Almeyda: "Por dar la vuelta, me dejo la barba como Horacio Guarany"

“Por dar la vuelta, me dejo la barba como Horacio Guarany”

El Pelado hace cualquier cosa por ver a River campeón: “La chivita me queda horrible, pero mientras sigamos ganando…”. La intimidad del líder del líder.

Vas a pedir descanso?
-¡¿Yo?! Nooo. Ningún descanso. En el fútbol nunca hay que dar posibilidades. Están todos esperando que afloje, pero ni loco.

-Entonces Cappa se puede quedar tranquilo, porque dijo que tampoco pensaba dártelo…
-Totalmente. Yo quiero seguir así: jugando.

-¿Y cuál es el secreto para estar así a los 36?
-Disfruto de todo lo que nos está pasando, soy feliz. Sigo con el tratamiento que empecé con mi psicóloga y sé que no puedo deprimirme. Ya pasé el tiempo en que tenía todo para ser feliz y no lo era. No quiero volver a eso.

-¿Cuánto te ayuda el fútbol?
-Muchísimo. Este inicio me tiene contento. Es el arranque ideal: ganamos los tres y estamos creciendo como equipo.

-¿Te imaginabas un comienzo de torneo así?
-Siempre que empieza un torneo tenés la esperanza de romperla. Y más en River. El tema es que no es ley… Leía en Olé que River no arrancaba así desde el 2007. Por eso disfruto.

-Y porque el promedio ya no es el tema del día…
-Seguro. Además de ganar, nos estamos alejando de una zona a la que todos miramos con respeto, que es la de los promedios.

-¿Ya no miran las dos tablas en el diario?
-Sí, sí, las miramos. Pero siempre es más lindo mirar de arriba hacia abajo y no al revés, como lo hicimos durante casi todo un año.

-¿Seguís sin entender los promedios?
-No terminan de gustarme. No sé si se cuentan los últimos dos o tres torneos. Es un mal sistema. Deberían irse los últimos dos como en Europa.

-¿Aunque sea River?
-Esté quien esté abajo. Eso también ayudaría a los clubes que ascienden, porque como se hace hoy, no tienen margen de error: suben y bajan enseguida.

-¿Y cómo te informás sobre el tema? ¿Hay alguien en el plantel que la tiene clara?
-No, pero preguntamos. El domingo, después del partido, averiguamos cómo habíamos quedado. Y así estamos, pero…

-¿Pero?
-La realidad es otra. El sueño es poder llegar a diciembre peleando el título. Eso nos va a llevar a olvidarnos del descenso de una vez.

-¿Escuchaste a los hinchas el domingo cantar que “de Núñez salió el nuevo campeón”?
-Sí.

-¿Coincidís?
-Hay que estar tranquilos. Esto recién empieza. Todavía no ganamos nada.

-La banca de la gente…
-(Interrumpe) Sí, pero siempre la tuvimos. El feeling con los hinchas es impresionante. Ya nos habían bancado en el torneo pasado, y jugando muy mal.

-¿Te sorprendió?
-No. Para mí es claro: los hinchas de River somos más que cualquiera.

-¿Y seguís con ganas de subir a la popular en un partido de estos?
-Por ahora dejame jugar, ja, ja. Pero sí, yo tengo un sentimiento especial con el club. Y no lo digo para quedar bien porque a esta altura de mi vida no me interesa quedar bien con nadie. La verdad es que me emociona el apoyo que nos dan. Es especial.

-¿Juega la gente o es una frase demagógica?
-Juega, seguro. Y en este campeonato lo está haciendo bárbaro porque sentimos que nos tiene paciencia. Pasan los minutos y no es como antes, que te pedía que ganaras 3-0 a los cinco minutos. Ahora los hinchas van viviendo el partido y apoyando de acuerdo a lo que pasa.

-¿Y ustedes se ilusionan como ellos?
-Sí, ya venimos ilusionados desde la pretemporada. Y cada vez que termina un partido, entramos al vestuario y lo disfrutamos.

-¿Tantas alegrías te hacen olvidar del retiro?
-Y… Hoy quisiera que se congele el tiempo. Por ahora disfruto de todo: nunca me gustó concentrar y hoy lo disfruto; no me gustaba irme de pretemporada y a Salta me fui contento.

-¿Entonces? -No lo sé. Cuando volví a jugar dije: “Pruebo seis meses y veo cómo estoy”. Después, acepté probar otros seis meses. Y después, otros seis. Así que a fin de año, voy a ver…

-¿Es verdad que los dirigentes ya te pidieron que sigas un poco más?
-No, a esta altura no. Recién van tres partidos. Lo importante es salir adelante y poner a River en el lugar que corresponde.

-Si salen campeones vendría la Libertadores…
-Veremos si es necesario que yo me siga quedando o si tengo que dar un paso al costado para dejarles espacio a los jóvenes. Aunque lo de la Libertadores es tentador… Me encantaría tener dos años menos para jugarla con todo, aunque quién te dice…

-¿Extrañás la Copa?
-River extraña la Copa y tiene que jugarla. Y yo veo, ja, ja. Sería bueno porque ahí tendría más chances de jugar. Se forman dos equipos, hay menos desgaste, no sentís tanto el físico…

-Pero en lo físico estás muy bien.
-Hoy sí. Habrá que ver cómo estoy en diciembre, faltan muchos partidos.

-Y habrá que ver qué dice la familia, ¿no?
-Seguro, aunque tanto mi señora como mis hijas están contentas, me ven feliz y quieren que siga.

-¿Sí?
-Sí. El domingo, cuando nos íbamos del Monumental, Azul y Serena, las dos más chicas, me dijeron: “Vos no tenés que dejar de jugar, papá”. Y debe ser porque me ven contento.

-¿Y Sofía, la más grande, coincide?
-Sí. En mayo, cuando no sabía si iba a seguir, se lo comenté y se puso a llorar porque quería que siguiera. Pensá que ella es la que hace unos años, cuando no jugaba, me dibujó como un león vencido y sin pelo.

-¿Por eso la barba candado, para impresionarla?
-Podría ser, pero no. Lo de la barba surgió en Salta, con los chicos dijimos que nos la íbamos a dejar, pero el último día aparecieron todos afeitados.

-¿La dejaste por cábala?
-No, pasa que soy amante de los Samurai, aunque me parezco al Gauchito Gil, ja. Tengo como un caucho, no crece bien y me queda horrible, pero mientras sigamos ganando se queda…

-¿Aunque pique?
-Sí, por dar la vuelta me dejo la barba como Horacio Guaraní. No me molesta nada. Ojo, en mi casa tampoco gusta, pero respetan mi locura.

-¿A cambio de que te dejás la barba, las hacés entrar a la cancha?
-Esa es buena. Aunque la realidad es que empezaron a entrar porque lo disfruto. Es un orgullo enorme, algo muy lindo. Nunca me hubiese imaginado que lo iba a hacer. Y se dio con las dos más chicas. La otra se ve que tiene miedo de que me insulten y prefiere ver los partidos en casa. Pero es fanática como las otras dos, eh. Hasta duerme con la camiseta de River puesta.

-¿Ahora sí se dan cuenta de que tienen un padre muy conocido?
-Sí, ahora sí. Cuando dejé de jugar, como venía de Europa, los pibes de entre nueve y 15 años no me conocían. Y prácticamente vivíamos una vida normal. Pero ahora empezaron de nuevo con una foto, un autógrafo y ellas se ponen como celosas.

-¿Te sorprenden las demostraciones de afecto de los hinchas?
-Claro. Algunos vienen y me cuentan que les pusieron mi nombre a sus hijos. Otros saben que me gustan los anillos y las cadenitas, y me regalan. No lo puedo creer.

-Es mejor eso a que te insulten, ¿no?
-Obvio. Pero también hay que estar preparado para los malos momentos.

-¿Lo decís por Boca?
-Nooo. Por todos.

-Pero el momento de Boca no es un detalle.
-No, pero yo trato de ponerme del lado de los jugadores y no hay que alegrarse cuando le va tan mal a los demás. Si bien a nosotros nos interesa que siempre le vaya mal a Boca, hay que ser respetuosos por sus jugadores y su cuerpo técnico.

-¿Creés que hoy es difícil ser jugador de Boca?
-Son momentos. Nosotros sufrimos bastante este tipo de situaciones. Pero con la calidad de su plantel y el último técnico campeón, lo van a sacar adelante.

-¿Y ustedes qué tienen?
-Un futuro enorme. Sé que River, si no vende mucho, en dos años va a armar un equipazo. Pibes como Lanzini, Díaz, Funes Mori y su hermano, Cirigliano… Son todos futuros cracks.

-¿Y cómo es convivir con ellos a tu edad?
-Está buenísimo. Salvo por la música, es genial.

-¿No quieren folclore?
-No, les gusta esa cumbia, tipo villera, una mezcla rara. Decí que ahora les metí al Chaqueño Palavecino y estamos bien, ja, ja. Más allá de eso, lo bueno es que el plantel ahora está repartido. Tenemos una mesa donde nos sentamos los grandes, otra de los pibes, es como tiene que ser.

-¿Te tratan de usted?
-Nooo, los mato. Por ahí los reto un poco, pero somos compañeros y me río. El otro día me avisaron que cuando debuté en Primera, Lanzini no había nacido: fui, lo agarré y le dije: “Mirá guacho que podrías ser mi hijo, eh, portate bien”.

-¿Es tan bueno Lanzini?
-Sí, es muy bueno. Y lo digo hoy: acuérdense de lo que dije de Funes Mori.

-Sí, dijiste que podía ser el futuro Crespo.
-Tal cual. No sé si más, pero con igualarlo le alcanza y le sobra. Tiene unas condiciones bárbaras: es rápido, se mueve bien y el día que logre tranquilizarse frente al arco, se va a cansar de hacer goles.

-¿Te sorprendió alguno de los refuerzos?
-Todos son buenos. El que menos se conoce es Román y va a sorprender.

-¿Qué se disfruta más: un enganche de Ortega o un barandazo de Ferrero?
-Depende el partido. Los enganches del Burrito nos dan tranquilidad. Es muy importante tener a Ariel porque con uno de sus movimientos de cadera te abre el partido. Pero lo de Alexis también vale cuando estás apretado.

-Te enamoraste de tus compañeros…
-Estamos en un buen momento. A algunos hasta les pedí sus camisetas para tenerlas de recuerdo.

-¿Y te pidieron la tuya?
-Por suerte, sí, ja, ja. Algunos pibes, otros no tanto. Y es lindo. Pensá que el año pasado estaba tan mal el club que algunos rivales me la pedían y no se las podía dar porque el utilero había dicho que se la devolviéramos. Por suerte todo cambió. Hoy nos merecemos esto que vivimos.

-¿Y merecen el título?
-Sí, yo creo que nos merecemos ser campeones. Sería muy lindo. Por el clima, la época del año, llegar a diciembre peleando sería hermoso. Y vamos a intentarlo.

“Por dar la vuelta, me dejo la barba como Horacio Guarany” | Olé | Diario Deportivo

“Por dar la vuelta, me dejo la barba como Horacio Guarany”

El Pelado hace cualquier cosa por ver a River campeón: “La chivita me queda horrible, pero mientras sigamos ganando…”. La intimidad del líder del líder.

Vas a pedir descanso?
-¡¿Yo?! Nooo. Ningún descanso. En el fútbol nunca hay que dar posibilidades. Están todos esperando que afloje, pero ni loco.

-Entonces Cappa se puede quedar tranquilo, porque dijo que tampoco pensaba dártelo…
-Totalmente. Yo quiero seguir así: jugando.

-¿Y cuál es el secreto para estar así a los 36?
-Disfruto de todo lo que nos está pasando, soy feliz. Sigo con el tratamiento que empecé con mi psicóloga y sé que no puedo deprimirme. Ya pasé el tiempo en que tenía todo para ser feliz y no lo era. No quiero volver a eso.

-¿Cuánto te ayuda el fútbol?
-Muchísimo. Este inicio me tiene contento. Es el arranque ideal: ganamos los tres y estamos creciendo como equipo.

-¿Te imaginabas un comienzo de torneo así?
-Siempre que empieza un torneo tenés la esperanza de romperla. Y más en River. El tema es que no es ley… Leía en Olé que River no arrancaba así desde el 2007. Por eso disfruto.

-Y porque el promedio ya no es el tema del día…
-Seguro. Además de ganar, nos estamos alejando de una zona a la que todos miramos con respeto, que es la de los promedios.

-¿Ya no miran las dos tablas en el diario?
-Sí, sí, las miramos. Pero siempre es más lindo mirar de arriba hacia abajo y no al revés, como lo hicimos durante casi todo un año.

-¿Seguís sin entender los promedios?
-No terminan de gustarme. No sé si se cuentan los últimos dos o tres torneos. Es un mal sistema. Deberían irse los últimos dos como en Europa.

-¿Aunque sea River?
-Esté quien esté abajo. Eso también ayudaría a los clubes que ascienden, porque como se hace hoy, no tienen margen de error: suben y bajan enseguida.

-¿Y cómo te informás sobre el tema? ¿Hay alguien en el plantel que la tiene clara?
-No, pero preguntamos. El domingo, después del partido, averiguamos cómo habíamos quedado. Y así estamos, pero…

-¿Pero?
-La realidad es otra. El sueño es poder llegar a diciembre peleando el título. Eso nos va a llevar a olvidarnos del descenso de una vez.

-¿Escuchaste a los hinchas el domingo cantar que “de Núñez salió el nuevo campeón”?
-Sí.

-¿Coincidís?
-Hay que estar tranquilos. Esto recién empieza. Todavía no ganamos nada.

-La banca de la gente…
-(Interrumpe) Sí, pero siempre la tuvimos. El feeling con los hinchas es impresionante. Ya nos habían bancado en el torneo pasado, y jugando muy mal.

-¿Te sorprendió?
-No. Para mí es claro: los hinchas de River somos más que cualquiera.

-¿Y seguís con ganas de subir a la popular en un partido de estos?
-Por ahora dejame jugar, ja, ja. Pero sí, yo tengo un sentimiento especial con el club. Y no lo digo para quedar bien porque a esta altura de mi vida no me interesa quedar bien con nadie. La verdad es que me emociona el apoyo que nos dan. Es especial.

-¿Juega la gente o es una frase demagógica?
-Juega, seguro. Y en este campeonato lo está haciendo bárbaro porque sentimos que nos tiene paciencia. Pasan los minutos y no es como antes, que te pedía que ganaras 3-0 a los cinco minutos. Ahora los hinchas van viviendo el partido y apoyando de acuerdo a lo que pasa.

-¿Y ustedes se ilusionan como ellos?
-Sí, ya venimos ilusionados desde la pretemporada. Y cada vez que termina un partido, entramos al vestuario y lo disfrutamos.

-¿Tantas alegrías te hacen olvidar del retiro?
-Y… Hoy quisiera que se congele el tiempo. Por ahora disfruto de todo: nunca me gustó concentrar y hoy lo disfruto; no me gustaba irme de pretemporada y a Salta me fui contento.

-¿Entonces? -No lo sé. Cuando volví a jugar dije: “Pruebo seis meses y veo cómo estoy”. Después, acepté probar otros seis meses. Y después, otros seis. Así que a fin de año, voy a ver…

-¿Es verdad que los dirigentes ya te pidieron que sigas un poco más?
-No, a esta altura no. Recién van tres partidos. Lo importante es salir adelante y poner a River en el lugar que corresponde.

-Si salen campeones vendría la Libertadores…
-Veremos si es necesario que yo me siga quedando o si tengo que dar un paso al costado para dejarles espacio a los jóvenes. Aunque lo de la Libertadores es tentador… Me encantaría tener dos años menos para jugarla con todo, aunque quién te dice…

-¿Extrañás la Copa?
-River extraña la Copa y tiene que jugarla. Y yo veo, ja, ja. Sería bueno porque ahí tendría más chances de jugar. Se forman dos equipos, hay menos desgaste, no sentís tanto el físico…

-Pero en lo físico estás muy bien.
-Hoy sí. Habrá que ver cómo estoy en diciembre, faltan muchos partidos.

-Y habrá que ver qué dice la familia, ¿no?
-Seguro, aunque tanto mi señora como mis hijas están contentas, me ven feliz y quieren que siga.

-¿Sí?
-Sí. El domingo, cuando nos íbamos del Monumental, Azul y Serena, las dos más chicas, me dijeron: “Vos no tenés que dejar de jugar, papá”. Y debe ser porque me ven contento.

-¿Y Sofía, la más grande, coincide?
-Sí. En mayo, cuando no sabía si iba a seguir, se lo comenté y se puso a llorar porque quería que siguiera. Pensá que ella es la que hace unos años, cuando no jugaba, me dibujó como un león vencido y sin pelo.

-¿Por eso la barba candado, para impresionarla?
-Podría ser, pero no. Lo de la barba surgió en Salta, con los chicos dijimos que nos la íbamos a dejar, pero el último día aparecieron todos afeitados.

-¿La dejaste por cábala?
-No, pasa que soy amante de los Samurai, aunque me parezco al Gauchito Gil, ja. Tengo como un caucho, no crece bien y me queda horrible, pero mientras sigamos ganando se queda…

-¿Aunque pique?
-Sí, por dar la vuelta me dejo la barba como Horacio Guaraní. No me molesta nada. Ojo, en mi casa tampoco gusta, pero respetan mi locura.

-¿A cambio de que te dejás la barba, las hacés entrar a la cancha?
-Esa es buena. Aunque la realidad es que empezaron a entrar porque lo disfruto. Es un orgullo enorme, algo muy lindo. Nunca me hubiese imaginado que lo iba a hacer. Y se dio con las dos más chicas. La otra se ve que tiene miedo de que me insulten y prefiere ver los partidos en casa. Pero es fanática como las otras dos, eh. Hasta duerme con la camiseta de River puesta.

-¿Ahora sí se dan cuenta de que tienen un padre muy conocido?
-Sí, ahora sí. Cuando dejé de jugar, como venía de Europa, los pibes de entre nueve y 15 años no me conocían. Y prácticamente vivíamos una vida normal. Pero ahora empezaron de nuevo con una foto, un autógrafo y ellas se ponen como celosas.

-¿Te sorprenden las demostraciones de afecto de los hinchas?
-Claro. Algunos vienen y me cuentan que les pusieron mi nombre a sus hijos. Otros saben que me gustan los anillos y las cadenitas, y me regalan. No lo puedo creer.

-Es mejor eso a que te insulten, ¿no?
-Obvio. Pero también hay que estar preparado para los malos momentos.

-¿Lo decís por Boca?
-Nooo. Por todos.

-Pero el momento de Boca no es un detalle.
-No, pero yo trato de ponerme del lado de los jugadores y no hay que alegrarse cuando le va tan mal a los demás. Si bien a nosotros nos interesa que siempre le vaya mal a Boca, hay que ser respetuosos por sus jugadores y su cuerpo técnico.

-¿Creés que hoy es difícil ser jugador de Boca?
-Son momentos. Nosotros sufrimos bastante este tipo de situaciones. Pero con la calidad de su plantel y el último técnico campeón, lo van a sacar adelante.

-¿Y ustedes qué tienen?
-Un futuro enorme. Sé que River, si no vende mucho, en dos años va a armar un equipazo. Pibes como Lanzini, Díaz, Funes Mori y su hermano, Cirigliano… Son todos futuros cracks.

-¿Y cómo es convivir con ellos a tu edad?
-Está buenísimo. Salvo por la música, es genial.

-¿No quieren folclore?
-No, les gusta esa cumbia, tipo villera, una mezcla rara. Decí que ahora les metí al Chaqueño Palavecino y estamos bien, ja, ja. Más allá de eso, lo bueno es que el plantel ahora está repartido. Tenemos una mesa donde nos sentamos los grandes, otra de los pibes, es como tiene que ser.

-¿Te tratan de usted?
-Nooo, los mato. Por ahí los reto un poco, pero somos compañeros y me río. El otro día me avisaron que cuando debuté en Primera, Lanzini no había nacido: fui, lo agarré y le dije: “Mirá guacho que podrías ser mi hijo, eh, portate bien”.

-¿Es tan bueno Lanzini?
-Sí, es muy bueno. Y lo digo hoy: acuérdense de lo que dije de Funes Mori.

-Sí, dijiste que podía ser el futuro Crespo.
-Tal cual. No sé si más, pero con igualarlo le alcanza y le sobra. Tiene unas condiciones bárbaras: es rápido, se mueve bien y el día que logre tranquilizarse frente al arco, se va a cansar de hacer goles.

-¿Te sorprendió alguno de los refuerzos?
-Todos son buenos. El que menos se conoce es Román y va a sorprender.

-¿Qué se disfruta más: un enganche de Ortega o un barandazo de Ferrero?
-Depende el partido. Los enganches del Burrito nos dan tranquilidad. Es muy importante tener a Ariel porque con uno de sus movimientos de cadera te abre el partido. Pero lo de Alexis también vale cuando estás apretado.

-Te enamoraste de tus compañeros…
-Estamos en un buen momento. A algunos hasta les pedí sus camisetas para tenerlas de recuerdo.

-¿Y te pidieron la tuya?
-Por suerte, sí, ja, ja. Algunos pibes, otros no tanto. Y es lindo. Pensá que el año pasado estaba tan mal el club que algunos rivales me la pedían y no se las podía dar porque el utilero había dicho que se la devolviéramos. Por suerte todo cambió. Hoy nos merecemos esto que vivimos.

-¿Y merecen el título?
-Sí, yo creo que nos merecemos ser campeones. Sería muy lindo. Por el clima, la época del año, llegar a diciembre peleando sería hermoso. Y vamos a intentarlo.

“Por dar la vuelta, me dejo la barba como Horacio Guarany” | Olé | Diario Deportivo

El y Ortega con Palermo son los mas grandes de edad del torneo?

PD: estan andando en bici el pelado en el entrenamiento

el otro dia dijo que uno en la tribuna le tiro “sos el gauchito gil”

:lol::lol::lol:

Que espectacular sería verlo al pelado jugar la Libertadores.

y matute morales pìsandoles los talones…

GRANDE PELADO , no te vayas nunca!

Se vienen las estampitas del pelado, y si llevas tres te llevas una careta del ogro de regalo.:lol:

grande el pelado, le gusta el folklore…

Linda nota… Idolo positivo a full en el equipo.

Yo lo dijee yoo lo dije jeje me leyo la mente:mrgreen:
horriblee la chivita,pero si es suertee dejatelaaa!!! te bancooo!!! aunqe te qede horriblee!!!

Grandee Peladoo!! sos un grandee​:heart::smiley:

Es un fenómeno, levanto el nivel considerablemente, esta jugando aun mejor que el primer semestre cuando volvió, ojala siga así.
Yo creo que debe quedarte toda la temporada, que se retire en Junio de 2011 es muy positivo para el equipo, Cappa lo vive remarcando eso y no solo por lo que hace dentro de la cancha, por eso por lo que nos estamos jugando yo lo quiero SI O SI en River hasta que termine la temporada y enterremos de una vez por todas el fantasma del descenso.

Cuando se retire Almeyda hay que traer a Dalessandro. Pedazo de motivación van a tener los pibes con el cabezón.

Y el Bichi Fuertes.

:question:

Al margen de su rendimiento, que ahora es bueno y antes fue muy malo…mamita, hay que tener huevos para afrontar un club quebrado y apretado con los números…y más cuando podría estar tranquilo en algún campo rascandose los huevos.
un ejemplo.

Llego en un momento complicadisimo. Me acuerdo que yo estaba en Bs As, habia ido a ver a River contra Lanus y vi por tv que Almeyda volvia a jugar…
Hasta ahora fueron todas malas eh, todas. Su rendimiento al principio fue bueno pero el del equipo no.
Ojala ahora empiezen a ir las cosas mejor y ojala que se de el gusto de ganar algo y festejar porque realmente se lo merece. Ama como un hincha mas a este club y lo que hizo es recontra valorable.

Gracias por tanto Pelado !

si sigue con este nivel ya sabemos que el pelotudo de astrada y sus pretemporadas te dejan sin piernas X(

Pelaaaado pelaaaaado(8)

:lol:

Hubiese estado bueno que todo el equipo se la deje, asì si terminamos campeones todos estàn barbudos y la foto del equipo barbudo recorre el mundo(?:lol: