A mí me sorprende que existan personas que piensen que River le va a ganar a Boca mágicamente, sólo por ser River o por un simple “porque sí”. Llevándolo a un análisis, no hay ninguna razón lógica ni concreta que nos de alguna pauta o respaldo tangible que nos certifique de que a Boca le vamos a ganar; los dos últimos partidos con ellos lo comprueban, y el fútbol mostrado a lo largo de 26 partidos oficiales, más amistosos, lo reafirman.
Teniendo en consideración los papelones y/o vergüenzas de los últimos, no sólo 2 partidos, si no 20 años contra Boca, es más comprensible que hayan hinchas que sientan temor, asco o negación a jugar con Boca, que otros que sí lo quieran hacer sólo por la emotividad de querer ganar. ¿Por qué después de lo nombrado, habría que desarrollar por iluminación divina una especie de optimismo y fe, que más allá de un deseo y ganas, no cobra por ningún lado un sentido de realidad?
Está bien, el fútbol el fútbol, y no existe una sentencia sin haber resuelto el “match” en los 90’, pero hay tendencias, hay una inclinación, hay una evidencia, hay carencias expuestas, hay limitaciones explícitas, hay infraestructura de equipo de algodón, etcétera, que nos llevan a pensar en el desenlace que se podría dar. ¿O acaso por sobreponer una hinchada de mentalidad ganadora todas las falencias y debilidades se van a extirpar?
Estemos o no de acuerdo, pero hoy en día el hincha tiene más de 1000 argumentos para sentir un rechazo eventual para enfrentarse con Boca.