Murió Diego Bonadeo. Un poco loco, un poco mala leche, supo decir cosas muy lúcidas en su momento y se enfrentó con los grandes multimedios. Siendo hincha de Boca, fue el primero en criticar la sociedad con Clarín y el accionar de sus dirigentes. Muchos pibes no saben que en los 90’s (y después también) tenías que esperar hasta el domingo a las 22 horas para ver los goles del viernes, por ejemplo. A esto se opuso desde la Tv y la radio, sin mucho éxito. No compartí parte de su pensamiento, pero fue un tipo que siempre escuché porque podía lanzar una verdad durísima sin ponerse colorado. La antítesis de su hijo, que se vendió siempre al mejor postor y nunca salió del discurso políticamente correcto.
Acá cuenta su trayectoria:
“Me inicié en 1960 con otro maestro, Alberto Laya, en La Nación -contó en un reportaje publicado en 2010- Cuando llegué a El Gráfico fue como tocar el cielo con las manos, lástima que esa etapa duró demasiado poco. Estuve menos de dos años, hasta que Panzeri se fue por cuestionar a Alvaro Alsogaray, a fines de 1962 o principios de 1963”. Con la recuperación de la democracia, lideró en radio Belgrano el ciclo “Los buenos y los malos”, que integraban entre otros Ezequiel Fernández Moores y Alejandro Fabbri, y que inspiró a muchos.
Maestro de un par de generaciones de periodistas, conoció al Che Guevara cuando jugaba en Atalaya. Su versatilidad le permitió incursionar en la TV durante casi tres décadas, siguiendo desde el fútbol hasta la Fórmula 1. Cubrió los Mundiales de 1974 y 1978 para Canal 7, aunque probablemente se lo recuerde más por haber sido el conductor del ciclo “Fútbol prohibido”, el programa que revolucionó la tendencia mediática del fútbol en la Argentina en la segunda mitad de los '90.
El inconformismo fue su estilo. Nunca buscó complacer. Era amante de la polémica esclarecedora. “Soy medio cabrón, pero voy de frente. Y soy arbitrario, pero no necio”, admitía. Era, probablemente, más menottista que César Luis Menotti. “Resultados aparte, por más que uno ejercite la memoria, difícilmente recordará algún partido de la selección nacional que, en tiempos más o menos cercanos, haya conformado en términos de disfrute”, escribió en su última columna, publicada el pasado domingo 9, en el diario Página/12.
Padre de Gonzalo, hoy periodista de TyC Sports y la TV Pública, entre otros, tuvo un paso fugaz por la política, siendo concejal de Vicente López por el Frente Grande.