Un nuevo modelo desafía a River y Boca

Es probable que el mal momento de River y Boca no responda sólo a algo circunstancial, sino que sea el reflejo de un cambio de condiciones generales que los está afectando y se mantendrá en el tiempo. Alcanzó un tercio del fixture para que se despidieran de la lucha por el título y que la clasificación a la Copa Libertadores se convirtiera en un Himalaya.

Boca y River no tienen una posición dominante en la competencia interna. Deben poner las barbas en remojo y reconsiderar seria y profundamente el modelo sobre el que históricamente sustentaron su poder futbolístico. ¿Cómo hicieron River y Boca para repartirse en la era profesional, desde 1931, la obtención de la mayor cantidad de títulos locales? Esta supremacía sobre el resto se debió a dos vectores: las divisiones inferiores y la capacidad económica y de seducción para atraer a los mejores jugadores del medio local.

De esos dos postulados, uno ya no rige. River y Boca ya no pueden pasarle el rastrillo al mercado interno para quedarse con las individualidades más destacadas. El contexto cambió mucho y deja a Boca y River en situación de debilidad ante otros clubes que se fortalecieron y ante los oportunistas que modificaron la dinámica del negocio.

Hasta hace un tiempo, la progresión habitual era que los jugadores que asomaban con buenas condiciones en otros equipos recalaran en River o Boca como posible paso intermedio a un salto a Europa. Esa secuencia es cada vez más infrecuente. En primer lugar, hay clubes que deportivamente crecieron lo suficiente y no aceptan que sus joyas, más allá del aspecto económico, pasen a reforzar a los competidores directos. ¿Alguien apuesta un centavo a que Otamendi, Cristaldo, Salvio o Blanco irán antes a River o a Boca que a Europa?

El otro obstáculo es la injerencia de empresarios y representantes que aceleran los tiempos con cantos de sirenas económicos en clave de dólares y euros para los jugadores. En otra época, Bernardello y Pastore, por citar dos destacados de la última temporada, habrían cumplido con la más alta escala local antes de llegar a España e Italia, el destino actual de ambos.
Ante este panorama, ¿qué les queda a los dos buques insignia internos? Reforzar mucho la provisión de las divisiones inferiores y ser muy cuidadosos de la valoración de lo que se tiene. Por nombrar sólo un ejemplo, River tiene que sentir como un fracaso la vuelta de Almeyda mientras Méndez, formado en su casa y aprovechado por Central, es uno de los mejores volantes centrales del torneo. Boca no tiene que desprenderse tan ligeramente de Forlín, Roncaglia, Bertolo. Ambos deben asumir la nueva realidad que les toca. Si no lo hacen, cada vez les costará más recuperar el lugar de referencia que ocuparon.

canchallena.com*

Es probable que el mal momento de River y Boca no responda sólo a algo circunstancial, sino que sea el reflejo de un cambio de condiciones generales que los está afectando y se mantendrá en el tiempo. Alcanzó un tercio del fixture para que se despidieran de la lucha por el título y que la clasificación a la Copa Libertadores se convirtiera en un Himalaya.

Boca y River no tienen una posición dominante en la competencia interna. Deben poner las barbas en remojo y reconsiderar seria y profundamente el modelo sobre el que históricamente sustentaron su poder futbolístico. ¿Cómo hicieron River y Boca para repartirse en la era profesional, desde 1931, la obtención de la mayor cantidad de títulos locales? Esta supremacía sobre el resto se debió a dos vectores: las divisiones inferiores y la capacidad económica y de seducción para atraer a los mejores jugadores del medio local.

De esos dos postulados, uno ya no rige. River y Boca ya no pueden pasarle el rastrillo al mercado interno para quedarse con las individualidades más destacadas. El contexto cambió mucho y deja a Boca y River en situación de debilidad ante otros clubes que se fortalecieron y ante los oportunistas que modificaron la dinámica del negocio.

Hasta hace un tiempo, la progresión habitual era que los jugadores que asomaban con buenas condiciones en otros equipos recalaran en River o Boca como posible paso intermedio a un salto a Europa. Esa secuencia es cada vez más infrecuente. En primer lugar, hay clubes que deportivamente crecieron lo suficiente y no aceptan que sus joyas, más allá del aspecto económico, pasen a reforzar a los competidores directos. ¿Alguien apuesta un centavo a que Otamendi, Cristaldo, Salvio o Blanco irán antes a River o a Boca que a Europa?

El otro obstáculo es la injerencia de empresarios y representantes que aceleran los tiempos con cantos de sirenas económicos en clave de dólares y euros para los jugadores. En otra época, Bernardello y Pastore, por citar dos destacados de la última temporada, habrían cumplido con la más alta escala local antes de llegar a España e Italia, el destino actual de ambos.
Ante este panorama, ¿qué les queda a los dos buques insignia internos? Reforzar mucho la provisión de las divisiones inferiores y ser muy cuidadosos de la valoración de lo que se tiene. Por nombrar sólo un ejemplo, River tiene que sentir como un fracaso la vuelta de Almeyda mientras Méndez, formado en su casa y aprovechado por Central, es uno de los mejores volantes centrales del torneo. Boca no tiene que desprenderse tan ligeramente de Forlín, Roncaglia, Bertolo. Ambos deben asumir la nueva realidad que les toca. Si no lo hacen, cada vez les costará más recuperar el lugar de referencia que ocuparon.

canchallena.com*

Muy bueno!

Abrazo!

[b]Muy bueno campeon… es extraño… pero bueno… con el tiempo se pueden evidenciar malas administraciones en ambos clubes… que hacen llegar a los equipos a ésta situación… por el lado de la bosta… lo veo más entendible… viene de ganar todos en los ultimos años y hay un punto en el que cualquier equipo deja de ganar todo.
Por el lado de RIVER, creo que se han robado todo, han administrado como el culo, la proyección no ha sido buena y bueno, los resultados están a la vista.

saludos[/b]

Muy bueno!!

No olvidarse la credibilidad que se perdio culpa de que aguilar los pocos jugadores que trajo los pago como quizo o no los pago (Galmarini)
Y para mi, a todo jugador lo seduce jugar en river o en la b:porc: todavia hoy en dia.

Esta muy bueno…pero creo que el momento de boca es diferente,es mas por un tema de que necesita renovar su vieja estructura basada en “rikelme,palermo,bataglia ibarra,pato abondansieri…”.Economicamente parece ser mas solido ademas ,hay algunos temas internos de celos parece de bianchi,dirigentes entre si+ bostile…
Lo de river es ya apocaliptico…:cry:.

river y boca hoy en dia no se pueden comparar, river esta cayendo cada vez mas hondo mientras que la bosta esta en una crisis… hoy en dia somos de lo peor por donde se lo mire

Se ha perdido tanta credibilidad, prestigio que realmente costara para levantarnos y más de lo que lleguemos a imaginarnos, por qué acá hipotetizamos sobre los desfalcos, pero vos ve a saber el real saldo ROJO de river hoy en día . mamiiita ¡¡