Ok, yo de tu post, había entendido que te referías a la ley de medios. Sobre la 125, no lo perdimos nosotros, Martin. Lo perdimos todos. Lo ganó la Sociedad Rural, la misma que abucheaba a Alfonsín. Una vez más, muchos se pararon de lado equivocado, y terminaron festejando un “triunfo” que iba contra sus intereses. Por suerte, ese incidente sirvió para consolidar al kirchnerismo, de hecho para muchos de nosotros fue el golpe que nos faltaba para terminar de creer en este proyecto. Convertir las derrotas en victorias … en eso somos especialistas
De todas maneras, no entiendo que es lo que festejamos antes de tiempo.
Ok, como quieras, una lástima que no puedas controlarte, se te va a extrañar por acá. Una de las escasísimas voces radicales que opina con criterio.
Está bien, pero esas son en su mayoría cuestiones de forma. De estilo, diría yo. Y ese estilo crispador a algunos incluso nos gusta. Creemos que hacía falta, que viene bien. Pero siempre haciendo la salvedad de que es algo secundario. Lo que merece nuestro juicio son las acciones concretas de gobierno. Si son buenas para la población, su duración en el tiempo, su constitucionalidad, etc.
La ley de medios fue ultraarchirequete debatida previo a su etapa legislativa, y en el pleno del Congreso se modificó por la oposición, por la que quizo modificar un aspecto en particular que creía negativo (Proyecto Sur), no la que intentó tirar abajo la ley entera levantándose del recinto, para hacerle el caldo gordo a los pulpos mediáticos (la UCR, la CC, el Pro).
Pero al margen de eso, me resulta simpática la imagen de Néstor escupiendo el café y tomando la decisión abrupta y espontánea de ir contra los monopolios mediáticos. Será que en otra época saltaban de la cama para mandar a cerrar universidades…
De acuerdo con vos que en el caso de la 125 el Gobierno planteó pésimamente el escenario.