El santafesino, de 27 años, lo anunció esta tarde y aseguró que se siente “muy feliz” con su decisión. Llegó a ser número 3 del mundo y ahora figura en el puesto 672º.
Era una decisión que había madurado en los últimos tiempos, pero que no deja de generar un impacto fuerte. Guillermo Coria, el Mago de Rufino que llegó a ser número 3 del mundo, anunció esta tarde su retiro del tenis a los 27 años.
“Estoy muy feliz con esta decisión. Tengo nuevos proyectos, más tiempo para la familia”, afirmó esta tarde Coria en un reportaje a radio Continental. También aseguró que pensaba “hace varios meses” en dejar las canchas.
El último partido del santafesino había sido hace poco más de un mes, en el challenger de Bangkok, Tailandia. Fue el 16 de marzo y cayó en primera ronda ante el israelí Harel Levy por 6-3 y 6-2. El resultado fue parte de una actualidad en la que Coria intentaba sin éxito retomar el nivel perdido. De hecho, contó esta tarde al anunciar su determinación: “Después del torneo que jugué en Tailandia, me di cuenta que no era el problema del saque”.
Hacía casi un año que no lograba un triunfo. Su última victoria databa del 18 de mayo del año pasado en el International Series de Casablanca, ante el canadiense Peter Polansky.
Su carrera se construyó a partir de un talento increíble y de muchos sucesos que lo obligaron a pelear contra la adversidad. El primero de ellos fue el positivo de doping por nandrolona, en 2001, cuando tenía tan sólo 19 años. Fue en 2001, año en el que había explotado con su triunfo en el ATP de Viña del Mar y había llegado hasta el puesto 25º. Se pudo reponer Coria y volvió a la actividad, ya 100º en el ranking, con una victoria en el challenger de North Miami Beach ante el israelí Noam Okun, por 6-2, 1-6 y 6-1 el 12 de marzo de 2002.
Otro episodio doloroso se dio, paradójicamente, en el punto más alto de su carrera. Fue cuando con un nivel brillante llegó el 6 de mayo de 2004 a la final de Roland Garros pero, pese a tener dos match points, sucumbió víctima de los calambres ante Gastón Gaudio por 0-6, 3-6, 6-4, 6-1 y 8-6. Fue un golpe que lo influyó psicológicamente en el resto de su carrera, tal como anticiparon sus lágrimas al final del partido.
Una cagada como se pincho despues de lo del 2004, pero se veia que no daba para mas el tipo este.