Sin igual: 150 mil hinchas de River copando el Monumental.

Un trabajo de Expediente River.

Histórico e inigualable: 150 mil hinchas de River coparon el Monumental, festejando la obtención del Metropolitano 1975

  • Tras el robo que sufrió el Club Atlético River Plate en 1968 cuando le arrebataron de las manos el Torneo Nacional, la hinchada Millonaria comenzó a creer que aquella nefasta racha negativa sin títulos sería eterna. La última conquista de River había sido el tricampeonato con José María Minella como entrenador, en 1957. Desde ese entonces el público millonario padeció un período oscuro en el que las alegrías se insinuaban pero quedaban truncas a pocas fechas del final. Únicamente se volvería a levantar un trofeo con la ayuda de un ángel enviado por nuestro Dios Todopoderoso. Así fue. A comienzos de 1975 el legendario ídolo del club Ángel Amadeo Labruna, asumió como director técnico del primer equipo de fútbol del Rey de Argentina. Con la misma astucia con que vapuleaba defensas, Angelito diseñó un equipo equilibrado en todas sus líneas. Roberto Perfumo, ‘El Pato’ Fillol, Pedro González y Oscar Mas eran los hombres más experimentados del plantel. Perfumo se incorporó tras su experiencia en el fútbol brasileño. Un año antes había sido el capitán de la Selección argentina en el Mundial de Alemania. ‘Pinino’ regresaba desde España con un currículum lustrado por su paso por el Real Madrid. González, había brillado en la liga peruana. Norberto Alonso encabezaba una camada de jóvenes surgidos del club que fueron parte vital de aquella coronación. Carlos Morete, el goleador del equipo. Juan José López, pieza fundamental del mediocampo y una de las figuras del torneo. Daniel Passarella y Reinaldo Merlo, recambios eficientes que cumplieron cada vez que fueron requeridos.

La llegada de Ángel Labruna produjo una verdadera revolución futbolística en River Plate. ‘El Feo’ armó un equipo ofensivo que trataba muy bien la pelota, era muy equilibrado en la mitad de la cancha, y sólido en defensa. El jueves 14 de agosto de 1975 en el Estadio José Amalfitani de Vélez Sarsfield, El Más Grande derrotó por 1 a 0 a Argentinos Juniors con gol de Rubén Bruno, y se consagró nuevamente campeón del fútbol argentino tras 17 años y 8 meses. Esa fría noche, el eterno Labruna, ese que había vuelto desafiando la estadística más cruda, levantó el puño y acompañó el grito de alegría aunque por una huelga no haya podido estar el día de la consagración. El Metropolitano de aquel año fue una de las páginas más gloriosas de Angelito como entrenador Millonario. Él, junto al Beto Alonso, Oscar Más y Roberto Perfumo, entre otros valores fundamentales, consiguieron reubicar a River en su historia grande.

Tal y como se esperaba, el Estadio José Amalfitani rebalsó de hinchas riverplatenses ilusionados con obtener un nuevo título y dar la primer vuelta olímpica de la década. Entrado el segundo tiempo, y con el Rey de Argentina aventajando el marcador, una eufórica marea rojiblanca invadió el campo de juego para iniciar prematuramente los festejos. Finalmente el encuentro fue suspendido aproximadamente a los 75 minutos dando como resultado la victoria y consagración del glorioso River Plate. Fue una noche inolvidable, una noche en que millones de caras pálidas se quitaron de encima la tristeza con un grito a secas, o un llanto desconsolado, o un insulto maldiciente, o el recuerdo de un íntimo que no soportó tanta espera. La noche en que esa millonada de caras pálidas, sea de cualquier modo, se unió en la común sensación de que la nostalgia iba perdiendo relieve hasta convertirse del todo en un presente delicioso. Y River campeón: una vuelta olímpica después de 18 años. Según la RSSF ese 14 de agosto de 1975, asistieron al partido 55.324 personas, superando ampliamente el límite de capacidad del estadio de Vélez Sarsfield. Sin lugar a dudas una fiesta increíble y un desahogo incomparable para la gente Millonaria.

El domingo 17 de agosto de 1975 en un Estadio Monumental que albergó a 130.000 espectadores (récord histórico de asistencia en el fútbol de Sudamérica), River Plate recibió a Racing Club por la fecha N°38 del inolvidable Metropolitano 1975. A los titulares millonarios les alcanzaron 45 minutos para coronar la campaña con un contundente 2-0 sobre el rival (Alonso de penal y Morete). Se jugaba el segundo tiempo, el equipo de Labruna ganaba cómodamente y el mítico estadio de Núñez rebalsaba de gente (los hinchas también coparon la tribuna Centenario, dedicada al visitante, en su totalidad). Aproximadamente a los 35 minutos del complemento, el clásico se suspendió porque más de 10.000 personas invadieron el campo de juego para celebrar el título en casa. En ese momento comenzó una fiesta nunca antes vista en el país. La histórica e inigualable celebración de River Plate campeón Metro ’75.

130 mil espectadores dentro del Antonio Vespucio Liberti y 20 mil personas más en los alrededores del estadio, dieron como resultado un histórico festejo de 150 mil almas riverplatenses,que realizaron una caravana sin precedentes que partió de Núñez y recorrió varios puntos de la ciudad. Incluyendo al barrio de La Boca. Como tituló la prestigiosa Revista Goles, nunca se había visto (ni se vio) nada igual en la República Argentina. Literalmente River hizo estallar al país.

Digan lo que digan, lo que hizo la hinchada de River Plate, no lo pudo conseguir ninguna otra. Jamás un festejo (independientemente de lo que se celebre en cuestión) de clubes en toda la historia del fútbol argentino logró convocar la increíble cifra de 150 mil personas. Aquella significativa “Fiesta Monumental” del CARP en 1975, es una clara demostración del poder único de convocatoria que tiene El Más Grande.

Un trabajo de Expediente River.

Histórico e inigualable: 150 mil hinchas de River coparon el Monumental, festejando la obtención del Metropolitano 1975

  • Tras el robo que sufrió el Club Atlético River Plate en 1968 cuando le arrebataron de las manos el Torneo Nacional, la hinchada Millonaria comenzó a creer que aquella nefasta racha negativa sin títulos sería eterna. La última conquista de River había sido el tricampeonato con José María Minella como entrenador, en 1957. Desde ese entonces el público millonario padeció un período oscuro en el que las alegrías se insinuaban pero quedaban truncas a pocas fechas del final. Únicamente se volvería a levantar un trofeo con la ayuda de un ángel enviado por nuestro Dios Todopoderoso. Así fue. A comienzos de 1975 el legendario ídolo del club Ángel Amadeo Labruna, asumió como director técnico del primer equipo de fútbol del Rey de Argentina. Con la misma astucia con que vapuleaba defensas, Angelito diseñó un equipo equilibrado en todas sus líneas. Roberto Perfumo, ‘El Pato’ Fillol, Pedro González y Oscar Mas eran los hombres más experimentados del plantel. Perfumo se incorporó tras su experiencia en el fútbol brasileño. Un año antes había sido el capitán de la Selección argentina en el Mundial de Alemania. ‘Pinino’ regresaba desde España con un currículum lustrado por su paso por el Real Madrid. González, había brillado en la liga peruana. Norberto Alonso encabezaba una camada de jóvenes surgidos del club que fueron parte vital de aquella coronación. Carlos Morete, el goleador del equipo. Juan José López, pieza fundamental del mediocampo y una de las figuras del torneo. Daniel Passarella y Reinaldo Merlo, recambios eficientes que cumplieron cada vez que fueron requeridos.

La llegada de Ángel Labruna produjo una verdadera revolución futbolística en River Plate. ‘El Feo’ armó un equipo ofensivo que trataba muy bien la pelota, era muy equilibrado en la mitad de la cancha, y sólido en defensa. El jueves 14 de agosto de 1975 en el Estadio José Amalfitani de Vélez Sarsfield, El Más Grande derrotó por 1 a 0 a Argentinos Juniors con gol de Rubén Bruno, y se consagró nuevamente campeón del fútbol argentino tras 17 años y 8 meses. Esa fría noche, el eterno Labruna, ese que había vuelto desafiando la estadística más cruda, levantó el puño y acompañó el grito de alegría aunque por una huelga no haya podido estar el día de la consagración. El Metropolitano de aquel año fue una de las páginas más gloriosas de Angelito como entrenador Millonario. Él, junto al Beto Alonso, Oscar Más y Roberto Perfumo, entre otros valores fundamentales, consiguieron reubicar a River en su historia grande.

Tal y como se esperaba, el Estadio José Amalfitani rebalsó de hinchas riverplatenses ilusionados con obtener un nuevo título y dar la primer vuelta olímpica de la década. Entrado el segundo tiempo, y con el Rey de Argentina aventajando el marcador, una eufórica marea rojiblanca invadió el campo de juego para iniciar prematuramente los festejos. Finalmente el encuentro fue suspendido aproximadamente a los 75 minutos dando como resultado la victoria y consagración del glorioso River Plate. Fue una noche inolvidable, una noche en que millones de caras pálidas se quitaron de encima la tristeza con un grito a secas, o un llanto desconsolado, o un insulto maldiciente, o el recuerdo de un íntimo que no soportó tanta espera. La noche en que esa millonada de caras pálidas, sea de cualquier modo, se unió en la común sensación de que la nostalgia iba perdiendo relieve hasta convertirse del todo en un presente delicioso. Y River campeón: una vuelta olímpica después de 18 años. Según la RSSF ese 14 de agosto de 1975, asistieron al partido 55.324 personas, superando ampliamente el límite de capacidad del estadio de Vélez Sarsfield. Sin lugar a dudas una fiesta increíble y un desahogo incomparable para la gente Millonaria.

El domingo 17 de agosto de 1975 en un Estadio Monumental que albergó a 130.000 espectadores (récord histórico de asistencia en el fútbol de Sudamérica), River Plate recibió a Racing Club por la fecha N°38 del inolvidable Metropolitano 1975. A los titulares millonarios les alcanzaron 45 minutos para coronar la campaña con un contundente 2-0 sobre el rival (Alonso de penal y Morete). Se jugaba el segundo tiempo, el equipo de Labruna ganaba cómodamente y el mítico estadio de Núñez rebalsaba de gente (los hinchas también coparon la tribuna Centenario, dedicada al visitante, en su totalidad). Aproximadamente a los 35 minutos del complemento, el clásico se suspendió porque más de 10.000 personas invadieron el campo de juego para celebrar el título en casa. En ese momento comenzó una fiesta nunca antes vista en el país. La histórica e inigualable celebración de River Plate campeón Metro ’75.

130 mil espectadores dentro del Antonio Vespucio Liberti y 20 mil personas más en los alrededores del estadio, dieron como resultado un histórico festejo de 150 mil almas riverplatenses,que realizaron una caravana sin precedentes que partió de Núñez y recorrió varios puntos de la ciudad. Incluyendo al barrio de La Boca. Como tituló la prestigiosa Revista Goles, nunca se había visto (ni se vio) nada igual en la República Argentina. Literalmente River hizo estallar al país.

Digan lo que digan, lo que hizo la hinchada de River Plate, no lo pudo conseguir ninguna otra. Jamás un festejo (independientemente de lo que se celebre en cuestión) de clubes en toda la historia del fútbol argentino logró convocar la increíble cifra de 150 mil personas. Aquella significativa “Fiesta Monumental” del CARP en 1975, es una clara demostración del poder único de convocatoria que tiene El Más Grande.

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La gente de River revolucionó el futbol argentino, popularmente hablando, en 1932, en 1975 y en 2012.

No importa que suceda, la gente siempre va a estar.

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:smiley:

Somos el país menos algunos.

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Qué lindo hubiese sido estar ahí.

PD: los pibes de Expediente son miembros del foro,¿no?

Francamente impresionante.

Ese campeonato fue histórico en todo sentido y en cuanto a la gente no solo es record ese partido sino todo el campeonato, hasta el día de hoy y no creo que se supere las 1.055.515 entradas vendidas de parte de River representan el record de entradas vendidas por un equipo en el profesionalismo durante un torneo, inigualable…

Terrible, debe haber explotado eso

no hay imágenes?

Terrible.

4 Me gusta

Lástima que se cayeron los links de las fotos, rescato algunas.





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Que grande somos la puta madre…

1 me gusta

Que locura viejo