La antifigura es el técnico. Un técnico que destruye a River. Un ignorante. Basta de responsabilizar a los jugadores.
Solamente un ignorante, ante un equipo que te planta 2 líneas de 4 exclusivamente defensivas, pone a 4 centrales de origen, juega sin lateral izquierdo que se asome al mediocampo, con dos volantes centrales sin gol, ni pase gol ni creatividad, con un corredor por derecha, pegado a los carteles de publicidad, con un enganche encarcelado en la izquierda y con dos centrodelanteros.
River, en el ST, desperdició 54 veces la pelota, entre pelotazos y centros. Las conté. El primer tiempo me asqueó y me dediqué a eso.
Ponzio perdió la pelota 11 veces en el ST. Se lo remarcó a los enamorados. Pero Ponzio no escapa al embrujo de Almeyda, que se entienda. Lo aporto como un simple dato, y hago bandera en Ponzio porque su actitud ganadora es indiscutible, pero el fútbol es otra cosa y mucho más que eso. Pobre Rojas. River compra un volante zurdo y este marmota no lo utiliza. Pobre Villalva, condenado a jugar a 50 metros del arco, al lado de un cartel de publicidad.
Lo único que falta es que se critique a Cazares, o a Trezeguet. Uno, encarcelado sobre la izquierda, el otro, pobre, viendo como tiran pelotazos.
Listo. Me cansé. River es intolerable. El de Almeyda, desde lo conceptual, es el peor River de la historia, y lleva casi 60 partidos. La única diferencia con el equipo que salió último son los resultados, que, en este recontra mediocre fútbol argentino, van para cualquier lado y se definen por detalles.
Salvo que sea por laburo, no pienso volver a ver a River mientras Almeyda sea su DT. Me pudre.
Abrazos.