Hace rato que no escribía. Incluso dejé de hacerlo antes que River saliera campeón, en parte por cuestiones personales y en parte por cierto fastidio que me provoca mucho de lo que se escribe y dice sobre el mundo River.
Desde ya conocen mi oposición a la gestión horrorosa de la actual comisión directiva del club y en particular a la figura de Aguilar. Ahora bien, a veces no por lo desagradable que resulte un personaje sus frases o pensamientos dejan tener cierta cuota de verdad.
Hace un tiempo el “bueno” de José María dijo que teníamos un espíritu autodestructivo. Y probablemente no sea un divague de JM, empezando porque tal afirmación tiene su sustento en que el socio de River lo eligió a él como presidente no una, sino dos veces. Mayor capacidad de autodestrucción que esa difícilmente se supere.
Pero no nos quedamos en eso y vamos por mas. Muchos están agazapados esperando que al tipo que ,después de 4 años de papelones sitemáticos, aporta su laburo y sus convicciones en pos de un objetivo que finalmente se conquista, se le de vuelta el bote para chapotear sobre su cadáver. Es insólito pero real. Se cuestiona cualquier estupidez con tal de justificar una estupidez mayor. Se amparan y usan la enfermedad de un ídolo para crear focos de conflicto, se santifican y se alteran cual viejas santurronas por las fotos en un semanario o su presencia en TV. En fin, tal comportamiento fácilmente puede explicarse en el contexto de un país donde algunos salen con la cacerola indignados por la pilcha o el maquillaje que usa el mandatario de turno como si ello influyera en su buen o mal desempeño.
Quien puede suponer que Simeone puede estar feliz con la salida de Ortega de River? Si Simeone hubiera propiciado su salida le hubiera dado la cinta de capitán? Hubiera tolerado las palabras de Ariel hacia su persona y restituído la confianza? Ojo soy Orteguista de la primera hora, fanático del futbol, la picardía y el talento de Ariel. Pero no como vidrio y entiendo que la situación de Ariel genera conflictos. Ojalá Ariel la rompa en Mendoza, pero antes que nada quiero y espero que se recupere de su enfermedad y difícilmente creo que lo vaya a hacer cobijado por quienes manipularon de la manera mas vil su salida. Lo que mas me preocupa es que hay gente que pretende seguir usándolo para obtener réditos futuros y lo enarbolan como estandarte importándoles tres cuernos la salud de Ariel.
Estoy convencido que el nombre fue Simeone, pero pudo ser Borghi, Bielsa, sultano o mengano. La situación sería semejante y subyace a una bíblica espera de los mesías que van a venir a liberarnos del monstruo de siete papadas. Y allí convergen las dos “religiones” inmaculadas y enfrentadas … enfrentadas?. Los devotos de Don Ramón y los testigos del Kaiser recitando los proverbios de sus sagradas escrituras. Mientras nosotros, los herejes a tales creencias y que solo creemos en River por sobre todas las cosas, vemos como cualquier expresión ajena es considereda un herejía y se la prepotea y desmerece aun cuando se hizo cargo de aquello que los mesías incendiaron o le escaparon.
Repito. El nombre fue Simeone pero pudo ser otro y hubiera pensado exactamente lo mismo. Muchos están poniendo sus gustos por encima de River y esperando que el barco se hunda para que finalmente se destruya un proceso que nos devolvió algo de la dignidad perdida. Alguna vez el gran Tato Bores retrucó en pleno monólgo, al decir que él no estaba tan de acuerdo con su libretista sobre que “los argentinos no nos merecíamos el país que tenemos”. Yo me atrevo a dudar también sobre si los hinchas de River no nos merecemos el presente que vivimos.
Saludos
Ariel Santillan