Falcao frito
El colombiano sufrió un traumatismo testicular, se descompuso durante el entretiempo ante Central, tiene la zona inflamada y camina casi a los saltitos. “Nunca me habían dolido tanto”, dice. Te creemos. FEDERICO DEL RIO | fdelrio@ole.com.ar [](javascript:Popup(‘http://www.servicios.clarin.com/notas/jsp/ole/v5/galeria/galeria.jsp?notaId=1581339&mtmTipo=Imagen&mostrar=870139’,‘fotos’,‘920’,‘650’,‘yes’,'yes’) 1 de 1Los tiene inflamados y no por culpa de algún familiar, de su esposa o de un amigo molesto que nunca falta…
La razón por la que los testículos de Radamel Falcao están más hinchados que de costumbre es el puntazo que le pegó el central de Central, Walter Ribonetto. Sí, justo ahí, en pleno salto, de lleno al medio de los dos compañeros. ¡Qué dolor! Sí, porque es de ésos que no se pueden explicar, que sólo el que lo siente sabe lo que duele. Por culpa de ese golpe que recibió a los 40 minutos del primer tiempo en Rosario es que un día después aún camina incómodo, casi a los saltitos, sensibilizado al máximo. “Me molesta bastante, nunca me había dolido tanto. Todavía tengo esa zona inflamada”, explica, sin querer entrar en demasiados detalles y con algo de vergüenza el colombiano, que sufrió “un traumatismo en los testículos”, según el parte médico de Luis Seveso.
A pesar de la inflamación, el delantero pudo entrenarse junto al resto de los jugadores que fueron titulares el domingo. Pero se trató de un trabajo muy livianito, un trotecito regenerativo que realizó aunque desde lejos se notaba que sentía dolor a cada paso.
La peor parte, igualmente, la había vivido el domingo, no sólo en el instante del golpe o mientras se retorcía en el piso y espiaba si todo estaba en su lugar ahí abajo, sino también en el vestuario visitante del Gigante de Arroyito, durante el entretiempo. “Me dolía tanto que me descompuse. Por suerte me recuperé rápido y pude seguir jugando. Igual, me molestaba muchísimo”, recuerda el delantero aún con cara de “pibe, me los subiste a la garganta” y acota una cuestión que quedó totalmente relegada en esta historia: “Fue foul y penal. El árbitro (Javier Collado) debería haber cobrado la falta, pero no sancionó nada”, reclama con 24 horas de atraso y mucha razón, porque el delantero llegó primero a la pelota y por eso el derechazo de Ribonetto terminó entre las piernas de Radamel.
Durante el segundo tiempo, se vio varias veces, Falcao estiraba el elástico de su pantaloncito para pispear la zona. Sus genitales estaban ahí, aunque ocupando más espacio que el habitual. Con la tranquilidad de encontrar todo en orden, el colombiano se mantuvo en la cancha hasta el último minuto. Y en caso de que todo siga como hasta ahora, no tendrá inconvenientes para jugar el domingo frente a Argentinos. Si las consecuencias de la patada hubieran sido más graves, ayer habría estado en reposo absoluto en vez de entrenándose con el plantel. El caso más reciente, el de José Solabarrieta en Chicago-Almirante del 2007, tuvo a su protagonista sin jugar por un tiempo prolongado. En cambio, Radamel ya piensa en volver. “Espero que el dolor se me pase lo más pronto posible, así puedo practicar tranquilo porque se vienen partidos muy importantes para nosotros”, contó el Tigre, quien deberá cuidarse de no ser amonestado para no perderse el superclásico.
En medio del debate sobre si este River efectivo también puede jugar lindo y golear (como pasó ante los peruanos), los hinchas pidieron que el equipo “ponga huevo” para dar vuelta el resultado en Rosario. Falcao les hizo caso. Y los puso en función del equipo como nunca antes.
Lissssssssto demasiada suerte.
[Saludos]