Análisis River-Instituto: “Una farmacia de turno”

El juego de River durante estos diez meses se ha mostrado convaleciente. Azotaron al equipo cientos de síntomas dañinos que provocaron grandes enfermedades en el engranaje y el funcionamiento, y verdaderamente el botiquín en el cuál suele sentarse el médico de cabecera durante los partidos ha contado con una muy escasa cantidad de antídotos para combatir los virus futbolísticos que se han ido sucediendo.

El sábado estaremos obligados por las circunstancias a pasar un chequeo muy duro, con exámenes que nos van a poner a prueba nuestra resistencia e integridad de pies a cabeza.

Si bien su volumen de juego en este último mes ha decaído, Instituto se ganó su condición de mejor equipo de la divisional por su trabajo en conjunto, encolumnado en la audacia entrelazada con sacrificio que contagia su entrenador. El buen funcionamiento de los cordobeses va más alla de un Chiarini que esta pasando por su mejor momento, de un Videla que se come la cancha o de un Dybala que desequilibra dentro y fuera del area. El secreto justamente esta en que ese laburo solidario de todos potencia a esas muy buenas virtudes individuales.

Para ganar el partido sin depender tanto del factor suerte como en sus últimas tres victorias, River como primera premisa deberá hacer foco en disminuir los síntomas de sus patologías más graves:

1-Combatir el tránsito lento en ofensiva:

Nutrir su parsimonia habitual e intrascendente de toqueteo, que habitualmente lo confunde más a si mismo que lo que distrae o genera espacios en el rival. Es decir, convertir ese repertorio reiterativo lleno de pachorra y autista con la pelota en algo más dinámico y acelerado de movimientos. Aplicar el concepto profundidad al diccionario, y de esa manera estirar las líneas de los cordobeses lo máximo posible en largo y ancho. Así se podrán encontrar en el desequilibrio de la gambeta o del pase en cortada la llave para penetrar el sistema defensivo rival.

Es un partido donde definitivamente habrá que dejar de estreñir ese potencial en el desequilibrio individual. Sabiendo que el funcionamiento colectivo es deficitario, más que nunca apostar a sacar diferencias en el juego uno contra uno con pelota en los pies, una de las pocas medicinas que puede vencer a cualquier estrategia que se ponga por delante.

2- Alimentar de glóbulos a nuestra anemia externa:

La lucha por las bandas será seguramente la batalla madre del enfrentamiento. Una búsqueda del tesoro permanente, tanto a las espaldas de los volantes en ofensiva como así también en el descubrir los caminos para taponar los circuitos que Instituto comienza a generar habitualmente desde las líneas laterales.

Una de las premisas más sustanciales de Franco en los ataques posicionales es utilizar al máximo el ancho del terreno, para desde allí comenzar a cavar y encontrar profundidad. Para combatir eso River deberá obligatoriamente emplumar sus alas. Los volantes por afuera no le están dando ese vuelo con aires de socorro que en algún momento del primer semestre supo promover terminación de jugada dentro del area rival con llegada vacía. Abecasis, Sánchez y Ocampos están en un nivel subterráneo, y esta actualidad impensada nos llevó a que Díaz y González sean los dos de mejor presente futbolístico en lo que respecta a juego por las franjas. Para algunos futbolistas, llegó la hora y el día de dejar de volar solo en los sueños de su intrascendencia.

3- Convivir con la presión alta:

Esta es la patología que más temores genera en la previa y la que puede ser más complicada de sacar adelante. De un tiempo a esta parte, y debido a que el magro rendimiento del equipo lo llevó a no sacar las diferencias deseadas con el resto, el apremio fue tomando tintes cada vez más oscuros. En los 90 minutos que se vienen, River no solo va a tener que saber convivir con esa intimidación del contexto que lo rodea, sino además deberá tener las facultades para que tarde o temprano gran parte de ella pueda trasladarse a los hombros de los cordobeses.

4- Llevar las alergias permanentes que padecemos a la más mínima expresión:

Primero y principal, limitar la imprecisión, sobre todo en el radio del círculo central. Instituto es esa clase de equipos que no solo muerde, sino que mastica y traga. En muy pocos segundos con dos o tres toques son capaces de generarte la situación de gol más peligrosa post una mala entrega de pelota.

Segundo, dominar la batalla de las divididas o las segundas pelotas. Y tercero, repetir lo que tan bien se hizo en el 0-0 de Córdoba y después no se emuló casi nunca, que es el mantenerse corto de líneas. Cumpliendo estas tres premisas podremos equiparar una muy buena parte de la enorme distancia de trabajo y eficacia táctica entre un equipo y otro.

Se sabe que River es de esos pacientes que vive con su salud futbolística en apuros. No se previene ni se medica durante el día, y cuando ya no puede más del dolor sale por la noche desesperado a buscar algún medicamento.

Ojalá que el sábado encuentre alguna farmacia de turno que le propine los remedios adecuados, y que a su vez en esta recta final de temporada pueda aplicarse las inyecciones de juego necesarias en las 9 semanas que quedan. Hay que terminar de una vez por todas con esta peste insufrible que dejó en coma a su historia y su camiseta…

El juego de River durante estos diez meses se ha mostrado convaleciente. Azotaron al equipo cientos de síntomas dañinos que provocaron grandes enfermedades en el engranaje y el funcionamiento, y verdaderamente el botiquín en el cuál suele sentarse el médico de cabecera durante los partidos ha contado con una muy escasa cantidad de antídotos para combatir los virus futbolísticos que se han ido sucediendo.

El sábado estaremos obligados por las circunstancias a pasar un chequeo muy duro, con exámenes que nos van a poner a prueba nuestra resistencia e integridad de pies a cabeza.

Si bien su volumen de juego en este último mes ha decaído, Instituto se ganó su condición de mejor equipo de la divisional por su trabajo en conjunto, encolumnado en la audacia entrelazada con sacrificio que contagia su entrenador. El buen funcionamiento de los cordobeses va más alla de un Chiarini que esta pasando por su mejor momento, de un Videla que se come la cancha o de un Dybala que desequilibra dentro y fuera del area. El secreto justamente esta en que ese laburo solidario de todos potencia a esas muy buenas virtudes individuales.

Para ganar el partido sin depender tanto del factor suerte como en sus últimas tres victorias, River como primera premisa deberá hacer foco en disminuir los síntomas de sus patologías más graves:

1-Combatir el tránsito lento en ofensiva:

Nutrir su parsimonia habitual e intrascendente de toqueteo, que habitualmente lo confunde más a si mismo que lo que distrae o genera espacios en el rival. Es decir, convertir ese repertorio reiterativo lleno de pachorra y autista con la pelota en algo más dinámico y acelerado de movimientos. Aplicar el concepto profundidad al diccionario, y de esa manera estirar las líneas de los cordobeses lo máximo posible en largo y ancho. Así se podrán encontrar en el desequilibrio de la gambeta o del pase en cortada la llave para penetrar el sistema defensivo rival.

Es un partido donde definitivamente habrá que dejar de estreñir ese potencial en el desequilibrio individual. Sabiendo que el funcionamiento colectivo es deficitario, más que nunca apostar a sacar diferencias en el juego uno contra uno con pelota en los pies, una de las pocas medicinas que puede vencer a cualquier estrategia que se ponga por delante.

2- Alimentar de glóbulos a nuestra anemia externa:

La lucha por las bandas será seguramente la batalla madre del enfrentamiento. Una búsqueda del tesoro permanente, tanto a las espaldas de los volantes en ofensiva como así también en el descubrir los caminos para taponar los circuitos que Instituto comienza a generar habitualmente desde las líneas laterales.

Una de las premisas más sustanciales de Franco en los ataques posicionales es utilizar al máximo el ancho del terreno, para desde allí comenzar a cavar y encontrar profundidad. Para combatir eso River deberá obligatoriamente emplumar sus alas. Los volantes por afuera no le están dando ese vuelo con aires de socorro que en algún momento del primer semestre supo promover terminación de jugada dentro del area rival con llegada vacía. Abecasis, Sánchez y Ocampos están en un nivel subterráneo, y esta actualidad impensada nos llevó a que Díaz y González sean los dos de mejor presente futbolístico en lo que respecta a juego por las franjas. Para algunos futbolistas, llegó la hora y el día de dejar de volar solo en los sueños de su intrascendencia.

3- Convivir con la presión alta:

Esta es la patología que más temores genera en la previa y la que puede ser más complicada de sacar adelante. De un tiempo a esta parte, y debido a que el magro rendimiento del equipo lo llevó a no sacar las diferencias deseadas con el resto, el apremio fue tomando tintes cada vez más oscuros. En los 90 minutos que se vienen, River no solo va a tener que saber convivir con esa intimidación del contexto que lo rodea, sino además deberá tener las facultades para que tarde o temprano gran parte de ella pueda trasladarse a los hombros de los cordobeses.

4- Llevar las alergias permanentes que padecemos a la más mínima expresión:

Primero y principal, limitar la imprecisión, sobre todo en el radio del círculo central. Instituto es esa clase de equipos que no solo muerde, sino que mastica y traga. En muy pocos segundos con dos o tres toques son capaces de generarte la situación de gol más peligrosa post una mala entrega de pelota.

Segundo, dominar la batalla de las divididas o las segundas pelotas. Y tercero, repetir lo que tan bien se hizo en el 0-0 de Córdoba y después no se emuló casi nunca, que es el mantenerse corto de líneas. Cumpliendo estas tres premisas podremos equiparar una muy buena parte de la enorme distancia de trabajo y eficacia táctica entre un equipo y otro.

Se sabe que River es de esos pacientes que vive con su salud futbolística en apuros. No se previene ni se medica durante el día, y cuando ya no puede más del dolor sale por la noche desesperado a buscar algún medicamento.

Ojalá que el sábado encuentre alguna farmacia de turno que le propine los remedios adecuados, y que a su vez en esta recta final de temporada pueda aplicarse las inyecciones de juego necesarias en las 9 semanas que quedan. Hay que terminar de una vez por todas con esta peste insufrible que dejó en coma a su historia y su camiseta…

TURCO …SOS UN CRACK VIEJO…Tus analisi son de muy alto nivel …espero ojala leerte en alguna editorial que valore tu expelente capacidad de expresion…

El analisis es simplemente genial(y cada dia mejora), ojala esa farmacia de turno tenga de nombre “juego colectivo” y si no de ultima aunque sea encontrar la farmacia de don “13gol”, que nos viene dando la dosis justa para hacernos respirar…

Buen texto Turco, me encanto la comparación del fútbol con lo más importante de todo (la medicina)

Las analogías, metáforas y comparativas, son sublimes. Lástima que la crónica siempre recaiga en el drama.

Excelente como siempre Turco.

Muy buen analisis capo, la verdad que muy bueno

Turco, chapeau.

Esta vez, no coincido en algo importantísimo, Turco. Para mí, River vive acelerado. Ejecuta sin razonar. Lo que necesita es pausa, pachorra, para que esos movimientos tengan el sentido de la sorpresa. Yo creo que River no sorprende a los rivales porque choca, no porque es pachorra.

En la introducción y en la definición sobre Instituto, coincido 100%. Es un equipo que se vale de una propuesta audaz para potenciarse colectivamente y potenciar a sus individualidades, lo que debería hacer todo equipo.

También coincido en dos ejes sustanciales: los laterales y la presión. Un 4-2-2-2 como el que sugieren los periodistas, deja a River en inferioridad númerica, y, si es largo, lo pone en el horno con fritas. En cambio, con la pequeña variante de battagliar a Ponzio, se gana mucho en defensa y para las subidas de Sánchez. También será importante que Chori juegue más de una vez sobre los costados del área para tener desequilibrio por los costados y promover a la diagonal de Maestrico.

Lo de la presión… Totalmente de acuerdo. Examen para varios.

Y otro punto: Instituto corta y no elabora: SALE. ATACA. Videla la roba y es pelotazo de 25 metros a los puntas. Lo mismo Fileppi, Canever, Gagliardi, etc. A River le puede servir si es corto, pero será una daga si es largo.

Creo que la primera media hora marcará la pauta del partido.

Un análisis extraordinario. Ya no sorprende, conociendo al capo del autor.
Yo sí creo que River NO juega acelerado. Algunos jugadores se apresuran en la zona de definición, que no es lo mismo. Lo de la precisión en velocidad, es por lejos una de las asignaturas pendientes.

El enfoque que le agregaría a la nota, es que a mí me da la sensación que Instituto (cualquiera que lee estos posts le parece que hablamos del Barsa) en los últimos partidos ya no es el de siempre. NO digo que ya la tenemos resuelta ó que no nos pueda ganar, lo que quería mencionar es que, para ser el equipo celestial que todos ponderan, me da la sensación que le costó muchísimo resolver ante DyJ (entendible) y ante Atlanta(¿entendible?), y tampoco le pudo ganar a GELP. Tal vez (sólo tal vez) lo podamos resolver más fácil que contra otros rivales que ya hemos sufrido, tanto más accesibles en los papeles.
¿No estarán empezando a sentir la presión de ir punteros?
¿No convendría que los medios digan que llegan ELLOS como favoritos al sábado?

¿Cómo lo ven?

Para mí, todo lo contrario. No hay elaboración, casi todos los pases son verticales, el lateral derecho, antes de que Sánchez reciba la pelota, más de una vez está por delante del mediocampista, es largo, es fácil ganar las espaldas de los medios centrales, Sánchez y Ocampos corren en vertical con o sin pelota y no fomentan la asociación ni la diagonal. Donde hay que pensar, River ejecuta sin razonar, acelera, por eso choca, por eso no crea mano a mano: porque va tan abierto y tan vertical que termina en centros o pelotazos o chocando. Cuando tiene el resultado en contra y la idea y el dibujo original ganan en anarquía, se ve lo mejor de equipo: el ST contra Central, la manera de gestar el primer gol el otro día, etc, etc. Luego, está la impronta del jugador, claro está. Vas a chocar menos con Maestrico y Cirigliano que con Sánchez y Ocampos.

Yo creo que nadie pone a Instituto como maravilla futbolera. Se le destaca su identidad y cómo la logró, comparando esa materia primera con la de sus competidores. La lógica dice que debe ganar River, por localia, nombres, necesidades, etc. Si River le gana 4-0 a Instituto, al menos yo, no voy a modificar mi opinión sobre el equipo cordobés. Van 30 fechas de 38. Ya dio suficientes pruebas. Se puede caer, obvio, pero hay que entender cuál era el objetivo de Instituto en la fecha 1 y el material con el que cuenta.

si instituto no arruga por el entorno se lleva la victoria…y por lo menos un gol marca aunque pierda.

Espero equivocarme,pero con jugadores ,tecnico y dirigentes como estos siempre se puede esperar lo peor…

Creo que hay una diferencia entre lo que yo consideré pachorra y vos consideraste aceleramiento.

Bajo mí punto de vista, hay muchos momentos del juego donde este River intenta ser paciente pero no le sale por impreciso o por falta de coordinación de movimientos para saber mover la pelota. Yo coincido plenamente en que ejecuta sin razonar, pero también creo que cuando tiene intenciones de usar la cabeza equivoca los caminos y cae en una parsimonia de toqueteo intrascendente. Me refiero más que nada a las salidas de fondo y la búsqueda de los primeros pases de cara a un ataque posicional, y no tanto al juego de gestación en 3/4.

Respecto al dibujo, creo que ese supuesto 4-2-2 va a ser más 4-3-1 que otra cosa, o por lo menos también ansío que sea así y que, como marcás, se ocupen mejor los espacios a lo ancho y se priorice el carril exclusivamente para un Sánchez que, arrancando de más atrás, quizás tenga el panorama un poco más claro que de costumbre.

Instituto tiende a priorizar la izquierda para iniciar o gestar los ataques para rematarlos por el centro o vacío por derecha. Asumo que Franco encasillará a Lagos permanentemente en las espaldas de Sánchez.

Y si, también considero que el primer tercio va a marcar fuerte tendencia. La sortija la veo en los espacios que se puedan encontrar entre Cills - Canever o Damiani - Gagliardi. Hay que correr a Videla o alguno de los centrales de los costados lo máximo posible de su eje para después definirlo con mejores espacios por adentro.

Abrazo!!

Si River, siendo el equipo sin armado colectivo alguno que es, le hizo partido en Córdoba, yo no veo TAN difícil un triunfo en casa . . .

[quote=“Angel_2007, post:14, topic:97558”]

Si River, siendo el equipo sin armado colectivo alguno que es, le hizo partido en Córdoba, yo no veo TAN difícil un triunfo en casa . .
[/QUOTE]pero no convirtio ese dia…no creo que franco vuelva a tropezar dos veces con la misma piedra como haria almeyda.Ya de por si, arranquemos de que es una persona normal…y si seguimos es un tipo muy inteligente y tiene el equipo muy aceitado.

[quote=“maxi452, post:15, topic:97558”]

Obviamente que si uno lo racionaliza, ellos tienen mejores cartas, tal vez lo mío se asemeje más a una fe religiosa . . . :smiley:
Yo creo honestamente que si mojamos antes que ellos, y nos bancamos el vendaval de los primeros 15 minutos después de convertir, no creo que el andamiaje no se les caiga . . . Por supuesto, todo esto con la misma carencia de solidez futbolística que nos viene caracterizando.

Un abrazo
Angel

puse me gusta por respeto porque todos le ponen me gusta y porque se dice la leyenda que comenta cosas sabias

pero no lei un carajo

muy buen analisis!

ahora, la ultima final que jugamos con un cordobes no nos fue muy bien que digamos. Veremos que pasa este sabado.

Coincido en todo, pero veo poca elaboración en la salida, cada vez más, sobre todo con Vella. Abecasis tiene otra lectura de juego. Se vio algo de paciencia cuando Sánchez se cerró, pero creo que son espejismos. River tiende a ejectuar sin razonar, por eso lo creo acelerado. Hace todo lo contrario a un equipo paciente. Ahora bien, parece que Sánchez no quiere jugar de 4…

Por el lado de Sanchez , Instituto se puede hacer un festin…