En Inglaterra y Uruguay las ligas de fútbol empiezan el sábado su recorrido; entre los millones que se invierten en la Premier y el modesto mercado uruguayo aflora un milagro: que la celeste tenga mejor ranking FIFA
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[li]Los campos relucientes, las tribunas llenas, las grandes estrellas. Danza de millones. En libras. La Liga inglesa, la mejor del planeta, comienza el sábado una nueva temporada al mismo tiempo que del otro lado del océano larga el Apertura del Campeonato Uruguayo. [/li]
Dos mundos. Mientras Manchester City desembolsó 38 millones de libras por Sergio “Kun” Agüero, en el fichaje más caro de la temporada en Inglaterra, Alexander Medina fue la vedette del mercado de pases del fútbol uruguayo.
El traspaso del Cacique generó un duro enfrentamiento entre dirigentes de River Plate y Nacional. ¿Cuánto le pidió River al tricolor para rescindirle el contrato al delantero? US$ 30 mil. Nacional hizo una contrapropuesta de US$ 15 mil y ahí siguió una intrincada negociación en la que el jugador terminó diciendo que no iba a revelar si tuvo o no que poner plata de su bolsillo para poder volver a Nacional. La cifra final se quedó guardada. ¡Cómo si se tratara de un platal!
En Europa todo es más claro. Obvio que se generan broncas. Atlético de Madrid no quería soltar ni loco al Kun. Pero el City, propiedad del grupo árabe Abu Dabi United desde 2008, pagó su cláusula de rescisión y listo. Lo mismo hizo Chelsea para contratar al técnico de Porto Andrés Villas-Boas, quien se convertirá en el entrenador más joven en la historia de la Premier, con 33 años. El equipo del magnate ruso Roman Abramovich tuvo que ponerse con 15 millones de libras.
Su fichaje más caro fue el del punta belga Romelu Lakaku de Anderlecht (28 años), quien arribó el viernes a Londres. Su costo se fijó en 22 millones de libras.
Casi nada de delantera: Didier Drogba, Fernando Torres, Nicolas Anelka, Salomon Kalou y Lakaku, además de los juveniles Daniel Sturridge y Gaël Kakuta.
¿Cuál será la mejor delantera del Apertura? Nacional quiere juntar a Viudez, Porta y Medina con Joaquín Boghossian y el Tecla Farías.
Son tan distintos los mercados… en Uruguay los clubes traen lo que pueden: jugadores libres, otros que deciden volver como Marcelo Zalayeta (seis meses parado, jugará en Peñarol) y algunos en recuperación de largas lesiones, como Bruno Montelongo, que se vino de Bologna también a reforzar a los aurinegros.
Y cuando los clubes pretenden comprar un jugador hay telenovela segura. A las cansadas los compran los empresarios y los colocan. Con esas movidas Peñarol logró sumar a Alejandro Martinuccio y Matías Corujo en las últimas temporadas. El jugador rinde y se cotiza. Pero cuando se va no le deja nada al club.
¡Qué distinta es Inglaterra! Con Londres en llamas por las revueltas juveniles que expresan su descontento social y un partido de la primera fecha suspendido por esa razón (Tottenham-Everton), la crisis se queda afuera de la cancha.
Manchester United fue el que más gastó esta temporada: 50,3 millones de libras con una firme apuesta a la proyección: David De Gea, 20 años, arquero español que llega de Atlético de Madrid para ocupar la baja de Edwin Van der Sar, Ashley Young, volante de 16 años ex Aston Villa, y Phil Jones, (19), zaguero de Blackburn Rovers.
No le va en zaga Manchester City, que aplica la misma política de contrataciones que Chelsea: la billetera loca. Además de Agüero, llegaron Gael Clichy, de Arsenal, y el serbio Stefan Savic, del Partizan de Belgrado.
Ojo. A principios de año, Chelsea rompió la chanchita y se trajo al Niño Torres por 58 millones de euros: hizo un gol en 18 partidos. Liverpool sumó a Andy Carroll (40) y Luis Suárez (26): no clasificó ni a la Europa League.
Por eso los clubes reinvierten sobre lo ya invertido.
Allá los ingleses pondrán el sábado en la pantalla un campeonato espectacular. Acá los uruguayos largarán con lo que pueden.
Pero el fútbol es maravilloso. Capaz de igualar hasta lo inimaginable. Basta con ojear el ranking de la FIFA de selecciones de este mes: Uruguay está quinto, Inglaterra sexto. Es un milagro.
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