¿Y dónde está Coco?

[b]El 30 de junio venció el contrato de Ameli. Es libre, pero no busca club: el fútbol ya es parte de su pasado


[/b]Muy lejos del fútbol, el ex defensor pasa sus días en el mayor anonimato posible.

[LEFT]El beso a Leonardo Astrada en el entretiempo de Central-Colón es una de sus últimas imágenes futbolísticas. Ese 16 de abril del 2006, Horacio Ameli jugó sin saberlo su partido despedida. Luego de que el propio Astrada lo borrara del plantel de River por su conflicto personal con Eduardo Tuzzio, el Coco pasó seis meses a la sombra, entrenándose sin compañías antes de pasar a préstamo al club que lo vio nacer. Culpa de la inactividad, sólo estuvo en cinco partidos del Clausura 06, el que marcó el final de su carrera en la práctica. En lo formal, lleva apenas 25 días como un ex. ¿Cómo? Sí, el contrato que lo unía con River recién finalizó el 30 de junio pasado.

¿Y dónde está Coco? ¿Buscando club para seguir? ¿Entrenándose con los libres? Nada de eso. El fútbol ya es parte del pasado del defensor. “No le da pelota al fútbol. No sabe quién juega, cómo salen los partidos, nada”, cuenta uno de sus amigos. ¿Qué hace, entonces? A los 34 años, se dedica a sus emprendimientos inmobiliarios. Invirtió en un edificio en Rosario, donde vive, pero su principal preocupación está en Villa Pehuenia, una pequeña localidad de 800 habitantes. Allí compró un gran terreno en el que está construyendo un complejo de cabañas que estaría listo para el año que viene. Este nuevo centro turístico, ubicado sobre el lago Aluminé, en la Cordillera neuquina, es sede de inversiones de muchos famosos, como Mario Pergolini, entre otros.

Mientras cobra los últimos documentos que River le entregó hace un tiempo para pagarle el contrato que habían firmado, la única relación que mantiene Ameli con el fútbol es su participación en Santa Fe FC, el club que fundó en julio del 2005 junto con Roberto Trotta, Gabriel Amato, Ariel Garcé y Carlos Martín Mazzoni. Si bien no participa en la actividad diaria de los equipos (tienen Primera, Inferiores e Infantiles), el Coco siempre se preocupa por el funcionamiento y cada tanto da una vuelta por la ciudad para ver algún partido.

“Está como viviendo unas largas vacaciones, descomprimiendo un poco de todo lo que acumuló en su carrera”, explica alguien cercano al zaguero que tuvo dos etapas en River. Llegó de la mano de Manuel Pellegrini (con quien había sido campeón en San Lorenzo) a comienzos del 2003 y se quedó hasta junio del 2004, cuando se fue al América de México. Un semestre después lo repatriaron y le compraron el pase. Firmó hasta junio del 2008, pero en cinco meses explotó su conflicto con Tuzzio. A pesar de eso, siguieron formando la zaga central hasta la eliminación de la Libertadores en la semifinal contra Boca. Luego, Astrada le bajó el pulgar. Merlo lo indultó en su conferencia de prensa de presentación y al día siguiente dio marcha atrás por pedido del plantel.

Fue el principio del fin.

FUENTE:
Olé
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[b]El 30 de junio venció el contrato de Ameli. Es libre, pero no busca club: el fútbol ya es parte de su pasado


[/b]Muy lejos del fútbol, el ex defensor pasa sus días en el mayor anonimato posible.

[LEFT]El beso a Leonardo Astrada en el entretiempo de Central-Colón es una de sus últimas imágenes futbolísticas. Ese 16 de abril del 2006, Horacio Ameli jugó sin saberlo su partido despedida. Luego de que el propio Astrada lo borrara del plantel de River por su conflicto personal con Eduardo Tuzzio, el Coco pasó seis meses a la sombra, entrenándose sin compañías antes de pasar a préstamo al club que lo vio nacer. Culpa de la inactividad, sólo estuvo en cinco partidos del Clausura 06, el que marcó el final de su carrera en la práctica. En lo formal, lleva apenas 25 días como un ex. ¿Cómo? Sí, el contrato que lo unía con River recién finalizó el 30 de junio pasado.

¿Y dónde está Coco? ¿Buscando club para seguir? ¿Entrenándose con los libres? Nada de eso. El fútbol ya es parte del pasado del defensor. “No le da pelota al fútbol. No sabe quién juega, cómo salen los partidos, nada”, cuenta uno de sus amigos. ¿Qué hace, entonces? A los 34 años, se dedica a sus emprendimientos inmobiliarios. Invirtió en un edificio en Rosario, donde vive, pero su principal preocupación está en Villa Pehuenia, una pequeña localidad de 800 habitantes. Allí compró un gran terreno en el que está construyendo un complejo de cabañas que estaría listo para el año que viene. Este nuevo centro turístico, ubicado sobre el lago Aluminé, en la Cordillera neuquina, es sede de inversiones de muchos famosos, como Mario Pergolini, entre otros.

Mientras cobra los últimos documentos que River le entregó hace un tiempo para pagarle el contrato que habían firmado, la única relación que mantiene Ameli con el fútbol es su participación en Santa Fe FC, el club que fundó en julio del 2005 junto con Roberto Trotta, Gabriel Amato, Ariel Garcé y Carlos Martín Mazzoni. Si bien no participa en la actividad diaria de los equipos (tienen Primera, Inferiores e Infantiles), el Coco siempre se preocupa por el funcionamiento y cada tanto da una vuelta por la ciudad para ver algún partido.

“Está como viviendo unas largas vacaciones, descomprimiendo un poco de todo lo que acumuló en su carrera”, explica alguien cercano al zaguero que tuvo dos etapas en River. Llegó de la mano de Manuel Pellegrini (con quien había sido campeón en San Lorenzo) a comienzos del 2003 y se quedó hasta junio del 2004, cuando se fue al América de México. Un semestre después lo repatriaron y le compraron el pase. Firmó hasta junio del 2008, pero en cinco meses explotó su conflicto con Tuzzio. A pesar de eso, siguieron formando la zaga central hasta la eliminación de la Libertadores en la semifinal contra Boca. Luego, Astrada le bajó el pulgar. Merlo lo indultó en su conferencia de prensa de presentación y al día siguiente dio marcha atrás por pedido del plantel.

Fue el principio del fin.

FUENTE:
Olé
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Para lo que preguntaban por Ameli… - Foro Monumental - River Plate

Cierro, amigo, ya lo veníamos debatiendo acá.

Abrazos, Martín.