El suboficial sería fanático de “Eclip’c” y varios testigos lo habrían señalado en el lugar de los incidentes, junto a otro de sus camaradas, ambos a bordo de un automóvil. Ayer, la Policía continuaba tomando testimonio a quienes presenciaron los incidentes.
Cabe aclarar que “yiyo y los chicos 10” y “Eclipc” son dos bandas locales de Corrientes que mueven mucha gente, y los seguidores, “barras” de ambos grupos musicales, se llevan mal y cada vez provocan mas desastres.
“Crónica de una muerte más que anunciada”
El conflicto entre los seguidores de “Yiyo” y “Eclip’c” no es nuevo, la rivalidad de las bandas, fomentada en parte por los mismos líderes de los grupos, viene desde hace varios años, con consecuencias de todo tipo.
En los últimos 3 años, la Policía reportó más de una veintena de ataques entre los seguidores de ambas bandas. Botellazos, peleas a golpes de puño, apuñalados y baleados, fueron los antecedentes de la tragedia. El llamado de atención era más que evidente, la muerte de alguno de los fanáticos estaba siendo anunciada y, pese a todo lo hecho, los “seguidores” continuaron haciendo de las suyas
Las suspensiones de los recitales de las bandas ayudó, en parte, a parar aquella locura, aunque solo duró dos semanas, luego todo volvió a la anormalidad. Los esmerados esfuerzos de las fuerzas policiales, con sus operativos sorpresivos, sumaron una cuota de alivio social, pero las interminables caravanas de motoqueros jamás se detuvieron.
Nada se respeta. Para ellos, las normas sociales de convivencia y las de tránsito parecieran estar hechas para romperse. Sabiendo que gozan de total impunidad, atraviesan avenidas y barrios de la capital correntina. Trascienden los límites de la ciudad y llegan hasta las ciudades más alejadas, todos a bordo de sus motos, camioentas y automóviles. La consigna es llegar y estar como se pueda. Extrañamente, todo indica que tanto “Yiyo” como Eduardo Alvarez, los líderes de cada banda, parecieran estar ajenos a la rivalidad que mantienen sus seguidores. De hecho, hasta aparecieron públicamente dándose la mano.
Por el bien de la comunidad, alguna autoridad competente debería frenar esta locura que, lejos de calmarse, presagia más enfrentamientos sangrientos. Una venganza jurada.
Los seguidores de ambas bandas
Video de los seguidores