A 30 años de la Guerra de las Malvinas

Este 2 de Abril se van a cumplir 30 años del inicio de una guerra que nunca debió haberse llevado a cabo. Abro este espacio para comenzar a conmemorar, revivir y homenajear a quienes participaron de ellas, ya sea con videos, fotos o historias y testimonios de quienes fueron contemporáneos a aquellos años tan oscuros.

Empiezo con este poema que creo que ya postié un par de veces en el foro, pero que es uno de mis preferidos

Juan López y John Ward

Les tocó en suerte una época extraña.

El planeta había sido parcelado en distintos países, cada

uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un

pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una

mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios,

de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los

cartógrafos, auspiciaba las guerras.

López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil;

Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father

Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.

El otro profesaba el amor de Conrad, que le había

sido revelado en una aula de la calle Viamonte.

Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara

a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los

dos fue Caín, y cada uno, Abel.

Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los
conocen.

El hecho que refiero pasó en un tiempo que no

podemos entender.

Jorge Luis Borges.

Este 2 de Abril se van a cumplir 30 años del inicio de una guerra que nunca debió haberse llevado a cabo. Abro este espacio para comenzar a conmemorar, revivir y homenajear a quienes participaron de ellas, ya sea con videos, fotos o historias y testimonios de quienes fueron contemporáneos a aquellos años tan oscuros.

Empiezo con este poema que creo que ya postié un par de veces en el foro, pero que es uno de mis preferidos

Juan López y John Ward

Les tocó en suerte una época extraña.

El planeta había sido parcelado en distintos países, cada

uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un

pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una

mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios,

de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los

cartógrafos, auspiciaba las guerras.

López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil;

Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father

Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.

El otro profesaba el amor de Conrad, que le había

sido revelado en una aula de la calle Viamonte.

Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara

a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los

dos fue Caín, y cada uno, Abel.

Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los
conocen.

El hecho que refiero pasó en un tiempo que no

podemos entender.

Jorge Luis Borges.

Un clásico sobre las Malvinas ese poema. A veces pienso que a Borges es mejor recordarlo por su literatura que por sus posturas políticas aunque ese texto es lindo y muy políticamente correcto.

La página de MSN hizo un especial sobre los 30 años del conflicto. De ahí saque esta nota.

[LEFT][SIZE=4]Pilotos argentinos en Malvinas, protagonistas de una hazaña
[/SIZE]

Hace 30 años fueron la sorpresa de la guerra de Malvinas: privados de tecnología de punta, los pilotos argentinos lograron en vuelos rasantes la hazaña de dejar fuera de combate a una quincena de navíos británicos.
[FONT=arial][FONT=arial]Hace 30 años fueron la sorpresa de la guerra de Malvinas: privados de tecnología de punta, los pilotos argentinos lograron en vuelos rasantes la hazaña de dejar fuera de combate a una quincena de navíos británicos.
Se conocen muy bien los daños causados por los misiles Exocet lanzados desde los aviones Super Etendard, ambos franceses, a unos 40 km de los buques británicos.
Pero no es tan conocida la hazaña de los bombardeos en vuelo rasante, saludados por el héroe francés de la Segunda Guerra Mundial Pierre Clostermann y estudiado en todas las escuelas de guerra del mundo.
Los pilotos argentinos habían encontrado la fisura para escapar a los radares: volar a 10 metros por encima de las olas.
La lista de buques hundidos o dejados fuera de combate con misiles o bombas es larga: los destructores “Sheffield”, “Coventry”, “Antrim”, “Glasgow”, las fragatas “Antelope”, “Ardent”, “Plymouth”, “Argonaut”, los navíos de desembarco “Sir Galahad”, “Sir Tristam” y el mercante “Atlantic Conveyor”, entre otros.
“Nos conocíamos mucho todos”, dijo a la AFP Pablo Carballo, 64 años, como si ahí radicara el secreto de la Escuela de Aviación Militar de Córdoba (centro), cuna de pilotos, donde este héroe creyente, recatado y cálido regresó a dar clases después del conflicto bélico.
“Cuando nos decían, cayó éste, murió aquél, ya sabíamos que era un amigo y quién era la viuda y quiénes los huérfanos”, recordó mientras caminaba a través del parque de la Escuela.
La Fuerza Aérea argentina perdió 36 oficiales, 14 suboficiales y cinco soldados durante la guerra de las Malvinas, que se extendió del 2 de abril al 14 de junio de 1982.
Carballo da una clase sobre “armas semi-automáticas” frente a jóvenes de primer año, pero más que nada les da lecciones de vida.
Según él, conocerse bien es fundamental para saber cómo reaccionará el otro en una situación crítica. Conocer al mecánico, también, ya que sin él nada sería posible.
“El 27 de mayo (de 1982) fui alcanzado en seis lugares diferentes del avión. Había un agujero grande como un melón”, contó y destacó que “al otro día estaba impecablemente arreglado. Habían pasado toda la noche trabajando con el frío, el viento y la helada”.
Sin embargo, atacar la flota de una potencia mundial parecía una misión imposible.
“Era como tratar de atacar con una piedra a una persona que tiene un revolver”, ilustró Carlos Rinke, quien tenía 26 años durante la guerra en la que fue compañero de combate de Carballo.
Sobre la mesa de su casa de Córdoba, Rinke despliega los mapas escritos con marcador rojo, que eran utilizados como si fueran computadoras de a bordo.
“Era precario todo. No teníamos radares que nos dijeran dónde estaban los aviones enemigos. No teníamos ninguna defensa aire-aire, ningún misil contra los (aviones británicos) Sea Harrier”, recordó Rinke.
“Con Carballo estuve en el ataque a la ‘Broadsward’ y al ‘Coventry’. Fue a mar abierto”, recordó Rinke mostrando una foto, tomada por un británico, de sus aviones acercándose de frente bajo una lluvia de proyectiles. El “Coventry” se hundió, el “Broadsward” quedó dañado.
Además, era fundamental la cuestión del silencio al acercarse al enemigo.
“Yo soy más bien callado y sabía que si hablaba por radio podía ser detectado. Pero estaba el que hablaba y no podía dejar de hablar”, dijo Rinke.
A diferencia de los aviones A-4 de Carballo y Rinke, que eran abastecidos en vuelo, el Mirage Dagger de Mario Callejo, de 60 años, disponía de breves instantes para bombardear antes de regresar a la base, a unos 500 km de las islas.
“Nuestra principal arma era la velocidad”, contó Callejo en Buenos Aires, pero “tirábamos desde tan bajo que las bombas impactaban antes de los tres segundos y la espoleta no se activaba”.
Pilotos y mecánicos reemplazaron entonces el “cono de penetración” de acero de las bombas por otro de madera, así lograron que se rompa en el momento del impacto, aumentando las chances de que la bomba explote adentro de la nave.
“Nosotros demostramos que el factor humano puede compensar el atraso tecnológico”, afirmó Callejo.

[/FONT][/FONT]Pilotos argentinos en Malvinas, protagonistas de una hazaña - MSN Noticias
[FONT=arial]
[/FONT][/LEFT]

Medio jipi ese poema, no jodamos. De exigir nuestra soberanía, poco y nada.

Prefiero mil veces el Borges de los cuentos de compadres y malevos.

//youtu.be/9cxe0hZXDR8

Hay monumento a cada uno…hasta tenemos monumento a los españoles y estos héroes de Malvinas no tienen ni uno…

Cabe aclarar que la guerra empezó el 2 de mayo con el hundimiento del Crucero General Belgrano, lo que se conmemora el 2 de abril es el desembarco de tropas argentinas en las islas.

exactamente… creo que en el desembarco hubo una baja argentina, la de Pedro Giachino

Capitán de Corbeta Pedro Giachino, es recordado como la primera baja en el conflicto bélico.
En su momento había trascendido que tambien había caído un soldado argentino, que mi vieja me pidió le busque el nombre porque no le gustaba que sólo se recuerde al de mayor jerarquía, pero definitivamente Giachino es el único fallecido el 02/04/1982.

Si hubo alguien en la literatura argentina que no fue politicamente correcto, ese fue borges. Borges se arrepintió publicamente de haber festejado el golpe militar a la inútil de isabel perón, y fue viejo, ciego y hecho mierda a presenciar el juicio a las juntas. Y escribió más de un texto fustigando a la junta militar, no sólo ese poema.

Ya 30 años de la guerra más estúpida que recuerde la humanidad. Producto de los delirios de un borracho hijo de mil puta y de una sociedad hipócrita que con efusión se los festejó. Todavía seguimos sin reconocer como corresponde a los ex combatientes.

Tenés alguno de esos textos, o los títulos al menos ?

Encontré esto:

El día que el escritor argentino Jorge Luis Borges asistió a la sala donde se juzgaban a las Juntas Militares escribió una crónica para la agencia española EFE. Se llamó “Lunes, 22 de julio de 1985”.

Éste es el texto completo:

Por Jorge Luis Borges

“He asistido, por primera y última vez, a un juicio oral. Un juicio oral a un hombre que había sufrido unos cuatro años de prisión, de azotes, de vejámenes y de cotidiana tortura. Yo esperaba oír quejas, denuestos y la indignación de la carne humana interminablemente sometida a ese milagro atroz que es el dolor físico. Ocurrió algo distinto. Ocurrió algo peor. El réprobo había entrado enteramente en la rutina de su infierno. Hablaba con simplicidad, casi con indiferencia, de la picana eléctrica, de la represión, de la logística, de los turnos, del calabozo, de las esposas y de los grillos. También de la capucha. No había odio en su voz. Bajo el suplicio, había delatado a sus camaradas; éstos lo acompañarían después y le dirían que no se hiciera mala sangre, porque al cabo de unas “sesiones” cualquier hombre declara cualquier cosa. Ante el fiscal y ante nosotros, enumeraba con valentía y con precisión los castigos corporales que fueron su pan nuestro de cada día. Doscientas personas lo oíamos, pero sentí que estaba en la cárcel. Lo más terrible de una cárcel es que quienes entraron en ella no pueden salir nunca. De éste o del otro lado de los barrotes siguen estando presos. El encarcelado y el carcelero acaban por ser uno. Stevenson creía que la crueldad es el pecado capital; ejercerlo o sufrirlo es alcanzar una suerte de horrible insensibilidad o inocencia. Los réprobos se confunden con sus demonios, el mártir con el que ha encendido la pira. La cárcel es, de hecho, infinita. De las muchas cosas que oí esa tarde y que espero olvidar, referiré la que más me marcó, para librarme de ella. Ocurrió un 24 de diciembre. Llevaron a todos los presos a una sala donde no habían estado nunca. No sin algún asombro vieron una larga mesa tendida. Vieron manteles, platos de porcelana, cubiertos y botellas de vino. Después llegaron los manjares (repito las palabras del huésped). Era la cena de Nochebuena. Habían sido torturados y no ignoraban que los torturarían al día siguiente. Apareció el Señor de ese Infierno y les deseó Feliz Navidad. No era una burla, no era una manifestación de cinismo, no era un remordimiento. Era, como ya dije, una suerte de inocencia del mal. ¿Qué pensar de todo esto? Yo, personalmente, descreo del libre albedrío. Descreo de castigos y de premios. Descreo del infierno y del cielo. Almafuerte escribió: Somos los anunciados, los previstos si hay un Dios, si hay un punto Omnisapiente; ¡y antes de ser, ya son, en esa Mente, los Judas, los Pilatos y los Cristos! Sin embargo, no juzgar y no condenar el crimen sería fomentar la impunidad y convertirse, de algún modo, en su cómplice. Es de curiosa observación que los militares, que abolieron el Código Civil y prefirieron el secuestro, la tortura y la ejecución clandestina al ejercicio público de la ley, quieran acogerse ahora a los beneficios de esa antigualla y busquen buenos defensores. No menos admirable es que haya abogados que, desinteresadamente sin duda, se dediquen a resguardar de todo peligro a sus negadores de ayer.”

Sí, en mi casa. No me acuerdo los títulos, pero los busco y te los paso.


Tremendo.

.[i]

De las muchas cosas que oí esa tarde y que espero olvidar, referiré la que más me marcó, para librarme de ella. Ocurrió un 24 de diciembre. Llevaron a todos los presos a una sala donde no habían estado nunca. No sin algún asombro vieron una larga mesa tendida. Vieron manteles, platos de porcelana, cubiertos y botellas de vino. Después llegaron los manjares (repito las palabras del huésped). Era la cena de Nochebuena. Habían sido torturados y no ignoraban que los torturarían al día siguiente. Apareció el Señor de ese Infierno y les deseó Feliz Navidad. No era una burla, no era una manifestación de cinismo, no era un remordimiento. Era, como ya dije, una suerte de inocencia del mal.
[/i]

El cabo Jacinto Eliseo Batista de los comandos anfibios conduce prisionero a un grupo de Royal Marines tras la rendición británica.

Terrible fotaza…

Una foto que nos marco a los que vivimos la guerra. Siento que no hay otra foto que esa, aunque haya miles y peores.

Que paradoja, hoy en el colegio lei este poema de Borges

//youtu.be/cQnpxcmV4Ho

//youtu.be/eDDmKBJHSZI

//youtu.be/IXd1vg759sw

//youtu.be/-HAN0QZFrA8

//youtu.be/Y5_iTanVLDg

//youtu.be/ayuEBHFXpgU

//youtu.be/caX28Z6W414