[b]En 2012, por cada peso que se destinó a inversión pública, fueron $2,25 a subsidios económicos.[/b]
en 1997, 47% de los hogares tenía servicio de cloacas en su domicilio; en 2002 ese porcentaje era de 54,8% y en 2010 cayó a 53,8 por ciento.
Para 2010, cuando se realizó el censo, la mitad de la población argentina continuaba sin acceso a cloacas y gas de red. “La Argentina queda lejos de los principales países de América latina, como Brasil, Chile, México y Uruguay, en los que hubo sustanciales mejoras en la infraestructura social y económica. Allí se supera el 85% del total de la población cubierta con saneamiento, un servicio clave para disminuir la pobreza estructural y mejorar la salud de la población”
en 1997, 47% de los hogares tenía servicio de cloacas en su domicilio; en 2002 ese porcentaje era de 54,8% y en 2010 cayó a 53,8 por ciento.
“La Argentina queda lejos de los principales países de América latina, como Brasil, Chile, México y Uruguay, en los que hubo sustanciales mejoras en la infraestructura social y económica. Allí se supera el 85% del total de la población cubierta con saneamiento, un servicio clave para disminuir la pobreza estructural y mejorar la salud de la población”,
La infraestructura es una de las principales variables que miran economistas, académicos y, obviamente, inversores privados.
El stock de infraestructura pública es uno de los factores productivos más importantes de los países y el desarrollo de esta variable, coinciden los académicos, explica en parte la evolución de la productividad del sector privado, así como el bienestar social de la población de un país.
entre 1980 y 1985, la Argentina destinaba 3% del PBI a este concepto, mientras que entre 2007 y 2008 el número bajó a 2,3 por ciento.
Perú utilizaba el 2% del PBI en la década del ochenta y hace cinco años había llevado ese número a 3,6 por ciento.
Todos estos números están lejos de aquellas épocas en los que la inversión en infraestructura en la Argentina se acercaba a entre 7% y 8% del PBI ('50 y '60).
“El Banco Mundial reafirma también que un nivel de inversión en infraestructura equivalente al 7% del PBI sería realista, si se considera que ése fue el nivel de gasto que registraron países como China, Indonesia, República de Corea y Malasia, entre 1970 y 1990, los que actualmente muestran importantes niveles de desarrollo de su infraestructura. Por ejemplo, China ha invertido en infraestructura en los últimos años montos que equivalen al 9% del PBI”
La tasa de inversión en la Argentina, después de una caída que llegó a ser de 11,3% del PBI en 2002, consignó subas de alrededor de 10% por año, llegó a un máximo de 24,5% del PBI en 2011. Pero, cuando se mira el detalle de esa inversión, sólo 10% corresponde al Estado, mientras que el 90% restante es privada. Y dentro de ésta, lejos de la infraestructura, el gran peso es la construcción que se lleva la mayoría de los pesos que allí se destinan.
el rubro gastos de capital, que es donde se cuenta la inversión, sea en infraestructura como en equipos (por ejemplo, las computadoras del plan Conectar Igualdad), mostraba un monto ejecutado de $16.953 millones.
Los subsidios económicos, lugar donde se contabilizan todos los aportes que se pagan a las empresas privadas, lucía un total similar: $16.124 millones.
Es decir, por cada peso de subsidios, iba también uno a gastos en infraestructura.
El año pasado, los subsidios económicos terminaron en $99.447 millones, con un crecimiento en los últimos cinco años de 517 por ciento. La columna de la inversión, que estaba empatada en 2007, finalizó 2012 con $44.042 millones.
“El Banco Mundial reafirma también que un nivel de inversión en infraestructura equivalente al 7% del PBI sería realista, si se considera que ése fue el nivel de gasto que registraron países como China, Indonesia, República de Corea y Malasia, entre 1970 y 1990, los que actualmente muestran importantes niveles de desarrollo de su infraestructura. Por ejemplo, China ha invertido en infraestructura en los últimos años montos que equivalen al 9% del PBI”, sostuvo el trabajo.
Claro que no toda la inversión en infraestructura es pública, sino que muchas veces el aporte privado es preponderante en la ecuación final.
La tasa de inversión en la Argentina, después de una caída que llegó a ser de 11,3% del PBI en 2002, consignó subas de alrededor de 10% por año, llegó a un máximo de 24,5% del PBI en 2011. Pero, cuando se mira el detalle de esa inversión, sólo 10% corresponde al Estado, mientras que el 90% restante es privada. Y dentro de ésta, lejos de la infraestructura, el gran peso es la construcción que se lleva la mayoría de los pesos que allí se destinan.
Los subsidios económicos, lugar donde se contabilizan todos los aportes que se pagan a las empresas privadas, lucía un total similar: $16.124 millones.
Es decir, por cada peso de subsidios, iba también uno a gastos en infraestructura.
Pero las prioridades cambiaron desde entonces. El año pasado, los subsidios económicos terminaron en $99.447 millones, con un crecimiento en los últimos cinco años de 517 por ciento. La columna de la inversión, que estaba empatada en 2007, finalizó 2012 con $44.042 millones. Registró una suba de 160 por ciento.
En materia vial, por ejemplo, la Argentina tenía 1,39 kilómetros de red vial per cápita. En 2002 ese indicador era de 1,74. Nada ha cambiado desde entonces, más bien lo contrario. Con un crecimiento de la población de alrededor del 1,5% por año, la escasa expansión de la red no alcanzó a subir el indicador per cápita.