“Sí, eso. El fútbol es muy fácil”, se suele repetir en las discusiones argentas de bares, foros y tribuna. Es que todos tenemos la posta, ¿viste?
En realidad, ni el fútbol es la tabla del 1 ni la fórmula de la clonación, pero, últimamente, una gran cantidad de DT hacen todo lo posible para convertir esa frase para pin de heladera en el posible comienzo de su epitafio. “Acá yace el DT de turno. Creyó que el fútbol era como las matemáticas, pero nunca entendió que, en el verde césped, el orden de los factores SI altera el producto”
El gran responsable de la derrota ante Boca se llama Néstor Gorosito (el de la crisis actual de River, JMA, lo aclaro por las dudas). Y esto es un análisis que comenzó hace rato, no un berrinche desde la calentura. Seis partidos sirven para analizar, porque además están respaldados por entrenamientos y se ve la idea original del DT. Que después se sienta obligado a cambiar y lo haga, representa un gran mérito. Pero eso es otra cosa…
El DT siempre es responsable por diseño táctico y también por la elección de los jugadores para llevar a cabo esa forma de jugar. Si el entrenador pone a cada jugador en su puesto, la incidencia de los players en los resultados cambia drásticamente, transformándolos en los principales responsables. Ahora, cuando la heladera está en el baño…
Todos coincidimos en que River no tiene un plantel de elite, pero una cosa es no estar para ganar un título o pelearlo, y otra, bastante diferente por cierto, es no ser capaz de ganar un partido o, peor aún, de generar alguna situación de gol o jugar bien 20 minutos seguidos.
Repito: los DT suelen ser los máximos responsables, sólo que algunos tienen la suerte de ser salvados por individualidades que, cuando emigran o no rinden, desnudan todas las limitaciones que emanaban desde el banco de suplentes. Es cuando se carece de esos salvadores que debe aparecer la famosa mano del DT, y no para ganar títulos, sino para dar una identidad.
Vaya uno a saber qué desequilibrio en la azotea tienen los técnicos de este país para encapricharse con sistemas y nombres propios a niveles insólitos. A ver, vayamos caso por caso.
El sistema: No hay nada peor que intentar defenderse cuando tus defensores no sienten la marca y, encima, marcan mal. No hay nada peor que cambiar a jugadores mediocres de puesto, porque los hacés más mediocres todavía. No hay nada peor que, encima, cambiarles el perfil a esos jugadores mediocres. No hay nada peor que hacer esas tres cosas juntas.
Cuando se habla de jugar más a lo River, no se hace referencia a los Alonso, Salas, Enzo, Ortega, Passarella, etc, sino a una forma de juego que va de acuerdo a las características de los jugadores que tenés en el plantel. Hoy River tiene jugadores para atacar, para arriesgar, no para defenderse. Que esos jugadores no tengan la jerarquía para jugar en River es otra cosa. A lo que voy, para que se entienda, es que este mediocre plantel va a ganar más partidos atacando que jugando un 4-4-2 insulso. River no tiene carrileros que exploten la contra como tenía el Banfield de Falcioni o el Arsenal de Alfaro. River no tiene ni a Bilos ni a Garnier. Ni a Blanco y a Salvio. River tiene jugadores que trasladan la pelota y que no pisan el área. River puede generar riesgo por asociación, pero no por pelotazo. Ahora bien, será muy difícil que River genere riesgo si carece de conectores o gente que interprete el juego ofensivo de manera similar.
Hoy Boca le dio una señal: arrancó con 4 defensores que defendían y un medio que jugaba. Chávez, Gaitán y Gracián. Tres enganches de nacimiento, mientras que River dentro de poco va a pedir jugar con 10 volantes centrales.
El arco: Ojeda no tuvo una noche horrible, pero algo está claro: quien asegure que el físico no importa en un arquero, se engaña como un nene con los Reyes Magos. Ojeda no es Fillol, así que lo más saludable sería optar por el jugador que menos “sensación de inseguridad” ofrece. En este caso, Vega.
La defensa: machacar con el asunto de la línea de 3 y de los laterales sin marca no me convierte en un sabio. Cualquier apasionado de la táctica con dos dedos frente se daba cuenta. Lo que me llama la atención es que , si esto era evidente con el binomio Ferrari-Villagra, como alguien -a nivel profesional- fue capaz de colocar a Galmarini y encima cambiarle el perfil al peor defensor, de hecho y conceptual, que tiene River: Paulo Ferrari.
PD: Encima, jugaba Mouche, especialista en diagonales y mano a mano contra los laterales, algo que también fue advertido antes del partido.
Lo de la dupla central, por estatura y rendimiento, no resiste análisis. Quiroga no jugó un pésimo partido, es más, creo que su labor fue medianamente aceptable. Lo de Cabral es lo que no tiene razón de ser: si la primera le sale mal, alpiste. El ex Racing te puede dejar con uno menos al toque o, simplemente, armarse en un solo partido el compilado de bloppers más visto de la próxima semana en youtube. Cabral es un jugador que defiende desde la vehemencia, no desde el rigor en la marca. Es un jugador que se define por el nivel de nervios, no por saber cuando jugar y cuando reventarla. Es un jugador que soluciona problemas por ganas, no por ubicación. Es un jugador que, además, salió 3 palitos verdes.
Algunos lo respaldan porque muestra ganas de ganar. No comparto eso, para mi un jugador es titular por su capacidad más que por las sombritas chinas que le haga al árbitro.
Lo peor de todo, a mi entender, es que Gorosito haya optado por esta dupla en lugar de Nico Sánchez, el defensor de River de mejor rendimiento en el verano y en el partido de ayer. De siete mano a mano que le conté, ganó 6. Obvio que va a perder, porque no es Perfumo, pero viene de un parate importante. Además, evitó el pelotazo y es el más alto de los zagueros. Comparado con Cabral y Quiroga, es el Ayala de los mejores tiempos. Debe ser titular más allá del esquema, por lo menos por rabiosa actualidad.
Los laterales: Nada para achacarle a Galmarini, un jugador que vive del despliegue y la sorpresa en ataque, muy lejos de la versión ridícula como marcador de punta a la que lo condenó Gorosito. El DT se habrá creído que esos 15 minutos contra San Lorenzo lo convirtieron en un proyecto de lateral. Lamentablemente, Gorosito ignoró el contexto de aquel partido, en el que Galmarini hizo TODO el carril y el 4-4-2 ya estaba roto por la expulsión de Gerlo. Cuando Galmarini jugó de carrilero con línea de 3 en Tigre, los de Victoria fueron subcampeones y el Patito figura. Cuando Tigre pasó al 4-4-2, la campaña fue mala y Galmarini, uno más.
Ferrari no tiene excusas. La única manera para que rinda en este River es si juega de carrilero por derecha con una línea de 3 que lo respalde. Jugando con línea de 4, sea por derecha o por izquierda, es un pasaporte al gol para el rival. Primero, porque no sabe marcar sin agarrar. Segundo, porque no sabe seguir a sus compañeros para provocar el fuera de juego (y no lo digo por hoy, basta nomás con ir al partido con Tigre y el gol de Bardaro y tantos otros). Y tercero, por estatura. Aún jugando con un 8 de más marca que juego que lo releve, serían más las malas que las buenas.
El mediocampo: Insostenible persistencia del DT. Se la mire por dónde se la mire. Ahumada y Domingo no sólo tienen las mismas características, sino que se superponen. El secreto de un doble 5 de neto corte defensivo es que uno de los dos presione la salida del rival, no que se dividan 25 metros para cada costado para esperar al adversario de frente y con pelota dominada.
No tengo nada que reprocharles a estos jugadores. No me desagradó Domingo, por el contrario.
Los carrileros: Qué decir de ellos. Ah, que no son carrileros. Pero tienen una diferencia. Aún con sus limitaciones, Barrado intenta. Es cierto que le sale poco y nada, pero varía su juego. Lo de Abelairas es increíble. Creo que sin su pegada y el gran mérito de Simeone de explotarlo un semestre de doble 5 -hasta que dejó de ser novedad- no tiene nivel, no sólo para jugar en la primera de River, sino para jugar en el fútbol argentino. No se concibe en la competencia actual a un jugador que trota la cancha, que no tiene cambio de ritmo, marca, sangre, velocidad, ni pisa el área propia ni la del rival. Un tiro libre de vez en cuando es demasiado poco.
Sobre el esquema ya está dicho. River no tiene jugadores para jugar 4-4-2 y atacar. Pero el fútbol siempre da para más. Pipo se dio cuenta y entró Buonanotte y jugó de ENGANCHE. Detrás del mediocampista central rival. DONDE DEBE JUGAR.
¿Fue el salvador, desequilibró siempre? NO ¿Jugó mejor que en el resto de los partidos del verano? SI, sin dudas.
No solo tuvo la cancha de frente y ejecutó el primer remate al arco de su pretemporada, sino que trató de distribuir con criterio, casi no perdió pelotas y de sus pies nacieron los espejismos que pintaban un River pseudo peligroso.
Pero, como si fuera un capricho,casi todas sus descargas fueron por derecha ¿Por qué no repartió juego hacia la izquierda? Porque Gorosito decidió prescindir de esa posición durante los primeros 10 minutos del ST. Cada vez que la recibía el enganche, tenía que esperar a que subiera Ferrari. Luego fue Ahumada el que ocupó esa posición. Cualquiera podía adivinar que Ahumada iba a tener problemas de perfil y manejo en esa zona. También cualquiera se daba cuenta que Fondacaro le iba a comer la espalda, porque el pseudo volante por izquierda lleva el ADN de volante central en la cabeza y se cerraba al lado de Domingo.
Así Boca progresó y se perdió un par de chances. A Fondacaro no lo hizo importante su rendimiento, sino el esquema de River. Aún insistiendo en ridiculeces, era menor el riesgo con Archubi de 3, por lo menos en cuestiones de perfil.
La delantera: Poco para criticarle a Falcao en la etapa inicial, porque no puede solo contra el mundo. Siendo hdp, podría decir que debe mejorar, y mucho, su recepción de pelota. Pero decirle eso, con el nivel circundante, sería demasiado.
Lo de Rosales, en cambio, excede el esquema, porque no deja de ser más efectista que efectivo. Si vos tenés una torre en el área, se justifica jugar con un delantero que jamás la pisa y solamente tira centros como Rosales. Pero el 9 de River es Falcao, que necesita compañía. Rosales, más que un socio, es un corresponsal en la frontera.
Todo lo que tengo para decir de Gorosito ya lo dije antes. En este thread y en algunos anteriores. Insisto: Una cosa es no tener jugadores para salir campeón y otra tener un plantel que no pueda aspirar más que a salir entre los 3 últimos o ganar un partido. River no tiene lo primero, pero tampoco tiene lo segundo. Como la táctica, es una cuestión de equilibrios. Y acá, más allá de los desastres de la CD, la mano del entrenador de turno es muy importante.
A su favor tiene tiempo, la chance de cambiar con refuerzos o el plantel actual; o insistir con su táctica, pero con jugadores que sientan esa forma de jugar.
El jugador siempre va a ser más importante que el esquema. El funcionamiento siempre va a ser más importante que el resultado, simplemente, porque sin jugar bien podés ganar de vez en cuando, o hasta un título cuando te salvan las individualidades… pero cuando eso se evapora, quedás desnudo, como este River, que no tiene ni DNI.
Abrazo.-
