Así, River jugará la promoción
Escrito por [Javier Garcia](http://rockandball.com.ar/author/admin/) [Ball](http://rockandball.com.ar/category/futbol-local/), [River](http://rockandball.com.ar/category/futbol-local/millo/), [Titulares](http://rockandball.com.ar/category/titulares-2/) Martes, junio 7th, 2011 [Editar este Articulo](http://rockandball.com.ar/wp-admin/post.php?post=29377&action=edit)
No es información, mucho menos deseo. Todo lo indica. La posición que hoy lo marca a River fuera de la zona caliente es tan mentirosa como lo “ofensivo” que quiso ser Jota Jota con tres delanteros ante Colón. Diría más bien que es circunstancial. River dejó ir la zona más “accesible” que le quedaba de fixture sin pena ni gloria. Mejor dicho, con mucha pena.
Un pobrísimo 0-0 en Bahía Blanca y un escueto 1-1 ante Colón en el Monumental. ¿Pudo ser victoria? Sí, si el palo jugaba para la Banda era 2-1 para los locales. ¿Debió ser victoria? No. River exhibió más de lo mismo: nervios, desorden, caos y una alarmante falta de darse cuenta lo que se está jugando. O, peor aún, no saber cómo afrontarlo.
River, muy cerca de una mancha histórica.
La cadena de errores empieza desde la cabeza, desde un Daniel Passarella que insiste en sostener a un Juan José López que ya está jugado y sin fichas. Que hace cambios por hacer, que no sabe ni para qué. Que sale con dos enganches y un punta al primer tiempo y, en la segunda mitad sale con tres delanteros y saca dos tipos que los podían abastecer dejando todo, una vez más, en las espaldas de Erik Lamela.
Ese es todo el plan de River. Que Lamela haga y listo. Por suerte, Leandro Caruso está on fire para lo que es este equipo de pólvora mojada. En todos los partidos que jugó en Núñez como titular el ex Tomba mojó. Por dos ante Newell’s, ante San Lorenzo y ahora ante Colón. No brilla en su juego, pero es efectivo. Más que Pavone y muchísimo más que el pobre Funes Mori.
¿Por qué pobre Funes Mori? Porque no debería jugar más. No está mentalmente apto para estos desafíos, no sirve para estas instancias. Entonces, la culpa no es del chancho. Si no de quien le da de comer. Jota Jota erra en seguir quemando- aún más- al pibe. Tiene 19 años, es un chico. ¿No le da para jugar? No, no le da. ¿Tiene la culpa? No, simplemente no está a la altura. Y sufre cuando juega, no disfruta. Con su inclusión el DT restó, no sumó.
No será por Funes Mori que River juegue la promoción, pero todo suma. Luego del Superclásico hubo un click. River se desmoronó. Si el 1-2 ante el Tomba había calado hondo, sobre todo por lo injusto del resultado, ni hablar del 0-2 en La Boca.
El 1-1 ante San Lorenzo no hizo más que acrecentar los miedos y el 0-0 con Olimpo instaló el terror hasta en los más devotos del “Somó River, somó, ¿cómo vamó a jugar la promoción? Anda bostero”.
La victoria de Arsenal terminó de condenar al Millo que podría haber respirado si le ganaba al Sabalero, únicamente por la sorpresiva derrota de Tigre ante un casi descendido Huracán. Pero, otra vez, demostró que va a jugar la Promoción. Ese empate ante Colón fue condenatorio, aunque hoy los números lo muestren afuera.
Y, de todas maneras, lo más grave de todo es que este River merece jugar la promoción y, siendo justos, el descenso. No por esta temporada. Si no porque no se pueden hacer tan mal las cosas en ocho años y llevársela de arriba. Malas dirigencias, ineptas, corruptas, incapaces o hijas de puta, lisa y llanamente. Jugadores falopa, malos o pechifrescos. Técnicos cagones, incompetentes o que pensaron que River el Barça, cuando ni siquiera podrían dar dos pases seguidos. El hincha también tiene parte de culpa. Se comió la píldora del “aguante” y no supo estallar a tiempo para impedir que José María Aguilar y Mario Israel, principalmente, desvalijen el club y, en una gran mayoría, recién cayó del riesgo con el 0-0 ante Olimpo en Bahía. Tarde amanecieron.
Ahora, River depende de Newell’s. Último en el campeonato y, por lejos, el peor equipo del torneo. Si el rojinegro gana, el Millo con ganarle a Estudiantes en la cancha de Quilmes se asegurará no jugar la promoción. El tema es que demostró que es perfectamente capaz de recibir la mano rosarina y después perder su partido ante el Pincha. No sería extraño. Sería lógico.
Desde acá se abogó por la ida de Juan José López. No es sólo por los resultados, es porque el Negro muestra estar derrotado, ni siquiera defiende sus convicciones y mueve fichas por inercia más que por convencimiento. Ahora, por ejemplo, volvería Mariano Pavone y saldría Diego Buonanotte. ¿Qué hizo Pavone para volver? ¿Pegar una pelota en un palo? Está claro que una brújula le vendría muy bien al DT millonario.
River se juega su historia en dos partidos. No se sabe si podrá sortear con éxito la dura valla que significa Estudiantes de La Plata como visitante y el propio Lanús, que a menos que suceda otro milagro, llegará con chances de campeonar al estadio Monumental. Sí, como para agregarle condimentos al peor escenario posible.
De lo contrario, River deberá pensar en preparar la serie más importante de sus 110 años de historia. La promoción, frente a Belgrano de Córdoba. Ni siquiera vale la pena evaluar las condiciones o virtudes del Pirata Cordobés, con la fragilidad mental del equipo Millonario basta para saber que será una serie durísima, que no será simple para River –Ni para Belgrano- y que si River se queda, será porque entendió el mensaje y si River se va será porque es justo que así sea. Como dice un tema de la banda uruguaya el Cuarteto de Nos: Nada es gratis en el vida. Y River gastó a cuenta mucho. Años gastó y le llegó el momento de pagar. Para colmo, el cambio no lo favorece…