Un día glorioso, una marca en la historia para terminar con el imperio de Monos y su corto dominio internacional llevado a limites casi insostenibles por el periodismo mercenario.
Jugamos como hombres, metimos como auténticos cavernicolas, destrozamos piernas, muslos y pantorrillas, les arruinamos el año, la historia, la existencia diaria, les brindamos una paliza en cada sector de la cancha y por encima de todo les quebramos el espíritu.
Hoy se produjo el quiebre que todos esperamos hace años, aquel que los mencionados por Darwin para dar comienzo a la civilización, gozaron en su momento y los catapulto por obra y gracia divina a ganar muchas copas que hoy solo son recuerdos.
La famosa mística, aquella que pregonaron los facinerosos periodistas, los simpatizantes descendientes de aquellos que fueron evangelizados por los primeros misioneros que llegaron a América, y toda la progenie de aquellos que cruzan a diario la triple frontera sin siquiera tener registro de entrada, todos ellos hoy tuvieron que hacer como Maria Schneider y sentir el falo bien profundo, dejando la mística tirada al costado del camino.
A diferencia de la mencionada, que tuvo la suerte que Marlon usara manteca, nosotros fuimos mas drásticos y practicamos la vejación sin aviso.Primero en el corral de ellos sacrificando un burro y dejando la marca de los tapones en la cavidad anal de Gago, la cual sonrió ante la eventualidad.
Luego en una cancha edificada en la urbe, les volvimos a dar una lección de virilidad, no brindandole jamás la espalda a Chavez y mandando a cuarteles de invierno a la novia de Gisela Dulko, que seguro la debe aguardar en casa para fajarla e indicarle quien es el macho en la relación.
En resumen, podremos ver miles de detalles, hablar del penal estúpido que hace Rojas por campeonato importante y que se yo cuantos cosas mas , pero la realidad es que estamos en la final, que los detritos de seres humanos mañana deben volver a sus vidas sabiendo que hoy River, mi River, tu River y el River enorme les brindo su ultimo tango en París…
