La tetra rabonaLa Séptima, con un golazo de Lamela, ganó y dio la vuelta: cuarto título de River en las Inferiores. FEDERICO ROZENBAUM | frozenbaum@ole.com.ar
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PURO TALENTO DE ERIK LAMELA, QUIEN FUERA SEDUCIDO POR EL BARCELONA. ASÍ METIÓ EL 4-1.
Erik Lamela, el del recordado affaire con el Barcelona, elude al arquero rival una vez que el juez de línea marcó el offside. El de Gimnasia le dice de todo. Lamela no contesta. Bah, no contesta de palabra. En la jugada siguiente, cara a cara, se la pica. Y de rabona. Gol. Chapeau. Es el 4-1 de la Séptima de River, cuarto título del año. Un rato antes daba la vuelta la Novena. La semana anterior, la Octava. La otra, la Sexta. Ahora, festeja una categoría de categoría.
Así finalizó un año histórico para las Inferiores de River. No hay registros cercanos con semejante supremacía. Uno de los delegados del semillero, el Negro Aguirre, dinosaurio en el mundo de los pibes, recuerda seis títulos en la década del 60 pero sin grandes aportes a Primera. Ahora el futuro presenta una invitación a la esperanza. La 92 ganó en Novena, Octava y, ahora, Séptima. Este año, además, se consagró en un torneo internacional en Mar del Plata y en otro en Chelsea. Tiene ocho de sus integrantes en la Sub 17. Desde el punta Keko Villalba hasta el central Alejandro Espinoza, y pasando por volantes como Gonzalo Olid y Adrián Cirigliano, se observan talentos en potencia. Al técnico Gustavo De la Llera, a su ayudante Juanjo Borrelli y al profe Diego Mirabella les brota el orgullo: los pibes estaban cinco puntos debajo de Banfield, pero ganaron los últimos seis partidos. Y a festejar.
Lo de la Novena también es valioso. Si una categoría entra al mundo de las Inferiores con una base ganadora, tiene servido el plato para el futuro. Esto es lo que mostraron los chiquilines de la 94, que venían de ser campeones en 2007 en Infantiles. Comandados por Ricardo De Angelis (campeón por tercer año seguido), le sacaron la ventaja a Boca en las últimas dos fechas. Y, lógico, la dedicatoria del título parece cantada. “Otra vez será, otra vez será…”. En medio de esa montaña humana estaban el Gato López, Luguito Lugo, el Viejo Fernández, Plasma Romero, Winnie Pugh, el Peca Decia, Sifón González, Cabeza Andrada, el Mono Argañaraz y el Peludo Márquez.
Los chicos tuvieron un merecido premio por tanta gloria. ¿Euros? ¿Dólares? ¿Acciones? ¿Autos? No. Una camiseta para cada campeón. O sea, un pedazo de algodón y de poliéster que, abajo, sigue dando orgullo transpirar. Fuente La tetra rabona