00:00 | RIVER: SEBASTIAN ABREU
“Ya me tocó hacerle goles a Boca”El Loco está feliz y dice que ya siente una pelotita en el estómago por su debut en el superclásico. “Hoy soy referente y no se puede andar vendiendo humo”.
A Boca hay que sorprenderlo?
–Y… No sé. Soy una persona cautelosa y no quiero quedar preso de mis palabras.
–¿Pero lo viste jugar?
–Sí, vi el partido contra Racing porque los otros no los pasaron acá, en Mardel.
–¿Y?
–Y, ¿qué? :lol: :lol:
–¿Cuáles son sus puntos más débiles?
–Hemos sacado conclusiones, pero no quiero decir nada porque si no mañana aparezco en la tapa de todos los diarios diciendo que la defensa de Boca es muy mala y no me interesa entrar en ese juego.
–Pero tu opinión es importante…
–Seguro, como la de todos. Pasa que con los años uno cambia. Y yo ya no quiero pisar el palito.
De loco, a Sebastián Abreu sólo le queda el apodo. Está rodeado de grabadores y micrófonos, tiroteado de todos lados. Sus piernas no se ven en medio de cables y anotadores. Pero él no se confunde. No entra en ninguna. A los 31 años, piensa cada palabra y si la dice es porque está convencido de que es la adecuada. "Cuando sos joven no te importa nada y hablás sin cuidado. Pero ya no tengo 22 años. Hoy soy referente. Y sé que no se puede andar de joda todo el día o vendiendo humo", se justifica. Pero esa responsabilidad, justamente, lo obliga a dar la cara. Y aunque trata de evitar bombazos dialécticos, tener enfrente a Boca hace que se le escape algún chasquiboom. “Son partidos hermosos. Todos los clásicos te marcan para bien o mal. Y éste no será la excepción. Ya tengo esa pelotita en el estómago, la ansiedad porque empiece. ¿Cómo me fue con Boca? Y… Ya me tocó hacerle goles a Boca. En torneos de verano, en Tandil, en campeonatos oficiales…”.
–¿Y se puede repetir?
–Vamos a ver. Quizá canso con lo mismo, pero hoy la satisfacción grupal no se compara con la individual.
–Es decir que cambiás un gol con tal de ganar…
–Si el equipo juega muy bien, ganamos, pero a mí no me toca convertir, voy a estar muy feliz. Seguro.
–¿Y no es un riesgo para ustedes debutar justo en un superclásico?
–No. Si no probamos cómo andamos en los partidos importantes, siempre nos va a quedar la intriga.
–Bueno, pero jugar con el 3-3-3-1 es novedoso.
–Pará, lo primero es que llevamos tres semanas practicándolo. No es que el Cholo se levantó un día y se le ocurrió jugar así. Y lo segundo es que no vamos con sólo un punta, eh.
–Uno solo de área.
–En realidad River va a jugar con cuatro atacantes. Tres un poco retrasados y uno como eje de ataque que hará de nexo con los que vienen de atrás.
–Vos.
–Yo o al que le toque. Es una propuesta interesante. Muy ofensiva.
–Te entusiasma.
–Seguro. Hay que tener circulación del balón, triangulación y, sobre todo, agresividad cuando tenemos el balón. Si hacemos las cosas bien, vamos a tener muchos duelos mano a mano. Y no hay que fallar.
–¿Juegan como espera el hincha de River?
–Queremos que el hincha se identifique con nosotros. Por suerte el técnico conoce el paladar del hincha y, por eso, pensamos en el arco de enfrente.
–Antes de llegar al arco de Boca vas a encontrarte con un conocido.
–Julio Cáceres, un amigo.
–¿Y quién va a ganar?
–Vamos a ver. Julio es un jugador de selección, top, mundialista. Fuimos compañeros en Tigres.
–Insisto: ¿quién se tiene que cuidar de quién?
–No sé, no sé. Yo lo conozco bien, él me conoce bien, pero la pelota no nos conoce a ninguno. Veremos con quién se queda, ja, ja. :lol:
Enfrentarse con un Boca completo y candidato no lo asusta. Si bien mira desde arriba y sin ganas de meterse en el folclórico cruce entre Ortega, Riquelme y Palermo, el uruguayo disfruta de que Ischia ponga todo. “Uno siempre quiere jugar el partido más importante y ante los mejores. Y tanto en Boca como en River habrá excelentes futbolistas”, avisa. Y aunque vuelve a levantar la guardia para que no lo encuentren con la mandíbula floja, cuenta que está sorprendido por el trabajo de Simeone. “No es que sea alcahuete de los técnicos, pero siento que es un entrenador que me dejará muchas cosas positivas. Sus entrenamientos son distintos, recrea situaciones que se pueden dar en la cancha. No entrena por entrenar. Eso es bueno”.
–¿Y qué otras cosas te sorprendieron de River?
–El poder de convocatoria que tiene. Y no me refiero sólo a la gente que va a la cancha. Salís a la calle y los hinchas desbordan todo. En los entrenamientos, en el hotel, en todos lados tenés hinchas esperándote. Igual, creo que el momento sublime va a ser cuando salgamos a la cancha.
–¿Esperás algún recibimiento especial?
–No, ya no me preocupo por esos detalles. Ojalá que la gente de River se haga sentir. Siempre es clave para los jugadores.
–Pero no podés dudar de que a vos casi que ya te adoptaron. Donde vas se escucha el “uruguayo”.
–Sí, y lo agradezco. Aunque si el recibimiento es bueno, malo, si existe o no existe, no me vuelve loco. Tengo que entrar a la cancha y responderles a mis compañeros.
–¿Te sentís líder?
–Me siento uno más de un gran grupo.
–¿Se terminaron las divisiones en el plantel?
–Antes de venir escuché muchas cosas, que el grupo estaba hecho bolsa y nada que ver. La realidad es muy diferente.
–¿Y cuánto tenés que ver vos en todo eso?
–No sé. Uno intenta ayudar. Yo siempre dije que a los compañeros hay que defenderlos como hermanos porque el beneficio de ellos va a ser el mío.
–Es decir que ganándole a Boca ganan todos.
–Seguro. Siempre es así.
–¿En serio que no querés debutar con un gol?
–Si uno puede aportar goles o no dependerá de las situaciones que tengamos y de que uno tenga la contundencia necesaria para saber aprovecharlas.
–Mirá que no es un partido más para nadie.
–Lo sé, quedate tranquilo. Pude jugar varios clásicos. Quizá aún no tengo el parámetro exacto del River-Boca, pero ya llegará.
–Bueno, entonces a Boca hay que pisarlo, ¿no?
–Ja, ja. Chau, nos vemos después del partido. Ahí volvemos a hablar.
Muy bien por Abreu en no darle un titulo pedorro a estos muchachos de Olé, la verdad siempre me cayo bien pero hoy en dia con esta madurez y ambicion, mejor me cae. Ojala no se quede en palabras y lo plasme en la cancha, conmigo arranca con credito.
[Saludos]