La UAR aprobó la reforma de su estatuto y de este modo se despejará el camino de los Pumas hacia la profesionalización; puertas adentro, no se alterará el amateurismo
Se agotó mucho tiempo en discusiones inútiles, huecas de realidad, que transmitieron mensajes oxidados, distantes de los latidos de la cotidianeidad. Pero ayer, después de épocas de crisis y turbulencias, el rugby dio una señal de progreso: la Unión Argentina de Rugby (UAR) aceptó, mediante una asamblea general extraordinaria, reformar su estatuto para que los Pumas sean un seleccionado profesional, habilitado también para competir en certámenes rentados, como lo hacen las principales potencias del mundo.
Después de casi dos horas de debate, los dirigentes de las uniones que conforman la UAR llegaron a un consenso para modificar el estatuto, proceso que demandará 45 días y que será llevado a cabo por una comisión que fue elegida anoche en las oficinas de la calle Rivadavia 1227.
Los puntos por renovar se conocerán cuando se unifiquen los proyectos presentados por la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) y por la mayoría de las uniones del interior. En los temas relacionados con la profesionalización del seleccionado hay absoluto consenso, pero no así en las cuestiones vinculadas con el sistema de elección de autoridades (Buenos Aires cuenta con el 46% de poder de voto) y con la comercialización de los derechos y bienes del organismo. Estos dos últimos ítems son parte de un antiguo debate, jamás solucionado.
Pero volvamos a los Pumas. La URBA impulsa un bosquejo de siete puntos, entre los que se destacan los siguientes: 1) que la UAR posea la facultad de tener equipos rentados; 2) profesionalizar la estructura gerencial en forma afín a las que tienen las uniones del Tier 1 de la IRB [los diez mejores seleccionados del mundo], y 3) crear la figura de un gerente general, que implementará las políticas emanadas del consejo directivo.
Esto es sólo el comienzo del cambio. Aún hay cuestiones por resolver y acordar, sobre todo en lo relacionado con lo económico.
A partir de hoy, la comisión de reforma comenzará a trabajar en la unificación de los proyectos. Las autoridades elegidas fueron: Jorge Muñoz (Tucumán), Marcelo Martínez Etayo (Mar del Plata), Juan Micieli (Formosa), Marcelo Ambroggio (Córdoba), Federico Fleitas (Buenos Aires) y Juan Odriozola (Buenos Aires). Tendrán tiempo hasta el 28 de abril próximo, para cuando fue convocada una nueva Asamblea, en la que se definirán los puntos y las formas por modificar.
Puertas adentro, nada cambiará. El valor del amateurismo se mantendrá y las competencias internas no se alterarán. Tal vez se conforme una comisión de difusión y desarrolllo del juego, que será el brazo educativo del deporte y que tendrá alcance nacional. Es imposible que en el país haya jugadores profesionales. Y aquellos rugbiers amateurs que sean convocados por los Pumas percibirán dinero por partido jugado, similar a lo que pasa actualmente.
“Ratificamos la idea de todos: proclamar la necesidad de reformar el estatuto. Lo importante es que de ahora en más las uniones logremos un consenso y caminemos juntos el recorrido al cambio. Es una necesidad tener un equipo profesional; no es un reconocimiento a los Pumas porque ellos ya lo tenían, se lo habían ganado. Lo que hicieron en el último Mundial fue emblemático y nos dio fuerza para impulsar el cambio”, dijo anoche Néstor Galán, presidente de la URBA.
Del lado del interior observan con cautela y apoyarán a la URBA siempre y cuando se respeten los puntos antes mencionados en lo relativo al sistema de elección de autoridades y a la comercialización de los derechos y bienes y la relación con el agente comercial.
“El interior está unido. Lo demostramos cuando nos juntamos en Mar del Plata [el 30 de enero último] a debatir lo que íbamos a plantear. El reconocimiento al seleccionado es merecido y justo, pero tampoco habrá que olvidarse de los clubes y los jugadores que se desempeñan en el país. El rugby amateur también es fundamental”, comentó Julio Paz, a cargo de la Unión de Rugby de Tucumán.
El interior actuó anoche en bloque, como cuando aceptó la lista única que proclamó a Porfirio Carreras como futuro presidente de la UAR (asumirá el 21 del actual). Sin embargo, por estos días sufrió dos bajas: Rosario y Mendoza se arroparon cerca del calor de Buenos Aires.
Vale recordar que el 28 de diciembre último, Alejandro Risler, el actual presidente de la UAR, intentó reformar el estatuto, pero fracasó. Rechazado el proyecto del oficialismo, diseñado por el secretario general Raúl Sanz, ahora habrá que unificar el presentado por la URBA y las uniones del interior.
“El anteproyecto de la URBA es un maquillaje. El cambio debe ser más profundo de acuerdo con las necesidades actuales. Hay muchas cosas en el aire: ¿cómo se distribuirán los ingresos? ¿Cómo será la elección de autoridades? Tampoco contempla un presupuesto inicial, ni los contratos de televisión, los sponsors y el vínculo con los jugadores”, criticó Sanz en diálogo con LA NACION, ausente anoche en la asamblea extraordinaria.
Hace diez años, Nicanor González del Solar escribió: “…el rugby no es una isla y se actúa en él con la misma pasión y ceguera que en otros ámbitos de la Argentina. Rara vez prevalecen la armonía y la tolerancia, y se procura resolver todo con peleas, enojos, arbitrariedades y soberbia. ¡Qué lástima!..”. Tan viejas como tan actuales, ojalá que esas palabras del periodista queden alguna vez en el olvido. De suceder, significará que algo ha cambiado. Al menos ayer, el rugby dio una muestra de ello: se aggiornó a los latidos de la realidad y dio el primer paso para que los Pumas encuentren su merecido lugar en el mundo. La metamorfosis requerirá tiempo, aunque ahora, por fin, el camino hacia el cambio está despejado.
- Hugo Porta seguiría en su cargo en la IRB
Pese a que el 21 del actual habrá cambios de autoridades en la UAR, Hugo Porta continuaría como representante del Consur y de la Argentina en el consejo directivo de la International Rugby Board (IRB). Así lo confirmaron allegados al futuro presidente de la UAR, Porfirio Carreras.
