River, sanción y después…
Salió la sanción. La misma que fue postergada hasta luego de las Elecciones primarias para no afectarlas, se dio a conocer. River no podrá jugar en el Monumental durante cinco fechas y, de esas cinco, en dos lo hará con el estadio vacío. ¿Mucho? ¿Poco? Cuanto menos, desprolijo.
Sabido es que aquel River-Belgrano se jugó con público por los mismos motivos que la sanción no se conoció pronto: el Gobierno. No para usarlo a su favor, pero si para no tenerlo en contra. El tema que si esto fuera un país en serio, la sanción debería haberse conocido pocos días después del partido y jamás podría ser “manipulada” por una elección. Pero bueno, eso es otro tema.
La cuestión es que habida cuenta que River ya jugó, debutó y ganó en su estadio, con su gente (sólo socios, eso sí) la sanción que ahora impone la “prohibición” para ir a esa misma gente suena mucho a paparruchada. Si el espíritu de la sanción era el que se conoció, River jamás debió haber debutado con público en la BN.
River, la cancha de Huracán, Almeyda
Pero esto es Argentina y la sanción del comité indica que el Millonario jugará, a cancha vacía, contra Sportivo Desamparados de San Juan (27/08) y Defensa y Justicia (10/9). Luego, posiblemente en Huracán ante la negativa de Vélez a alquilarle a River el José Amalfitani, pasarán los duelos ante Atlanta (24/9), Gimnasia y Esgrima La Plata (5/10) y Aldosivi (29/10) . Esos tres con público, pero eso sí: sólo socios.
En criollo: el tipo que no tiene los más de 300 pesos que River pide para asociarse, a manera de cuotas anticipadas, recién podrá volver a la cancha en el mes de Noviembre. Más precisamente el 12, cuando River reciba a Atlético Tucumán. Ah, ¿Pezzota? Sigue dirigiendo, como si su desempeño hubiese sido bueno. Fue horripilante en River-Belgrano ignorando (no queriendo cobrar, bah) un penal para River e igual de espantoso en Quilmes-Olimpo. Pero no él no desciende, el no es sancionado. Lo mismo para los ¿policias? que durante el operativo provocaron, sistemáticamente, a los hinchas de River buscando la reacción. Rock ‘N Ball estuvo ahí y puede dar fe de esto último.
Y ahora…
Quizás en el Twitter de Alejandro Domínguez (@Chori1708) pueda encontrarse una pintura de cómo cayó la sanción en el plantel que comanda Matías Jesús Almeyda: “Que MIERDA y que bronca lo de la suspensión, después de la fiesta del martes. Bueno habrá gente que estara contenta. Saldremos igual, somos RIVERRR”. Sí, al Chori no le gustó ni medio. Y seguramente al plantel tampoco. Dicen los que caminan los pasillos del Monumental a diario que se elevará un amparo para “demorar” la sanción. Lo mismo harán varios socios de manera independiente. ¿Servirá? mmm Ya no hay elecciones que sirvan como “excusa” para demorar la inevitable sanción.
Al River equipo esto lo afectará en la medida de cómo juegue en la cancha. Suena a verdad de perogrullo pero es así. Uno de los factores más grandes de River en la BN, que puede ser usufructuado a favor por el Millo, es su gente. El martes sólo podían ir socios, diluviaba y en la cancha había entre 35 y 40 lucas. Ningún club de la BN consigue juntar esa cantidad, es más, a varios de primera les sería imposible. Es decir, para los próximos dos duelos de local, River perderá ese plus. ¿Es necesario? Claro. Esto es fútbol. Todo suma a la hora del resultado final. Está claro que las huestes de Almeyda son capaces de ganar sin la necesidad del aliento de su gente. Pero si algún rival se le planta a River, a veces los cánticos ayudan a recordarle dónde está parado.
Lo concreto es que River permanecerá “sancionado” durante un buen tramo de la primera rueda. Se deberá medir ante Atlanta, un rival complicado (preguntale a Simeone, si no) que se anima a más. Luego recibirá a Gimnasia, en un partido mano a mano con unos de los candidatos y también ante los marplatenses de Aldosivi. Para esta terna de juegos la cancha será poblada sólo con socios. Y no será el Monumental. Ante Sanjuaninos y Defensa ni siquiera eso: vacía.
¿Qué visitará River mientras tanto? Mañana empieza el periplo federal de la Banda Roja. Primera escala será Mendoza, donde unas 15 mil almas millonarias, sin camisetas, ni banderas, pero con el grito a flor de piel dirán presente. Luego, por la cuarta jornada, River viajará al Centenario a medirse con Quilmes, otro candidato. En la sexta ¿visitará Merlo? Vale el signo de pregunta porque la cancha de Merlo no tiene luz artificial y River siempre jugará a las 19 hs. ¿Será en Morón el partido? ¿En alguna cancha de la provincia? Será cuestión de verlo.
Luego visitara Caballito, para medirse ante Ferro. Entre el duelo con platenses y marplatenses, River jugará dos partidos seguidos en condición de visitante y dos de esos “pesados“. Otra vez jugará en Huracán, pero ahora enfrentando al local y luego volverá al interior, para viajar a Córdoba donde lo esperará la Gloria cordobesa que el otro día, en su casa, se cargó al equipo de Juan Amador Sánchez.
Los equipos que sí visitarán el césped del Monumental y sentirán el rigor serán Atlético Tucumán, Central y Patronato de Paraná. En resumen, este River que ya inició la “Misión Regreso” apenas jugará cuatro partidos como local-local, cinco de prestado y otros diez en condición de visitante, con cinco viajes al Interior: Mendoza, Córdoba, Jujuy, Madryn y Corrientes.
Esto tiene la BN, claro. ¿Afectará en algo al equipo de Almeyda? Dependerá de cómo ensamble las piezas el Pelado. Si en cada lugar que River visite lo recibe un clamor popular como en Mendoza, haciéndole recordar a la categoría que ahí está River, también hará que la sanción duela menos. Está claro que River no le ganó a Chacarita por la presión de su gente, pero siempre aporta y suma al fin común.
Durante gran parte de la primera rueda de la BN no tendrá eso a su favor. Lo mejor que le puede pasar a River es que la próxima semana se levante la prohibición para visitantes en el ascenso. Ahí, River tendrá la chance de gritarle a la categoría su inmensidad. Mientras, debido a la sanción y a la regla vigente, el inmenso pueblo Millonario sigue a la espera. Ojo, a la espera pero listo para la acción: se rumorea que miles se juntarán en las inmediaciones del estadio Tomás A Ducó cuando River deba jugar sin público. ¿No sería más seguro dejarlos entrar? A mi no me pregunten, pregúntenle a los benditos organismos de seguridad de este país.
