Contradicciones: Carrió/Solanas

Que Carrió vive de contradicciones, a esta altura, creo no es novedad para nadie. O al menos, que mucho de lo que propuso en su momento cruzó de vereda llamativamente a la hora de que el precursor fuese el kirchnerismo.
Ahora bien, Pino Solanas es un hombre mucho más respetado por muchos de nosotros. Comparto esta interesante nota con ustedes para que saquen conclusiones.
Abrazos.

Elisa Carrió, Pino Solanas y el síndrome Salieri

Por Teodoro Boot

Desde su primer brote en 2003, Lilita actuó, sintió y pensó por reacción: ante cualquier cosa que hiciera Kirchner, estuvo en contra. Solanas sostiene que la Mesa de Enlace “de forma espuria quiere gobernar el país”, propósito al que Pino viene contribuyendo con sus intervenciones políticas de un año y medio a esta parte.
Antonio Salieri fue en su época un músico muy exitoso y admirado. Autor de más de cuarenta óperas, tuvo por alumnos nada menos que a Schubert y a Liszt. Todo le hubiera seguido yendo de maravillas en su vida de no ser por Wolfang Amadeus Mozart, a quien secretamente envidiaba, temía y tal vez admiraba. Salieri conspiró contra Mozart hasta el extremo de ser recordado más que nada por su rivalidad con el gran músico austriaco, y hasta por haberlo asesinado, peregrina leyenda que carece por completo de fundamento. Pero tanta fue la envidia y la rivalidad que, además de amargar su vida y ciertamente arruinar su carrera, sirvieron de inspiración a la ópera del ruso Nikolái Rimski-Kórsakov, en la que se basaría el film Amadeus, dirigido por Milos Forman, gracias al que Antonio Salieri resulta conocido por los neófitos contemporáneos. Entre los jóvenes argentinos fue León Gieco quien popularizó su nombre con su tema Somos los Salieri de Charly, abierto homenaje al indudable talento de Charly García.
Pimpinela

En los denodados y del todo inútiles esfuerzos que aquí hacemos para comprender el alma humana, un presumible “síndrome Salieri” es todo lo que nos permite aproximarnos al origen de la extraña conducta y estrafalario rumbo de la señora Elisa Carrió: bastó con que el flamante gobierno de Néstor Kirchner llevara a cabo algunas de las iniciativas que ella había pregonado para que de súbito entrara en un espiral descendente rumbo a la psicosis, enfermedad mental caracterizada por la alteración de los vínculos con otras personas, la pérdida de contacto con la realidad y, en algunos casos, una acentuada tendencia al delirio.
Los ejemplos del asombroso cambio que en tan breve plazo experimentó la señora Carrió son demasiados como para nombrarlos sin abrumar al lector. Nos debería bastar con su oposición a la ley que estipulaba la movilidad de las retenciones a la exportación de productos agropecuarios, cuando había sido la misma Carrió (o así parece) la primera dirigente política en advertir (cuando, en tiempos de Duhalde, Lavagna las puso en práctica) sobre la imprescindible condición de que las retenciones fueran móviles a fin de que tuviesen alguna utilidad. Es cierto que en esos “lejanos” tiempos la señora Carrió era asesorada por el economista Rubén Lo Vuolo quien, siendo siempre crítico a la gestión gubernamental, nunca estuvo en las antípodas del rumbo general elegido por Néstor Kirchner. No lo suficiente, al menos, para la necesidad de la señora de “diferenciarse”, que por eso dejó de lado al lúcido Lo Vuolo reemplazándolo por el golden boy de la banca externa, Alfonso Prat Gay, cuyo principal mérito parece ser su tenaz oposición a cualquier intento de librar al país de la dependencia con los organismos financieros internacionales.
Bien mirado, fue un reemplazo lógico: desde su primer brote, Elisa Carrió actuó, sintió y pensó por reacción. Como si se tratara de una amante despechada, ante cualquier cosa que hiciera Néstor Kirchner ella estaría en contra, del mismo modo que militaría a favor de lo que fuere a que su numen se opusiera.
El vínculo de la señora Carrió con sus conmilitones no marcha por carriles de mayor normalidad, y no pasa día sin pelearse con alguno. En la última semana le tocó a Cobos, en la anterior a Margarita Stolbizer. Y así.
Sobre otros aspectos de su conducta y sus episodios delirantes apelo a la memoria del lector o acaso a los archivos periodísticos, cada tanto exhumados por algunos programas de TV para jolgorio general, prueba tal vez de que, fieles a la tradición, muchos argentinos seguimos riendo para no llorar.
En fin, que según podemos inferir, el actual estado de psicosis de la señora Carrió se habría originado en una suerte de “síndrome Salieri”, puesto que todo le hubiera resultado mejor tanto para ella como especialmente a los demás, si en vez de reaccionar con aquel incomprensible despecho hubiese aplaudido lo que el gobierno de Kirchner tenía de positivo y criticado lo que tenía de cuestionable, que ya de por sí era bastante. Además de ser esto una manifestación de cordura: es imposible que todo lo que haga un gobierno sea malo, especialmente si lo que hace es lo mismo que uno pretendía cinco minutos antes.
El enano Salieri que todos llevamos dentro

El síndrome parece aquejar también a otras gentes, lo que explicaría algunas conductas de otro modo incomprensibles, en particular la de Fernando Solanas, quien viene fastidiado, de origen y en principio, por la no-política (por decirlo bondadosamente) del gobierno nacional respecto a algunas áreas estratégicas de la vida nacional, como pueden serlo la energía y el transporte. Quien esto firma, afirma –con disculpas del ripio y en sintonía con Solanas–, que no existe la menor posibilidad de una política económica independiente si se prescinde del manejo de los recursos energéticos. Este es un axioma que todos aquí suscribimos, lo que no habilita para cualquier desmesura.
Fernando Solanas tuvo una desafortunada intervención política el año pasado apoyando la oposición de “su” diputado Claudio Lozano a la resolución 125, intervención de la que nunca acabó de entender sus consecuencias, a juzgar por sus dichos en el reportaje que le realizaran Gerardo Yomal y Hugo Presman, publicado en ZOOM. Pasa: un error lo comete cualquiera.
Como candidato a diputado nacional Solanas ensayó un discurso muy opositor al gobierno nacional y por completo prescindente de la existencia no ya política sino hasta biológica de Mauricio Macri. Le dio buenos resultados y resulta lógico que así fuera: Solanas consiguió unir la evocación de los pueblos originarios con el reclamo por la recuperación de la propiedad nacional del subsuelo, la defensa de los derechos humanos y la cerril oposición a Cristina Fernández. Esto le valió las simpatías de numerosos activistas juveniles, de varios peronistas de esos que uno duda si denominar ortodoxos, fundamentalistas o combativos, y del grupo Clarín, que lo consagró como su candidato predilecto. El resultado fue bueno, y así como los activistas de Proyecto Sur suelen exagerar la efímera incidencia que los votos de raigambre peronista pudieron haber tenido en su desempeño electoral, no valoran lo suficiente la importancia del voto juvenil, así como del que se nutrió de la generosa campaña de prensa del grupo Clarín, compuesto básicamente de opositores no macristas al gobierno nacional, que afluyeron en torrente hacia la lista de Solanas espantados por las representaciones melodramáticas de la señora Carrió. Bien de nuevo y hasta ahí, bravo por Solanas, que supo apelar a las ilusiones juveniles y usar en provecho propio el ansia antikirchnerista de Clarín y el gorilismo esencial de la clase media porteña.
El primer toque de alarma para algunos bienpensantes que observamos el derrotero de Solanas con cierta bonhomía, lo dio la presencia del cineasta en el programa de Mariano Grondona en la semana siguiente a las elecciones. Fue entonces que uno, que jamás acabará de ser un incauto, se preguntó: ¿A santo de qué?, que viene a ser la forma elegante de decir: “¿Qué carajo está haciendo ahí?”
Luego de otras incomprensibles intervenciones, Solanas volvió a Europa y todo en “su” fuerza política y en la heredada de Carrió pareció deslizarse hacia la normalidad. Ayudados por los resultados electorales que en cierta manera bajaron al oficialismo más cerca de la tierra, los diputados de la autodenominada centroizquierda tomaron alguna conciencia sobre su corresponsabilidad en los destinos del país, el bienestar de las gentes, los derechos de los trabajadores, la felicidad de los niños, la salud de los ancianos y otras tonterías por el estilo.
El gobierno, por su parte, mitigada en algo su arrogancia, pareció comprender la necesidad de concertar políticas, que viene a ser algo así como acordar y construir en común. Sin variar el rumbo, desde luego, porque pretenderlo es querer alterar el propósito básico de una fuerza política que, si tiene algo de valorable, es la tenacidad y la valentía con la que se aferra a un par de premisas nacionales que hacen a su existencia. Y si se permite, quien firma de nuevo afirma que en tales tenacidad y valentía se origina su involuntaria simpatía a las actuales autoridades que, justamente en eso, tanto se diferencian de la mariconería de sus predecesores, desde la primera vez que Raúl Alfonsín hocicó frente al FMI, allá por 1985 (conciente de su débil memoria, el autor pide desde ya disculpas por si el impulso antiimperialista del Dr. Alfonsín pudiera haber llegado más allá y se corrige y dice: desde que Raúl Alfonsín mandó a Bernardo Grinspun al desván de los trastos viejos, junto a algún ajado retrato de Hipólito Yrigoyen).
A propósito: cierta ingenuidad lleva a preguntarse por qué ese raro rasgo de valentía no es valorado por quienes cuestionan al actual gobierno desde la izquierda, o eso que dice serlo.
Llegó el cineasta y mandó parar

Fernando Solanas arribó desde Europa a tiempo para entorpecer una ardua negociación que en Diputados el oficialismo venía llevando a cabo con los representantes del centroizquierda, conciente, capaz que por primera vez en seis años, de que sus verdaderos enemigos se encuentran en el extremo opuesto del arco político y, básicamente, en los sectores concentrados de la economía.
Corresponde decir que el oficialismo pudo haber llegado a esa conclusión no de motu propio sino que arrastrado por las circunstancias, a regañadientes, de la misma manera que fue recuperando el manejo estatal de algunas áreas del quehacer económico. Quien firma vuelve a afirmar que las motivaciones últimas de cualquier acto carecen de importancia, y si se dice que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones, bien puede sostenerse exactamente lo contrario. En otras palabras, que si no podemos saludar al oficialismo por la recuperación de Aerolíneas Argentinas, felicitaremos entonces a la corrupción empresarial y a la venalidad opositora por haber empujado al oficialismo a tomar tan saludable decisión.
El señor Fernando Solanas no piensa como nosotros, evidentemente, y, para sorpresa de algunos muestra un grado de exigencia y purismo, digamos para ser suaves, inesperado.
Tras presentarse días pasados en el Parlamento para volcar hacia la negativa el voto positivo que los diputados bajo su influencia darían a la extensión por un año de algunas de las facultades que desde hace quince años el Congreso viene delegando en el Ejecutivo, Fernando Solanas afirmó: “No podemos convalidar este nuevo pacto de Olivos impulsado por el bipartidismo. Es una farsa esta oposición en bloque, impulsada por la Mesa de Enlace que quiere gobernar el país. Igual que el gobierno kirchnerista conserve los superpoderes y facultades delegadas”.
Desde luego, nadie es capaz de entender qué tiene de pacto bipartidista una votación en la que el principal partido de la oposición no coincide con el oficialismo, ni mucho menos en qué se parecería la votación de una de tantas leyes con el pacto que permitió una reforma constitucional que, entre otras cosas (y Solanas sigue haciéndose el burro al respecto, aun finalizada campaña electoral que autorizó a todo) impide la nacionalización de la propiedad del subsuelo y sus riquezas, llamémosle petroleras o mineras, tan reclamada por Solanas, que siempre se abstuvo de aclarar que para conseguirlo era preciso reformar la constitución vigente.
Es necesario agregar algo más: con el falaz argumento de bajar las retenciones a la exportación de soja, la negativa a prorrogar la delegación de la facultad de fijar los derechos aduaneros pretendía desfinanciar al Estado, o, en todo caso, quitarle al Ejecutivo los instrumentos para garantizar esa financiación. En este marco, poner a la Mesa de Enlace en un pie de igualdad con el gobierno nacional es un auténtico despropósito.
Solanas no consiguió que “sus” diputados se opusieran al proyecto oficialista, pero sí obtuvo su abstención, por lo que se ignora para qué diablos sirvió más que para contribuir a la campaña de deterioro gubernamental, que es justamente, el único objetivo de esa Mesa de Enlace que “de forma espuria quiere gobernar el país”, propósito al que el señor Solanas viene contribuyendo con todas sus intervenciones políticas de un año y medio a esta parte.
Y acá, en esa tan tenaz como infructuosa brega nuestra por tratar de comprender el alma humana, hacemos un alto para preguntarnos: ¿qué es lo que realmente tuvo el señor Solanas contra el gobierno de Néstor Kirchner y tiene ahora contra el de Cristina Fernández? ¿La negociación de contratos de explotación petrolera de la provincia de Santa Cruz? ¿La no nacionalización del subsuelo? ¿La continuidad de los convenios de explotación minera firmados por distintos gobernadores en época de Menem? ¿El veto a la ley de protección a los glaciares? ¿La no estatización ferroviaria? ¿Los acuerdos petroleros que la provincia de Mendoza firmó con el grupo Bulgheroni con la intercesión desinteresada de Julio Cobos y José Luis Manzano?
Tal vez tenga todo eso y mucho más. Nadie pretenda que Solanas sea oficialista, pero hay algo raro, algo anormal o en todo caso mórbido en ese estar mirando siempre la falta olvidando por completo los méritos, que el kirchnerismo también tiene, y a carradas, de compararse estos gobiernos con los de todos sus predecesores desde casi cuarenta años a esta parte. Es lógico que no los advierta Mariano Grondona, un hombre lo bastante coherente como para considerar defectos lo que nosotros, Proyecto Sur incluido, llamaríamos méritos, pero ¿qué pasa con Solanas que no se da cuenta? ¿Cree realmente que este gobierno es una continuación del de Carlos Menem, del que, y de paso cañazo, él formó parte junto con los personeros de Bunge y Born y otros impresentables, hasta que Carlos Menem no le cedió las Galerías Pacífico para la creación de un complejo cultural? Porque bastante tiempo le llevó a Fernando Solanas advertir lo que quedó perfectamente claro al día siguiente de la toma de posesión de Carlos Menem ¿O acaso creyó que Roig o Rapanelli eran discípulos de Aldo Ferrer?
Pero no vamos aquí a ensañarnos con los errores que el señor Solanas pudo haber cometido. Parafraseando el dicho inglés, se trata de un hombre “con un pasado”, lo que no lo desmerece ni mucho menos. Por el contrario: nadie aprende sin obrar ni actúa sin equivocarse, y suelen enseñar más los reveses que los triunfos. Pero ese “pasado”, esa experiencia debería inducir a una mirada más amplia y responsable de las cosas, especialmente cuando se trabaja tan esforzadamente por quitarle a las actuales autoridades capacidad para gobernar a sabiendas de que, de fracasar, no serán reemplazadas por una fuerza más popular y revolucionaria, sino por la derecha más recalcitrante y reaccionaria.
Tal vez Fernando Solanas se mostraría más prudente y menos irreductible si esta vez no pudiera irse a París y se viera obligado a compartir el destino con los demás argentinos. Claro que de tratarse del síndrome Salieri es vano cualquier razonamiento y más recomendable una terapia. Lamentablemente, hay muy pocos León Gieco y demasiados Salieri en este mundo.

Es de la revista Zoom.

Que Carrió vive de contradicciones, a esta altura, creo no es novedad para nadie. O al menos, que mucho de lo que propuso en su momento cruzó de vereda llamativamente a la hora de que el precursor fuese el kirchnerismo.
Ahora bien, Pino Solanas es un hombre mucho más respetado por muchos de nosotros. Comparto esta interesante nota con ustedes para que saquen conclusiones.
Abrazos.

Elisa Carrió, Pino Solanas y el síndrome Salieri

Por Teodoro Boot

Desde su primer brote en 2003, Lilita actuó, sintió y pensó por reacción: ante cualquier cosa que hiciera Kirchner, estuvo en contra. Solanas sostiene que la Mesa de Enlace “de forma espuria quiere gobernar el país”, propósito al que Pino viene contribuyendo con sus intervenciones políticas de un año y medio a esta parte.
Antonio Salieri fue en su época un músico muy exitoso y admirado. Autor de más de cuarenta óperas, tuvo por alumnos nada menos que a Schubert y a Liszt. Todo le hubiera seguido yendo de maravillas en su vida de no ser por Wolfang Amadeus Mozart, a quien secretamente envidiaba, temía y tal vez admiraba. Salieri conspiró contra Mozart hasta el extremo de ser recordado más que nada por su rivalidad con el gran músico austriaco, y hasta por haberlo asesinado, peregrina leyenda que carece por completo de fundamento. Pero tanta fue la envidia y la rivalidad que, además de amargar su vida y ciertamente arruinar su carrera, sirvieron de inspiración a la ópera del ruso Nikolái Rimski-Kórsakov, en la que se basaría el film Amadeus, dirigido por Milos Forman, gracias al que Antonio Salieri resulta conocido por los neófitos contemporáneos. Entre los jóvenes argentinos fue León Gieco quien popularizó su nombre con su tema Somos los Salieri de Charly, abierto homenaje al indudable talento de Charly García.
Pimpinela

En los denodados y del todo inútiles esfuerzos que aquí hacemos para comprender el alma humana, un presumible “síndrome Salieri” es todo lo que nos permite aproximarnos al origen de la extraña conducta y estrafalario rumbo de la señora Elisa Carrió: bastó con que el flamante gobierno de Néstor Kirchner llevara a cabo algunas de las iniciativas que ella había pregonado para que de súbito entrara en un espiral descendente rumbo a la psicosis, enfermedad mental caracterizada por la alteración de los vínculos con otras personas, la pérdida de contacto con la realidad y, en algunos casos, una acentuada tendencia al delirio.
Los ejemplos del asombroso cambio que en tan breve plazo experimentó la señora Carrió son demasiados como para nombrarlos sin abrumar al lector. Nos debería bastar con su oposición a la ley que estipulaba la movilidad de las retenciones a la exportación de productos agropecuarios, cuando había sido la misma Carrió (o así parece) la primera dirigente política en advertir (cuando, en tiempos de Duhalde, Lavagna las puso en práctica) sobre la imprescindible condición de que las retenciones fueran móviles a fin de que tuviesen alguna utilidad. Es cierto que en esos “lejanos” tiempos la señora Carrió era asesorada por el economista Rubén Lo Vuolo quien, siendo siempre crítico a la gestión gubernamental, nunca estuvo en las antípodas del rumbo general elegido por Néstor Kirchner. No lo suficiente, al menos, para la necesidad de la señora de “diferenciarse”, que por eso dejó de lado al lúcido Lo Vuolo reemplazándolo por el golden boy de la banca externa, Alfonso Prat Gay, cuyo principal mérito parece ser su tenaz oposición a cualquier intento de librar al país de la dependencia con los organismos financieros internacionales.
Bien mirado, fue un reemplazo lógico: desde su primer brote, Elisa Carrió actuó, sintió y pensó por reacción. Como si se tratara de una amante despechada, ante cualquier cosa que hiciera Néstor Kirchner ella estaría en contra, del mismo modo que militaría a favor de lo que fuere a que su numen se opusiera.
El vínculo de la señora Carrió con sus conmilitones no marcha por carriles de mayor normalidad, y no pasa día sin pelearse con alguno. En la última semana le tocó a Cobos, en la anterior a Margarita Stolbizer. Y así.
Sobre otros aspectos de su conducta y sus episodios delirantes apelo a la memoria del lector o acaso a los archivos periodísticos, cada tanto exhumados por algunos programas de TV para jolgorio general, prueba tal vez de que, fieles a la tradición, muchos argentinos seguimos riendo para no llorar.
En fin, que según podemos inferir, el actual estado de psicosis de la señora Carrió se habría originado en una suerte de “síndrome Salieri”, puesto que todo le hubiera resultado mejor tanto para ella como especialmente a los demás, si en vez de reaccionar con aquel incomprensible despecho hubiese aplaudido lo que el gobierno de Kirchner tenía de positivo y criticado lo que tenía de cuestionable, que ya de por sí era bastante. Además de ser esto una manifestación de cordura: es imposible que todo lo que haga un gobierno sea malo, especialmente si lo que hace es lo mismo que uno pretendía cinco minutos antes.
El enano Salieri que todos llevamos dentro

El síndrome parece aquejar también a otras gentes, lo que explicaría algunas conductas de otro modo incomprensibles, en particular la de Fernando Solanas, quien viene fastidiado, de origen y en principio, por la no-política (por decirlo bondadosamente) del gobierno nacional respecto a algunas áreas estratégicas de la vida nacional, como pueden serlo la energía y el transporte. Quien esto firma, afirma –con disculpas del ripio y en sintonía con Solanas–, que no existe la menor posibilidad de una política económica independiente si se prescinde del manejo de los recursos energéticos. Este es un axioma que todos aquí suscribimos, lo que no habilita para cualquier desmesura.
Fernando Solanas tuvo una desafortunada intervención política el año pasado apoyando la oposición de “su” diputado Claudio Lozano a la resolución 125, intervención de la que nunca acabó de entender sus consecuencias, a juzgar por sus dichos en el reportaje que le realizaran Gerardo Yomal y Hugo Presman, publicado en ZOOM. Pasa: un error lo comete cualquiera.
Como candidato a diputado nacional Solanas ensayó un discurso muy opositor al gobierno nacional y por completo prescindente de la existencia no ya política sino hasta biológica de Mauricio Macri. Le dio buenos resultados y resulta lógico que así fuera: Solanas consiguió unir la evocación de los pueblos originarios con el reclamo por la recuperación de la propiedad nacional del subsuelo, la defensa de los derechos humanos y la cerril oposición a Cristina Fernández. Esto le valió las simpatías de numerosos activistas juveniles, de varios peronistas de esos que uno duda si denominar ortodoxos, fundamentalistas o combativos, y del grupo Clarín, que lo consagró como su candidato predilecto. El resultado fue bueno, y así como los activistas de Proyecto Sur suelen exagerar la efímera incidencia que los votos de raigambre peronista pudieron haber tenido en su desempeño electoral, no valoran lo suficiente la importancia del voto juvenil, así como del que se nutrió de la generosa campaña de prensa del grupo Clarín, compuesto básicamente de opositores no macristas al gobierno nacional, que afluyeron en torrente hacia la lista de Solanas espantados por las representaciones melodramáticas de la señora Carrió. Bien de nuevo y hasta ahí, bravo por Solanas, que supo apelar a las ilusiones juveniles y usar en provecho propio el ansia antikirchnerista de Clarín y el gorilismo esencial de la clase media porteña.
El primer toque de alarma para algunos bienpensantes que observamos el derrotero de Solanas con cierta bonhomía, lo dio la presencia del cineasta en el programa de Mariano Grondona en la semana siguiente a las elecciones. Fue entonces que uno, que jamás acabará de ser un incauto, se preguntó: ¿A santo de qué?, que viene a ser la forma elegante de decir: “¿Qué carajo está haciendo ahí?”
Luego de otras incomprensibles intervenciones, Solanas volvió a Europa y todo en “su” fuerza política y en la heredada de Carrió pareció deslizarse hacia la normalidad. Ayudados por los resultados electorales que en cierta manera bajaron al oficialismo más cerca de la tierra, los diputados de la autodenominada centroizquierda tomaron alguna conciencia sobre su corresponsabilidad en los destinos del país, el bienestar de las gentes, los derechos de los trabajadores, la felicidad de los niños, la salud de los ancianos y otras tonterías por el estilo.
El gobierno, por su parte, mitigada en algo su arrogancia, pareció comprender la necesidad de concertar políticas, que viene a ser algo así como acordar y construir en común. Sin variar el rumbo, desde luego, porque pretenderlo es querer alterar el propósito básico de una fuerza política que, si tiene algo de valorable, es la tenacidad y la valentía con la que se aferra a un par de premisas nacionales que hacen a su existencia. Y si se permite, quien firma de nuevo afirma que en tales tenacidad y valentía se origina su involuntaria simpatía a las actuales autoridades que, justamente en eso, tanto se diferencian de la mariconería de sus predecesores, desde la primera vez que Raúl Alfonsín hocicó frente al FMI, allá por 1985 (conciente de su débil memoria, el autor pide desde ya disculpas por si el impulso antiimperialista del Dr. Alfonsín pudiera haber llegado más allá y se corrige y dice: desde que Raúl Alfonsín mandó a Bernardo Grinspun al desván de los trastos viejos, junto a algún ajado retrato de Hipólito Yrigoyen).
A propósito: cierta ingenuidad lleva a preguntarse por qué ese raro rasgo de valentía no es valorado por quienes cuestionan al actual gobierno desde la izquierda, o eso que dice serlo.
Llegó el cineasta y mandó parar

Fernando Solanas arribó desde Europa a tiempo para entorpecer una ardua negociación que en Diputados el oficialismo venía llevando a cabo con los representantes del centroizquierda, conciente, capaz que por primera vez en seis años, de que sus verdaderos enemigos se encuentran en el extremo opuesto del arco político y, básicamente, en los sectores concentrados de la economía.
Corresponde decir que el oficialismo pudo haber llegado a esa conclusión no de motu propio sino que arrastrado por las circunstancias, a regañadientes, de la misma manera que fue recuperando el manejo estatal de algunas áreas del quehacer económico. Quien firma vuelve a afirmar que las motivaciones últimas de cualquier acto carecen de importancia, y si se dice que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones, bien puede sostenerse exactamente lo contrario. En otras palabras, que si no podemos saludar al oficialismo por la recuperación de Aerolíneas Argentinas, felicitaremos entonces a la corrupción empresarial y a la venalidad opositora por haber empujado al oficialismo a tomar tan saludable decisión.
El señor Fernando Solanas no piensa como nosotros, evidentemente, y, para sorpresa de algunos muestra un grado de exigencia y purismo, digamos para ser suaves, inesperado.
Tras presentarse días pasados en el Parlamento para volcar hacia la negativa el voto positivo que los diputados bajo su influencia darían a la extensión por un año de algunas de las facultades que desde hace quince años el Congreso viene delegando en el Ejecutivo, Fernando Solanas afirmó: “No podemos convalidar este nuevo pacto de Olivos impulsado por el bipartidismo. Es una farsa esta oposición en bloque, impulsada por la Mesa de Enlace que quiere gobernar el país. Igual que el gobierno kirchnerista conserve los superpoderes y facultades delegadas”.
Desde luego, nadie es capaz de entender qué tiene de pacto bipartidista una votación en la que el principal partido de la oposición no coincide con el oficialismo, ni mucho menos en qué se parecería la votación de una de tantas leyes con el pacto que permitió una reforma constitucional que, entre otras cosas (y Solanas sigue haciéndose el burro al respecto, aun finalizada campaña electoral que autorizó a todo) impide la nacionalización de la propiedad del subsuelo y sus riquezas, llamémosle petroleras o mineras, tan reclamada por Solanas, que siempre se abstuvo de aclarar que para conseguirlo era preciso reformar la constitución vigente.
Es necesario agregar algo más: con el falaz argumento de bajar las retenciones a la exportación de soja, la negativa a prorrogar la delegación de la facultad de fijar los derechos aduaneros pretendía desfinanciar al Estado, o, en todo caso, quitarle al Ejecutivo los instrumentos para garantizar esa financiación. En este marco, poner a la Mesa de Enlace en un pie de igualdad con el gobierno nacional es un auténtico despropósito.
Solanas no consiguió que “sus” diputados se opusieran al proyecto oficialista, pero sí obtuvo su abstención, por lo que se ignora para qué diablos sirvió más que para contribuir a la campaña de deterioro gubernamental, que es justamente, el único objetivo de esa Mesa de Enlace que “de forma espuria quiere gobernar el país”, propósito al que el señor Solanas viene contribuyendo con todas sus intervenciones políticas de un año y medio a esta parte.
Y acá, en esa tan tenaz como infructuosa brega nuestra por tratar de comprender el alma humana, hacemos un alto para preguntarnos: ¿qué es lo que realmente tuvo el señor Solanas contra el gobierno de Néstor Kirchner y tiene ahora contra el de Cristina Fernández? ¿La negociación de contratos de explotación petrolera de la provincia de Santa Cruz? ¿La no nacionalización del subsuelo? ¿La continuidad de los convenios de explotación minera firmados por distintos gobernadores en época de Menem? ¿El veto a la ley de protección a los glaciares? ¿La no estatización ferroviaria? ¿Los acuerdos petroleros que la provincia de Mendoza firmó con el grupo Bulgheroni con la intercesión desinteresada de Julio Cobos y José Luis Manzano?
Tal vez tenga todo eso y mucho más. Nadie pretenda que Solanas sea oficialista, pero hay algo raro, algo anormal o en todo caso mórbido en ese estar mirando siempre la falta olvidando por completo los méritos, que el kirchnerismo también tiene, y a carradas, de compararse estos gobiernos con los de todos sus predecesores desde casi cuarenta años a esta parte. Es lógico que no los advierta Mariano Grondona, un hombre lo bastante coherente como para considerar defectos lo que nosotros, Proyecto Sur incluido, llamaríamos méritos, pero ¿qué pasa con Solanas que no se da cuenta? ¿Cree realmente que este gobierno es una continuación del de Carlos Menem, del que, y de paso cañazo, él formó parte junto con los personeros de Bunge y Born y otros impresentables, hasta que Carlos Menem no le cedió las Galerías Pacífico para la creación de un complejo cultural? Porque bastante tiempo le llevó a Fernando Solanas advertir lo que quedó perfectamente claro al día siguiente de la toma de posesión de Carlos Menem ¿O acaso creyó que Roig o Rapanelli eran discípulos de Aldo Ferrer?
Pero no vamos aquí a ensañarnos con los errores que el señor Solanas pudo haber cometido. Parafraseando el dicho inglés, se trata de un hombre “con un pasado”, lo que no lo desmerece ni mucho menos. Por el contrario: nadie aprende sin obrar ni actúa sin equivocarse, y suelen enseñar más los reveses que los triunfos. Pero ese “pasado”, esa experiencia debería inducir a una mirada más amplia y responsable de las cosas, especialmente cuando se trabaja tan esforzadamente por quitarle a las actuales autoridades capacidad para gobernar a sabiendas de que, de fracasar, no serán reemplazadas por una fuerza más popular y revolucionaria, sino por la derecha más recalcitrante y reaccionaria.
Tal vez Fernando Solanas se mostraría más prudente y menos irreductible si esta vez no pudiera irse a París y se viera obligado a compartir el destino con los demás argentinos. Claro que de tratarse del síndrome Salieri es vano cualquier razonamiento y más recomendable una terapia. Lamentablemente, hay muy pocos León Gieco y demasiados Salieri en este mundo.

Es de la revista Zoom.

Me parece una porqueria la nota, veo que la derecha Argentina y el acutal gobierno estan asustados con proyectos serios y coherentes como es el de Proyecto Sur, una centro izquierda constructiva. Me da la sensacion que por momentos le hecha en cara a Pino que no se presento al dialogo, lamentablemente La Nacion (el diario golpista por excelencia) tomo mal la informacion. En principio Proyecto Sur fue invitado en primer termino a participar del dialogo, algo que el ejecutivo posteriormente se encargo de declinar e invitar en primer instancia a la Coalicion Civica para las tapas de los diarios del dis siguiente. Se realizo una nueva invitacion a Proyecto Sur para la cual el diputado electo Fernando Solanas ya tenia planificado un seminario sobre cine en el cual era exponedor en España, por lo que asistir no fue tarea sencilla. Como se ve algo completamente opuesto al caso de Carrio, quien se canso de llorar por meses y meses reclamado el dialogo y cuando tuvo la posibilidad no asistio. Lamentablemente para desgracia de muchos, hay ideas nuevas, gente joven y proyectos muy interesantes que pueden hacer el click que la politica Argentina necesita, con señores como Fernando Solanas o Martin Sabatella este país puede comenzar a encaminarse hacia una verdadera emancipación que anhelamos desde hace años.

En el caso de Carrió ya es evidente su vocación de opositora.
De ser oficialismo, o sea gobierno, se vería totalmente desorientada.

No puedo estar más de acuerdo con el 99% de lo que dice la nota. El unico detalle que le pifiaron, es que el candidato de Clarín es Cobos o Reutemann, ni a palos Pino Solanas. A menos que lo elijan como candidato porque saben que ni a palos llega a la presidencia.

Yo me hago las mismas preguntas sobre Pino Solanas. Igual ojo, que destacó muchas veces que coincide en muchas ideas con los Kirchner, pasa que decir eso le juega en contra.

  1. Te parece que una nota qeu dice que Pino Solanas es el candidato de Clarín es lo único que pifió? Te parece alguien que publica una falacia semejante, siendo una persona informada, lo está haciendo sólo porque “la pifió”?:roll:

  2. “A menos que lo elijan como candidato porque no llega ni a palos”. Acá nos acercamos mas. Y de paso le pegan a Carrió que es la que compite con gran parte de los votos de Macri…¿Casualidad? No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que de ninguna manera el proyecto sur puede ser el candidato de ninguna corporación y lo exponen justamente porque le resta votos al kirchnerismo…guarda con que esten exponiendo un monstruo que despues no puedan parar porque a diferencia del mamarracho de De Narvaez este sí tiene contenido; y levanta ciertas banderas que levanta el kirchnerismo (POR CONVENCIMIENTO) y denuncia las banderas que el kirchnerismo está pisoteando.

  3. “Coincide en muchas ideas con los Kirchner”. Quien coincide con quien? Te recuerdo que mientras kirchner levantaba la mano de menem diciendo que era el mejor presidente desde perón y estaba transformando la argentina, a Pino Solanas le estaban pegando un tiro en la rodilla. ¿Hace falta que enumere las contradicciones hasta lo absurdo en la que cayeron los kirchner? Por favor, hay que ser caradura para defender a los Kirchner y pretender correr a Pino Solanas desde las contradicciones.

  4. “Lo que pasa es que decir eso le juega en contra”. ¿Que vos no lo hayas escuchado o querido escuchar significa que no lo dice? ¿Estás seguro que no sos vos el que está cayendo en las redes del periodismo como seguramente considerás a todo aquel que no coincide o critica algo a los K? No hace falta buscar demasiado, si te tomás el trabajo de leer la nota que cita el artículo que supuestamente deberías haber leído antes de emitir una opinión, te encontras con esto:

Volviendo al artículo: cuando uno critica a Clarín por manipular en contra del gobierno cualquier noticia, es justamente por contenidos como este, lamentable.

En cuanto a que divide el proyecto sur del kirchnerismo, tambien está claro en la nota:


¿Clarito, no? Me pueden decir en que no están de acuerdo de lo que se está planteando? ¿Tan críticos del menemato y resulta que o mantuvieron o profundizaron aquellas medidas desafortunadas en temas tran trascendentes? Vamos al tema de la 125.

¿Leyeron la respuesta de Pino Solanas o se guiaron simplemente por la manipulación de este artículo? Se las paso, por las dudas:

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Sigan comiendose el verso de que el ganador del modelo es “el pueblo”. No se si les interesa, pero también hay un dato interesante en la nota: los 26 mil millones de dólares que los bancos se llevaron del país durante la crisis de 2001; estafa que no por nada nunca la oirán como denuncia de boca de Macri (porque el sector financiero es uno de los que lo impulsa), ni de Carrió (cuya alianza con Prat Gay es una declaración jurada al respecto)…y EVIDENTEMENTE TAMPOCO DEL KIRCHNERISMO…me dirán ustedes las razones, si es que las tienen, claro.

Acá les aporto mas detalles de esto que estoy diciendo: APC - MUCHACHO TRAVIESO - Prat Gay: “El gran encubridor”* - Mario Cafiero (TMO) / Argenpres

En cuanto a que poronga hace un tipo como Pino Solanas en un programa conducido por un cipayo como Grondona, te lo aclara el mismo tipo, y al final ´deja aún mas claro tanto él, como otros entre los que me incluyo, entre otras razones que no vienen al caso y que lejos está Clarín o Kadorna de haberme convencido de algo, mas bien el profundizar los negocios privados con bienes públicos de parte de todo el séquito kirchnerista, para empezar a sospechar que hay mucho (demasiado) chamuyo y sobreactuación. Kirchner mientras fue gobernador jamás recibió ni abuelas ni madres de plaza de mayo ¿Esto no te dice nada? Durante la dictadura que tanto combate hoy, él estaba comprando casas de deudores hipotecarios a precio vil o sacandose fotos que hoy lo averguenzan.

Claro que si vamos a criticarle a Pino Solanas que fue al programa de Grondona a decir lo que piensa 8|, que nos queda de esto: Por ahí le estaba diciendo al oído: “No te preocupes, la Barrick no te la toco; la política minera tampoco y si el congreso por unanimidad sanciona una ley de protección de los glaciares la vetamos sin explicaciones, total, tenemos la cara de piedra y hay muchos que se siguen comiendo el personaje”.
Bush felicitó a Kirchner por su postura ante el FMI y pidió seguridad jurídica

Y ahora: La argentina vuelve al mercado de capitales internacional, vuelve al FMI. ¿Quien aplaude? ¿Mariano Grondona o Pino Solanas?

Abrazo! Maxx

me parecio excelente la respuesta de yomaxx

la nota tiene cosas interesante y tambien cosas muy burdas
como decir que pino es el candidato del grupo por ejemplo

nose a mi parece que pino es la unica oposicion decente, inteligente y preparada de este pais que obviamente puede tener errores como todo ser humano y mas viniendo de un politico pero de ahi a compararlo con la atomicamente impresentable gorda carrió me parece una falta de respeto absoluta

  1. Dije que me parece que lo que es mentira de la nota es que Pino Solanas sea el candidato de Clarín, y por lo que leo, estás de acuerdo conmigo ( “ningún candidadto de Proyecto Sur puede ser el candidato de ninguna corporación” ) , así que no veo qué punto estás planteando. Con “pifiar” no me estoy refiriendo a descuido, si no a lo que es mentira.

  2. Estando de acuerdo con la premisa, lo de que lo exponen para restarlo votos al kirchnerismo, no comparto para nada tu conclusion, yo pienso que es y va a ser mucho más difícil de parar de Narvaez y ese movimiento ficticio carente de contenido y “buscador de consenso” que el proyecto sur. El levantar banderas que levanta el kirchnerismo ( por convencimiento, para mi en ambos casos, para vos creo que solo en uno) le termina jugando en contra.

  3. Para que haya una coincidencia tienen que estar los dos de acuerdo, como “quien coincide con quien” ? Me hace acordar al chistonto ese de “los dos bebés son igualitos, sobre todo el de la derecha”. Si tu punto es quien lo sostiene desde mucho antes, claro, ya desde la epoca de “La hora de los hornos” Pino viene reivindicando la mayoría de los reclamos que mantiene hoy. Quien dijo que los Kirchner no tienen contradicciones ? Claro que los tienen. Al igual que Pino Solanas. Yo simplemente creo que tienen muchos más aciertos que errores, y defiendo muchos puntos de su gobierno, eso no me convierte en un caradura.

  4. De donde sacaste la especulacion de como yo “seguramente considerare a todo aquel que no coincide o critica algo de los K” ? Tiene alguna base esa teoría, o se te pasó por la cabeza y la posteaste ? Yo no coincido en varias cosas con los Kirchner, así rápido te puedo enumerar el veto a la ley de los glaciares, no haber mandado la 125 por Congreso, la manipulación del INDEC, estoy esperando las explicaciones por el manso aumento del patrimonio del matriomonio. La nota la leí antes de emitir la opinión, por si te interesa. Vos realmente crees que no le juega en contra hablar bien de los Kirchner ? Decímelo, porque hasta ahora veo que me estas dando la razon en casi todo planteandolo al revés.

  5. En el programa de Grondona, me llamó mucho la atención cuando le preguntaron si se sentía igual de cerca de Kirchner que de Macri, y dijo “yo con los Kirchner puedo coincidir en muchas cosas”, pero se notaba que lo decía a regañadientes, porque evidendemente no es buena imagen para nadie apoyar a los K en estos días. Misteriosamente, ninguna alusión a Macri. Yo lo escuché, y varias veces, decir lo mismo con reservas. Incluso lo dice en el final de “Argentina latente”, dice algo así como “los Kirchner hicieron mucho, pero aún falta”. En una panfleto de Proyecto Sur para las ultimas elecciones, decía claramente que Kirchner le parece mucho mejor opción que Macri o Carrió, lo cual comparto. Como ves, lo escuché varias veces.

  6. Mis criticas a Pino Solanas se fundan, por ejemplo, en el histeriqueo sobre su apoyo o no a la ley de medios, a las 125. Nunca termina de jugarse. Quiero ir al diálogo que tanto pedí, lo invitan, y no va porque no están dadas las condiciones, después decide ir, se arrepiente, lo invitan de vuelta, y no puede porque se tiene que ir de viaje. Están en contra de la SRA que quiere manejar el país, pero no es capaz de jugarsela y votar a favor de la 125 . Apoya la nueva Ley de Medios, pero no la va a votar porque tiene pensado hacer otra mucho mejor. Apoya al kirchnerismo en muchas, pero no quiere quedar pegado. A mi criterio, debería ser más realista, no todo es blanco o negro.

Espero que te haya quedado más clara mi postura,
Saludos

Concuerdo en casi todo, Saludos.

Estamos de acuerdo en que eso es una mentira, una malintencionada mentira.

  1. Estando de acuerdo con la premisa, lo de que lo exponen para restarlo votos al kirchnerismo, no comparto para nada tu conclusion, yo pienso que es y va a ser mucho más difícil de parar de Narvaez y ese movimiento ficticio carente de contenido y “buscador de consenso” que el proyecto sur. El levantar banderas que levanta el kirchnerismo ( por convencimiento, para mi en ambos casos, para vos creo que solo en uno) le termina jugando en contra.

No me entendiste: a los medios que nos imponen a Macri/De Narvaez, que sos sus “socios naturales”, no les interesa parar a ese espacio, todo lo contrario, eso nos interesa a vos o a mì, no a los medios. Lo que yo decìa es que los medios están agrandando mediàticamente a Pino Solanas para sacarle votos a K, y eso es lo que espero no puedan parar, se entendiò mejor? De narvaez antes de postularse tendrà que lidiar con la COnstituciòn, ni mas ni menos, ya que segùn la misma no puede ser candidato, por mas que el diga que sì. Y el segundo escollo es el mismo Macri, por lo que lo mejor que podrìa pasar es que los dos se peleen entre sì por la presidencia (ahora el tercero es Sola). Bolsa de gatos, como no podìa ser de otra manera. En efecto creo (opiniòn personal basada en la experiencia de estos años) que muchas de las banderas qeu levanta el kirchnerismo lo hace por simple oportunismo polìtico, asì es que hoy lo ves con las abuelas, pero ayer no las recibìa; hoy lo ves como crìtico del menemismo, cuando sin él el menemismo no habrìa tenido la facilidad de provatizar YPF como lo hizo, por ejemplo; hoy lo ves limpiando la Corte Suprema, mañana lo ves manipulando el Consejo de la Magistratura o manteniendo intacta la Justicia Federal que hoy parece su aliada archivando causas; hoy lo ves permitiendo que Multicanal sea comido por clarin (mientras estaba de luna de miel, y programas que hoy son TodoNegativo, ayer eran TodoNestor o “a dos sobres”) para agrandar el monopolio, mañana lo ves en guerra ocntra clarìn; ayer lo veías despotricando con el FMI, hoy lo ves presentanto el reingreso al fondo poco menos que como un acto de valor; Ayer lo veìas criticando el nefasto aparato pejotista, hoy lo ves subido encima del mismo; Ayer lo viste con Menem, con Duhalde o Sola, hoy lo ves enfrentado.

Levanta las banderas en las que cree. [FONT=Verdana][SIZE=2]De ninguna manera te puede jugar en contra levantar las banderas que respaldan tu convencimiento. Salvo que la meta sea llegar al poder a como de lugar y renunciando a tus convencimientos por el simple hecho de llegar, como suelen hacer nuestros polìticos. [/SIZE][/FONT]

  1. Para que haya una coincidencia tienen que estar los dos de acuerdo, como “quien coincide con quien” ? Me hace acordar al chistonto ese de “los dos bebés son igualitos, sobre todo el de la derecha”. Si tu punto es quien lo sostiene desde mucho antes, claro, ya desde la epoca de “La hora de los hornos” Pino viene reivindicando la mayoría de los reclamos que mantiene hoy. Quien dijo que los Kirchner no tienen contradicciones ? Claro que los tienen. Al igual que Pino Solanas. Yo simplemente creo que tienen muchos más aciertos que errores, y defiendo muchos puntos de su gobierno, eso no me convierte en un caradura.

El caradura es aquel que pretende correr a un tipo coherente como Pino Solanas por el lado de las contradicciones y a su vez pontifica a Kirchner, como el autor del artìculo citado. ¿Vos decìs que Pino Solanas tiene contradicciones? TE INVITO A EXPONERLAS.

  1. De donde sacaste la especulacion de como yo “seguramente considerare a todo aquel que no coincide o critica algo de los K” ? Tiene alguna base esa teoría, o se te pasó por la cabeza y la posteaste ? Yo no coincido en varias cosas con los Kirchner, así rápido te puedo enumerar el veto a la ley de los glaciares, no haber mandado la 125 por Congreso, la manipulación del INDEC, estoy esperando las explicaciones por el manso aumento del patrimonio del matriomonio. La nota la leí antes de emitir la opinión, por si te interesa. Vos realmente crees que no le juega en contra hablar bien de los Kirchner ? Decímelo, porque hasta ahora veo que me estas dando la razon en casi todo planteandolo al revés.

a) Es lo que parece cuando leo tus opiniones, si estoy equivocado, te pido disculpas, pero desde afuera se ve eso.

b) El veto de la ley de glaciares responde a que uno de los financistas de K es el sector minero, no termina en el veto de la ley. La manipulaciòn del Indec a la indexaciòn por inflaciòn de los bonos, ahora como renegociaron los bonos y en vez de inflaciòn tienen intereses en dòlares les chupa un huevo el indec y puede volver el fondo a auditar…el aumento del patrimonio se explica en parte por la venta de inmuebles que antes figuraban a valor fiscal en anteriores patrimonios y fueron vendidos a valor del mercado…incluyendo los terrenos fiscales en Santa Cruz. Te olvidaste de la no denuncia de los 26 mil millones de dòlares del desfalco nacional durante el 2001; la reprivatizaciòn del petroleo en 2007; la ley minera menemista vigente; Los pliegos licitatorios a la medida de Lazaro Baez;

c) En la nota que te pase está claro el pensamiento de Solanas: lo que está de acuerdo lo dice con todas las letras, lo que no, no. No se que vueltas le das. Vos mismo en el punto que sigue decis que en lo que viste lo dijo “pero a regañadientes”, eso es una valoraciòn tuya, el hecho es QUE LO DIJO.

  1. En el programa de Grondona, me llamó mucho la atención cuando le preguntaron si se sentía igual de cerca de Kirchner que de Macri, y dijo “yo con los Kirchner puedo coincidir en muchas cosas”, pero se notaba que lo decía a regañadientes, porque evidendemente no es buena imagen para nadie apoyar a los K en estos días. Misteriosamente, ninguna alusión a Macri. Yo lo escuché, y varias veces, decir lo mismo con reservas. Incluso lo dice en el final de “Argentina latente”, dice algo así como “los Kirchner hicieron mucho, pero aún falta”. En una panfleto de Proyecto Sur para las ultimas elecciones, decía claramente que Kirchner le parece mucho mejor opción que Macri o Carrió, lo cual comparto. Como ves, lo escuché varias veces.

La explicaciòn que diò Pino Solanas es que querìa usar los minutos que le daban para decir su pensamiento no para pegarle a los demàs, está mal? Lo mismo hizo con Prat Gay cada vez qeu los cruzaron. ¿No te parecerìa poco inteligente que alguien que no cuenta con la guita del aparato K o la guita del choreo Macri se dedique a criticar a los demàs en vez de plantear sus posturas?

  1. Mis criticas a Pino Solanas se fundan, por ejemplo, en el histeriqueo sobre su apoyo o no a la ley de medios, a las 125. Nunca termina de jugarse. Quiero ir al diálogo que tanto pedí, lo invitan, y no va porque no están dadas las condiciones, después decide ir, se arrepiente, lo invitan de vuelta, y no puede porque se tiene que ir de viaje. Están en contra de la SRA que quiere manejar el país, pero no es capaz de jugarsela y votar a favor de la 125 . Apoya la nueva Ley de Medios, pero no la va a votar porque tiene pensado hacer otra mucho mejor. Apoya al kirchnerismo en muchas, pero no quiere quedar pegado. A mi criterio, debería ser más realista, no todo es blanco o negro.

Espero que te haya quedado más clara mi postura,
Saludos

Lo que vos llamàs histeriqueo se fundaba en una estafa por 1700 millones de dòlares, pero que estas diciendo? Y vos hablas de que no todo es blanco o negro cuando no admitìs grises??? Lo mismo con la ley de medios…o estñas con el Gobierno o estás histeriqueando, eso no es acaso blanco o negro?

Abrazo! Maxx

  1. Estamos de acuerdo.

  2. Está bien, entiendo tu punto de vista, y comparto la mayoría. Solo que desde mi punto de vista, las acciones negativas que le criticás a Kirchner en el pasado, no inhabilitan las acciones positivas que está haciendo actualmente. Si en su momento tomó la decisión de utilizar al grupo Clarín porque le era funcional a sus intereses, esto de ninguna manera lo obliga a una lealtad para con el grupo, mucho menos dada la deslealtad con la que le está jugando este último. Le sirvió para llegar al poder ? Sí, seguro. Ahora, en el poder, representa un obstáculo importante para su idea de país ? Sí, seguro también. Es válido hacer un intento por limitar ese omnipoder ? Sí, desde mi punto de vista, claro que lo es.

  3. Sí, sé que doy esa impresión, y que parezco mucho mas kirchnerista de lo que soy. No los banco a muerte, ni mucho menos, sí me parece muy positivo el balance de su gobierno, pero es mi reacción natural cuando veo que se les pega infundadamente con tanta cizaña e hipocrecía de muchos sectores. Digamos, el ultrafanatismo anti K, del que hay varios ejemplares en este foro, me incita a hacer una encendida defensa del gobierno que tenemos, más allá de las reservas que mantengo, lo cual generalmente me hace aparecer así. No problem, no me averguenza que me tilden de joven K, para nada.

Sobre las contradicciones, son las que te comentaba antes, en el punto 5 del otro post, sobre las retenciones y la ley de medios. Me parece que el problema de Pino ( y tradicionalmente de todo el sector de izquierda ) es ese fundamentalismo que impide ver cualquier acción como un avance, a eso venía lo de blanco o negro. Años debatiendose entre troscos, marxista-leninistas, socialista, comunista pero de la tercera internacional, bla bla … me parece que eso de quedarse en diferencias mas bien sutiles, perdiendo de vista la orientación común, termina siendo funcional a la derecha, que mal o bien generalmente es una sola. Te paso una nota que ilustra bastante bien esta postura:

Rubén Dri. Dos proyectos enfrentados en el pasado y en el presente | Comunicación Humanitaria Estratégica

Rubén Dri. Dos proyectos enfrentados en el pasado y en el presente

La historia de todos los pueblos es el resultado del movimiento dialéctico entre proyectos políticos opuestos que Marx expresara como lucha de clases. En nuestra historia la lucha siempre fue entre un proyecto nacional y popular y otro antinacional y oligárquico; uno centrado en el mercado interno, y otro que mira hacia fuera; uno que plantea su política desde la autonomía, y otro, desde el sometimiento al imperio de turno; uno que mira a la Gran Patria Latinoamericana y otro, que mira hacia Europa o Estados Unidos, uno que pretende la industrialización y otro, que se orienta a la exportación de los productos primarios.

En la escuela primaria y secundaria hemos aprendido que poco tiempo después de la Revolución de Mayo comienzan las “luchas civiles” entre unitarios y federales, pero nunca sabíamos bien por qué se peleaban. Era una “pelea entre hermanos” nos enterábamos. La realidad es que se trataba del enfrentamiento de dos proyectos de país contrapuestos.

Los “federales” peleaban en la defensa de las artesanías locales, mirando, en consecuencia hacia el mercado interno como prioridad y practicando un necesario proteccionismo, como hicieron todos los países que pudieron desarrollar su industria, Inglaterra y Estados Unidos, por ejemplo. Los unitarios, en cambio, cuyo referente principal es Rivadavia, miraban directamente hacia Gran Bretaña. Con él comienza nuestra “deuda externa”, al contraer el empréstito con la Baring Brothers.

No se trata de una lucha entre buenos y malos, sino entre proyectos políticos contrapuestos. La derrota de los “federales”, traición de Urquiza mediante en la batalla de Pavón, le abrió la puerta al proyecto que siempre miró al mercado externo, cifrando las esperanzas del país en la suculenta renta agraria. Con la fundación del Estado moderno oligárquico en la década del 90 se consolida el país que pasa a formar parte de la granja británica.

Es sobre todo con el peronismo que nace el 17 de octubre de 1945 que el proyecto agroexportador sufre el primer quebranto serio. El viejo proyecto nacional y popular derrotado en Pavón vuelve por sus fueros. Ya no se mira a Europa o Estados Unidos como primera instancia, sino a sí mismo y a Latinoamérica. Es el desarrollo del mercado interno, la participación activa del Estado en la regulación del mercado, el ascenso y participación política de la clase obrera y los sectores populares en general.

No podía durar mucho sin suscitar la reacción violenta del proyecto oligárquico. Efectivamente, volvió con los aviones bombardeando Plaza de Mayo y con los tanques del ejército. En esta lucha entre ambos proyectos, la década del 70 significa, tal vez, el momento en que el proyecto nacional y popular estuvo más cerca de revertir la situación con una profunda transformación del país en el sentido de las aspiraciones populares. No por nada se implantó la más sangrienta dictadura militar para revertir la situación y volver al país agroexportador.

Con el menemismo en la década del 90 el proyecto iniciado con la dictadura militar llega a su culminación. El país es devastado por la imposición del más crudo neoliberalismo que significó la desindustrialización masiva con la consecuente desocupación. Un país explota en la pueblada del 19-20 de diciembre de 2000 y comienza en el 2003 a recuperarse. Vuelve por sus fueros el proyecto nacional con posibilidades avanzar hacia lo popular.

Política de derechos humanos, transformación cualitativa de la corte suprema, descabezamiento de la cúpula militar, derogación de las leyes de impunidad, juicio a los militares genocidas, recuperación del sistema jubilatorio, reestatización de Aerolíneas Argentinas, defensa del trabajo y del salario en un contexto internacional de profunda crisis, política latinoamericana que mira a la reconstrucción de la Patria Grande, hundimiento del ALCA en las aguas de Mar del Plata, activa participación en la creación de UNASUR y su participación en la tarea de frenar el golpe contra Evo Morales, por citar algunas de las medidas propias de un proyecto nacional con inclinación hacia lo popular. Todas estas medidas y muchas más a Pino le parecen “tres, cuatro o cinco iniciativas buenas”, lo cual, aclara, no le cambia la raigambre de entregador y neocolonial de su matriz económica". Realmente, sin palabras.

Evidentemente no se trata del proyecto que mira al socialismo del siglo XXI o de cualquier otro socialismo, porque el movimiento que expresa el kirchnerismo es, como todos los movimientos nacionales en gestación, según nos aclara Norberto Galasso, policlasista, contradictorio, clientelista, pragmático, conciliador con “amigos del poder” que hacen negocios. Ni las “almas bellas”, ni los amigos kantianos de la “buena voluntad” pueden escuchar hablar del mismo.
El 28 este proyecto se verá enfrentado en la elecciones legislativas a distintas expresiones políticas como el Pro-peronismo y la Coalición Cívica que claramente expresan el proyecto neoliberal agroexportador y privatizador. La declaraciones de Macri, sobre su proyecto de re-privatizar Aerolíneas, las jubilaciones y el agua potable, que cuentan con la aprobación de De Narváez, queda claro que ese proyecto significa volver a los 90, a la era de las privatizaciones, o sea, a la política del gran capital concentrado.

El kirchnerismo no es la solución, pero enfila el timón hacia lo nacional, popular y latinoamericano. La gran carencia, ¡qué duda cabe!, es la falta del movimiento popular organizado. Sólo con la creación de dicho movimiento que exprese verdadero poder popular se conseguirá revertir la situación creada por la dictadura militar genocida y el neoliberalismo arrollador de la década del 90. Es la gran tarea, la creación del poder popular.

Mientras tanto el enemigo no es Kirchner como piensa Pino Solanas sino Macri, De Narváez, Carrió y demás referentes políticos que expresan en ese nivel a las grandes corporaciones del capital concentrado. El haber ubicado tan mal al enemigo a quien combatir ha llevado a Proyecto Sur a votar junto con las corporaciones agrarias cuando se debatía la 125. Precisamente sobre el conflicto con las corporaciones agrarias vuelve Pino echarle la culpa al gobierno que “quiso poner al otro de rodillas”, ocultando, el movimiento golpista impulsado por dichas corporaciones.
De esta manera se hacen “funcionales” a la derecha como muy bien lo han entendido sus voceros de La Nación, Clarín y Perfil.

Rubén Dri.
Buenos Aires, 22 de junio de 2009

Saludos,

¡Menos mal que no todo era blanco o negro! El Proyecto Sur no es funcional a la derecha ni en pedo, que los medios lo estén utilizando a tal fín, es otra historia.

I: Proyecto Sur y las elecciones del 28 de octubre
Hace varios años fundamos Proyecto Sur con el objetivo de profundizar una propuesta económica, social y cultural para el país. Lo integramos mujeres y hombres comprometidos con el campo popular, que hemos venido haciendo aportes desde el trabajo y las organizaciones sociales, la docencia o la cultura. Proyecto Sur es la síntesis de experiencias, estudios e investigaciones de profesionales y grupos sociales, sobre la realidad nacional e internacional. El PROYECTO SUR reafima que recuperando los recursos petroleros y naturales del país es posible acabar con la pobreza y el desempleo y desarrollar sus capacidades industriales y científico-técnicas, en el marco de una integración continental autónoma.

Hoy existe en el país una necesidad, una urgencia y una vacancia política. El espacio nacional, popular y democrático carece de representación: todos los candidatos mediáticos expresan variantes del centro a la derecha. La elección del 28 de octubre no es un simple recambio presidencial sino la profundización del modelo neoliberal que, en su esencia, es común tanto a Cristina Fernández de Kirchner como a los candidatos del justicialismo y el radicalismo: Lavagna, López Murphy, Sobisch y Rodríguez Saá. Detrás de un seudo progresismo o centro izquierda, las propuestas de Elisa Carrió no van más allá de los cuestionamientos institucionales y propone como ministro de Economía al liberal Prat Gay. Ninguno cuestiona el modelo de saqueo agro minero exportador del menemismo: hoy en América Latina y en nuestro país -como diría Alejandro Olmos- la línea divisoria está marcada entre los que plantean la recuperación del petróleo y los minerales y los que silencian o defienden su entrega.

Ante el vacío político y respondiendo a las sugerencias de ciudadanos y organizaciones sociales en todo el país, con otras fuerzas hermanas tomamos la decisión de participar en esta coyuntura electoral. El objetivo es hacer oír nuestras propuestas, abrir los debates y aportar a la construcción de un amplio movimiento político, social y cultural de carácter nacional. Nos planteamos tener legisladores en todas las provincias en las elecciones del 2009 y competir por el gobierno nacional en el 2011. El mandato de la hora es afianzar la unidad, reparar lazos solidarios, reconstruir la confianza, encontrarnos los que compartimos sueños, luchas y esperanzas para derrotar las políticas y las fuerzas que nos sojuzgan.
II) La crisis política y el Gobierno Kirchner

Ante la falta de entusiasmo y el malestar general, una vez más los argentinos son convocados a elegir representantes. En las últimas décadas, han venido soportando una historia de fracasos y traiciones, la degradación de las instituciones y la crisis de los partidos políticos. Asqueado de corrupciones y maltratos, a fines del 2001 el pueblo salió a la calle con la consigna “ que se vayan todos” y una vez más, como el 17 de Octubre y el Cordobazo, se hizo oír. Sin embargo, las movilizaciones y asambleas no lograron construir sus propias representaciones políticas y en abril del 2003 se terminó votando al menos malo de los mismos.

Néstor Kirchner, heredero del justicialismo que en los años 90 remató el patrimonio público, inició su gobierno con medidas reclamadas por la mayoría de los argentinos, despertando esperanzas: su acertada política de Derechos Humanos; el rechazo al ALCA, el relanzamiento del MERCOSUR, la alianza con Venezuela. Pero la reforma de la Corte Suprema de Justicia no fue extendida a los tribunales federales y de casación; no hubo condenados por corrupción y se aceptó que Carlos Menem asumiera como Senador con causas penales en curso. El crecimiento económico de un 8,5% anual no significó una real redistribución de la riqueza ni créditos accesibles para los pequeños productores. Continuó la extranjerización de la tierra; la destrucción del bosque nativo; los subsidios a los grupos económicos y empresas privatizadas sin exigir el cumplimiento de las condiciones contractuales. Se mantuvo el injusto sistema impositivo de Menem y las corruptas concesiones ferroviarias; se conservaron leyes de la dictadura como la de Entidades Financieras de Martínez de Hoz y la de Radiodifusión, prorrogando por diez años las concesiones de los canales de televisión abierta; se ha negado la personería gremial a la CTA ignorando las recomendaciones de la OIT. Se pagó al FMI una deuda indebida que cuestionó hasta el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, y se renegoció el endeudamiento privado externo. Pero, además, Lavagna- Kirchner, cometieron un error imperdonable: atar los bonos a la inflación, lo que sigue incrementando la deuda externa que hoy alcanza 180.000 millones de dólares. En el transcurso de estos años, la política pendular del gobierno se fue inclinando progresivamente a la derecha.
III: La continuidad del saqueo de nuestra riqueza

Contrariamente a lo que se informa, Argentina es un país muy rico con recursos suficientes para acabar con sus focos de pobreza y satisfacer las aspiraciones sociales de su pueblo. Las reservas de los yacimientos petroleros en producción ascienden a más de 130.000 millones de dólares, existiendo grandes reservorios no explotados en la plataforma marítima. El ocultamiento de nuestra riqueza es tal, que pocos ciudadanos saben que somos la sexta reserva de minerales del planeta con más de 5000 Km. de cordilleras y mesetas con oro, cobre, plata, molibdeno y 60 metales más. Hablamos de yacimientos valuados en más de 200.000 millones de dólares y los candidatos mediáticos silencian que esta renta millonaria se fuga al exterior. Las privatizaciones petroleras de Menem le costaron al país una pérdida superior a toda su deuda externa. El vaciamiento económico es consecuencia de la censura informativa. Nadie puede defender lo que no sabe que tiene y desconoce su valor. Como en los tiempos coloniales, las riquezas del país se van al extranjero dejando poco o nada y una grave contaminación ambiental.

Los recursos naturales son la herencia con que cuentan los pueblos para financiar su desarrollo. Los años noventa y los que estamos viviendo, se recordarán como los del saqueo del petróleo y la minería. Es imperativo reconstruir una ética pública que comienza por cuidar lo que es de todos y reivindicar principios y valores en desuso: solidaridad, participación, honestidad, amor a la Patria.

A pesar de esta nefasta experiencia, el gobierno Kirchner ha facilitado este año la re-privatización de las concesiones petroleras de Menem, traspasando a las provincias el dominio total de los yacimientos. Es el hecho político y económico más grave de la década. Los gobiernos provinciales están prorrogando las concesiones por 30 y 40 años más, pudiendo explotarse en conjunto con la Nación para beneficio de todo el país. Es el caso de cientos de áreas y del principal centro petrolero, Cerro Dragón , cuya concesión –que data de 1958- acaba de ser extendida hasta el 2047, es decir, hasta su extinción total. Son el petróleo y gas que le pertenecen a nuestros hijos y nietos y a pesar de la crisis energética, el gobierno sigue autorizando las exportaciones de gas, crudo y naftas.

Argentina puede recuperar sus recursos si su pueblo se moviliza y lo exige como lo hizo el hermano pueblo boliviano venciendo presiones diplomáticas y chantajes mediáticos que pronosticaban el caos. El petróleo y el gas fueron nacionalizados dentro de la ley y ninguna petrolera se fue de Bolivia. El próximo 13 de diciembre se cumplirán en la Argentina 100 años del descubrimiento del petróleo y del desarrollo de nuestra propia industria hidrocarburífera. Con decisión política, y sin depender del crédito externo, se demostró que podían realizarse objetivos ambiciosos. Una vez más queremos convocar a todos a continuar esta patriada: debemos desarrollar una nueva y multitudinaria fuerza política capaz de parar el saqueo y recuperar los recursos naturales para ponerlos al servicio de la Nación y la felicidad del pueblo. Por ello, es imprescindible participar en las elecciones del 28 de octubre dando su voto a la construcción de un espacio y referencia nueva: Proyecto Sur.

Ya que se habla de Solanas queria sacarme algunas dudas ya que quiero conocerlo mejor y veo que aca hay mucha gente que sabe al menos de sus propuestas

1-¿Pino es Trotskysta??
2-¿Su partido es socialdemocrata o de ultra izquierda??
3- ¿Es verdad que dijo que Cuba y Venezuela son ejemplos de democracia?
4- En caso de acceder al poder, ¿Que propuestas tiene?¿Quiere imponer el socialismo y expropiar a los privados o me estoy equivocando tremendamente?
5- ¿Es peronista Pino?

Desde ya muchas gracias y pregunte desde el mareo que es hoy la politica argentina

1.- No creo, sería algo así como centro izquierda calculo. Trostkista serían el PTS, el PO y creo que Zamora.

2.- No estoy seguro, por ahi yomaxx te sabe explicar mejor este ítem.

3.- No lo escuché. Cuba es discutible, pero Chavez fue votado por el pueblo en 5 o 6 elecciones o referendums y las ganó todas. Si eso no es democracia …

4.- Muchas interesantes, las podes leer en la página de Proyecto Sur si te interesa (http://www.pinosolanas.com/act_proyecto_sur.htm). Por ahi algunas son un poco irrealizables me parece, pero dudo que sea tan extremista como planteás vos. De vuelta, seguramente yomaxx te va a ilustrar mejor.

5.- En los 60, era peronista. Si mirás su película “Los hijos de fierro”, es un muy interesante homenaja a Perón en clave del Martin Fierro. Pasa que el peronismo mutó mucho, varias veces, hay un hilo entero sobre esto, no me voy a explayar. Hoy sostiene que Perón, el día de hoy, no estaría en el PJ, si no que sería mas bien trotskista. Enrsumen, peronista pero de Peron, no de los de ahora.

PD1: para mí, Pino es por lejos lo mejor que tiene el conglomerado que hoy se llama “la oposición”. Si yo no hubiese votado a los Kirchner, mi voto hubiera ido para su espacio, sin dudas, o alguno afín como el de Sabbatella, dado que voto en provincia.
PD2: por cierto, qué bueno que no saltó nadie a defender a Carrió.

No tengo mucho para debatir en este momento. Simplemente me gustaría remarcar algo.

Maxi, cómo estás tanto tiempo mi buen amigo?. Decís en tu texto “¡Menos mal que no todo era blanco o negro! El Proyecto Sur no es funcional a la derecha ni en pedo, que los medios lo estén utilizando a tal fín, es otra historia.” Me pregunto por entonces, según tu parecer, qué significa ser funcional sino, que te utilicen (de una u otra manera, pero al fin) como figurilla para sacar titulares.
Pino, cuando declara genera esos matices. Y no todo es blanco y negro. Pero como bien sabrá mi amigo, no todo es gris. Y en la vida y todos sus ámbitos hay que tomar posturas.
Yo entiendo que a él hoy en día le reditua más políticamente ser contreta de los K que de Macri. Y sus actos así lo demuestran. ¿Pero realmente los K son lo mismo que Macri?. Se pueden igualar en una misma línea?. ¿Es este gobierno un seguimiento de las polìticas destructivas que llevaron al país a la pobreza, desculturización, endeudamiento, etc etc etc?.
Muchas veces tengo que ser más Kirchnerista de lo que yo mismo quisiera. Es un movimiento con demasiadas limitaciones polìticas ideológicas y muchas de sus buenas medidas, han sido, a los ponchazos. Como así lo demuestra la estatización de Aerolíneas.
Parte del problema lo encuentro en la gente como Pino Solanas. Que, por una cuestión, diría ya a esta altura de imagen polìtica, centra su gestión de oposición o sus constantes matices grises en los buenos proyectos que tiene el Gobierno. Por supuesto…porque él siempre tiene una mejor. Y yo no dudo de la inteligencia de Pino, ni cuestiono sus ideas (que dicho sea al paso, las comparto) pero él no está en el Gobierno y algo que signifique un avance a Gobiernos futuros no hay por qué ponerles palos en rueda por el solo de hecho de tener “una mejor”. No es Gobierno y desde el poder siempre cuesta tener una mirada más global. Así y todo se mandó un debate de puta madre a distintos foros y congresos con alta participación popular y mantiene una postura, como mínimo, de superado por el simple hecho de TENER UNA MEJOR?. Casi como si fuese un niño encaprichado.
De todas maneras, así como para mi K no deberían ser el enemigo, mucho menos debería serlo Pino. Simplemente es un tipo que, a mi entender, está en un gris constante, buscando el oportunismo de los medios para salir a pegarle ya no por lo que se hace mal, sino por todo.
Aunque nadie me lo preguntó, me doy el gusto por si a alguien le interesa, de decir que me parece una oposición mucho mucho mucho más seria la de Martín Sabbatella y Ceballos. Veremos si tienen habilidad de crear poder político o quedan como los eternamente intachables políticos que nunca pudieron hacer la grande.
Por otro lado y para despedirme mi amigo. Que pongas una foto de K con Bush, sonrientes ambos y dando la mano no es más que una chicana. Su política hacia el monopolio yanke, es y fue más que clara. Hay cosas que me parece, no deberían sacarse de un contexto.
Un abrazo… y que grande debe estar esa nena ya.

Comparto plenamente. Sabbatella es la oposición criteriosa e independiente que necesita la política de este país.

Capusotto adoptando una postura puntual respecto al tema en referencia.
Lo que dice, es el reflejo de mi pensamiento. Es bueno saber, o al menos en lo personal da cierta satisfacción, saber que ciertos personajes mediáticos a los que uno respeta mucho, mantengan una lìnea de pensamiento similar.
Saludos.

?Construyen la sensación de que nunca estuvimos peor? - Veintitres - ElArgentino.com

–¿Y Pino Solanas?

–Pino no sé. Lo vi también bastante exacerbado contra el Gobierno y me pareció un poco funcional a ese discurso. El sector donde están Pino o Sabbatella es crítico del kirchnerismo, pero no está montado en la gran jineteada nacional. A Pino lo vi en charlas amenas con Grondona que me provocaron un poco de rechazo. Es un momento emocional. Soy más afín a lugares que están vinculados al oficialismo que a los que no.

–¿Qué pensás de la izquierda?

–Y… si te hacés trosko para sacarte la foto con Biolcati, no te hagás trosko. Vilma Ripoll puso la excusa de que no podían dejarle la calle a la derecha, pero eso devino en la foto con ese tipo. Y no sólo ella, también estuvieron los maoístas, que siempre fueron traidores, desde que apoyaron a López Rega en el gobierno de Isabelita.

–Hubo una izquierda que no apoyó al campo.

–Sí. Son los que acumulan desde la universidad y después no quieren disputar el poder real. Si no querés el poder, hacete nihilista.

[FONT=Verdana]No me estoy haciendo el boludo: te estoy preparando una respuesta detallada, te pido me tengas paciencia, como dijo nico tengo una nena de 1 año y 4 meses, que compite con mi mujer para ver quien me rompe mas las pelotas :mrgreen:[/FONT]

No hay drama, ni apuro :wink:

Desde ya te agradezco mucho;)