¿Buona o Málaga?
Buonanotte se va a España, pero en junio. Anoche se cerró su pas en 4,5 millones de euros limpios. Igual se prepara con todo: quiere despedirse de River a lo grande.
No será hoy. Ni mañana. Pero sí en seis meses. La partida de Diego Buonanotte era, a esta altura, una noticia a la que sólo faltaba ponerle fecha. Cualquiera sea el día del adiós, lo concreto es que el Enano está realizando su última pretemporada en el club. Y se lo tomó de esa forma, dando todo de sí, corriendo al límite de sus capacidades, sumando cargas e ilusiones a fin de terminar en el nivel que supo tener en sus mejores tiempos, cuando fue figura del último River campeón.
El secretario técnico y el director deportivo del Málaga ayer llegaron a Buenos Aires con la firme intención de llevárselo. Se reunieron con Passarella y le presentaron la oferta que habían prometido: 4,5 millones limpios de euros por el 100% del pase. Y si bien no lograron su objetivo de ponerlo ya en un avión y aún deban definir algunas cuestiones impositivas, cerraron el traspaso. Aunque esto no quiere decir que la actual preparación física del futbolista será usufructuada en las próximas semanas por Manuel Pellegrini. Al contrario, Diego se quedará unos meses más en el Monumental, tal como acordó la semana pasada con el Kaiser. Después, sí, tiene como meta proyectar su carrera lejos del club que lo vio crecer: en Málaga lo espera un jugoso contrato por cinco años.
La estadía en Mardel sirvió para que el Enano bajara los decibeles de autoexigencia así como su reclamo pro titularidad. En el medio, en tanto, no sólo recibió la caricia de Passarella y Diego Turnes, dos hombres de su confianza. También advirtió que hubo un cambio sustancial en el mensaje que le habían mandado, por elevación, Jota Jota y Almeyda. Los últimos fueron días en los que el DT no paró de asegurar que el Enano será esencial en su andamiaje.
Diego respondió sobremanera en las sesiones de fútbol. Está rápido, picante. Acaso le costaron más los ejercicios de potencia aeróbica. Tan dura fue la exigencia que en el entrenamiento del miércoles por la mañana debió abandonar en la penúltima pasada. Había dejado mucho oxígeno en las series de cambios de ritmo. Tanto es así que el médico del plantel, Luis Seveso, lo acompañó para que se sentara, recuperara el aire y pudiera estar bien en la práctica posterior.
Buonanotte se va. Pero antes de la despedida quiere que los hinchas de River se reencuentren con el Enano del Clausura 2008.