Rodriguez Larreta

¿Nadie va a hablar de lo que pasó en el hospital Durand?

Gravisimo. Ojala paguen en vida lo que estan haciendo. TODOS!

no sé que pasó

Renunciaron 3 neonatologos al mismo tiempo y cerraron terapia infantil porque no hay medicos.

//youtu.be/-QEcVkZCAIY&feature=share

No salió en ningún lado, la protección mediática que tiene Macri posta que la vi pocas veces.

Que dylan o el tucumano vengan a contarnos, ya que son fan nro 1 del gordo, si estuvo lindo el programa del gordo hablando de esto…Ah cierto que lo censuraron al gordo en el norte. Bueno entonces dylan que nos aporte algo…

Vos estas diciendo que lo que dijo el tucumano es mentira?

No se si se puede ver si no me tienen en facebook. Pero es el comunero de Proyecto Sur en la Comuna 6 denunciando la situación de los hospitales en Caballito

Este es el padre del Juampi Sorín. Ex decano de la FADU y ex vicerector de la UBA, además integrante del espacio Carta Abierta. Parece que es crack como el hijo :stuck_out_tongue:

La entrevista vale realmente la pena:

Jaime Sorín: “El desarrollo urbano del macrismo es el desarrollo del mercado inmobiliario”. Entrevista al Arquitecto y ex-Vicerrector de la UBA – Parte I

Iniciativa entrevistó en exclusiva al arquitecto Jaime Sorín, ex Vicerrector de la Universidad de Buenos Aires y ex decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de dicha casa de estudios. Especialista en temas de vivienda popular, es docente e investigador (FADU-UBA) e integrante de Carta Abierta. En esta Primera Parte de la entrevista analiza la gestión macrista en materia de desarrollo urbano, evalúa las políticas de transporte y vivienda (desde la emergencia habitacional hasta los derrumbes producto de la especulación y no regulación) y explica el enfoque de “derecho a la ciudad” desde una perspectiva que contemple la “construcción social del hábitat”. También enuncia los que considera son los principales desafíos en materia habitacional y urbana a nivel nacional.

El gobierno de Macri siempre ha ponderado en su discurso la idea o interés por el “desarrollo urbano”, ¿Cómo definiría la orientación en materia de desarrollo urbano en Buenos Aires y cuál es la evaluación que hace al respecto?

Lo primero que hay que señalar es que el concepto que tiene Macri de “desarrollo urbano” tiene que ver con el mercado. Hay un paralelismo inmediato entre todas sus políticas y la esfera del mercado. De este modo, en realidad “desarrollo urbano” es desarrollo del mercado inmobiliario. De por sí esto marca una orientación hacia la no-planificación.

En estos cuatro años de Macri lo que ha habido es una anarquía importante -voluntaria además- por parte del gobierno en relación al dejar hacer y a que sea el mercado el que determine cuáles son los lugares de la ciudad, los sitios importantes, dónde que hay que desarrollar e invertir, etc.; básicamente, dónde el Estado invierte para favorecer el desarrollo del mercado y no para favorecer a los distintos sectores que viven en la ciudad. En estos años se registra una desigualdad muy grande entre los espacios urbanos habitados por los sectores de clase media-alta, fundamentalmente, y aquellos espacios urbanos más atrasados, fundamentalmente de la zona sur, que son los que necesitan más intervención del Estados para poder, de algún modo, “equilibrarse”. A veces se habla de “igualar la zona” pero lo que hay que hacer es equilibrar las inversiones del estado pensando que el Norte nunca fue igual al sur ni va a ser igual al sur porque tienen historias y geografías distintas. La Zona Sur tiene una movilidad social mucho más grande que la del norte y la migración interna se da generalmente mucho más intensamente en el sur. Si bien hay algunos enclaves de sectores de menores recursos en la Zona Norte, allí el mercado se estuvo dedicando estos años a desplazarlos, como sucedió en La Paternal con el corrimiento de población o en la zona de Pacifico con la desaparición de los “hoteles pensiones” tradicionales. Allí el avance del mercado hizo que la zona fuera tan cara que a los dueños de los hoteles no les interesaba mantener a esa población de menores recursos. Esta situación produjo, además, un desplazamiento de población y una falta de lugares para muchos sectores de la población que utilizaban esas viviendas. Alrededor de 70.000 personas vivían en los hoteles de la ciudad antes que llegara Macri, con mucho hacinamiento y problemas, pero era una población realmente importante. Gran parte de ese sector probablemente se tuvo que trasladar a las villas e implicó, de algún modo, la ampliación del mercado inmobiliario informal que se ha producido particularmente en las villas 31 y la 1-11-14. Esto ha sucedido y está a la vista de todo el mundo.

Hay otro aspecto que hay que marcar relacionado a un elemento que en las elecciones para Jefe de Gobierno de la Ciudad no evaluamos bien como recibió la población el trabajo de Macri. Siempre nos preguntamos por qué tuvo un apoyo mayoritario si, como hemos visto, no se ejecutaban correctamente los presupuestos en viviendas, salud, educación. Y la realidad es que la población de Buenos Aires, en su mayoría, no utiliza los servicios públicos y acude al mercado. En educación, más de la mitad de la población va a las escuelas privadas, aunque una parte de éstas sean escuelas con aranceles reducidos. Por otro lado, Macri hizo dos tareas muy inteligentes. Por un lado, dedicó inversiones al “embellecimiento” de la zona norte, al punto de asfaltarse tres veces las misma avenida. Aquí sí hubo sobre-ejecución presupuestaria para hacer mucha vereda y bicisendas (como si fueran la solución del transporte en Buenos Aires). A los que utilizan autos eso le viene bien: para mucha gente que viene de la Zona Norte, no le preocupa demasiado el subte. Por otro lado, en relación a la Zona Sur, hizo cosas puntuales a partir de mucho trabajo territorial. En su momento no nos dimos cuenta que parte del viejo aparato justicialista que ahora es parte del armado macrista -que responden a Ritondo, Santilli, entre otros- mantiene bases territoriales importantes en zonas como Villa Lugano, Mataderos y Villa Soldati. Esto se pudo ver cuando ocurrió el conflicto del Parque Indoamericano. Muchas de las personas que viven en edificios construidos por el Estado y donde habitan muchos empleados públicos municipales fueron quienes generaron el conflicto en contra de la toma del Indoamericano y son las bases territoriales de Macri. Se quedó con un aparato en las villas, que es complejo y clientelar, y que viene de gestiones anteriores de la ciudad. En ese sentido, debemos hacer una autocrítica por no haber realizado un trabajo territorial necesario para ganar las elecciones de la ciudad. Esto se vio reflejado en el cierre de la segunda vuelta porteña cuando mientras nosotros terminábamos con Filmus en San Juan y Boedo, Macri iba recorriendo los clubes. Esto hizo que muchos sectores de clase baja y media-baja lo terminaran apoyando. En la elección de Cristina Kirchner, el apoyo en lugares como La Boca fue importante y, sin embargo, en esos mismos sectores Macri ganó cómodo en las elecciones locales. Por eso, no es que Macri “no hizo política”. La hizo, a la par que se apoyaba en el desarrollo del mercado. Se encargó de mostrar cambios en la ciudad basados en inversiones especulativas como lo que busca hacer IRSA en Casa Amarilla.

Por suerte han habido rechazos de diferentes agrupaciones vecinales que han impedido determinados avances del mercado en la ciudad. Como producto de estos hechos se empiezan a discutir leyes de protección del patrimonio, pero esto es limitado y con poca articulación.

En este sentido, ¿cuáles considera que deben ser los principales ejes de trabajo en relación al desarrollo urbano de Buenos Aires?

En primer lugar considero que se debe avanzar en la descentralización. Ninguna ciudad de América Latina ha podido desarrollarse sin descentralizar. Medellín -que hoy día es vista como ejemplo- y Bogotá en Colombia o ciudades de Brasil como Porto Alegre y Belo Horizonte, han avanzado en este sentido, aplicando políticas de descentralización presupuestaria, trabajando en el desarrollo de los barrios pobres y logrando la participación de la ciudadanía.

Por otra parte, creo que los grandes problemas de Buenos Aires para esta etapa son el transporte y la vivienda porque atraviesan de forma transversal a toda la población. El tema de la vivienda es crucial. Unos años atrás, realizamos una investigación en Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA que dio cuenta que más de 700.000 personas se encuentran en situación de emergencia habitacional, incluyendo las situaciones de hacinamiento. Las villas están sobresaturadas y, como no pueden crecer horizontalmente, lo están haciendo verticalmente. Los sectores que viven en casas tomadas, también sufren una política de desalojos (favorecida por los cambios que impulsó Menem en el Código de Procedimientos) sin ningún tipo de solución como contrapartida. Por eso, hay un problema de hacinamiento muy importante. A esto debemos sumar la falta de créditos para la vivienda y la falta de inversión genuina por parte de la ciudad: todos los años se sub-ejecuta el presupuesto y se transfieren fondos destinados a viviendas hacia otras áreas.

En relación al transporte, hay mucho por realizar. Aquí también tendremos que ver qué ocurre con la transferencia de los subtes. Macri deberá invertir y también tendrá que negociar con un sindicato muy particular y movilizado. Por otro lado, no se puede seguir pensando al automovil como el modo de transporte individual y necesitamos priorizar todo lo necesario el hecho que el transporte llegue al centro de la ciudad.

¿Cómo caracteriza las políticas de vivienda del Gobierno de la Ciudad y hacia dónde hay que trabajar teniendo en cuenta su perspectiva de la “construcción social del hábitat”?

Hoy debe hablarse del “derecho a la ciudad”. Pesemos que en los últimos ocho años los sectores más afectados por el problema de la vivienda han tenido -en virtud a lo realizado a nivel nacional- acceso al trabajo, a la salud, educación a la AUH, etc.; hoy es necesario seguir avanzando en otro tipo de derechos. El “derecho a la ciudad” es aquel destinado a compartir los espacios públicos y los servicios. En este sentido, el “derecho a la ciudad” incorpora, al derecho a la vivienda, una serie de nuevos derechos.

Si bien están establecidos en el Artículo 31 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el gobierno de Macri no ha contemplado ninguno de estos derechos y, en la actualidad, nos encontramos ante una situación muy compleja.

En primer lugar, Macri dispersó las distintas áreas que antes estaban centralizadas en el Instituto de la Vivienda (IVC) y esto produjo dificultades en cuanto al control y al cumplimiento de funciones. Un primer tema que debe ser trabajado por el gobierno porteño tiene que ver con las villas. La Corporación del Sur, que supuestamente tiene que trabajar con el 90 % de las villas de la ciudad (es decir, las que se encuentran en la Zona Sur), hoy está pensada con un criterio inmobiliario y no con el de trabajar en el desarrollo de este sector, en pos de corregir y equilibrar las desigualdades. Temas como la erradicación de las villas deberían ser trabajados de manera integral, recibiendo opiniones de los diferentes sectores. Con el proyecto de ley de darle “a cada uno un terreno”, a los 15 días la gente salió a tomar el Parque Indoamericano, se establecieron sobre la calle del Club Argentinos Jrs., etc. Es decir, se creó un nivel de expectativas que luego supuso un problema. Las villas hoy representan el 30 % del problema de la vivienda, porque en ellas viven alrededor de 200.000 personas. Junto con la problemática del Riachuelo, requieren de un tratamiento urgente.

Un segundo tema que debe abordarse en relación a la vivienda tiene que ver con la Ley 341/2000 (fruto de la movilización de organizaciones de la sociedad civil de la Zona Sur) que establece políticas de acceso a la vivienda a través de cooperativas, mutuales o asociaciones civiles sin fines de lucro. En la actualidad este programa se encuentra desfinanciado, con pocas obras empezadas y sin apoyo técnico por parte del Gobierno de la Ciudad. Esta situación muestra el desinterés del macrismo en avanzar en posibles resoluciones de la problemática de la vivienda.

Un tercer aspecto a ser abordado en relación a la problemática de la vivienda es la falta de crédito. El Banco Ciudad tiene un superávit muy importante y debería tener un paquete de créditos subsidiado en conjunto con Nación. Incluso, recordemos que en la ciudad no se aprovecha el “Plan Federal de Viviendas”. Esto tiene que ver con cómo se entiende la actividad bancaria de un Banco de la Ciudad. Actualmente se concibe en función de obtener ganancias y brindar crédito solo a los empresarios. Considero que debería ser pensada tratando se pensar cuáles son las necesidades de la población, particularmente de los sectores de menores recursos. Sería importante avanzar en líneas de crédito para la “primera vivienda” de los jóvenes, por ejemplo.

Por otra parte, el gobierno de la ciudad tiene que buscar una solución al problema de las casas tomadas, hoteles, etc. Actualmente muchas personas terminan en situación de calle y no está contemplada por el Ministerio de Desarrollo Social, a pesar de lo que diga la Vicejefa de Gobierno electa. No se puede pensar que casas en las que una persona puede disponer de un lugar entre las 18hs de la tarde y 6 hs de la mañana sea una solución válida.

Por último, se requiere dar cuenta del problema acuciante de los alquileres. No hay políticas que prevean el desalojo: se actúa después y una vez que ocurre es muy complicado ayudar a las familias. Es un tema importante porque gran parte de la especulación inmobiliaria va dirigida a generar departamentos en ciertas zonas que se pueden alquilar y se forma un mercado por el cual se terminan pagando precios muy altos por espacios muy reducidos. Incluso, podría pensarse en un parque de viviendas estatal. Si bien la vivienda propia es decir, la “propiedad” de la vivienda adquiere en Argentina un significado cultural también hay otras formas de resolución; en países europeos existe un tipo de iniciativas tendientes a que las familias tengan la posibilidad de contar con un “alquiler social”. Allí el Estado puede avanzar en una ley de alquiler real que lo obligue a construir para “alquiler social”. Por otro lado, también es importante una ley de tierras que avance sobre la especulación. Hoy muchos dueños de los terrenos los dejan vacantes y no pagan un diferencial por tener un baldío. Hay edificios que aprovechan el plusvalor que les da la ubicación cercana a los servicios que desarrolla el Estado. Se trata de una inversión social por la que debería preverse una tasa. En este momento se discute en la Provincia de Buenos Aires un proyecto de ley del “hábitat social” que se propone avanzar en este sentido. En España, por ejemplo, cuando se construye un edificio, una parte del mismo tiene que ser destinado para “vivienda promovida”. Si bien esto puede ser difícil de implementar en Buenos Aires, se puede pensar en que el monto equivalente a determinados metros cuadrados se traslade a otro terreno o a algún fondo de la ciudad. No creo que el gobierno macrista avance en este sentido pero son cuestiones y desafíos a ser pensados a futuro.

A raíz del derrumbe del edificio de calle Mitre, ¿qué nos puede decir al respecto y cómo cree que debe intervenir e inspeccionar la edificación en la ciudad?

Considero que a la ciudad le falta sancionar una ley que organice mejor la construcción para que la especulación inmobiliaria no termine haciendo lo que le plazca y que conduzca a este tipo de derrumbes y, además, en lo que respecta a los accidentes laborales. Todas las inspecciones que hace el sindicato demuestran que hay problemas de seguridad laboral. El gobierno hace inspecciones pero tampoco puede tener un inspector en cada obra. Este tipo de hechos también tiene que ver con la desidia por el lado de las empresas constructoras y, en algunos casos, a la falta de conocimientos técnicos de algunos constructores y colegas. Además, nadie es castigado por los hechos. En definitiva, todo esto tiene que ver con la gran especulación inmobiliaria -con las empresas constructoras que tratan de gastar menos y las inmobiliarias que buscan menores costos-, una perversidad que requiere mayor regulación por parte del gobierno local.

Ud. Mencionaba anteriormente el tema del Riachuelo. En ese sentido, ¿cuáles cree que son las principales áreas de articulación en el marco de la Región Metropolitana de Buenos Aires?

No se ha podido avanzar demasiado con la problemática del Riachuelo a pesar de que existe la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR). En la Provincia se avanzó un poco más pero se requiere de un esfuerzo continuo y articulado. En relación al sector que corresponde con la ciudad de Buenos Aires, según el Juez Federal Armella -a cargo de la supervisión del saneamiento del Riachuelo por orden de la Corte Suprema de Justicia-, hay que empezar con el traslado de la población que vive sobre el “camino de sirga”, destinado a convertirse en “corredor verde”. El gobierno de Macri no tiene voluntad de avanzar y no existen planes serios en este sentido. Incluso, las viviendas destinadas para estos sectores son de dudosa calidad y no están pensadas para el lugar en el que estarán ubicadas. No puede dejarse de lado que la vivienda no solo tiene que ver con cuestiones técnicas, también cumple un rol muy importante la cuestión cultural. Este aspecto no puede dejar de ser tenido en cuenta y el tipo de vivienda que pensó la ciudad, bajo un sistema canadiense, no lo hace. Esto, nuevamente, tiene que ver con que ni este gobierno de la ciudad, ni los anteriores, han atendido a la vivienda como un tema cultural.

En este marco, el Gobierno Nacional, desde el 2003 a la fecha, ha construido una gran cantidad de viviendas (alrededor de 600.000 viviendas y otras 200.000 en construcción), como nunca en los últimos 50 años. Ante este contexto, es necesario pasar a una nueva etapa en la que se discuta como “construir ciudad” y no solo construir metros cuadrados. Esto implica desarrollar vivienda, salud, educación, transporte y el resto de los servicios desde una visión integral de la ciudad, evitando los guetos. Se trata de comprender la ciudad como un lugar de integración y no de compartimentación.

Por todo, hay mucho para discutir. Los movimientos urbanos, en estos cuatro años que se inician con la nueva gestión de Cristina Kirchner, van a ser más importantes. Esto puede traerle inconvenientes a la política pero seguramente abrirá puertas para empezar a pensar cómo desarrollar la ciudad de Buenos Aires y cómo articular políticas en un contexto metropolitano.

Al igual que el hijo, lo ataca por izquierda:mrgreen:

Ese hospital es impresentable. Cuando mi hermano tuvo el accidente, lo levanto el same enla via publica y lo llevo para ahi mientras iba mi viejo (mi hermano nunca perdio el conocimiento) a buscarlo. Le hicieron estudios y le dieron calmantes, señalando que eran golpes nomas. A mi viejo no le cerro nada, se lo queria llevar a mi hermano a la prepaga, los medicos no querian, que si, que no, entro el auto y se lo llevo a la fuerza. En el Otamendi le hicieron los estudios y lo operaron a los 5 minutos de urgencia (suspendieron todas las operaciones y todos los cirujanos fueron con èl) porque tenia estallido hepatico (2 reanimaciones cardiacas mediante). la gestion de Macri en salud es CALAMITOSA.

Pero esto cuando fue?

¿Santiago? Algo había contado, pero no recuerdo los detalles

Algo para rescatar

Empiezan a probar el túnel aliviador del Maldonado | La Razon

Empiezan a probar el túnel aliviador del Maldonado
La Ciudad encara los trabajos finales antes de que el segundo canal, de casi 10 kilómetros, quede en funcionamiento. El túnel, que será llenado y vaciado, va desde Cuenca y Juan B. Justo hasta Costa Salguero.

Las obras del túnel largo para contener al arroyo Maldonado y así impedir las clásicas inundaciones en barrios como Floresta, Liniers, Palermo, Paternal y Villa Crespo entraron en su etapa final. A fines del mes próximo comienzan los trabajos de “pruebas” -llenarán el conducto para analizar el comportamiento- y el 30 de julio quedará en funcionamiento.

El túnel, de 9.800 metros, va desde Cuenca y Juan B. Justo hasta Costa Salguero, donde descargará el agua en el Río de la Plata. Este canal, que corre paralelo al arroyo Maldonado, recibirá caudal en una derivación intermedia en Honorio Pueyrredón y Juan B. Justo. Se verán beneficiados cerca de 300 mil vecinos.

“Estamos terminando las obras civiles y analizando otros temas como las compuertas mecánicas que te permiten llenar y vaciar el túnel. Así y todo, los trabajos más importantes están finalizados”, le contó a La Razón el titular de la Unidad de Proyectos Especiales del arroyo Maldonado, Daniel Capdevila. Antes de la inauguración, no obstante, se realizarán las “pruebas para determinar el comportamiento estructural”.

El arroyo Maldonado atraviesa la Ciudad en dirección sudoeste-noreste. Y durante décadas fue motivo de dolor de cabeza para los vecinos. Es que con una lluvia de entre 30 y 40 milímetros en una hora, el arroyo se llenaba y a la altura de la calle Cuenca ya no tenía más capacidad de captar agua. Así aparecían las clásicas postales de las calles porteñas inundadas.

Ahora, las cosas cambiarán, prometen desde el Gobierno porteño. El túnel largo se suma al conducto corto que fue inaugurado a mediados del año pasado, que va desde Niceto Vega hasta Costa Salguero, por debajo de Juan B. Justo (ver recuadro). “Cuando los dos estén en pleno funcionamiento se triplicará la capacidad de escurrimiento. Se trata de la obra hidráulica más grande de los últimos tiempos”, graficó Capdevila.

Si. Marzo del año pasado. Estuvo bien bien bien fiera la cosa. Estuvo muy complicado, los pronosticos eran pesimos. Increiblemente a los dos dias ya estaba lucido y bromeando a las enfermeras de terapia. Pero el pronostico seguia siendo muy jodido. Pero se repuso en 10 dias. Lo que en principio, si zafaba, eran 2 semanas de terapia y muchas operaciones, terminaron siendo 3 dias de terapia (o 4, no me acuerdo) y 7 de habitacion normal (donde ya estaba perfecto) y solo una operacion mas que la que le hicieron de urgencia. Los medicos nunca lo pudieron creer.

¿Quién les dió mandato para firmar esto?

En los últimos días, muchos trabajadores y profesionales del hospital Borda hemos recibido por cadena de correos electrónicos y por distintas redes sociales un comunicado de la Asociación de Profesionales del hospital, que informa su rechazo (al igual que ATE y la Asociación de Psicólogos del GCBA) a suscribir un acuerdo al cual habrían arribado el miércoles 13 de junio los gremios AMM, UPCN y Sutecba con la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, para “no obstaculizar el desarrollo de la obra del edificio gubernamental perteneciente al Centro Cívico” (sic).
Muchos advertimos que el carácter vertiginoso del plan de obras del gobierno de la Ciudad que vino a garantizar el interventor “trucho” Néstor Pérez Baliño -correspondiente a la instalación de splits frío-calor en los servicios ubicados dentro del pabellón central que hasta el día de hoy sigue sin conexión de gas- tenía como objetivo relanzar el “otro” plan de obras, que apunta a levantar el fastuoso centro cívico de Macri en los terrenos del “fondo” del hospital, donde hoy se encuentran el taller protegido Nº 19 y el área de deportes y recreación, muchas veces presentado de manera falaz como “terrenos ociosos”.
La gravedad del acuerdo UPCN-Sutecba-AMM con el gobierno de la Ciudad radica, en principio por partida doble: por un lado, se pretende entregar un cheque en blanco al gobierno de Macri, con el agravante que se desconoce el resultado de la asamblea histórica del hospital, que a finales de abril se pronunció de manera rotunda y por amplia mayoría por el “No al centro cívico en el Borda”.
Cabe mencionar que, según algunos medios, algunas fuerzas opositoras al gobierno de Macri en la Ciudad, como el kirchnerismo, habrían dado su visto bueno al proyecto del centro cívico, condicionado a que un porcentaje de los fondos obtenidos por la futura venta del edificio del Plata sea destinado a “obras hospitalarias”, lo que constituye un antecedente de características bochornosas: el financiamiento de la infraestructura hospitalaria estaría subordinado a la venta de “activos” de la Ciudad, para que se entienda mejor, a subastar “las joyas de la abuela”. El panorama tampoco resulta alentador cuando constatamos que la propia presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, oportunamente se pronunció también por la “erradicación del Borda y el Moyano”, al presentar el año pasado el Plan de Seguridad Cinturón Sur (28/6/11).
La finalización de las obras del pabellón central será la señal de largada para volver a la carga por la construcción del centro cívico en el Borda, lo cual se traduce al cierre de nuestro hospital en un lapso de cinco años, como muchos lo reconocen off the record.
Llamamos en primera instancia a los delegados y compañeros de ATE y la Asociación de Profesionales a que se convoque nuevamente a una asamblea general del hospital, para que se informe con mayor amplitud el acuerdo firmado por las direcciones de AMM, Sutecba y UPCN con el gobierno de Macri y se ratifique lo ya votado masivamente por los trabajadores y profesionales del hospital en la asamblea de finales de abril: “No al centro cívico en el Borda”. Asimismo, también hacemos extensivo nuestro llamado a la comisión interna de UPCN, AMM y Sutecba para que desconozcan el acuerdo espurio suscripto por las direcciones gremiales de Andrés Rodríguez, Gilardi y Patricio Datarmini con el gobierno de la Ciudad, y se sumen a la defensa incondicional del hospital Borda, frente al intento de vaciamiento y cierre que se pretende consumar con el proyecto del centro cívico.

Tribuna de Salud – Hospital Borda

¿Quién les dio mandato para firmar esto? ¡Asamblea general ya! : Prensa Obrera 1228

Qué es esta bizarrada de Clarín? :lol:

POLÍTICA/ MAURICIO MACRI
Las charlas de Macri con un histórico del PJ para tratar de entender al peronismo
POR SANTIAGO FIORITI

El líder de PRO mantuvo diez encuentros a solas con Julio Bárbaro. Recibió el consejo de ser “más elástico” y terminar con las internas.

En el piso ocho del sencillo departamento en el que Julio Bárbaro pasa sus días, sobre la calle Libertad, el teléfono sonaba insistentemente allá por febrero. Cuando el dueño respondió con su típica voz ronca, Mauricio Macri no tuvo necesidad de preguntar quién atendía: - “Te sigo siempre lo que decís en televisión y coincido en la mayoría de las cosas. Si en el peronismo fueran todos como vos sería más fácil. ¿Por qué no nos juntamos a charlar los dos solos? Yo te veo como un profesor de política ”, le dijo el jefe de Gobierno.

Unos días después, Bárbaro, un histórico del peronismo --cofundador del Grupo Calafate con el que comenzó a edificarse el proyecto presidencial de Néstor Kirchner- se tomó su tiempo para elegir una buena corbata, el formalismo que exige el Jockey Club para sus clientes. Macri lo esperaba en una mesa jugueteando con el teléfono celular. Bárbaro pidió vino blanco. Macri, que no toma alcohol, probó una copita para no desairar a su invitado.

Era el inicio de un romance que ya acumula diez citas reservadas , inclusive una en París.

“Mauricio es un tipo muy respetuoso. Inteligente, sabe escuchar y busca hacer política moderna. Tiene buenas intenciones”, le dijo Bárbaro a un amigo con el que se cruzó a la salida del Jockey. El almuerzo había sido largo. Ambos se sintieron a gusto y quedaron en volver a verse. “La próxima te cocino”, se despidió el escritor.

El encuentro se concretó en el departamento de Scalabrini Ortiz y Las Heras de su hija, que está casada con el periodista Gerardo Rozín. Bárbaro preparó zapallitos rellenos, bocaditos de acelga, matambre y pastel de papas. Macri se animó de nuevo con una copita para brindar. El fenómeno del peronismo y la tradición política sobrevolaron toda la conversación.

“El peronismo ya no existe pero no se puede ser antiperonista” , buscó aconsejarlo Bárbaro a Macri. El conductor del PRO se abrió: le dijo que a veces le costaba entender al partido de Perón y mucho más a Cristina. Su interlocutor respondió con una broma: “Es que en un país de afectos y relaciones mafiosas, de italianos, gallegos y judíos, tu viejo te mandó a estudiar a un colegio inglés ”. Macri se mató de risa.

Un hombre del riñón de jefe de Gobierno contaría luego que Bárbaro le sugirió “enamorarse de la política no sólo como contenido sino como oficio”. Claro, le aconsejó más cosas: que corra al PRO de la derecha, que sea “más elástico”, que se abra, que termine con las internas de su partido (“las promueven los que les alcanza con la intendencia”) y que sus movimientos no sean tan lentos como los del mundo empresario.

Las citas siguieron en varios cafés de la Ciudad. Aunque también volvieron a verse para almorzar, la última en el comedor de Bolívar 1. Macri quería presentarle a su asesor estrella, Jaime Durán Barba, y de paso sumó al diputado Federico Pinedo. Al llegar, Bárbaro los sorprendió con una chanza: “Pinedo, es la cara más presentable del PRO y Larreta es la cara más difícil de entender” . Esta vez el que se mataba de risa era Durán Barba.

“Yo tengo vocación de ser presidente pero no lo vivo como una enfermedad. Si no llego voy a ser feliz igual”, dijo Macri en ese último almuerzo. Bárbaro amagó con decir algo, pero prefirió callarse. No tenía del todo claro si aquello era una virtud o un defecto.