usaba para tratar temas vinculados con la causa AMIA, indica que el verdadero blanco de la maniobra ilegal era el fiscal Alberto Nisman y que el objetivo era conseguir evidencia para recusarlo.
Esta perspectiva refuerza la tesis del propio Nisman quien ha apelado el procesamiento de Jorge “Fino” Palacios, Carlos y Munir Menem, y Hugo Anzorreguy solicitando la prisión preventiva de los procesados porque tienen capacidad para seguir obstruyendo la investigación del caso AMIA, tal como lo demuestra el armado de una causa en Misiones para conseguir el apartamiento de Nisman.
“Investigaciones”, “Operaciones especiales”, “Inteligencia criminal”. Alrededor de esos tres conceptos gira el marco doctrinario que el eyectado Palacios y su delfín Chamorro imaginaron para la Policía Metropolitana. Se trata de crear una especie de guardia pretoriana que –entre otras cosas– disponga de un servicio de espionaje autónomo de todo tipo de control institucional.
La edición del pasado domingo de Miradas al Sur reveló que en las lúgubres suites del cuarto piso del Hotel Savoy –que es propiedad de Luis Barrionuevo– funciona una central de espionaje del Gobierno de la Ciudad que está dirigida por Miguel Ángel Toma, ex titular de la SIDE durante el gobierno de Eduardo Duhalde y que ahora trabaja bajo las órdenes de Macri.
El manejo operativo del búnker montado por Toma en el Savoy está a cargo del comisario inspector retirado de la Policía Federal Carlos Alberto Sablich, quien fue jefe de Delitos Complejos de la Federal hasta el 2004, momento en que decidió renunciar porque se le reabrió una causa por apremios ilegales contra los secuestradores de Mauricio Macri. Una tibia y ambigua desmentida de Toma no ha hecho más que confirmar los datos aportados en la investigación.
Además de las pinchaduras a los teléfonos de Sergio Burstein y Carlos Avila, hay otra serie de delicadas cuestiones que el ministerio a cargo de Montenegro no puede explicar: la compra de un número no determinando de sofisticados equipos portátiles para captar todo tipo de comunicaciones que están siendo utilizadas para espiar a opositores pero también a sus propios funcionarios.
A pesar de los reclamos de la oposición, Montenegro se resiste a explicar para qué autorizó la compra de 36 móviles “no identificados” para integrar la flota de la policía metropolitana. En la Legislatura porteña existe la sospecha que esos móviles serán utilizados para actividades de espionaje como el que viene sufriendo el legisñador Eduardo Epsteyn.
Paralelamente, Montenegro continúa efectuando compras sin llamado a licitación que tienen un poderoso tufo a sobreprecios y amiguismo. Uno de los muchos beneficiarios de esas compras es justamente el empresario textil Alberto Kanoore Edul, quien proveyó los uniformes para la fuerza que comandaba Palacios, el hombre que ahora está procesado por haber encubierto justamente la presunta participación de Kanoore Edul en el atentado a la AMIA.
Entre el Watergate de Nixon y el Macrigate argentino hay más de un paralelismo: los responsables del Watergate habían sido altos jefes de la CIA en guerras sucias contra otros países. En el caso argentino, los responsables del Macrigate han sido altos jefs de la SIDE y la Policía Federal que obtuvieron sus galones en la época del terrorismo de Estado. Ni en el Watergate ni en el Macrigate hubo limitaciones de dinero para pagar a los espías o para adquirir el material técnico necesario.
El escritor Norman Mailer definió el Watergate como “una de las operaciones de mayor alcance en la historia del espionaje político interno en los Estados Unidos, pero realizado por el peor de los equipos de espías”. Lo mismo podría decirse de su versión porteña.

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Nada que sea del Argentino puede ser tomado con seriedad. Pura basura kirchnerista.

No creo que sea un invento de El Argentino, es algo que se esta hablando en todos los medios… y al parecer ya hay pruebas suficientes del asunto en cuestión. No defiendan lo indefendible, lo de Macri es cada día más penoso, pasando por la UCEP (dicho sea de paso, ya se cobro su primer victima mortal) hasta llegar a esto.

A los K les vino como anillo al dedo esto, lo que no entiendo que carajo hacen tantos K al lado de Burstein cuando lo entrevista Mauro Viale.

Nunca se va a saber con exactitud que informacion quisieron relevar pinchando telefonos. Esto se va a diluir en la justicia, van a pactar entre kirchner y macri para que la federal y la metropolitana no tengan quilombo interno. Va a quedar en la nada como siempre, hay demasiada mierda de ambos lados como para que Oyarbide empieze a remover.

Sip, me extrañaba que no se hicieran eco de esto en el foro.

Hay un video de archivo que compromete a Macri y mucho: El otro día dio una conferencia de prensa en la que afirmaba que Ciro James (el tipo que está acusado de haber pinchado los teléfonos) nunca había trabajado en Boca, que no lo conocía, al mismo tiempo que Digón, ex vice de Macri en Boca, declaró ante una cámara hace un tiempo que el personaje en cuestión había hecho trabajos de inteligencia, investigando a barras de Boca, trabajando para el Fino Palacios, encargado de la seguridad del club en ese entonces.
La verdad que viene turbia la mano y lo sorprendente (o no tanto) es que los principales medios no hayan ni mencionado ese video en el que Digón es tan contundente (de hecho lo vi en 6-7-8 y en ningún otro lado).
Lo que no se entiende es por qué lo espiaban a Ávila…

Me llama la atención la doble vara de algunos foristas …

Vos decis que si esto tenía como parte comprometida a los K algunos foristas ya estarían organizando un cacerolazo en plaza de mayo y como es Mauricio el que esta hasta las pelotas no pasa nada?

Naaa:mrgreen:

A Macri ya le vienen dando bastante los grupitos de izquierda ya sea Quebracho o esas basuritas de esa índole. No lo defiendo a Macri, me parece un hdp, pero los K lo estan usando de una forma al Burstein…
Resumiendo la ensalada que tengo en la cabeza… A Burstein lo espiaban para buscarle alguna mancha así y retrabasan y encubrían mas el caso AMIA o bien buscar algo para que lo saquen de la causa Amia al fiscal Nisman.
La orden para que James pinche los telefonos, quien la dió, fue un físcal??? El que lo designó a James al Ministro de educación, fue Chamorro no???

???

ahí edite, pasa que no había leido completo el árticulo. Había dicho que no me quedó claro porque espiaban a Burstein.

Lo de Macri es lamentable,quiere la poli porteña para hacer negocios.

Macri otro mas…y cuantos vendran.Encima ¿no se da cuenta o en si se hizo el boludo llevando a la policia porteña a gente con antecedentes como este palacio y otro mas? dejemono de joder…mira si no va a saber que estos policias fueron desafectados por cosas turbias…

No vi un tema referido a las escuchas,hace un tiempo que lo vengo leyendo en distintos diarios para ver la postura de cada uno, nombrando solo 2 se puede ver la posicion sentada de cada uno,Pagina 12 netamente oficialista echa la culpa del espionaje a Macri y este a su vez al gobierno nacional,porque dice que infiltro al espia Ciro James en su gobierno en una campaña sucia en su contra,obviamente Clarin levanta la voz de Macri,pero siguiendo el caso ,Oyharbide descubre que existe una persona a la cual le pincharon el telefono y es un " pariente" de Macri ,su cuñado el cual dice que fue extorsionado por Franco Macri para dejar a su esposa,hija de èste.De ser cierto ,que votaron los porteños? estan seguros de que este tipo cumple con las expectativas de loq ue prometio? Inteligencia sobre los ciudadanos? De que estamos hablando?
Macri es repugnante y sin animo de ofender a nadie creo que el que se identifica con su pensamiento deja mucho que desear como persona(no podes compartir nunca el espionaje sobre civiles).Esto sumado a la Ucep da asco

EL PAIS › NESTOR LEONARDO, EL MARIDO DE SANDRA, UNA DE LAS HERMANAS DE MAURICIO MACRI, VICTIMA DEL ESPIONAJE DE JAMES
“Macri quiere que desaparezca de la familia”

El juez Oyarbide le tomó declaración ayer como testigo al esposo de Sandra Macri porque su teléfono estaba pinchado. Leonardo reveló las amenazas que sufría de la familia Macri y apuntó al jefe de Gobierno porteño y a su padre, Franco.





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Por Irina Hauser y
Raúl Kollmann
Néstor Daniel Leonardo es cuñado del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Tiene 49 años, trabaja de parapsicólogo y está casado desde hace cinco años con Sandra Macri. El juez federal Norberto Oyarbide comprobó que tuvo su celular pinchado ilegalmente entre mayo y junio de 2008. La orden para intervenir su teléfono la dio un juzgado de Misiones a través de una causa armada y las cintas con sus conversaciones las retiraba de la SIDE el policía-abogado-espía Ciro James –hombre del riñón del ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios–, quien a los pocos días de iniciada esta escucha fue contratado en el Ministerio de Educación porteño. “Creo, sin posibilidad de error, que el Sr. Franco Macri habrá hablado con Mauricio Macri a los efectos de que violaran mi intimidad por medio de la pinchadura de teléfono. Tanto Mauricio como Franco tienen interés en que yo desaparezca de la familia”, afirmó al dar su testimonio en el juzgado. Leonardo contó que su suegro le ofreció dinero para separarse de su hija y lo amenazó en varias oportunidades. Lo acusó también de perjudicar económicamente a su mujer.
Leonardo, un hombre rubión con barba candado, llegó con cara de susto al juzgado.
–Quédese tranquilo, usted no está imputado de nada –le dijo Oyarbide, y lo invitó a tomar asiento. Junto a su secretario Gustavo Ru-sso, le explicaron que en medio de la investigación sobre las operaciones de espionaje de Ciro James, que sigue preso, habían detectado la intervención a su celular. “No conozco Misiones”, acotó Leonardo. Luego le señalaron el período en que sus conversaciones fueron escuchadas. El parapsicólogo, que también se presentó como enfermero, arqueó las cejas y dijo que el período coincidía con una serie de episodios en que Franco Macri le ofreció dinero primero a través de su abogado y luego cara a cara para que pusiera fin al matrimonio con su hija Sandra.
Allegados a la investigación repararon en otra coincidencia, siguiendo la secuencia del trámite de la escucha: el pedido de intervención telefónica por parte de la policía misionera es del 2 de mayo de 2008; seis días después el juzgado ordena efectivizarla; la conexión para grabar los diálogos se inicia el 23 de mayo y el día 30 James firma el contrato para trabajar en el Ministerio de Educación del gobierno porteño en un cargo de supuesto asesor legal en el que nunca hizo un dictamen o informe por escrito y cuyas tareas ningún funcionario supo o quiso explicar. Pese a desempeñarse en esa repartición, James nunca dejó su puesto de auxiliar de inteligencia de la Policía Federal, hasta agosto último, cuando pidió la baja porque estaba por ingresar a la Policía Metropolitana, gestiones mediante de su mentor, el Jorge “Fino” Palacios.
La vinculación con Palacios llamó la atención en el juzgado desde un comienzo, puesto que la primera escucha denunciada y comprobada fue la que le hicieron a Sergio Burstein, dirigente de familiares de las víctimas del atentado a la AMIA, férreo impulsor del desplazamiento del Fino de la jefatura de la nueva policía porteña, donde Macri intentó sostenerlo a toda costa hasta que decidió ceder a fines de agosto. Burstein recibió en su casa un llamado anónimo advirtiéndole que lo estaba escuchando Palacios. La escucha fue en agosto y septiembre, cuando era inminente el procesamiento del comisario retirado por encubrimiento en la investigación del ataque terrorista. Hoy Palacios es uno de los principales sospechosos de estar detrás del espionaje, más todavía desde que la Justicia verificó que en los últimos tres meses habló 150 veces, usando un teléfono de su agencia de seguridad, con el espía James.
Cuando comenzaron a tomarle testimonio, Leonardo sentenció: “Atribuyo la pinchadura del teléfono a la relación que tengo con la familia Macri, por medio de mi esposa, Sandra Cristina Macri, que desde el inicio de nuestra relación el padre, Franco Macri, se opuso y quiso no sólo comprar mi disolución matrimonial, sino además me amenazó en reiteradas oportunidades, así como también lo hizo con mi abogado personal, el Dr. Luis Eduardo Conde”. Luego apuntó al jefe de Gobierno porteño como quien se habría encargado de que se consumara el espionaje. “Tanto Mauricio Macri como Franco Macri tienen interés en que yo desaparezca de la familia”, agregó después.
Fuentes cercanas al jefe de Gobierno porteño calificaron la versión como un “verdadero disparate”. “Mauricio tiene una excelente relación con su cuñado, la tiene
toda la familia”, le dijeron a Página/12. “Es más, Mauricio es con el que mejor se lleva de los hermanos. Hoy (por ayer) hablaron por teléfono y él (Leonardo) le dijo que de ninguna manera tuvo la intención de involucrarlo”, insistieron los voceros porque “todo es una campaña armada contra Macri para impedir que la Policía Metropolitana salga a la calle”.
Culebrón

En una declaración que le tomó un buen tramo de la mañana el cuñado de Macri contó unos cuantos pormenores del culebrón familiar. Después del primer ofrecimiento de plata para que se divorciara y dado que esa ruptura no ocurrió, dijo, a Sandra le retiraron “el pago de dividendos que cobra como accionista de la empresa Socma en donde detenta el 20 por ciento de las acciones como así también los intereses por fideicomisos que tenía fuera del país”. Detalló que ella tenía un “patrimonio de 18 millones de pesos” en la empresa familiar y por una rectificación presentada ante la AFIP por “los contadores de Socma aproximadamente en mayo de 2008 su patrimonio” se redujo a “entre cinco y siete millones de pesos”. Su teoría es que hubo maniobras destinadas a “insolventar a mi esposa”, sostuvo.
En cuanto a las amenazas, el parapsicólogo –que también ofrece servicios de sanación– dijo que algunas le llegaron a través del jefe de la custodia de Franco Macri, Richard Ford, quien le dijo a su abogado –siempre según su relato– que si no se despegaba de Sandra se iba a “tener que atener a las consecuencias”. Sobre Ford, a quien identificó como jefe de seguridad de toda la familia, informó que “tendría los medios logísticos suficientes para realizar escuchas, seguimiento de personas, fotografías y filmaciones” y recordó que es amigo de William Godoy, el delegado del FBI en la Argentina que también tiene buenas relaciones con Palacios.
Por la misma época –mediados de 2008– relató que en una oportunidad en que su esposa estuvo internada en el Hospital Italiano Franco Macri lo llamó apenas llegó de un viaje a las tres de la madrugada, para verlo a la mañana siguiente. “Me ofreció un café y pensé que me iba a hablar de su hija. En ese momento se para y me dice: ¿vos sabés a qué viniste? Y le digo, sí, a hablar de Sandra y me manifiesta: No, esto es así, alejate de mi hija y vos sabés que económicamente necesitás. ¿Cuánto querés?”, contó. “También me refirió que a la larga esto iba a terminar mal, que lo tomé como una amenaza, golpeando la mesa violentamente. Lo único que le contesté era que el amor no se compra y que no sabía que él se manejaba de esa manera”, dijo en su testimonio.
Cuando le preguntaron qué amenazas llevó a los tribunales, precisó que hizo una denuncia penal en Morón por llamados telefónicos donde le decían “tomátelas de al lado de Sandra porque te vamos a hacer boleta”, algo que dijo que se repitió en 2003, 2007 y 2008. También denunció un secuestro en 2007, cuando llevaba el pago de 18 mil pesos para los empleados de seguridad de la quinta de su suegro en la que “una de las propiedades es de mi mujer”, aclaró.
Siete víctimas

Néstor Daniel es la séptima víctima detectada en la causa sobre el espionaje que instruye el juez Norberto Oyarbide. Después de la denuncia de Burstein, los investigadores advirtieron que también fueron espiados algunos desde 2007 en adelante –cada quien en distintos momentos– el empresario televisivo Carlos Avila, su yerno Federico Infante, que tiene un cargo gerencial en el canal Torneos y Competencias, dos gerentes de supermercados Coto y el abogado Francisco Castex del influyente estudio de Alfredo Iribarren. A todos ellos en el marco de la misma causa por un asesinato en Misiones se los espió con la falsa excusa. El juzgado está en vías de identificar otros teléfonos que habrían sido intervenidos.
La mayoría de los espiados, el cuñado de Macri inclusive, ya pidió ser querellante en la causa. Los investigadores intentan indagar qué razones había en cada escucha y quién pudo haber encomendado el trabajo. A Avila, todo indicaría que lo espiaban a raíz de una negociación que había iniciado con Julio Grondona en 2007 para la creación de un canal de fútbol, que no prosperó. Se barajaba que la AFA rompiera el contrato con TyC, algo que ocurrió ahora. Avila ya no estaba en TyC, pero se presume que querían chequear si conservaba a alguien suyo, lo que explicaría la pinchadura a su yerno. El abogado Castex se presentó ayer en el juzgado y dijo que no tenía demasiadas hipótesis. Sólo señaló dos grandes temas en los que intervino el estudio al que pertenece: el caso donde representan a Cablevisión, que entre sus derivaciones tuvo el procesamiento por cohecho del ex juez Ismael Murtorio y el abogado Alejandro Mitchell, y otro expediente en el cual, como abogado de Carrefour contra el grupo Exxel en una demanda por 120 millones de dólares, denunció a los peritos oficiales por coimas. También recordó que uno de sus principales clientes es TyC.
Oyarbide busca más teléfonos pinchados y enfila la investigación a determinar, más allá de James, si hay alguna vinculación en toda esta historia ya sea de la Policía Federal –desde donde James practicó múltiples escuchas– o del gobierno de Macri que, como sea, aparece cada vez más enredado en esta increíble historia.

http://www.pagina12.com.ar/diario/el…009-11-06.html

Alguien vio los carteles que pego la jotape hoy?

"no sirve ni para espiar!

Me parecieron brillantes…

Ahora yo se los digo hoy…y acuerdense de esto…

NESTOR Y MACRI son funcionales, esta mas que claro que terminan juntos…

Abrazo!

Obvio que son funcionales,todo politico es funcional,lo que no creo es que terminen juntos como vos decis,hay una diferencia enorme ,uno es “mas menemista” y el otro mas zurdo.Mas allá de eso,que feo es ser espiado en un pais serio Macri deberia renunciar

JAJAJA!!!

Mas menemista…osea que los 2 fueron menemistas…

Zurdo?

Dios mio, las cosas que hay que leer…

Te aclaro que NESTOR tiene pinchados TODOS los telefonos eh…

O vos te crees que la SIDE es una ONG?

Me haces reir…

para mi coinciden en algo macri y kirner:son chorros los dos…:!!!