Carrió es como el programa de Fantino. La premisa no es tomarlos en serio, sino divertirse. Y convengamos que ambos pueden llegar a ser muy divertidos.
Y sin embargo tengo que decir que entiendo perfectamente la lógica de Lilita, y no me parece para nada descabellada.
Su razonamiento (que comparto en gran medida), sería el siguiente; Los K, cualquiera de ellos, se han adueñado del espacio de centro-izquierda. Ella podría luchar por ése espacio (por trayectoria), pero ya no quiere caer en ése error. Porque ve el espectro ocupado firmemente por el Gobierno y por una contrafigura como Pino. Ella entiende (muy bien), que en ese lugar no tiene plataforma posible para llegar al poder, su aúnica y verdadera ambición.
Pero no todo el electorado es “progre”, queda la otra mitad…
Y es ésa la batalla que está librando reamente Carrió. No es contra el Gobierno, sino que pegándole al mismo pretende quedarse con todo el arco opositor. Esta es su verdadera lucha hoy en día.
Y las fichas no las está moviendo mal, hay que reconocerlo. Porque si ya hay un electoardo perdido (el que votará a los K o a Pino), entonces hay que hacerse fuerte con los que restan. Y dadas las circunstancias, que mejor plataforma que contar con el respaldo del Grupo Clarín?.
Es decir, en una sociedad altamente politizada se dan múltiples clivajes (en el lenguaje de Politólogos y Sociólogos), que fragmentan a la sociedad. Entre esos “quiebres”, y a través de la Ley de Medios, hallamos gente alineada a la ley, y parte de la sociedad que la rechaza. A éstos últimos apunta Carrió. Y sabe que la influencia que tiene el Clarín sobre ésta gente es grande.
Por eso la escuchamos decir las cosas que dice, (“Los hijos de Ernestina son nuestros hijos”,“Defender a Clarín es defender la libertad de prensa”, etc, etc). Lo que digo, es que lo hace Carrio no solamente es repugnante, pero también es entendible.
Pdta; Ayer lo ví a Artemio López que hacía una lectura totalmente diferente, y opinaba que contra los K veía a Ricardo Alfonsín como rival en un posible ballotage. Ojalá tenga razón, pero yo supongo que si hay segunda vuelta, el rival del oficialismo será quien mejor se posicione como anti-K. Y a los que veo con chapa es a Lilita y al Pro.