Un hombre que estaba orinando al costado de una ruta australiana fue sorprendido por un reptil venenoso. No se lo podía quitar de encima
“Creo que estaba muy shockeado y avergonzado”, destacó uno de los hombres que llevó a la víctima en la ambulancia. Lograron salvarle la vida gracias a su rápida intervención.
El hombre estaba andando en bicicleta por una ruta de Australia cuando sintió la necesidad de orinar. Se detuvo al costado del camino para no ser visto.
En un momento de distracción, fue sorprendido por una serpiente venenosa. El reptil quedó prendido de su pene y se negaba a soltarlo. El hombre entró en pánico y desesperación.
Dicen los lugareños que en décadas no se había escuchado tal grito desgarrador en aquellos lares.
Cuando el hombre miró su entrepierna vio colgando de ella algo más de lo habitual. La serpiente se había quedado enganchada con fiereza a su enemigo y no lo soltaba.
La víctima logró escapar del ataque y pidió ayuda. Fue rápidamente atendido por un grupo de paramédicos.
“Tuvo mucha suerte”, destacó el hombre de la ambulancia al diario The Sun. La víbora no llegó a envenenarlo.
Afortunadamente, la serpiente no había llegado a inyectarle veneno en su pequeño amigo, permitiéndole conservar los pocos vestigios de virilidad que le quedaban.
Un hombre que estaba orinando al costado de una ruta australiana fue sorprendido por un reptil venenoso. No se lo podía quitar de encima
“Creo que estaba muy shockeado y avergonzado”, destacó uno de los hombres que llevó a la víctima en la ambulancia. Lograron salvarle la vida gracias a su rápida intervención.
El hombre estaba andando en bicicleta por una ruta de Australia cuando sintió la necesidad de orinar. Se detuvo al costado del camino para no ser visto.
En un momento de distracción, fue sorprendido por una serpiente venenosa. El reptil quedó prendido de su pene y se negaba a soltarlo. El hombre entró en pánico y desesperación.
Dicen los lugareños que en décadas no se había escuchado tal grito desgarrador en aquellos lares.
Cuando el hombre miró su entrepierna vio colgando de ella algo más de lo habitual. La serpiente se había quedado enganchada con fiereza a su enemigo y no lo soltaba.
La víctima logró escapar del ataque y pidió ayuda. Fue rápidamente atendido por un grupo de paramédicos.
“Tuvo mucha suerte”, destacó el hombre de la ambulancia al diario The Sun. La víbora no llegó a envenenarlo.
Afortunadamente, la serpiente no había llegado a inyectarle veneno en su pequeño amigo, permitiéndole conservar los pocos vestigios de virilidad que le quedaban.