Un futuro "Messi" a Brasil

Un futuro “Messi” a Brasil

Gremio, de Porto Alegre, se aseguró el pase de Lautaro Magliotti, un mediocampista izquierdo argentino de sólo 12 años, en otra muestra de que la voracidad imperante en el mundo del fútbol ya no es patrimonio exclusivo de los poderosos clubes europeos.
Un grupo empresarial, cuya cabeza visible es Fabio Torales, un hombre que no se dedica al fútbol, se contactó con el padre de Lautaro, Daniel Magliotti, un arquitecto a cargo de la organización socioambiental “Prema Ecología”, y en menos de un mes quedó sellada su transferencia a la institución gaúcha.
“Soñaba con ir a Brasil y se me hizo realidad”, confesó Lautaro en un diálogo exclusivo con Télam en el living de su casa, ubicada en el barrio porteño de Villa Crespo, donde vive junto a su papá Daniel (46 años), su mamá Patricia, quien no quiso dar su edad, y su hermana Magalí (17).
“Al fútbol siempre jugaba con mi papá, hasta que llegué al club Nueva Generación (a los 7 años), donde empecé a competir. Después fui creciendo y con el tiempo decidí que quería ser jugador”, explicó.
“Si yo tuviese que elegir entre el seleccionado argentino y el brasileño, me quedo con este último. Me gusta mucho más el fútbol que juegan y sienten ellos que el jugamos y sentimos nosotros. No dudaría en nacionalizarme”, agregó el chico que nació el 21 de enero de 1995 en la Capital Federal.
Lautaro Magliotti se sumó, así, a una larga lista de jugadores que a temprana edad fueron “captados” por clubes extranjeros, en su mayoría europeos, como el rosarino Lionel Messi, los boquenses Cristian Ledesma, Fabricio Coloccini, Fernando Forestieri, Oscar Trejo y Martín Acevedo, y los riverplatenses Erik Lamela y Leandro Depetris, entre otros.
Pero tanto él como su padre aclaran que la idea de ir a jugar al fútbol brasileño no pasa por lo “económico” y que la intención de Gremio no es “robarle” a un futbolista a All Boys, equipo con el que tiene un contrato firmado hasta diciembre de 2008.
“Porque aún a esa edad hay arreglos de ese tipo con los clubes”, aclara Daniel.
“No pienso en salvarme con mi hijo. De hecho, con mis proyectos me voy a hacer rico yo antes que él. Pero sé que Lautaro tiene el sueño de ser futbolista y me comprometí a hacérselo realidad. Todo esto lo hago por él, no por mí”, explica el padre del jugador.
Sin embargo Daniel es consciente de que All Boys puede hacer pesar el hecho de tener los derechos federativos de Lautaro, aunque no dudaría en ejercer la patria potestad para cumplir el sueño de su hijo.
La otra posibilidad es que el club brasileño, que tiene en sus divisiones inferiores a otros dos argentinos (un misionero y un ex Racing), le ofrezca a la entidad de Floresta un 20 por ciento de una futura venta, tal como hizo con un chico brasileño que jugaba en Ferroviario, un club paulista.
“Tengo contacto con los dirigentes de All Boys. Aún no hablé de este tema, aunque la idea de Gremio no es robarles a Lautaro. No será un caso Carlos Tevez”, anticipó Daniel Magliotti refiriéndose al conflictivo paso de All Boys a Boca Juniors.
Lautaro Magliotti empezó su corta carrera futbolística a los 7 años en el club de baby Nueva Generación (un año en FEFI) y luego la continuó en Villa Malcolm (dos años en FAFI), Añasco (un año en FAFI), Kimberley, un subsidiario de Boca (un año en FAFI) y Allende, filial de River (actual en FAFI).
Y desde el año pasado jugó en cancha de once para Boca (desde enero y hasta agosto de 2006, captado por el ojo avizor del prestigioso Ramón Maddoni), River (desde agosto hasta octubre de 2006) y en All Boys (desde enero de 2007 hasta la actualidad).
“Todo se dio muy rápido para él. El 7 de octubre viajamos por primera vez a Porto Alegre y volvimos una semana más tarde. Ahora tenemos que volver a volar en la segunda quincena de diciembre, pero con toda la familia. Le van a hacer todos los exámenes médicos y empezará a desandar su camino en el fútbol brasileño”, precisó Daniel Magliotti.
Y así será como Lautaro, un zurdo de 1,65 metros de altura, fanático de River (su ídolo es Javier Mascherano) y adorador del técnico Ramón Díaz, cuyos formadores fueron Néstor Graciani -hermano de Alfredo, el ex Boca- y Ariel Ributtini, quienes lo dirigieron en Añasco, además del mencionado Maddoni en su paso por Boca, se convertirá en otro diamante argentino que se apropiarán clubes extranjeros, pero con la certeza y las ganas de querer estar donde está.

http://www.lacapitalnet.com.ar/hoy/Deportes/Noticias/200711072420.html

Qué desastre, en la mierda que se está convirtiendo el fútbol. La culpa viene de arriba, no puede ser que ni el padre se de cuenta de eso, está cegado y sacando cuentas de cuanto va a ganar con el hijo…

Asco me da…

Un futuro “Messi” a Brasil

Gremio, de Porto Alegre, se aseguró el pase de Lautaro Magliotti, un mediocampista izquierdo argentino de sólo 12 años, en otra muestra de que la voracidad imperante en el mundo del fútbol ya no es patrimonio exclusivo de los poderosos clubes europeos.
Un grupo empresarial, cuya cabeza visible es Fabio Torales, un hombre que no se dedica al fútbol, se contactó con el padre de Lautaro, Daniel Magliotti, un arquitecto a cargo de la organización socioambiental “Prema Ecología”, y en menos de un mes quedó sellada su transferencia a la institución gaúcha.
“Soñaba con ir a Brasil y se me hizo realidad”, confesó Lautaro en un diálogo exclusivo con Télam en el living de su casa, ubicada en el barrio porteño de Villa Crespo, donde vive junto a su papá Daniel (46 años), su mamá Patricia, quien no quiso dar su edad, y su hermana Magalí (17).
“Al fútbol siempre jugaba con mi papá, hasta que llegué al club Nueva Generación (a los 7 años), donde empecé a competir. Después fui creciendo y con el tiempo decidí que quería ser jugador”, explicó.
“Si yo tuviese que elegir entre el seleccionado argentino y el brasileño, me quedo con este último. Me gusta mucho más el fútbol que juegan y sienten ellos que el jugamos y sentimos nosotros. No dudaría en nacionalizarme”, agregó el chico que nació el 21 de enero de 1995 en la Capital Federal.
Lautaro Magliotti se sumó, así, a una larga lista de jugadores que a temprana edad fueron “captados” por clubes extranjeros, en su mayoría europeos, como el rosarino Lionel Messi, los boquenses Cristian Ledesma, Fabricio Coloccini, Fernando Forestieri, Oscar Trejo y Martín Acevedo, y los riverplatenses Erik Lamela y Leandro Depetris, entre otros.
Pero tanto él como su padre aclaran que la idea de ir a jugar al fútbol brasileño no pasa por lo “económico” y que la intención de Gremio no es “robarle” a un futbolista a All Boys, equipo con el que tiene un contrato firmado hasta diciembre de 2008.
“Porque aún a esa edad hay arreglos de ese tipo con los clubes”, aclara Daniel.
“No pienso en salvarme con mi hijo. De hecho, con mis proyectos me voy a hacer rico yo antes que él. Pero sé que Lautaro tiene el sueño de ser futbolista y me comprometí a hacérselo realidad. Todo esto lo hago por él, no por mí”, explica el padre del jugador.
Sin embargo Daniel es consciente de que All Boys puede hacer pesar el hecho de tener los derechos federativos de Lautaro, aunque no dudaría en ejercer la patria potestad para cumplir el sueño de su hijo.
La otra posibilidad es que el club brasileño, que tiene en sus divisiones inferiores a otros dos argentinos (un misionero y un ex Racing), le ofrezca a la entidad de Floresta un 20 por ciento de una futura venta, tal como hizo con un chico brasileño que jugaba en Ferroviario, un club paulista.
“Tengo contacto con los dirigentes de All Boys. Aún no hablé de este tema, aunque la idea de Gremio no es robarles a Lautaro. No será un caso Carlos Tevez”, anticipó Daniel Magliotti refiriéndose al conflictivo paso de All Boys a Boca Juniors.
Lautaro Magliotti empezó su corta carrera futbolística a los 7 años en el club de baby Nueva Generación (un año en FEFI) y luego la continuó en Villa Malcolm (dos años en FAFI), Añasco (un año en FAFI), Kimberley, un subsidiario de Boca (un año en FAFI) y Allende, filial de River (actual en FAFI).
Y desde el año pasado jugó en cancha de once para Boca (desde enero y hasta agosto de 2006, captado por el ojo avizor del prestigioso Ramón Maddoni), River (desde agosto hasta octubre de 2006) y en All Boys (desde enero de 2007 hasta la actualidad).
“Todo se dio muy rápido para él. El 7 de octubre viajamos por primera vez a Porto Alegre y volvimos una semana más tarde. Ahora tenemos que volver a volar en la segunda quincena de diciembre, pero con toda la familia. Le van a hacer todos los exámenes médicos y empezará a desandar su camino en el fútbol brasileño”, precisó Daniel Magliotti.
Y así será como Lautaro, un zurdo de 1,65 metros de altura, fanático de River (su ídolo es Javier Mascherano) y adorador del técnico Ramón Díaz, cuyos formadores fueron Néstor Graciani -hermano de Alfredo, el ex Boca- y Ariel Ributtini, quienes lo dirigieron en Añasco, además del mencionado Maddoni en su paso por Boca, se convertirá en otro diamante argentino que se apropiarán clubes extranjeros, pero con la certeza y las ganas de querer estar donde está.

http://www.lacapitalnet.com.ar/hoy/Deportes/Noticias/200711072420.html

Qué desastre, en la mierda que se está convirtiendo el fútbol. La culpa viene de arriba, no puede ser que ni el padre se de cuenta de eso, está cegado y sacando cuentas de cuanto va a ganar con el hijo…

Asco me da…

ojala ni llegue a primera

¿A Gremio? Ni que fuera el Manchester…

“Soñaba con ir a Brasil”? andate a cagar pendejo de mierda, ojala termines en algun equipo pedorro del ascenso boliviano.

es jugado, muchos se te pueden pinchar…

que se rompa todo el padre, es un hdp, dejame de joder, no me quiero volver rico con mi hijo dice, eso es mentira.

lo q se deberia hacer pero fifa ni empedo lo hace, es q siga existiendo la patria potestad, xq es un derecho de las personas hacia sus hijos menores, pero que no puedan jugar al futbol de las asociaciones, que juegue en el baby, que juegue en clubes no afiliados a la asociacion del pais o en ligas no asociadas mejor dicho, etc. Esa es la solucion, si te dicen que el chico quiere jugar al futbol le decis, que juegue, pero no puede competir en los clubes asociados vas a ver como se quedan.