Allí donde hay una necesidad...

EL PAIS › LA CORTE CITO A UN DEBATE PUBLICO SOBRE EL DERECHO A LA VIVIENDA DE UNA MUJER Y SU HIJO DE SEIS AñOS Y ENFERMO
Convocan a una audiencia que no tiene techo

         [i]En una decisión inédita, la Corte convocó a una  audiencia pública para debatir sobre el derecho a la vivienda de una  mujer boliviana y su hijo de 6 años, que se encuentran en situación de  calle. El gobierno de Macri niega que la vivienda sea un derecho.[/i]

Por Irina Hauser

El Superior Tribunal porteño había sostenido que con los paradores que ofrece el Gobierno de la Ciudad es suficiente.

Sonia Yolanda Quisbeth Castro y su hijo de 6 años vivían en la calle. Ella es una madre sola, de nacionalidad boliviana. El nene padece una discapacidad causada por una encefalopatía crónica. Cuando consiguieron el subsidio para familias en situación de calle pudieron irse a vivir a una habitación, pero la ayuda sólo duraba diez cuotas (meses) de 450 pesos cada una, según un decreto del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Y después? Para esa pregunta no había respuesta. En 2008 estaban otra vez a la intemperie, en la intersección entre Pichincha y Brasil. Por eso Sonia, representada por la Defensoría Pública, pidió con un recurso de amparo que se le garantizara “el derecho a una vivienda adecuada”: ganó en primera y segunda instancia, pero todo se dio vuelta en el Superior Tribunal porteño. Su apelación finalmente llegó hasta la Corte Suprema, que, sorpresivamente, resolvió ayer convocar a una audiencia pública para el 15 de septiembre. Allí la Defensoría tendrá que explicar las razones del reclamo y el gobierno de Mauricio Macri deberá decir por qué sostiene que no hay un derecho irrestricto a la vivienda e invoca un límite presupuestario (a pesar de que subejecuta las partidas destinadas a resolver el problema habitacional). Pero la convocatoria, más allá del peliagudo debate, anuncia una decisión de los jueces supremos de intentar definir si, en definitiva, existe tal “derecho a la vivienda” y cómo se garantiza.

El defensor general de la Ciudad, Mario Kestelboim, informó a Página/12 que hay cientos de demandas en trámite similares a la de Sonia. Cerca de cuarenta, señaló, ya están en la Corte. En su mayoría reclaman lo mismo: la garantía del derecho a una vivienda adecuada o, en el caso de que se los incorpore a un plan habitacional, que el subsidio permita efectivamente acceder a pagar el costo íntegro de un alojamiento. Y el reclamo judicial suele venir ante la falta de una respuesta política (o de política habitacional) que no se ciña a dar subsidios limitados en tiempo y montos, como sucede en la actualidad. O a ofrecer los “paradores” para pernoctar, que no admiten grupos familiares y algunos están denunciados por falta de condiciones mínimas de higiene. El reclamo de Sonia tiene el agravante de que su hijo es menor de edad y padece una enfermedad que requiere tratamiento específico. En el máximo tribunal admiten que, aunque se trate de un planteo individual, la solución judicial que le proporcione podría convertirse en “caso testigo” para todos los demás, no sólo en la ciudad de Buenos Aires, sino en las provincias y a nivel nacional.

La Corte suele convocar a audiencia pública cuando tiene un tema a  estudio con implicancias políticas y/o sociales, como éste, y cuya  discusión seguramente dará que hablar. [b]El hecho de abrir el debate ante  la sociedad pondrá al gobierno de Mauricio Macri en la situación de  tener que sincerar una posición que hasta ahora viene traduciendo en  decisiones como: haber gastado apenas el 19 por ciento del dinero  destinado al Instituto de la Vivienda de la Ciudad en el primer semestre  de este año, o sea que la tendencia a la subejecución (el año pasado  ejecutó 44 por ciento) no cambió ni después de las muertes en el Parque  Indoamericano en diciembre[/b]; fomentar los desalojos y acompañar con  frases tales como la que pronunció el propio Macri tras el desalojo en  el Indoamericano, cuando culpó a “la inmigración descontrolada”.

A la audiencia del jueves de la semana próxima están convocados, a  las 10 de la mañana, representantes de la Defensoría Pública  (seguramente irá Graciela Christe, quien se ocupa del caso de Sonia y su  hijo), funcionarios del Gobierno de la Ciudad y el procurador general  de la Nación, Esteban Righi. El procurador porteño, Ramiro Monner Sans,  le dijo a este diario que aún no tienen definido quién irá en nombre de  la administración PRO. Consultado por su posición (ya plasmada en la  causa), dijo: “Recién empezamos a analizar el caso; a veces quienes  reclaman piden cifras no previstas en los subsidios, y a veces lo hacen  porque ya cobraron la totalidad y se les terminó, si después de eso no  hay otra respuesta u ofrecimiento es una decisión política”.

Sonia había conseguido que en primera instancia la jueza Alejandra  Petrella le concediera una medida cautelar en la que disponía que a ella  y su hijo se los debía incluir en “un programa de emergencia  habitacional que asegurara la unidad del grupo familiar”, y luego ordenó  al gobierno porteño que le diera “adecuada asistencia habitacional”  mientras continuara su situación de calle, mediante los subsidios  previstos por decreto o cualquier otro plan equivalente “que resguarde  los fines habitacionales perseguidos”.[b] La administración de Macri apeló:  uno de los argumentos que utilizó es que no hay un derecho liso y llano  a la vivienda y que existe un límite presupuestario que maneja el Poder  Ejecutivo local sobre el cual la Justicia no puede opinar. [/b]La Sala II  de la Cámara en lo Contencioso Administrativo sí avanzó en el análisis  del monto del subsidio y señaló que ante la “acreditada situación de  vulnerabilidad” del grupo familiar, incluso las cuotas de 700 pesos  (fijado por el decreto 960 del 2008, que a su vez añadió exigencias para  recibirlos) “podrían resultar insuficientes”. Condenó entonces otra vez  al Gobierno de la Ciudad a “proveer un subsidio que asegure a la parte  actora un alojamiento en condiciones dignas de habitabilidad (...) hasta  tanto se acrediten nuevas circunstancias que permitan concluir que su  estado de necesidad ha cesado”.

Después de ese fallo, Macri llevó el tema al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, donde encontró una respuesta favorable. El fallo no hizo más que remitirse a uno anterior, conocido como “Alba Quintana Pablo, c/GCBA”, con el que la Corte porteña sentó su jurisprudencia en la materia. En resumidas cuentas, dice que las normas que regulan la cuestión habitacional no brindan “un derecho inmediato e irrestricto a obtener una vivienda, los subsidios son medios paliativos que pueden ostentar carácter parcial y temporario, sin que corresponda a los jueces asignarlos”. Aunque lo consideraron un asunto que excede la órbita judicial, dijeron de todos modos que los paradores que ofrece el gobierno porteño para pasar la noche constituyen una respuesta suficiente. El caso “Alba Quintana” es uno de los tantos que se encuentran en la Corte Suprema. El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el Colectivo para la Diversidad (Copadi) presentaron un “amicus curiae” ante la Corte Suprema en el que cuestionan los términos de la resolución del tribunal porteño.

[b]“El derecho a la vivienda es una garantía reconocida en el artículo  31 de la Constitución de la Ciudad, en el 14 bis de la Constitución  Nacional y en el Pacto de Derechos Económicos Sociales y Culturales,  pero no la ofrecen los paradores ni la ayuda momentánea y excepcional”[/b],  dijo Diego Morales, del CELS, para explicar su planteo. “O se sostiene  el subsidio mientras dura la emergencia habitacional o se planifican  alternativas para cada grupo familiar, desde construir casas hasta  promover créditos. Hay que buscar una salida definitiva pero hasta ahora  no ha habido una política que piense en la solución a este problema”,  advirtió.
La Defensoría y las ONG recibieron con elogios la decisión de la  Corte de llamar a una audiencia pública. Luego, a sus señorías se les  viene encima un debate de lo más complejo: [b]definir los alcances del  llamado derecho a la vivienda; qué pasa con quienes siguen en situación  de calle cuando se les termina el subsidio (los excluidos del sistema);  hasta qué punto la Justicia puede meterse con las políticas de un  gobierno y sus prioridades presupuestarias[/b]; [b]qué pasa[/b] –como en este caso–  [b]cuando hay un menor que para colmo padece una enfermedad [/b]y, un punto  sensible, [b]qué pasa cuando quien reclama es una ciudadana de otro país  que vive en territorio argentino.[/b]

EL PAIS › LA CORTE CITO A UN DEBATE PUBLICO SOBRE EL DERECHO A LA VIVIENDA DE UNA MUJER Y SU HIJO DE SEIS AñOS Y ENFERMO
Convocan a una audiencia que no tiene techo

         [i]En una decisión inédita, la Corte convocó a una  audiencia pública para debatir sobre el derecho a la vivienda de una  mujer boliviana y su hijo de 6 años, que se encuentran en situación de  calle. El gobierno de Macri niega que la vivienda sea un derecho.[/i]

Por Irina Hauser

El Superior Tribunal porteño había sostenido que con los paradores que ofrece el Gobierno de la Ciudad es suficiente.

Sonia Yolanda Quisbeth Castro y su hijo de 6 años vivían en la calle. Ella es una madre sola, de nacionalidad boliviana. El nene padece una discapacidad causada por una encefalopatía crónica. Cuando consiguieron el subsidio para familias en situación de calle pudieron irse a vivir a una habitación, pero la ayuda sólo duraba diez cuotas (meses) de 450 pesos cada una, según un decreto del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Y después? Para esa pregunta no había respuesta. En 2008 estaban otra vez a la intemperie, en la intersección entre Pichincha y Brasil. Por eso Sonia, representada por la Defensoría Pública, pidió con un recurso de amparo que se le garantizara “el derecho a una vivienda adecuada”: ganó en primera y segunda instancia, pero todo se dio vuelta en el Superior Tribunal porteño. Su apelación finalmente llegó hasta la Corte Suprema, que, sorpresivamente, resolvió ayer convocar a una audiencia pública para el 15 de septiembre. Allí la Defensoría tendrá que explicar las razones del reclamo y el gobierno de Mauricio Macri deberá decir por qué sostiene que no hay un derecho irrestricto a la vivienda e invoca un límite presupuestario (a pesar de que subejecuta las partidas destinadas a resolver el problema habitacional). Pero la convocatoria, más allá del peliagudo debate, anuncia una decisión de los jueces supremos de intentar definir si, en definitiva, existe tal “derecho a la vivienda” y cómo se garantiza.

El defensor general de la Ciudad, Mario Kestelboim, informó a Página/12 que hay cientos de demandas en trámite similares a la de Sonia. Cerca de cuarenta, señaló, ya están en la Corte. En su mayoría reclaman lo mismo: la garantía del derecho a una vivienda adecuada o, en el caso de que se los incorpore a un plan habitacional, que el subsidio permita efectivamente acceder a pagar el costo íntegro de un alojamiento. Y el reclamo judicial suele venir ante la falta de una respuesta política (o de política habitacional) que no se ciña a dar subsidios limitados en tiempo y montos, como sucede en la actualidad. O a ofrecer los “paradores” para pernoctar, que no admiten grupos familiares y algunos están denunciados por falta de condiciones mínimas de higiene. El reclamo de Sonia tiene el agravante de que su hijo es menor de edad y padece una enfermedad que requiere tratamiento específico. En el máximo tribunal admiten que, aunque se trate de un planteo individual, la solución judicial que le proporcione podría convertirse en “caso testigo” para todos los demás, no sólo en la ciudad de Buenos Aires, sino en las provincias y a nivel nacional.

La Corte suele convocar a audiencia pública cuando tiene un tema a  estudio con implicancias políticas y/o sociales, como éste, y cuya  discusión seguramente dará que hablar. [b]El hecho de abrir el debate ante  la sociedad pondrá al gobierno de Mauricio Macri en la situación de  tener que sincerar una posición que hasta ahora viene traduciendo en  decisiones como: haber gastado apenas el 19 por ciento del dinero  destinado al Instituto de la Vivienda de la Ciudad en el primer semestre  de este año, o sea que la tendencia a la subejecución (el año pasado  ejecutó 44 por ciento) no cambió ni después de las muertes en el Parque  Indoamericano en diciembre[/b]; fomentar los desalojos y acompañar con  frases tales como la que pronunció el propio Macri tras el desalojo en  el Indoamericano, cuando culpó a “la inmigración descontrolada”.

A la audiencia del jueves de la semana próxima están convocados, a  las 10 de la mañana, representantes de la Defensoría Pública  (seguramente irá Graciela Christe, quien se ocupa del caso de Sonia y su  hijo), funcionarios del Gobierno de la Ciudad y el procurador general  de la Nación, Esteban Righi. El procurador porteño, Ramiro Monner Sans,  le dijo a este diario que aún no tienen definido quién irá en nombre de  la administración PRO. Consultado por su posición (ya plasmada en la  causa), dijo: “Recién empezamos a analizar el caso; a veces quienes  reclaman piden cifras no previstas en los subsidios, y a veces lo hacen  porque ya cobraron la totalidad y se les terminó, si después de eso no  hay otra respuesta u ofrecimiento es una decisión política”.

Sonia había conseguido que en primera instancia la jueza Alejandra  Petrella le concediera una medida cautelar en la que disponía que a ella  y su hijo se los debía incluir en “un programa de emergencia  habitacional que asegurara la unidad del grupo familiar”, y luego ordenó  al gobierno porteño que le diera “adecuada asistencia habitacional”  mientras continuara su situación de calle, mediante los subsidios  previstos por decreto o cualquier otro plan equivalente “que resguarde  los fines habitacionales perseguidos”.[b] La administración de Macri apeló:  uno de los argumentos que utilizó es que no hay un derecho liso y llano  a la vivienda y que existe un límite presupuestario que maneja el Poder  Ejecutivo local sobre el cual la Justicia no puede opinar. [/b]La Sala II  de la Cámara en lo Contencioso Administrativo sí avanzó en el análisis  del monto del subsidio y señaló que ante la “acreditada situación de  vulnerabilidad” del grupo familiar, incluso las cuotas de 700 pesos  (fijado por el decreto 960 del 2008, que a su vez añadió exigencias para  recibirlos) “podrían resultar insuficientes”. Condenó entonces otra vez  al Gobierno de la Ciudad a “proveer un subsidio que asegure a la parte  actora un alojamiento en condiciones dignas de habitabilidad (...) hasta  tanto se acrediten nuevas circunstancias que permitan concluir que su  estado de necesidad ha cesado”.

Después de ese fallo, Macri llevó el tema al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, donde encontró una respuesta favorable. El fallo no hizo más que remitirse a uno anterior, conocido como “Alba Quintana Pablo, c/GCBA”, con el que la Corte porteña sentó su jurisprudencia en la materia. En resumidas cuentas, dice que las normas que regulan la cuestión habitacional no brindan “un derecho inmediato e irrestricto a obtener una vivienda, los subsidios son medios paliativos que pueden ostentar carácter parcial y temporario, sin que corresponda a los jueces asignarlos”. Aunque lo consideraron un asunto que excede la órbita judicial, dijeron de todos modos que los paradores que ofrece el gobierno porteño para pasar la noche constituyen una respuesta suficiente. El caso “Alba Quintana” es uno de los tantos que se encuentran en la Corte Suprema. El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el Colectivo para la Diversidad (Copadi) presentaron un “amicus curiae” ante la Corte Suprema en el que cuestionan los términos de la resolución del tribunal porteño.

[b]“El derecho a la vivienda es una garantía reconocida en el artículo  31 de la Constitución de la Ciudad, en el 14 bis de la Constitución  Nacional y en el Pacto de Derechos Económicos Sociales y Culturales,  pero no la ofrecen los paradores ni la ayuda momentánea y excepcional”[/b],  dijo Diego Morales, del CELS, para explicar su planteo. “O se sostiene  el subsidio mientras dura la emergencia habitacional o se planifican  alternativas para cada grupo familiar, desde construir casas hasta  promover créditos. Hay que buscar una salida definitiva pero hasta ahora  no ha habido una política que piense en la solución a este problema”,  advirtió.
La Defensoría y las ONG recibieron con elogios la decisión de la  Corte de llamar a una audiencia pública. Luego, a sus señorías se les  viene encima un debate de lo más complejo: [b]definir los alcances del  llamado derecho a la vivienda; qué pasa con quienes siguen en situación  de calle cuando se les termina el subsidio (los excluidos del sistema);  hasta qué punto la Justicia puede meterse con las políticas de un  gobierno y sus prioridades presupuestarias[/b]; [b]qué pasa[/b] –como en este caso–  [b]cuando hay un menor que para colmo padece una enfermedad [/b]y, un punto  sensible, [b]qué pasa cuando quien reclama es una ciudadana de otro país  que vive en territorio argentino.[/b]

Cuando va a ser el dia que corten las fronteras???

cuando gane biondini

Reforma Constituyente.

Lo sensato en este caso sería decir que si tenés una, cien o mil personas en situación de calle, y no sos capaz de ejecutar ni la mitad del presupuesto con el que contás para darle una solución al problema, sea porque no tenés voluntad política, no tenés los equipos o porque te chupa un huevo, te tenés que ir…

En el caso de ciudadanos extranjeros deberían ser los estados de sus propios países los que financien los alquileres o la construcción de viviendas sociales, por el simple hecho de ser la Argentina un país centro y Bolivia, Paraguay y Chile países perifericos en lo referente a educación, trabajo y salud (dentro de sudamérica). No obstante la constitución no discrimina entre argentinos y extranjeros en lo referente a estos temas.

En lo referente a la CABA es patético todo el circo que arman desde el gobierno de la ciudad. Con la aplicación del presupuesto alcanza para cubrir las necesidades habitacionales de argentinos e inmigrantes. Pero además Macri se llenó la boca hablando de que el mercado iba a contruir viviendas en zona sur y los bancos crear lineas de crédito accesibles por la demanda y el crecimiento de la economía. Nada de eso sucedió, y se planteó el problema de la vivienda desde la óptica de las necesidades de la clase media de Capital.

Destaco como positivo que la Corte Suprema quiera sentar precedentes en cuanto al derecho a la vivienda. No obstante es un tema espinoso porque la vivienda social es en definitiva una propiedad financiada con plata del Estado que lujego puede ser girada a una inmobiliaria cuando el habitante originario recibe el titulo de la propiedad. Es todo un tema.

Le llegan a dar vivienda a esta mujer, y se viene una bataola de extranjeros a Argentina.
Aca tienen todo lo que necesitan sin hacer nada. Pueden cruzar al pais y nosotros les vamos a dar ropa, vivienda, y sueldo.
No tiene solucion este pais

Mamadera…mejor me voy de este thread. Con su permiso.

“…para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.”

:):):slight_smile:

Reforma de la Constitución ya.

Dale, pero ojo que por ahí aprovechamos y metemos cláusula de re re re re elección … :stuck_out_tongue:

Nosotros basamos la consitucion en la gringa.
Que dice la gringa sobre eso ahora?? La modificaron o esta igual que siempre?

No me calienta, metéla pero cerráme las fronteras, ok?.

Nosotros que???

Si hay algo que es 100% diferente al derecho de este pais, es el derecho del comon low.

:mrgreen:

Avisa cuando estes de vacaciones en el exterior¡¡¡ :mrgreen::mrgreen:

Ni hablar, pero tiene razón en que se tomó como modelo la constitución yankee, o no ?

La constitucion argentina no esta basada en la de estados unidos??

De ultima que los manden al campo a laburar que hay lugar, no a la ciudad

Que se reforme pero que el articulo especifique que se aplica al inmigrante negrito y que compren espectrofotometros de absorcion molecular para dilucidar de que punto de negrito para arriba se prohibe el ingreso.