A 10 años del estallido popular

Ok.

listo, eso era todo lo que quería que se entienda… nunca dije que no eran justificados, simplemente que hubo un fogoneo previo… si lees lo que posteé desde el primer momento, vas a ver que era así, lo que pasa es que es muy dificil discutir con gente fanatizada, que piensa que porque desarrolla determinada actividad, se va a llevar el mundo por delante, que la razón siempre va a estar de su lado… yo la verdad, no creo tener la razon absoluta en nada ni me importa, simplemente doy mi opinion, sin querer convencer a nadie, cada uno es dueño de decir lo que mejor le parezca…

Capaz no se entendió mi postura porque de entrada el primer comentario del thread fue una descalificación y no se pudo dar un debate mejor que uno compuesto de chicanas berretas y agresiones. Pero bueno, yo no abro más threads porque me satura la soberbia, el ataque personal, el prejuicio y la descalificación, cuando la idea era simplemente recordar y compartir lo que le pasó a esta gente que quería defender al país.

Es que está mas que claro que el 19 se produjeron dos manifestaciones totalmente distintas: los saqueos mañana y tarde y la manifestación a la noche movilizada por un discurso impresentable de De La Rúa.
Esa noche yo estaba sin luz en casa y por los quilombos que hubo a la tarde estaba escuchando radio. Todos los programas en vivo sacaban oyentes que decían que en distintos puntos de la Capital se producían cacerolazos y alrededor de las 22 comenzaron marchas espontáneas en dirección a Plaza de Mayo reclamando la renuncia de Cavallo.

A la mañana me despierto con la novedad de la renuncia del Ministro de Economía y con gente aún en la Plaza. Mi vieja me pide por favor que no vaya a laburar (menos mal), que me quede que iba a haber lío, llamé al laburo y seguí por tele todo lo que pasó el 20.

La primera parte de Memoria del saqueo, de Pino Solanas, trae este episodio como introducción

//youtu.be/CyTkn376dWo

La verdad que no, lo que hiciste fue negar la participación de la clase baja, diciendo que te parecía “demasiada casualidad” que se sumaran a una supuesta protesta “de la clase media”. Lejos está de lo que dijo Matias_Carp con quien comparto 100% en todo su mensaje. Y después te fuiste por las ramas con un ataque personal, bastante choto, pero bueno, la querés seguir encima, yo ya te dije que no tengo ningún interés.

acá emitimos opiniones, no venimos a reclutar gente para la UB, porque si yo quiero eso, me voy a la UB, porque ahí voy a estar en el entorno correcto… pero si voy a utilizar el discurso de la UB en el foro, obviamente que se van a armar despelotes de todo tipo, nos va a parecer que el otro nos está chicaneando y visceversa… que se yo, si nos gusta el durazno, a veces nos vamos a tener que comer la pelusa tambien…


no fue mi intencion un ataque personal Belen, ya te pedí disculpas por eso… pero no me cerró eso que dijiste que “a partir del 2003, 2004 ya se acabaron los muertos”… no se me pareció medio tendencioso y un poco falto de objetividad eso…

Muy diferente es la cita que inventaste con respecto a la verdadera.
“Nadie reclamó nada después? Y Maxi, Darío, qué les pasó? Por qué se murieron? Siguió la organización, tanto de la clase media como de la clase baja. Tantos las asambleas barriales como los movimientos sociales. Siguió muriendo gente, siguió el movimiento piquetero. Recién se fue contrarrestando a partir del 2003/2004 cuando se reactivó la economía.”

No fue una descalificacion tampoco, no seas TAN susceptible.

Sí fue, porque yo pongo una lista de gente que dejó la vida ahí, no es joda, el primer comentario algo de respeto tiene que guardar. Decir “ah sí el estallido provoado por Duhalde”, es desmerecer la lucha de toda la gente que fue a poner el cuerpo ahí. Y lo peor es que me tildás de susceptible cuando yo jamás en la vida voy a meterme a faltarle el respeto a ninguna opinión, y menos sobre el cadáver de más de treinta personas. Por eso la discusión no la puedo dar en mejores términos, cuando se está negando el mérito a estos “nadies”, como dice Pino Solanas, que dieron su vida por el país. Mínimo se puede opinar con respeto y considerando más al otro.

está bien, fue una percepcion errónea la mía, surgida del hecho de que los únicos muertos que nombraste fueron los producidos bajo los gobiernos de de la rua y duhalde y no los que se produjeron durante el gobierno de CFK, que tambien los hubo… me pareció muy poco objetivo eso, lo repito… igual, creo que ya quedó aclarado esto y no da para mas me parece… te pido disculpas de nuevo.

Te acepté tus disculpas y después la seguiste, no sé qué querés que te diga. Sí me pronuncié por un montón de cosas, siempre me pronuncio por Luciano, me pronuncié por Mariano Ferreyra es más FUI A LA MARCHA al día siguiente, me pronuncié por Christian el compañero del Mocase. Nadie se pronunció por los chicos que terminaron heridos en la asunción de Scioli y yo no toqué el tema porque sé que a partir de eso se vienen distintos ataques, así que me abstengo de opinar como de muchas cosas acá. Las discusiones se pueden dar en términos de debate pero cuando se extienden a un ataque personal obviamente me voy a molestar. Ya está igual, ni es necesario que te disculpes porque no soy nadie para pedir que me pidan perdón por una opinión, pero terminémosla de una vez :mrgreen:

bueno está bien, cambiemos de tema… Belu, que tenes que hacer el viernes a la noche? :lol:

GENTE QUE DEJO LA VIDA, mamita, estos tipos fueron pobres personas que necesitaban los mismos de siempre, porque la historia lamentablemente se escribe con sangre, a de la rua lo podian hacer renunciar sin matar a nadie, estos tipos lamentablemente fueron utilizados para que el golpe sea letal.
Como siempre, tanto que repiten la historia, la historia te enseña sola, con sola observarla te das cuenta que estos malnacidos necesitaban sangre, y la necesitaban ese dia.

Uno que no dejó la vida.

Quién es Pocho

Concepción.

Claudio Lepratti nació el 27 de Febrero de 1966 en Concepción del Uruguay, Provincia de Entre Ríos.

Hijo de Orlando Lepratti y Delis Bell, el mayor de los seis hermanos Lepratti: Osvaldo, Laura, Martín, Celeste y Camilo.

Su familia vive en Colonia los Ceibos que queda a pocos kilometros de Concepción del Uruguay.

Cursó la escuela primaria en la Escuela Nº 30 “Alejandro Aguado” y la escuela secundaria en el Colegio “Santa Teresita” de Concepción del Uruguay, perteneciente a la orden Salesiana.

Entre 1983 y 1985 estudió Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral como alumno libre. Durante estos mismos años Claudio se desempeñó como cooperador salesiano.

En 1986 ingresa como seminarista en el Instituto Salesiano “Ceferino Namucurá” de la localidad de Funes (Santa Fe) y elige la carrera religiosa de “hermano coadjutor”.

Rosario.

Cinco años mas tarde, abandona el seminario y se radica definitivamente en la ciudad de Rosario. Su primer domicilio es en el Barrio Ludueña donde empieza a participar activamente en las organizaciones de base durante más de treinta años vino promoviendo el Padre Edgardo Montaldo, el referente religioso, social y ético que encontró Pocho Lepratti en su búsqueda de llevar al terreno de las realidades su opción por los pobres.

La militancia social.

Pocho entre otras tantas actividades, participó y promovió la formación de una veintena de grupos de niños y jovenes de las barriadas de Rosario.

Entre los grupos que creó y coordinó en el barrio Ludueña se encuentran la Coordinadora Juvenil de la Vicaria Corazón del Barrio Ludueña. La Vagancia (este fue el primer grupo que formó). Los Gatos, Los Pelos Duros, Grupo San Cayetano, Los Piqueteros de Lourdes LPDL, Los Ropes, y La Murga de los Trapos, agrupación que surgió por la iniciativa de la Vagancia.

También participó en instancias de coordinación con otros grupos como la revista El Angel de Lata, El Movimiento Chicos del Pueblo, y con todas las comunidades eclesiales de Base, como Poryajhú (“pobres” en guaraní), y agrupaciónes que atienden problemáticas especificas de genero en esas comunidades, como Desde el Pie.

En el mismo barrio Ludueña Claudio promovió la realización de campamentos y talleres de formación.

Fue un promotor de grupos de huertas orgánicos y cría de pollos a través de su participación en el ProHuerta.

Colaboró en la multiplicación de Talleres en los barrios, en el marco de los cuales, se formarongrupos de mujeres y jóvenes en temáticas como prevención de salud, y tareas como la producción de jabón, fabricación de hornos y desarrollo de comedores comunitarios, etc.

Ideó junto a los adolescentes y jóvenes del barrio, los periódicos LA NOTA y LA NOTITA, los cuales eran realizados por los propios pibes a través de la participación en talleres de comunicación popular.

Participó en proyectos de prevención del VIH/SIDA, particularmente en el proyecto “VIH/SIDA y el Mundo del Trabajo” que coordinó acciones durante más de un año con el apoyo de la PROMUSIDA de la Municipalidad de Rosario, proyecto que articulara los esfuerzos de organizaciones como la CTC, AMMAR, ATE, CTA, CEDIS, EISEA, SERPAJ, PMSIDA y posteriormente la Biblioteca Popular Pocho Lepratti.

Integró la pastoral juvenil, y en su esfuerzo por formarse y compartir las experiencias de organización y lucha popular de nuestra zona, participó en un centenar de encuentros nacionales en internacionales como los Seminarios de Formación Tecnológica, los cuales se realizan habitualmente cada año. También compartió encuentros y congresos culturales del Partido Socialista Popular.

En el año 2001 viajó al seminario del Cesep de Brasil, el que se encontró con algunas del las más importantes experiencias de organización y lucha popular de América Latina, por ejemplo las desarrolladas por las comunidades eclesiales de Base de Brasil, el Movimiento de los Sin Tierra, el Zapatismo del Estado de Chiapas en el sur de México, el Centro Memorial Martín Luther King de Cuba, y un centenar de militantes de base de otros países.

Militancia gremial y laburo.

En su actividad gremial fue delegado de Base, congresal provincial de ATE, y congresal de la CTA.

Claudio militó y acompañó activamente la organización de la lucha en solidaridad con los trabadores en conflicto a trabes de movilizaciones, instalación de capas de protesta, huelgas, etc.

Trabajó en el Centro Crecer Nº19 y dando clases en la escuela Luisa Mora de Olguin, de barrio Ludueña, conocida por la comunidad como “la escuela del Padre Edgardo Montaldo” - ya que el Padre Montaldo quien junto a los primeros jóvenes y vecinos del barrio que se acercaron a trabajar junto a él, soñaron y lucharon hace mas de treinta años para construirla -.

Trabajó también en la Cocina Centralizada de Rosario desde fines de 1992 hasta diciembre de 1996, cuando despues de un duro conflicto de los trabajadores no docentes de los comedores escolares, - entre los que Pocho jugaba un papel importante en la organización - el conflicto culminó cuando se logró que el Gobierno Provincial tomara a los trabajadores despedidos, entre los que se encontraba Pocho, y a partir de entonces pasó a desempeñarse como personal no docente de comedores escolares en la Escuela 756 del barrio Las Flores, hasta el día en que lo asesinaron.

( extraido de ¡Pocho Vive! - Biblioteca Popular Pocho Lepratti - Rosario )

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Las últimas horas de Pocho Lepratti, una de las víctimas de la represión
POR PABLO CALVO
Era el mayor de seis hermanos y militaba en los barrios pobres de Rosario. Estaba en el techo de un colegio cuando una bala policial le perforó la garganta. Pero su recuerdo se transformó en símbolo de los reclamos contra la impunidad.
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ÉL Y LA BICI. EL POCHO LEPRATTI PEDALEABA MÁS DE 20 KILÓMETROS DIARIOS POR LAS BARRIADAS ROSARINAS. AQUÍ, SONRÍE ENTRE MALVONES Y UN PÓSTER DEL CHE.
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ROSARIO. ENVIADO ESPECIAL - 19/12/11
Aquí arriba, en el techo de esta escuela, Claudio Lepratti conoció a la muerte. Al frente se ven tres árboles, un caballo, una ruta y, a la derecha, el sol en viaje hacia el otro hemisferio. Es la misma hora, el mismo contraluz, los mismos compañeros del Pocho ayudando a trepar. El aroma que viene del comedor es inconfundible: habrá pollo para la cena. Es extraña esta terraza, porque en el lugar exacto de la ausencia, el aire se arremolina , el silencio se consume y la línea de tiempo se vuelve indómita. Es cuando el pasado regresa. Y explota…

“Paren de tirar, hijos de mil putas, hay chicos acá”, les grita Lepratti a los lobos azules que reprimen el estallido en el barrio Las Flores, donde la gente se lleva lo que puede, de donde sea. La frase vuela por el aire y comienza una transformación romántica, con destino de canción. Pero en ese momento, 19 de diciembre de 2001, se estampa contra la omnipotencia de un policía novato, que cuenta con la venia de sus jefes y del poder político para disparar.

Esteban “Ticky” Velázquez tiene una beba de tres meses y un nene de cinco años. Anda con la plata justa desde que, hace dos semanas, se impuso el corralito. Vive a 32 kilómetros de Rosario y le gusta rezar. Es evangelista, nieto de fundadores espirituales de Arroyo Seco, y planea levantar un centro de rehabilitación para adictos a las drogas. Ya de chico quería ser policía o bombero. Esa mañana, antes de salir a patrullar, limpió el chupete de la nena y acarició el pelo de su hijo. Horas después, con esas mismas manos, se aferró a una escopeta . Y jaló el gatillo.

Claudio “Pocho” Lepratti también rezó antes de pedalear desde su casa hormiga en el barrio Ludueña hasta la escuela Mariano Moreno, un trayecto de 40 minutos, que justo hoy –mientras el Gobierno en Buenos Aires mata y se derrumba– está lleno de barricadas. Tiene 35 años y varias enamoradas, pero aún no se casó, porque intuye que la vida en pareja puede ser fantástica, pero le quitaría tiempo para su tarea social.

Hecho sopa por el calor, transpirada su barba rubia de Cristo en bermudas , comienza a picar cebollas, tomates y pimientos para el menú del día: bifes a la criolla . Graciela Capelano, la cocinera titular, le hace bromas, pero en la calle hay extrema tensión. Rosario es una ciudad de ideas tomar y las barriadas son volcanes.

Hincha de Racing entre “leprosos” y “canallas” , seminarista sin imaginarse cura, Pocho llegó ahí desde Concepción del Uruguay, Entre Ríos, donde la televisión sólo captaba canales uruguayos, uno de Fray Bentos y otro de Paysandú. Criado entre los compases de la murga y las letras prohibidas de Zitarrosa, ayudó a cuidar a sus cinco hermanos menores, Laura, Osvaldo, Celeste, Martín y Camilo. Es Celeste, de ojos verdes, la que más lo admira. El es fortaleza; ella, tenuidad.

El sobrenombre del hermano mayor podía haber sido otro, pues “Chicho” le decían en la primaria y “Perrínti” entre los salesianos, por sus escasas habilidades para jugar al fútbol, un señuelo esencial para evangelizar a los chicos en las villas. Ninguno de esos apodos hubiera ayudado a la construcción de un mito. Prefirió que le dijeran “Pocho”, como a Perón.

Cebaba mate con una pava grande, para que en la ronda entraran todos. Dibujaba vikingos y rasgueaba la guitarra, sin pasar de un Re, un Mi y un La mayor, ese tono que se logra con tres dedos juntitos.

En 1985, se instaló en Ludueña, un barrio de obreros ferroviarios que empezaba a recibir desocupados. El pasto se puso alto y el párroco Edgardo Montaldo necesitaba ayuda en su lucha de Quijote por la justicia social.

Lepratti fundó el grupo La Vagancia , que contenía a los jóvenes en madrugadas de charlas, pickles y expresiones culturales.

Repartió semillas, gallinas y conejos , como parte del programa Crecer, que promovía estrategias de supervivencia familiar.

Un día se pintó los labios y le preguntó a Natalia, La Flaca: –¿Sabés hacer esto? –Y sí, claro que sé dar besos ¿por qué me preguntás? –Quiero que me ayudes a estamparlos en todos estos volantes con las actividades de la semana. La gente los va a leer más así.

Y Nati, una sonrisa andante, se pasó la tarde besando panfletos junto al barbudo pintarrajeado que había tenido la ocurrencia de adornar la agitación popular con huellas de carmín.

Profesor de Filosofía y Ciencias de la Educación, militante de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), ayudante de cocina experto en guisos, predicador de la Biblia entre chicos perdidos, activista incansable, Pocho “estaba apuntado” , dice Varón, cantor descalzo, otro de sus amigos. Lo estaba, al menos, por el destino.

Es 19 de diciembre. La última pedaleada, las cebollas picadas, Graciela que lo mira, tiros que llueven desde el camino de Circunvalación, los chicos en el patio, falta para que coman, la tos seca de los lanzagases. Pocho que sube a este techo. Ticky que llega en un patrullero con dos más. La frenada brusca, las puteadas, el tiro, los tiros. Una bala de plomo que entra en la garganta de Lepratti, la sangre que le brota. Encubridores que tratan de tapar todo. La parodia de un enfrentamiento. El acta falsificada. Graciela que, atormentada por el dolor y casada con un policía honesto que actúa como inspector de zona, reconoce a Velázquez como uno de los autores y lo denuncia en Tribunales. La cárcel para él, la impunidad para los que dieron las órdenes, el gobernador Carlos Reutemann que ni se inmuta. El viento que se arremolina y trae la escena hasta hoy, diez años después… Velázquez –el asesino , según todas las instancias de la Justicia de Santa Fe– atiende un puesto de panchos y hamburguesas en la plaza principal de Arroyo Seco. Cara a cara con Clarín , defiende su inocencia (ver “Tiré un tiro…).

“Y sí, agarré y tiré un tiro, pero con bala de goma. A este pobre muchacho lo mató una de plomo, que entró de arriba hacia abajo. Yo estaba en el suelo y él, en el techo, así que el disparo vino de otro lado. Yo no fui. Quise llamar a la ambulancia, pero dos policías me dijeron: ‘Callate, pendejo’ ”, alega este hombre de 36 años, uno más de los que vivió Lepratti .

Cumplió 9 años, 4 meses y 6 días de su condena original a 14 años de prisión , gastó 20 mil pesos en abogados, salió por buena conducta (los amigos de Lepratti dicen que fue un preso VIP ) y estará en libertad condicional hasta el 26 de diciembre de 2015, a las 12.30 horas .

Su hija tiene 10 años, recién ahora lo está conociendo. Su hijo, de 15, pregunta qué pasó.

Celeste Lepratti tomó las banderas de su hermano. Es docente y milita en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Rosario. Hoy, llegará a la ciudad del río marrón pedaleando desde Capitán Bermúdez, en reclamo de Justicia. Tiene los brazos de una bailarina y la fuerza de una tormenta. Está furiosa porque no hay nadie preso. Está triste porque la mateada con su hermano se tornó irrepetible. Está por llorar, pero sus hijos la distraen. La clave está en los segundos nombres. El de tres años se llama Simón Claudio , el de 10 meses, Severino León , por Gieco, el trovador que canta “El Ángel de la Bicicleta” , la canción que implora: “Bajen las armas/que aquí sólo hay pibes comiendo” .

El último escrito

Apareció estos días entre papeles viejos. Dice allí el Pocho Lepratti: “El camino es árido y desalienta, como dice alguna canción. Tratar algo en grupo, ponernos de acuerdo, tolerarnos en la discusión (si llega a discusión), aceptar lo que se decide , hacerse cargo. Grandes aventuras por las que pasamos y seguimos pasando, muchas veces no porque querramos, sino porque no nos queda otra”. Formaba parte de una sistematización de experiencias sociales.

Aver mas clarito.
Esa gente no son heroes, son victimas.
Esa gente no dejo la vida, A ESA GENTE SE LA SACARON.
Pudimos ser yo, vos, aquel, o aquellos, siemplemente ese dia sacudieron, porque lo necesitaban.

Ni siquiera lees, es triste, quedate con esa opinión triste. El flaco dio la cara y gritó PAREN DE TIRAR HIJOS DE PUTA, ACÁ HAY SÓLO PIBES COMIENDO. Por eso se murió, no porque era un boludo que mandaron a una marcha.

Belen, no entendiste ni un poquito lo que quiso decir juancin, porque estas enfrascada en luchar contra fantasmas que no existen, o por lo menos no estan presentes en este tema.

Es lo que trate de explicarte yo desde que empezo el thread. El quilombo se magnifico PORQUE LO MAGNIFICARON, PORQUE TIRARON DE LA PIOLA HASTA QUE SE ROMPIO y murio un monton de gente inocente que fue a hacer reclamos completamente validos y sinceros. ESA es la culpa que recae sobre Duhalde y todos los hijos de puta que se aprovecharon de la situacion (aclaro, tambien sobre el hijo de puta de De La Rua, me parece que eso esta fuera de discusion).

No veo la falta de respeto, ni como insulta la memoria de los que murieron ese dia decir que los saqueos fueron provocados por punteros duhaldistas, eso fue una realidad.

Totalmente distintos los pensamientos, ojala algun dia entiendas el aparato peronista que tanto pregonas, y sino mala suerte.