FUERA DE JUEGO:
El presidente de Independiente Rivadavia dice que el problema del ídolo de River, que hoy debuta en Mendoza, va más allá de la bebida. Cuenta cómo financiaron la operación, que se metió en el fútbol por Grondona, y porfía: “Ariel se va a recuperar”.
IGNACIO FUSCO | [
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-Desde que compró la radio Nihuil de Mendoza, Daniel, en el 83, usted manejó Dalvian, la empresa constructora de su padre, se hizo accionista del Grupo Uno, es el presidente de América TV, radio La Red, y en el 07 hasta creó, con su socio José Luis Manzano, Andes Energía, una empresa petrolera. ¿Qué tan difícil fue sentarse a negociar con Ortega?
-¿Te digo la verdad? Negociar con Ariel fue tan difícil como hacerlo con Rial. El chico es vivo, vivo. ¿Vos sabías que no tiene representante, que salvo un amigo contador que lo ayuda con los contratos se maneja solo? No es fácil cuando se te planta. Es duro, no es ningún boludo.
-Raro que en este pase no se haya nombrado la frase de moda: “Grupo empresario”, ¿no?
-Porque Independiente, simplemente, no tiene un grupo atrás. Antes de que yo llegara el club estaba manejado por una gerenciadora que canalizaba los ingresos, egresos, que es una figura que yo te digo ahora y hasta suena mal, a trampa, corrupción, pero lo cierto es que son figuras necesarias para que el fútbol se financie. Independiente podría ser S.A., pero hay que apelar a estos otros mecanismos.
-¿Y la plata?
-¿De dónde salió? De Uno Medios, que somos nosotros, y una serie de amigos que me ayudaron en esta patriada: YPF, Banco Macro, Aeropuertos Argentina 2000… Hasta te digo más: cuando le demos la vuelta al negocio, Ortega habrá sido una ganancia.
-Obvio que cuando les contó a sus amigos…
-Si no me dijeron que estaba loco fue por respeto, nomás. Es más, cuando se cerró todo y lo llamé a Trotta, el Cabezón me dijo: “Sí, Daniel, bárbaro. Ahora hacé una cosa: cortá, llamame de nuevo y hablamos en serio, ¿dale?”.
-Ortega siempre dijo que era feliz en River. Si así no podía controlarse, lejos de casa…
-La enfermedad de Ariel no requiere sólo de atenderse en una clínica, internarse, sino también de tener un poco de paz, no vivir tanto estrés, y en River sufría todo eso. El mundo que lo rodeaba a Ortega no le servía para nada. Es más, cuando hicimos el pase me llamó Bilardo, que es asesor nuestro, y me dijo: “Le salvaste la vida. Menos mal que no se fue a Emiratos Arabes”. No me hubiera querido imaginar a este chico allá.
-Usted dijo que era una condición que Ortega fuera con sus hijos, su mujer, pero ellos no vivían con él.
-Cuando hablé con Vanesa, su señora, me dijo que sí, que le gustaba la idea.
-¿Y ahora viven con él?
-No. Pero ya vendrán.
-¿Seguro?
-Seguro.
-¿Y el tratamiento, Daniel, cómo será?
-Mirá, hace algunos días hablamos con el médico de Chile para que la semana próxima venga a Mendoza, y ya defina todo con un profesional local. Uno es esclavo de sus palabras, y yo seré mucho más esclavo porque esto quedará escrito: “Ariel se va a recuperar”. Porque tampoco es tan grave lo que le pasa, no es para dramatizar tanto. Ariel tiene un problema que requiere atención, contención, pero no es un alcohólico. Tiene otros problemas, pero alcohólico no. Estoy convencido de que se va a recuperar. Y si después quiere volver a River, bárbaro.
-¿En serio piensa que no es alcohólico?
-Ariel tiene otros problemas, que son íntimos, y el primer paso que debía dar era salir del estrés. Es distinto el alcohol a traducir otras cosas en el alcohol. El pibe es un pan de Dios.
-Valiente optimismo, pero ¿y si recae?
-Si un amigo tuyo tiene pulmonía, ¿qué hacés? Lo llevás a un médico. Ortega no es un delicuente: es un chico que está enfermo, y a los ídolos hay que cuidarlos. No es “ah, bueno, tiene pulmonía, que se vaya a Emiratos”, no. Nicolino Locche murió en la indigencia, pero cuando desde el Gobierno de Mendoza le regalaron una casa y le dieron, no sé, 2.000 pesos por mes para que comiera, lo criticaron a lo loco. Al ídolo hay que cuidarlo.
-¿Cotiza más Ortega o Godoy Cruz en la A?
-Lo de Ariel es inédito.
-Ultimas tres. ¿Por qué se metió en el fútbol?
-Je, no me vas a creer…
-Cuente, que yo hago mi parte: no le creo.
-Por Grondona. Un amigo me contactó para hacerle una nota, y después Julio nos dijo: “¿Por qué no se hacen dirigentes de fútbol?”. Y me picó el bichito. Quiero crecer. El fútbol necesita un cambio.
-¿Cobos es de Independiente, no?
-Sí, sí.
-¿Y ya le dijo si algún día lo irá a ver a Ortega?
-Por el momento, no. ¿Te digo la verdad? Cobos aún no dio el voto positivo.
Si empezamos asi no creo q se recupere el burro…!