River Plate, La gloriosa historia

Nacimiento y desarrollo

C[i]omienzos de siglo, junto al Riachuelo. Por entonces dos cuadros discutían supremacías futboleras en la zona: La Rosales (en homenaje a una heroica corbeta), instaló su canchita en un predio irrgular de las carboneras Wilson y le ganó su primer partido a Estrella Polar de Parque Patricios.
En tanto, en la casa de míster Jacobs, subgerente de las mismas carboneras, todos los domingos por la tarde se reunían familiares y estudiantes amigos del inglés. Un día apareció una pelota, jugaron un rato largo y al final surgió la idea: ¿Y si formamos un club?.
Era un 30 de agosto por lo que se eligió Santa Rosa.
Los rivales cada vez eran más duros y de ahí nació la idea de fusionarse que se concretó el 25 de mayo de 1901.
Tras varias idas y venidas se eligió River Plate como nombre ya que mientras se construía el dique 3, Martínez había visto a unos marineros dejar de lado unos gigantescos cajones ( lo que llevaban adentro era un misterio para todos) y ponerse a jugar a la pelota en momentos libres. A Martinez le llamó la atención la inscripción que figuraba en esos cajones: “The River Plate”.

La primera cancha se levanto del lado este de la Dársena Sud. Allí comenzó a jugar el primer equipo del club: Moltedo, Ratto, Cevallos, Peralta, Carrega, Bard (el presidente), Kitzler, Martínez, Flores, Zanni y Messina.[/i]


El primer equipo de River Plate de 1901.

Cita :
LA BANDA ROJA :

En una noche de carnaval que estaba llegando a su fin, un viejo carro se asomó en busca de un descanso. De la parte de atrás del carro colgaba desprolijamente una cinta roja de seda. Un quinteto de pibes decidió robarla como una de sus tantas travesuras. Esta acción tenía un motivo: adosarle un detalle de color a la camiseta blanca que hasta ese momento identificaba a River. Aquel carrero, seguramente, nunca supo que sin querer había contribuido para alumbrar una de las camisetas más famosas de todo el mundo.

Cita :
Leopoldo Bard: El primer presidente

Fue uno de aquellos pioneros que lucharon desde el comienzo para crear este club de hoy, majestuoso, imponente. Aquel jovencito, hombre de Santa Rosa en los primeros tiempos, incluso fue junto a Pedro Martínez el que propusó el nombre de River Plate. Figura en la historia de River como uno de los personajes ineludibles porque fue uno de sus fundadores, porque fue jugador y capitán del primer equipo, y porque también fue el primer presidente Una anécdota que refleja su añor por River: en ese entonces Bard era practicante del Hospital Muñiz, vió un cartel de publicidad del hospital y le pareció que podía ser bueno para River Plate. Después de una tormenta el cartel se cayó, pasaron 4 días y nadie lo recogió, entonces lo llevó a la carpintería del Muñiz, borró el anuncio original y pintó en su lugar el nombre y la bandera del club.

Cita :
El ASCENSO:

El 13 de diciembre de 1908 Racing y River jugaron por el ascenso a la primera división, River iba ganando 2 a 1 cuando sus simpatizantes eufóricos decidieron invadir el campo de juego. Se reprogramó la final para el 27 de diciembre y ahí River vapuleó a Racing con un claro 7 a 0 obteniendo de esta forma el tan anhelado ascenso. Estos fueron los jugadores que lo lograron: Luraschi, Chiappe Y Politano, Messina, Morroni y Chagneaud, Anapodisto García, Grifero, Abaca Gómez, Elías Fernández y Priano.

Cita :
LAS MUDANZAS: A partir de la fundación y hasta 1923, todos fueron saltos, movimientos pensados o impulsos irracionales. De la Dársena Sur a Sarandí, de Sarandí a la Dársena, de ahí al centro, del centro a Caballito, de ahí a la Boca, de la Boca al Norte…

Cita :
ALUMNI EL VENCIDO FAMOSO El día del primer partido frente a Alumni (que era el equipo más poderoso de esa época) el resultado fue 3 a 1 en contra pero todo River se mostró muy ofendido con los hombres de Alumni porque estos llegaron a la cancha de River listos para salir a jugar, no quisieron utilizar las instalaciones de River que a pesar de ser humildes entregaban la mayor limpieza y comodidad… River se había preparado para ser un anfitrión de lujo. Esto no fue olvidado por River y en 1909 cuando tuvieron que visitar a Alumni todos quisieron demostrar que su humildad no les restaba méritos a la hora de jugar al fútbol. Y dieron el batacazo, ganó River 1 a 0 (gol de Hernán Rodríguez).

Acta de Fundacion :

Nace el más grande.

El 25 de mayo de 1901 se fundó River Plate.

Cita :
En Buenos Aires, a veinticinco días del mes de mayo del año mil novescientos uno, con asistencia de los señores Enrique Salvarezza, Enrique Balza, Leopoldo Bard, José Pita, Livio Ratto, Juan Bonino, Abelardo Ceballos y Luis Jarrico en representación del club Santa Rosa y Bernardo Messina, Enrique Zanni, Carlos Antelo, Pedro Martinez, Alberto Flores, Pedro Pellerano y Enrique Somaruga, en representación del club Atlético La Rosales, ambos con asiento en la Capital, se realiza una Asamblea con el objeto de discutir y propiciar la fusión de los club ya nombrados; al efecto se nombra por mayoría de votos, Presidente de la misma al señor Enrique Salvarezza y secretarioal señor Bernardo Messina. Después de un largo cambio de ideas el señor Livio Ratto opina que siendo uniforme la idea de fusión, y salvados los incovenientes económicos, sólo resta votar un nombre que ha de ser el que usarán en el futuro los clubes fusionados; al efecto propone la denominación de Club Atlético Forward. El señor Pedro Martinez propone a su vez, otra denominación para la futura entidad y pide que se voten, la propuesta por el señor Ratto y la de Club Atlético River Plate que él propone. El señor Presidente pone a votación la moción del señor Livio Ratto y es rechazada, quedando por lo tanto la del señor Pedro Martinez. Dice el señor Presidente: Desde este momento queda fundado el Club Atlético River Plate, propongo pues, el nombramiento de los socios que han de formar la Comisión Directiva encargada de dirigir los destinos de la nueva institución. Se procede a la votación, resultando la Comisión formada por los siguientes socios cuya nómina lee el señor Presidente Salvarezza: Presidente, Sr. Leopoldo Bard; Vice-Presidente, Sr. Albeto Flores; Secretario, Sr. Bernardo Messina; Pro-Secretario, Sr. Enrique Balza; Tesorero, Sr. Enrique Salvarezza; Pro-tesorero, Sr. Jorge Bonino; Vocales Titulares, Señores José Pita, Enrique Zanni, Pedro Martínez, Eduardo Rolón, Carlos Antelo y Livio Ratto. Queda confirmado como terreno oficial para campos de ejercicios físicos del club, el que actualmente ocupa el Club Atlético La Rosales en la Dársena Sud, cabecera Este. Queda citada la nueva Junta Directiva para la próxima reunión a realizarse el día cinco de junio del corriente año a fin de organizar la administración, confeccionar reglamentos y formar teams de jugadores que representarán al club.

Historia del Monumental

Cita :
Allá por 1934, River ya levaba 33 años de vida. Ya había obtebido un título amateur y otro en el profesionalismo. Ya era identificado como los millonarios por sus espectaculares contrataciones. Ya era presidente Liberti, el primero de sus cuatro períodos. Ya la cancha de Alvear y tagle quedaba chica para semejante fervor popular. El 31 de octubre de 1934 se firmó el boleto de compra de los terrenos (83.950 metros cuadrados, 35.000 de ellos cedidos por la Municipalidad, donde se iba a levantar el nuevo estadio en Nuñez. Como por allí debía pasar la avenida Centenario como camino nacional, River quedaba exento del pago del afirmado. La obra para muchos una quimera en ese lugar inhóspito y despreciado, ya tenía escrito su primer capítulo. El 25 de mayo de 1935 se colocó la piedra fundamental en el predio de avenida Centenario y Río de la Plata. El 1 de diciembre de ese año la Comisión Directiva presentó a los socios, en una Asamblea Extraordinaria, los planos aprobados y la reseña detallada de las obras a realizar. Se obtuvo un préstamo de $2.500.000 pesos del gobierno y el 27 de setiembre de 1936 se inició la cosntrucción, bajo la dirección de los arquitectos José Aslan y Héctor Ezcurra. Y así se fue ganando la dura batalla al río. El costo inicial de la obra alcanzaba la cifra de 4.479.545,80, aunque se redujo unos 3 millones de pesos cuando la comisión resolvió suprimir en ese momento la edificación de la tribuna norte. Un rasgo característico de la construcción fue que se optó por la fundación directa, a seis u ocho metros de prfundidad, con excavación a cielo abierto, por permitirlo la estabilidad del terreno, y con achique por bombeo del agua que hacía irrupción. La construcción de las tres tribunas se realizó en dos años. Se ejecutaron 50 kilometros de gradas, con 26.000 metros cuadrados de hormigón y una armadura de casi 3000 toneladas de acero. Pocos años después, cuando estaba en plena ebullición la Segunda Guerra Mundial, el acero utilizado hubiera costado más de lo que costó todo el estadio.

Cita :
[b]Mayo siempre fue el mes de River:

[/b] por lo que fue el mes de la inauguración. El miércoles 25, cerca de 8.000 personas presenciaron la entrega de una bandera argentina y otra del club, costeadas por un grupo de asociados, y entonaron el himno nacional y la marcha de River. Y al día siguiente , la fiesta inolvidable reunió a cerca de 70.000 emocionados espectadores. Después de diferentes actividades la gran tarde se completo con el partifdo disputado entrer River y Peñarol. Ganó River 3 a 1.

Cita :
El Monumental fue según Adolfo Pedernera, el primer gran paso del gigante. La herradura se cerró parcialmente en 1958, bajo la presidencia de Enrique Pardo, y para esa nueva construcción, la platea Colonia, fue decisivo el dinero ingresado (10 millones de pesos) por la transferencia de Enrique Omár Sivori al Juventus. Alrededor de 100.000 personas podían ubicarse en el imponente anillo. Si algo le faltaba a ese símbolo argentino que es el Monumental, la realización del Mundial se lo ofreció en el 78. Con otra cara, con la edificación de la bandeja que restaba, con menos capacidad, el mayor número de plateas llevó la cifra total a 76.609 espectadores, pero con las comodidades que no se conocían por estos lados. La inolvidable apertura fue el 1 de junio (alemania Occ vs Polonia), otros siete encuentros más, la consagración argentina, Las vueltas olímpicas de River, más los títulos internacionales El 29 de noviembre de 1986 se hizo un gran acto de justicia, la obra majestuosa recibió su nombre: Antonio Vespucio Liberti.

TITULOS




IDOLOS



[b]Este exquisito jugador, de físico privilegiado, había llegado al club en 1933 y empezó a jugar en la quinta división de River Plate. Su debut en la categoría absoluta del fútbol argentino fue dos años después de su llegada a Núñez, el 17 de marzo de 1935 cuando River derrotó a Platense por 2 a 1 y Moreno marcó el primer gol de aquélla jornada.
En un principio, Moreno se ubicó en el sector izquierdo del mediocampo de River, formando una dupla exitosa con Adolfo Pedernera. Con el paso del tiempo y de la década, se movió como inside derecho, una especie de número ¨8¨, de la actualidad. Pero por su forma de jugar y sentir el fútbol hacía que pueda cubrir todos los sectores de la cancha, desde la defensa hasta la posición de centrodelantero.

Tanta espectacularidad tenía su juego, que al juntarse con el ya nombrado Pedernera, Juan Carlos Muñoz, Ángel Labruna y Félix Loustau, escribieron las páginas más doradas de nuestro fútbol, paseando sus memorables actuaciones por todas las canchas del fútbol nacional a principios de los años dorados de nuestro fútbol, los 40.
Moreno era capaz de recuperar el balón en su propio campo, para luego trasladarlo con finura hacia el terreno rival, y finalmente llegar a posición de gol. No en vano es el cuarto goleador histórico del club, con 179 conquistas. En el fútbol actual, un volante externo no podría llegar ni por asomo a esa increíble cifra de goles. Es más, ninguno de los delanteros en actividad cosechan la cantidad de tantos que hizo Moreno a lo largo de su paso por River Plate. Lo curioso es que no aparece en la lista, por dos partidos, entre los diez futbolistas que más veces vistieron la banda sangre.

Aquel virtuoso jugador era un atleta que tenía un físico envidiable y eso lo demostraba en los entrenamientos. Y además, sus frecuentes salidas nocturnas a cabarets eran tan conocidas como sus fintas de los días domingos. A Moreno le gustaba tanto bailar con una dama un tango como bailar a algún defensor de turno. ¨Nunca falté a un entrenamiento¨, se atajaba aquel muchacho, nacido el 3 de agosto de 1916. Y era cierto porque disfrutaba del entrenamiento y se quedaba haciendo piruetas y malabarismo con el balón, una vez que éstos finalizaban.
Además de su gran forma, poseía una técnica espectacular. Era un gambeteador inteligente, siempre encarando hacia delante. También fue muy conocido por otra especialidad de la casa: el cabezazo. Pese a que no era un jugador muy alto, poseía una fuerza de piernas admirable que le permitía saltar muy arriba y ganar en las alturas. Pero, acompañado a eso, era dueño de unos testazos inigualables, con ambos parietales o con frentazos, dignos de tener destinos de red.
Su carrera estuvo interrumpida en River debido al famoso éxodo a México, que incluyó la figura estelar de Moreno. En el país del Norte de América recibió el apodo de Charro y fue muy reconocido pero se sabía que algún día iba a volver. Cosa que aun sigue ocurriendo en estos tiempos, con futbolistas que alguna vez hicieron historia en River y tuvieron que emigrar, en otro momento vuelven a ponerse la camiseta millonaria nuevamente.

Y la vuelta al club causó una conmoción desmesurada. Fue el gran acontecimiento de aquel año 1946, más precisamente un 28 de julio y en cancha de Ferro. En aquella ocasión River Plate se medía con Atlanta y se habían vendido unas 30 mil entradas. Además, hay que tener en cuenta que tanto los socios de Atlanta como los de Ferro no pagaban un centavo y no quisieron perderse el regreso de una vieja leyenda del fútbol criollo. La gente ya no sabía en donde ubicarse y el alambrado terminó cediendo ante tal muchedumbre, mientras que el partido se jugaba con la gente rodeando el campo de juego. River ganó por 5 a 1 y el Charro anotó tres goles.

Volvió y obtuvo más títulos ya con nuevas figuras a su lado como Alfredo Di Stefano y Néstor Rossi. Su último laurel fue el de 1947, cerrando así una década impresionante para River Plate. El partido de su despedida en River fue el 11 de diciembre ante Independiente, después de haber jugado 321 partidos. También tuvo un paso fugaz como director técnico de River pero siempre será recordado por sus malabares dentro de un terreno de juego. Falleció a los 62 años y dejó más de mil recuerdos, más de ciento cincuenta goles, más de trescientos partidos y quien sabrá a cuantos rivales mareados.

Partidos de AFA: 321
Goles de AFA: 179
Títulos de AFA: 5 (1936, 1937, 1941, 1942 y 1947)

Partidos como DT: 16[/b]


[i]River comenzó a aparecer como un gran equipo a mediados de 1941 cuando Adolfo Pedernera fue colocado como centrodelantero por el técnico Renato Cesarini, por un expreso pedido de Carlos Peucelle, un visionario del fútbol.

Pedernera jugaba como wing izquierdo pero su inteligencia a la hora de dar el toque preciso, en cortada, la manera de manejar los tiempos del partido, fueron determinantes para mudarse hacia la zona central del ataque.

Pedernera fue el director de orquesta de aquella obra maestra del fútbol, era el estratega, el tipo que pensaba las jugadas, el que las armaba, aunque, también las definía en reiteradas ocasiones. Como en 1942, año en que La Máquina llega al cenit, en el cual marca 23 goles en 24 partidos y finaliza como goleador del conjunto Millonario. Y se da el lujo de anotar dos tantos en la penúltima fecha ante Boca, en La Bombonera, después de estar debajo en el tanteador por 2-0 y con un hombre de menos. Con aquel empate, River se consagró campeón y dio la vuelta olímpica en la tierra de su acérrimo rival.

Su último laurel conseguido con la casaca de River fue el título de 1945, ya que más tarde se despediría del club para pasar por 140 mil pesos a Atlanta, y luego por Huracán y Millonarios de Colombia. Aquel muchacho nacido en Avellaneda, Buenos Aires, el 15 de noviembre de 1918, hizo su debut en River Plate con tan sólo 16 años, el 28 de julio de 1935, en un empate 1-1 frente a Ferro Carril Oeste.

Ya desde niño vislumbraba por su técnica de juego, tan prodigiosa como efectiva, Adolfo era un maestro dentro de la cancha y se movía por todo el frente de ataque. Además, tenía a su lado figuras de la talla de Moreno, Labruna y Loustau, entre otras.

A Boca Juniors le marcó cinco goles en dieciocho encuentros y estuvo presente en varias de las goleadas frente al rival de siempre como las del 5-3 en 1939 (un gol) y 5-1 de 1941 (anotó el último).

Fuera de las canchas, Adolfo fundó el sindicato de Futbolistas Argentinos Agremiados (F.A.A.) y encabezó la huelga histórica del 48. Fue director técnico y pasó la última parte de su vida ligado al club de sus amores como director general del fútbol amateur, para demostrarle a los más chicos todo su conocimiento futbolístico, en torno al juego.

Maestro dentro y fuera de la cancha, llevaba las condiciones puras que forman parte de la historia de River, porque Adolfo es una parte grande de nuestra historia y por eso, no sólo el pueblo millonario, sino el fútbol argentino se vistió de luto el día de su partida, el 12 de mayo de 1995, dándole la despedida a uno de los más grandes ilustres de nuestro fútbol.

Toda historia tiene una mejor parte y toda parte tiene un excelente rasgo de distinción: ellos fueron La Maquina y su cerebro, don Adolfo Pedernera, maestro inolvidable.

Partidos en River: 287
Goles: 131
Títulos: 5
Último partido: 17 de noviembre de 1946 (2-2 vs. Huracán) [/i]

[b]Hijo del italiano de Avellino, Don Angel, el relojero de Barrio Parque
Nacido el 28 de setiembre de 1918 en Las Heras y Bustamante, muy cerca de la cancha de Alvear y Tagle.

Era hincha de River a muerte, tenía una foto autografiada de Bernabé Ferreyra en la vidriera del negocio de su padre.
En 1934 integraba simultáneamente el conjunto de básquet (cadetes) y la cuarta división. En la cuarta especial cobró su primer dinero: 25 pesos por partido.
Tuvo que elegir deporte y el dijo que si le conseguían empleo elegía el basquet. Menos mal que no se lo consiguieron.

Su ascenso fué vertiginoso y debutó en Primera el 18 de junio de 1939 en La Plata frente a Estudiantes. River perdió 1 a 0. Volvió momentáneamente a la tercera hasta el 15 de octubre, cuando reapareció en primera contra Atlanta y ya no salió más. A los 40 minutos del segundo tiempo gritó el primero de los 292 goles que marcó con la banda roja.

Los primeros tramos de la década del 40 sirvieron de marco para el alumbramiento de la Máquina que logró 3 campeonatos (41/42/45) dos subcampeonatos (43/44) y un tercer puesto: 1946
Dentro de la afinada orquesta que componían entre otros Moreno, Pedernera, Muñoz y Loustau, Ángel era el ejecutor: de los 240 tantos convertidos en esa época, 115 los hizo Labruna.
Es el segundo goleador del fútbol argentino. Cuando entraba al área y agachaba el lomo era gol.

Una mañana de 1939 inauguró su serie contra Boca: el domingo 5 de noviembre, Era el primer clásico que jugaba, estaba 1 a 1 a 15 del final y Labruna hizo el gol del triunfo.

El sentimiento “anti boca” (al cual le hizo 15 goles en su carrera) que siempre exhibió Ángel fue una bandera para todo hincha de River. Siempre luchaba para amargarles la vida.
Su “odio” nació gracias a la influencia de un amigo suyo Pistoletti que fué dejado de lado en Boca y quien decía “todo lo que hago es para que algún día puedas jugar en River y le hagas muchos goles a Boca” y vaya si cumplió Don Angel.

En 1945 se casó con Ana, la mujer que conocía desde los 17 años. Fué padre de dos hijos Angel Daniel (fallecido) y Omar Raúl (actual miembro del cuerpo técnico), a quienes tuvo la satisfacción de ver también con la banda puesta.

Llegó el desastre del Mundial de Suecia en 1958, la ida de River a los 41 años.
" Esa Navidad fué la más triste de mi vida, lloré de amargura cuando recibí el telegrama del club."

Tuvo un fugaz paso por el Rangers de Talca (Chile), por Rampla Juniors de Montevideo y el cierre fue en Platense en 1961 a los 43.

Probó suerte en otros negocios (un hotel en Mar del Plata, una pizzería, una gomería y una consecionaria) pero fracasó en todos.
" Quise alejarme del fútbol y asíi me fué, el fútbol es mi vida" Y se hizo director técnico.

Siempre jugó a ganar en todos los equipos que dirigió: Platense, Defensores de Belgrano, Talleres de Córdoba, Central y por supuesto con River en 1975 tras los 17 años sin títulos.

4 títulos de técnico, uno más en Central y once de jugador en River. Un Ganador Nato.
El último equipo que drigió fue Argentinos.
Amaba las carreras de caballo y la timba y muchas veces se lo veía en el hipodromo.
Amado y odiado faleció a los 65 años de edad.[/b]


[b]En Rufino, nació el 12 de junio de 1926, era de Independinete pero se cambió rapidamente una vez que recibió el calor de la masa millonaria.
Un dia jugó para Buenos Aires Pacífico, jugó en el preliminar y le hicieron varios goles, volvió a los vestuairos, que era un simple vagón de tren, con cara larga pero le pidieron que no se cambie, que tenía que atajar para la primera. El no entendia nada, jugó y ganaron. El potencial centrodelantero había quedado definitivamente archivado.
Una carta del ex atleta Héctor Berra, dirigida a Peucelle, le brindó la posibilidad de probarse en River. Con 19 años en 1945 Amadeo debutó contra el Rojo en Avellaneda, ganó River 2 a 1. En el 47 le tocó el servicio militar.

En la cuarta fecha de 1948 Amadeo reapareció en primera (1 a 1 con Lanús)
Una calurosa tarde de 1965 Norberto Menendez fue uno de los que más cargó a Carrizo, pero se llevó la peor parte, Carrizo reacionó en el túnel y le pegó una trompada al Beto, quien había sido compañero suyo en la década del 50.

La última anécdota de Carrizo vs boca sucedió justamenente en el último clásico que jugó Amadeo: Fue en el Metro del 68, el domingo de la tragedia de la puerta 12. Carrizo llevaba 5 partidos sin que le hagan goles y siempre lucía una gorrita gris a manera de cábala. Rojitas cuando entro se la robó y salió corriendo. Igualmente el partido terminó 0 a 0.

En el tema Selección a Amadeo no se le perdonan los 6 goles que le hizo Checoslovaquia, pero la gran revancha fue en la Copa de las Naciones del 64 en Brasil, Argentina venció sucesivamente a Inglaterra, Brasil y a Portugal, logró la copa y Amadeo fue la figura en los 3 encuentros.

El 14 de julio de 1966 instituyó una nueva marca en el arco: 769 minutos sin goles en contra.

Se consagró campeón en 1952/53/55/56/57
Para Amadeo uno de los secretos del arco pasaba por conocer perfectamente al rival.
“La clave era amagar, yo trataba de hacer entrar al ejecutor en la variante que quería. Le regalaba un rincón, lo invitaba a patear allí y cuando remataba a ese lugar yo salía al mismo tiempo que la pelota de sus pies.”
Atajo 18 penales.

Su brillante ciclo en River se cerró en 1969 a los 42 años.
Detrás quedaron 21 años de titularidad indiscutida y 520 partidos jugados.[/b]


[b]La Selección Argentina de fútbol consiguió en dos oportunidades la Copa del Mundo y en ambas ocasiones, sus dos arqueros titulares pertenecieron al Club Atlético River Plate. En su primer Mundial obtenido, Ubaldo Matildo Fillol fue el encargado de custodiar los tres palos durante el certamen que se disputó en nuestro país y que culminó en el estadio Monumental. El arquero, que era un indiscutido, estaba desde hacía cinco años en la institución de Núñez, pero su historia con River había empezado bastante antes…

Nacido el 21 de julio de 1950, Fillol vivió su infancia en el pueblo San Miguel del Monte, alejado de la ciudad, de la gente, los ruidos y viviendo la vida a otro ritmo. Por eso, a los catorce años, cuando Renato Cesarini se ofreció para llevarlo a hacer una prueba a River, Fillol le dijo que no. Tan sorprendido se quedó el gran Cesarini al escuchar esa respuesta como al verle las manos: ¨Pibe, usted tiene las manos muy grandes, va a ser arquero¨, le había augurado el gran Renato.

Dicho y hecho pero con otros colores. En un viaje a Buenos Aires y acompañando a un amigo que se iba a hacer una prueba para entrar a jugar en Quilmes, el Pato Fillol terminó jugando en el elenco cervecero. Luego pasó a Racing Club, que era dirigido por el histórico emblema riverplatense, Ángel Amadeo Labruna. Y nuevamente, el destino lo quería ligar con River.
Sin embargo, por aquélla época, River sufría mas desencuentros que alegrías y Fillol dudo y mucho, al punto de haber decidido quedarse en el club de Avellaneda, pero el mismo técnico de Racing, es decir, Labruna, lo hostigó para que se mudase a Núñez con las siguientes palabras: ¨Mire Fillol, si usted no va a River, yo mañana lo cago a trompadas¨

Tras una reunión, el Pato le hizo caso a Labruna y tomó la decisión acertada. Llegó a River en 1973 y el arquero y capitán de ese equipo millonario era José Alberto Pérez, más conocido como Perico. Pero al llegar Labruna al mando del equipo de River en 1975, Pérez fue relegado y Fillol se adueñaría del arco durante diez años espectaculares.
Debutó en River el 28 de octubre de 1973 en un River 3, San Martín de Mendoza 0, con la valla invicta. Su último partido con la camiseta millonaria fue el 20 de junio de 1983 en un empate en dos tantos ante su ex club, Racing.

En esos diez años Fillol se transformó, junto a Carrizo, en los dos mejores arqueros de la historia riverplatense, y tal vez, del fútbol argentino. El Pato parecía invencible, sacaba fuerzas de uno vaya a saber donde para llegar a alcanzar las pelotas más difíciles. Volaba a un palo y al otro y no lo podían batir. Tenía un físico elogiable. Unos reflejos de felino y una seguridad envidiable. Además era un gran atajador de penales.
En River atajó 16 penales, de los cuales, 2, pertenecieron a definiciones desde los doce pasos. En el Metropolitano de 1975 fue uno de los pilares de aquel equipo campeón pero su esplendor llegaría en el Nacional de ese mismo año. Algunos compañeros de aquélla consagración aseguran que ¨aquel Nacional del 75 lo ganó Fillol solo¨.

El Pato fue un inmenso del arco. Durante su estadía en River logró siete títulos. Siempre vital, siempre siendo la carta de salvación debajo de los tres palos.

El destino quiso que su carrera siguiese en Argentinos Juniors, cuyo técnico, vaya coincidencia, era Ángel Labruna. Y en entrevistas pasadas, Fillol aseguró que en la primera semana después de su salida del club de Núñez, en vez de agarrar para el entrenamiento de Argentinos, terminaba siempre en el Monumental. La rutina y el corazón le habían jugado una mala pasada.

Increíblemente su carrera la terminó en el arco de Vélez Sarsfield, y ante River en el estadio Monumental. Aquella tarde de 1991 le atajo un penal a Rubén Fernando Da Silva y le quitó a River la posibilidad de pelearle el campeonato a Newell´s Old Boys de Rosario. Tanta idolatría existía de parte del público millonario para con él, que aquella tarde de su despedida fue aplaudido y homenajeado durante todo el partido. Se retiró en su casa, como un grande.

Partidos en River: 361
Penales atajados: 16
Títulos: 7 (Metropolitano 1975, 77, 79, 80. Nacionales 1975, 79 y 81)
Campeón del Mundo con Argentina en 1978 mientras atajaba en River.[/b] Cita :
Ramón Ángel Díaz tuvo, si se quiere, la mala fortuna de haber aparecido a la luz en el mundo futbolístico en una época de esplendor para River Plate, que fueron los fines de la década del setenta. En los cuales el equipo dirigido por Ángel Labruna contaba con un plantel exquisito y con futbolistas de enorme jerarquía. Pero Díaz nunca se achicó y en base a formidables y sobre todo, explosivas apariciones, se ganó un lugar entre los titulares ni bien arrancaron los años ochenta. Nació en la provincia de La Rioja el 29 de agosto de 1959 y se ligó a River desde muy pequeño. Hizo las inferiores en el club de Núñez y fue en esa época cuando se ganó el apodo que aun perdura: ¨en inferiores no me crecía el pelo y por eso me decían pelado¨. En los primeros tiempos, Ramón Díaz jugaba como media punta por la izquierda ya que era dueño de una zurda prodigiosa y tenía una visión de juego muy interesante. Pero lo que más asombraba era su pique demoledor y su facilidad para gambetear a los arqueros rivales. Tenía una definición espectacular, además. Debutó en primera división en el año 1978, un 13 de agosto, ante Colón de Santa Fe. La gente comenzó a exigirle a Labruna que lo incluya como titular pero delante de Díaz, figuraba Leopoldo Jacinto Luque, en los planes del entrenador. Ramón ingresaba en los segundos tiempos y con su frescura liquidaba los pleitos, cuando River ganaba por poco y ayudaba a su equipo a remontar resultados adversos. En sus primeros años, Ramón Díaz obtuvo consecutivamente el tricampeonato de 1979-1980, siendo suplente en los dos primeros. Pero lo más raro de todo esto, es que con sólo jugar minutos en las segundas partes, le alcanzaba para ser el goleador de equipo, incluso hacía más goles que los delanteros históricos. Pero seguía siendo suplente. El Pelado fue el máximo artillero de su equipo en los torneos Nacionales de 1979 y Metropolitano de 1980. Ya había cambiado su posición en la cancha. El técnico de la Selección Argentina, César Luis Menotti, en un Campeonato Mundial juvenil Sub-20 decidió ubicar a Díaz como centrodelantero, ya que el media punta era Diego Maradona. Aquella dupla, que se consagró campeona en Japón 1979, fue uno de los logros más recordados de la historia de nuestro fútbol, cerrando una década espectacular. Ramón fue el goleador de aquel campeonato mundial gracias a sus piques demoledores y a sus definiciones tan espectaculares como eficientes. Ya se había consagrado en el mundo del fútbol y tenía tan sólo 20 años. Su último campeonato conseguido como jugador, antes de emigrar a Europa, fue el Nacional de 1981 en el cual fue figura. Entre sus actuaciones más memorables de aquella primera etapa como jugador en nuestro club, aparece el 5 a 2 en la Bombonera, ante Boca Juniors, el 2 de marzo de 1980. Aquella jornada, Ramón le anotó dos golazos a Hugo Orlando Gatti, arquero de los de la Ribera. Hizo el primero y el último de una goleada espectacular como visitante. Después de diez años en el viejo continente, acumulando títulos, muchos goles y más prestigio, el Pelado decidió emprender el viaje de vuelta hacia su primer amor. Entre sus recuerdos por su paso por Europa (jugó en Nápoli, en Avellino, en Fiorentina y en Internacional de Italia), aparecen títulos en el Mónaco de Francia y sobre todo, el último del Inter de Milán, allá por 1989, en el cual fue figura de un campeonato impresionante. Uno de los torneos más recordados por el público riverplatense de los último tiempos es, sin lugar a dudas, el Torneo Apertura 1991. Por aquellos tiempos, en los cuales comenzaban los campeonatos cortos, River dejó sentado su postura y asumió el rol de campeón desde muy temprano, al ganar 9 partidos en racha. En esos nueve encuentros, Díaz marcó 8 tantos. La noche de su vuelta al club, River derrotó a Rosario Central por 2 a 1 como local. Ramón había marrado un penal pero en los últimos cinco minutos del partido, y con River perdiendo por la mínima, el riojano con dos zurdazos le dio la victoria al equipo dirigido, por aquel entonces, por Daniel Passarella. Díaz terminó siendo goleador (14 goles) y figura de aquel Apertura 91, que fue su título último como jugador del club. En 1993 se fue a jugar a Japón al Yokohama Marinos, equipo en el cual fue campeón y goleador en su primera temporada. En 1995 regresó al Club Atlético River Plate pero esta vez para hacerse cargo del equipo como director técnico. Y en sus primeros dos partidos al frente del equipo, dejó eliminado a Vélez Sarsfield de la Copa Libertadores, que era el defensor del título. Al año siguiente, 1996, con Díaz como entrenador, River comenzaba a enhebrar el ciclo más exitoso de los últimos tiempos, al cosechar 5 títulos en un año y medio. Un record inimaginable ni por el más fanático de club de la banda roja. Le devolvió, desde el banco de suplentes, la alegría al hincha de River, con la obtención de la segunda Copa Libertadores de la historia. Uno de los equipos más vistosos del club fue, sin dudas, el del Apertura 1996, con Ariel Ortega y Enzo Francescoli como abanderados de un fútbol hermoso. En 1997, el equipo de Ramón se alzó con el tricampeonato (ya lo había obtenido como jugador) con el Clausura y Apertura de ese año, y además, ganó 2 títulos en 5 días: Apertura y Supercopa. Éste último, era el torneo que River más quería obtener, dado que otros equipos grandes de nuestro país como Racing, Boca e Independiente ya lo habían cosechado. En 1999 Ramón formó un equipo ultra ofensivo con el trío de atacantes formado por Pablo Aimar, Javier Saviola y el colombiano Juan Pablo Ángel. En aquel Apertura River derrotó a Boca en Núñez por 2 a 0 y se adjudicó el torneo en cancha de San Lorenzo de Almagro. Ramón dijo hasta luego por un tiempo y retornó al frente del equipo en 2001 y al año de su vuelta, volvió a gritar campeón detrás de la línea de cal. Imitando esquemas tácticos aprendidos en Europa (defensa con tres hombres, cinco volantes, un media punta y un centro delantero) River volvió a demostrar un fútbol de altísimo vuelo, como la goleada histórica en la Bombonera por 3 a 0 ante Boca y cosechó así, su último –hasta ahora- laurel con River Plate. Ese fue el séptimo como entrenador y por eso, es el más ganador de la historia del club en ese rubro. La gente lo recordará siempre por el grito de aliento hacia sus equipos, aquel que decía: ¨Oy, oy, oy, oy , es el equipo de Ramón¨. Estadísticas: Como jugador: Partidos: 177 Goles: 85 Títulos: 5 (Metropolitano 1979, 1980 y 1981; Nacional 1979 y 1981; Apertura 1991) Como técnico: Partidos locales: 210 Ganados: 116 Empatados: 53 Perdidos 41 Títulos: 5 (Apertura 1996, 1997 y 1999; Clausura 1997 y 2002) Partidos internacionales: 91 Ganados: 39 Empatados: 27 Perdidos: 25 Títulos: 2 (Copa Libertadores 1996; Supercopa 1997)

[b]Y volvió el Enzo para dejar bién en claro que las promesas se cumplen. Volvió para el Apertura 94 y la gente lo recibió como si nunca se hubiera ido. Volvió menos explosivo, menos veloz, pero con más oficio, más panorama, y más ascendencia. Y con dos elementos absolutamente intactos: el taleto y esa capacidad de gol que siempre los destacó. Fue goleador y campeón, mejor imposible.

El primer gol de su retorno fué frente a Argentinos Jrs, pero el debut fué frente a Nacional de Montevideo por la Supercopa.
Durante ese Apertura hizo 12 goles que lograron batir el récord de otro compatriota suyo, nada más y nada menos que Walter Gómez.

Se fué el Tolo, paso fugaz de Babignton y viene Ramón con quien lograría muchísimos títulos.
El 96 logró lo que tanto anhelaba: La Copa Libertadores en la cual hizo 6 goles.
Pero no todo terminó ahí. Ese mismo año River arrolló en el Apertura y el Enzo llegó nada más y nada menos que a la cifra de 100 goles en Rosario frente a Central (convirtió dos goles es día del 5 a 2)
De los 100 goles 59 fueron de jugada, 34 de penal, 7 de tiro libre: 40 en los primeros tiempos y 60 en los segundos.
Y quedaron además 10 en la Libertadores y 9 en la Supercopa.

En el 97 dos títulos más para El Enzo y además la Supercopa. Su cifra final de goles fué de 115 conquistas en 198 partidos.

El anuncio que nadie quería escuchar fue dado en la tarde del 18 de febrero de 1998. El retiro estaba consumado.

Pero no todo fue un lecho de rosas en la carrera del Enzo en River. Francescoli nació el 12 de noviembre de 1961 en el barrio Capurro de Montevideo. Llegó a Wanderers en el 77 y tres años después debutó en Primera. Fué campeón sudamericano con el juvenil uruguayo (1981) en Ecuador y participó en el Mundial de la categoría en Australia. Con la selección mayor logró la Copa Nehrú de la India (1982) y la Copa América (1983). En el 83, a los 21 años llegó a River.
Desde el momento en que debutó el 24 de abril de 1983 en el Monumental, victoria 1 a 0 sobre Huracán su evolución fue constante. El “uruguayo, uruguayo” ya era un grito conocido, casi familiar. Eso lo conmovía “es muy díficil ser reconocido fuera del país de uno y lograrlo me hace sentir muy bien” quién nunca fue tan bien tratado en Argentina , ni siquiera en Uruguay.
En 1985 ganó el Olimpia, el balón de oro.

Además de su talento Enzo siempre fue admirado por su humildad, a pesar de ganar todo y ser un grande en el campo de juego lo era todavía mucho más fuera de la cancha donde demuestra día a día la clase de persona que es.
El domingo 9 de marzo de 1986 se consagró campeón argentino con River, 3 a 0 sobre Velez con un penal suyo en el último minuto de juego- Fue el goleador del torneo con 25 conquistas.
El 1 de agosto de 1999 fue el día seguramente más soñado. Fue el día en que 80.000 espectadores colmaron el Monumental con un único motivo: AGRADECERLE AL ENZO. Fue el día en que otro uruguayo, el ilustre Walter Gómez dio el puntapié inicial. Fué el día en que diseñó el equipo de River con muchos amigos y para colmo cerró la noche con un pase a Marco y de este a Bruno para que sellen el último gol de River. Para anunciar que la dinastía Francescoli continúa.
En esa tarde Enzo recogió algo de lo tanto que había sembrado en su brillante trayectoria: su partido despedida se transformó en una fiesta inolvidable para él y para todo River. El Enzo hombre seguirá caminando por la vida con la frente bien alta y las convicciones irrenunciables.
El Enzo símbolo estará siempre.[/b]

[i]Dicen los que saben que los grandes jugadores aparecen en las más difíciles
y éste jujeño, que por ese entonces tenía 20 años recién cumplidos, eligió
un Superclásico para dejar de llamarse Orteguita.
Jugó en una Bombonera repleta de presión con soltura y alma de potrero;
gambeteó y desparramó rivales jugando como wing derecho y no se cansó nunca de pedirla y de resolver en una baldosa. Dejó en ridículos a Mac Allister
(¡pobre colorado!), Navarro Montoya y al experimentado defensor Juan Simón.
A los 14 minutos de la segunda mitad entró al área por la punta derecha
¿cuando no? y sacó un latigazo infernal que se clavó en el ángulo izquierdo de Navarro Montoya. Luego, siguió enloqueciendo rivales y provocó la expulsión de Peralta. Más tarde llegaría el segundo de Hernán Crespo para adornar el resultado.
Ese mismo año, el 11 de diciembre y con un Mundial encima, Ariel volvió a
pisar la cancha de Boca. Esta vez, tenía a un compañero de lujo a su lado:
Enzo Francéscoli. Nuevamente fue la figura del Superclásico, en aquella
inolvidable goleada por 3-0 que le permitió al equipo de Gallego coronarse
campeón invicto -por única vez en la historia- una semana después.
El Chango clavó un derechazo desde afuera del área por encima del cuerpo del
mismo Navarro Montoya y colocó el 2 a 0 parcial. Anteriormente, le habían
cometido el penal que Francescoli luego transformaría en gol.

Claro que la historia de Ortega no empezó en 1994. Ya desde chiquito mamó
esa pasión por la pelota y se la pasaba pateando en la canchita Belgrano que
estaba enfrente de su casa. Dejó de lado los estudios tras finalizar el
primer año y ni siquiera amagó, raro en él, con seguir segundo. Su primer
club fue Atlético Ledesma, que era el club más importante del barrio, y a
los 15 años ya estaba en primera. ¨Mi meta era que me pagaran por jugar en
la liga de Jujuy¨.
Llegó a River en diciembre de 1990 y se sometió a una práctica de quince
minutos realizada por el director general de fútbol amateur, Delem. Volvió a
Jujuy y tras dos meses se integró definitivamente al club en la sexta
división. Disputó once partidos y saltó a la reserva. Por esos días
extrañaba mucho pero el apoyo de sus padres José y Mirta fue importante para
que se quedase en Buenos Aires.

Debutó en primera el 14 de diciembre de 1991 -1-0 frente a Platense- con 17
años y de la mano de Passarella (su padre futbolístico). De ahí entonces, su
vínculo con el hincha quedaría marcado a fuego.

Ganó su segundo título (el primero jugando como titular) en el Apertura
1993. En ese torneo disputó todos los encuentros y convirtió un gol
recordado a Mandiyú de Corrientes en el Monumental el día de su vigésimo
cumpleaños. Repetiría otra vuelta olímpica en el Apertura de 1994 y dos años
más tarde se alzaría con la Copa Libertadores de América y el Apertura ´96.

Sus notables actuaciones provocaron su ida al Valencia español, en lo que
fue en ese entonces el pase más caro en la historia del fútbol argentino: $
12.130.000.
En el viejo continente desparramó alegría por el ya nombrado Valencia y
luego en Sampdoria y Parma. Ya había jugado su segundo Mundial en 1998 en
Francia.
Hasta que un día decidió volver, como una vez lo hicieron Ramón Díaz y Enzo
Francescoli. Ariel Ortega emprendió el viaje de vuelta a Núñez porque en
Europa no entienden mucho de gambetas y lujos.

Fue una tarde lluviosa frente a Rosario Central y fue figura, valga la
redundancia, en la goleada 4-1. Tuvo que esperar tres torneos (tres
subcampeonatos) para alcanzar la gloria nuevamente. Esta vez, retornó como
manija del equipo y no tan pegado a la raya de cal, y se dedicó a enloquecer
a volantes centrales, como a Mauricio Serna el 10 de marzo de 2002. Sí, de
nuevo en el mismo escenario -La Bombonera- y también después de ocho años
sin conocer el triunfo allí.

Tenía que volver el Burrito de las mil y un gambetas para alterar la
historia y sacarnos de encima una mochila pesada. Sirvió a Esteban Cambiasso
(en el primer gol) y a Ricardo Rojas (en el tercero). Robó la pelota a Serna
en la mitad de la cancha, la llevó al área rival, la abrió a Zapata a la
izquierda, la volvió a recibir y dejó solo a Cavenaghi para que éste dejara
a Coudet listo para empalmar el segundo. Tenía que regresar Ariel para poder
gritar en La Ribera. Posteriormente, River gritó campeón por trigésima vez
pero Ortega tuvo que desembarcar en el Fenerbahce turco, pese a que era la
debilidad del presidente José María Aguilar. Tenía un contrato muy
elevado como para mantenerlo. Y ahí está deleitando ojos ajenos y esperando
seguramente por otro regreso al club de sus amores.

Ariel, ¡gracias por volver!, gracias por volver a ganar en la Boca, todos
los riverplatenses lo necesitábamos y hasta la vuelta.

Nacimiento.

  • Fecha: 04/03/1974
  • Lugar: Ledesma, Jujuy
  • Apodo: Burrito

Contextura.

  • Altura: 1,70 mts.
  • Peso: 67 kgs.

Características.

  • Número: 7
  • Posición: medio punta
  • Pierna hábil: derecha
    Debut en 1ra.
    14/12/1991 (Platense 0 - River 1)

Partidos.

  • jugados en 1ra.: 256

  • goles convertidos: 68

  • internacionales: 74

  • goles convertidos: 10

  • selección: 86

  • goles convertidos: 17

Titulos obtenidos.
7 (Apertura '91, '93, '94 y '96, Copa Libertadores '96, Clausura '02 -River- y Apertura 04 - Newell´s) * Supercopa Italiana 1999 (Parma) ** 1 Medalla de Oro Juegos Panamericanos Mar del Plata 1995 y * Medalla de Plata en Juegos Olímpicos Atlanta[/i]

[b]El más alegre, sin dudas. El que más hace divertir a los hinchas. Ese es Pablo César Aimar, cordobés, argentino y riverplatense. De baja estatura pero de talento inmenso, es uno de los mejores jugadores de nuestro país en la actualidad. Su mágico fútbol lo ha paseado por todas las canchas del mundo vistiendo la camiseta de River Plate, de la Selección Argentina y de Valencia, su actual club.

Nacido el 3 de noviembre de 1979 en Río Cuarto, éste escorpiano llegó a River en 1994, debido a que sus amigos del pueblo querían venir a probar suerte en el fútbol grande de la Capital Federal. Siempre introvertido y tímido fuera de la cancha, el Payasito brindó una demostración de fútbol en aquella prueba y llamó la atención por su inexpugnable calidad.
Pero como le sucediera a infinidad de chicos que vienen del interior, Aimar regresó a sus pagos allá en Córdoba para jugar en el club Estudiantes. Sin embargo, un llamado de Daniel Passarella, por entonces técnico de River, lo hizo regresar a Núñez, para ya no volverse más.
Producto impecable del semillero millonario, Pablito compartió sus momentos de adolescencia en la pensión del club con sus amigos Franco Costanzo y Guillermo Pereyra, todos ellos cordobeses. En las divisiones inferiores siempre fue un valor destacado a pesar de no tener la contextura física adecuada pero como en nuestro club siempre sobresalió la técnica por sobre el físico, en las categorías menores, Aimar no tuvo problemas en adaptarse rápidamente.

El 11 de agosto de 1996 debutó en la Primera División del fútbol argentino, teniendo a Ramón Díaz como entrenador, en un partido que River perdió por 1 a 0, en Santa Fe, ante Colón. Ya pintaba para crack ese gurrumín. Sin embargo, aquel plantel supercampeón estaba plagado de estrellas, por lo que Aimar tuvo que esperar su momento para decir presente en el fútbol grande.
Sumó un partido en el Torneo Apertura 1997 y ese fue su primer título. Tras la venta de Marcelo Gallardo al fútbol francés, la camiseta número ‘10’ de River tuvo en Pablo Aimar a un exponente genuino y fantástico, con todo el potrero encima. El cordobés le regalaba maravillas a la hinchada que ya comenzaba a idolatrarlo.

Gran pateador de tiros libres, se recuerda mucho un tanto anotado a Gimnasia y Esgrima La Plata en cancha de Vélez Sarsfield, en el partido de desempate para ingresar a la Copa Libertadores de América 2000. River ganó 3 a 2 y Pablito anotó un gran gol.
Asumió la condición de crack indiscutible en el Apertura 99 cuando lideró el ataque de un conjunto impresionante que contaba con un trío de lujo en la ofensiva: Aimar, Javier Saviola y Juan Pablo Ángel. En aquel torneo el equipo dirigido por Ramón Díaz desplegó un fútbol brillante que nacía de los pies de Pablito.
Aimar convirtió goles espectaculares y también decisivos a muchos rivales como a Independiente (1-1 en la sexta fecha). El equipo tenía un andar majestuoso y peleaba el título con Boca Juniors, a quien enfrentó en la undécima, un 17 de octubre, con un Monumental repleto.
Una actuación magistral de Aimar le dio el triunfo a River sobre el elenco dirigido por Carlos Bianchi. A los 37 minutos de la primera etapa Leonardo Astrada habilitó a Pablo, que entró con la marca de Martín Arruabarrena, por el costado derecho. Mató la pelota en el pecho y tras un pique le colgó el balón en el segundo palo al indefenso de Óscar Córdoba, arquero boquense. El gol de Ángel en la segunda mitad cerraría el marcador. River volvió a imponerse en un superclásico, en el Monumental, después de nueve años con Aimar como máximo exponente.

Con aquel triunfo nuestro equipo se trepó a la cima y jamás la soltó. Un golazo de tiro libre a Talleres (4-1), en el Olímpico de Córdoba, para ser profeta en su tierra. Un bombazo en el empate cuatro a cuatro con Chacarita. La fiesta final llegó en la última jornada en el empate en dos tantos frente a San Lorenzo, en el Nuevo Gasómetro, un 19 de diciembre.
Con 19 partidos jugados y 1668 minutos en cancha fue el futbolista de mejor asistencia en aquel campeonato. Con 9 tantos fue el volante más goleador y sin dudas, fue la figura de un equipazo.

Sin Ramón Díaz en el banco y con la llegada de Américo Rubén Gallego, Pablo Aimar lideraría a River hacia un nuevo doblete en la historia del fútbol argentino. El Clausura 2000 también quedaría en manos de la banda roja, con la misma base del título anterior. Aquel fue el tercer y último logro conseguido por el Payasito en River, ya que en enero de 2001 partió rumbo al fútbol español, desembocando en Valencia, quien pagó mas de veinte millones de dólares por su magia.

En este club es considerado ya un ídolo y es el jugador más querido por parte del público valenciano. Ya ha sumado a su palmarés 2 Ligas Españolas (2001-2002 y 2003-2004), 1 Copa de la UEFA (2004) y 1 Supercopa Europea (2004). Tiene más de veinte goles y casi ciento cincuenta partidos en la liga de las estrellas.

Pero no sólo en River y Valencia ha brillado el Payaso. También en la Selección Argentina ha hecho de las suyas. Como juvenil obtuvo 2 campeonatos sudamericanos y una Copa del Mundo, en Malasia 97, Sub 20.
Ya ha jugado un Mundial en Corea-Japón 2002, convirtiéndose en el mejor jugador del plantel argentino, en el marco de una frustrante experiencia mundialista, con el equipo de Marcelo Bielsa eliminado en primera ronda. De todos modos, Pablito espera su revancha en Alemania 2006, donde seguramente será un arma principal en el esquema de José Néstor Pekerman, el entrenador albiceleste. En ese país Aimar jugará su segundo Mundial.

Partidos en River: 83
Goles en River: 22
Títulos en River: 3 (Aperturas 1997 y 1999 y Clausura 2000)

  • Datos válidos para Torneos de AFA.

Partidos internacionales en River: 29
Goles: 7[/b]

[b]Javier Pedro es, como dice Lito, el ultimo guapo del Bajo Belgrano, que domingo a domingo, alegraba a la hinchada Millonaria. Todos sabemos que la Rata fue el goleador del torneo apertura 99, con 15 tantos; convirtiendo goles de todos los tipos y colores (de zurda, de derecha, de cabeza, de chilena, de taco, etc).
Sus goles son siempre GOLAZOS.
Además, se consagró goleador del Mundial Sub-20, al marcar 11 tantos en 7 partidos. Así se convirtió en el máximo artillero en la historia de los mundiales juveniles. Es ídolo total de la hinchada riverplatense, y con 19 años, ya se metió en la historia grande del glorioso River Plate.
Hasta el 12/11/02, lleva convertidos 46 goles por torneos de AFA, 9 goles por Copas Libertadores y 3 goles por Copa Mercosur. Jugando para el Barca marco 26 goles (7 en la Champions League y 19 en la Liga). Con la Selección Argentina Sub-20 anoto 11 goles.
Recientemente fue transferido al Barcelona de España. Las únicas palabras que tenemos los hinchas son de agradecimiento. SUERTE JAVIER!!!

“Es un gran jugador. Lo veo y se me pone la piel de gallina. Tiene la calidad de un volante conductor de equipo y a la vez define como Van Basten”, Diego Maradona, julio 00

“Me duelen todos los goles que me hacen. Por ejemplo, los de Saviola, que me tiene de hijo…”, Oscar Cordoba, arquero de boca, octubre 00
Todo el mundo debe saber que la Rata fue elegido por el prestigioso diario uruguayo “El pais” como el mejor jugador de América en el año 99. Este premio lo han ganado jugadores de la clase de Francescoli, Salas, Chilavert y Romario.

Actualmente, Javier es el 12 avo goleador del fútbol argentino en actividad.

Los casi 26 millones de dolares que pagó el Barca por su pase son record absoluto para el fútbol argentino.

El Conejo fue una figura excluyente del ultimo mundial ganado por Argentina, en donde demostró toda su categoría. Marcó 11 goles (record total) en 7 partidos, se consagró goleador del torneo y gano el balón de oro al mejor jugador. Realmente dio gusto verlo jugar!!!. Además, hay que aclarar que en la final contra Ghana, llevó la cinta de capitán.

Javier Saviola y Pablo Cesar Aimar formaron una dupla letal, dando catedra en cualquier cancha en la que se presentaban (ademas, son íntimos amigos y compartían, entre otras cosas, el fanatismo por el millo y los cuartos en las concentraciones). Ahora, el compañero de la Rata en las concentraciones es su ídolo de toda la vida Ariel Arnaldo Ortega. Debe ser un sueño para Javier estar jugando al lado del Burrito, jugador al que toda su vida admiró. Es más, en el cuarto de la Rata, todavía hay colgado un poster de Ariel Ortega !!! Y encima se entienden a la perfección… cuando arrancan, nadie los puede fenar y despliegan poesía por todo el campo de juego. Gracias Ortega nuevamente por tu vuelta y por amar tanto a River Plate !!!

Frases dichas por Saviola:

“Si fuera por mi, yo en River me quedo toda mi vida”, Radio River Monumental, enero 00

“El día del debut, Arzubialde me pegó una patada y quedé revolcandome por el piso un buen rato. Me dijo: LEVANTATE PENDEJO DE MIERDA. yo me quedé mirandolo, como diciendo: para que recién empiezo…” , revista El Grafico, diciembre 99

“El gol de River que más grité como hincha fue el segundo de Salas contra el San Pablo, por la final de la Supercopa”, revista El Grafico, diciembre 99

“Estoy muy tranquilo en River, que es uno de los mejores clubes de la Argentina y del mundo. Es como mi segunda casa, y , por ahí, en el fondo del corazón uno quisiera quedarse para siempre, pero también tengo claro que alguna vez me gustaría ir al fútbol europeo. Lo ideal sería seguir dos o tres años más, pero nunca se sabe. Lo que tengo claro es que si me voy al exterior, tiene que ser para triunfar, no para probar suerte”, revista mistica, julio 00.

“Yo era alcanzapelotas y hacía lo imposible por ver a Francescoli y a Ortega. Me fijaba en lo que hacían ellos, trataba de imitarlos. Y ahora todo eso me pasa a mi.”, diario Clarin, julio 00.

“Yo se que si pierdo la humildad, pierdo todo. Vivo pensando en no cambiar. Si me pongo a pensar en todo lo que me pasó en River, me vuelvo loco”, diario Clarin, julio 00.

También hay palabras y consejos de jugadores y ex jugadores:

“Una aparición explosiva. Tiene un pique de tres cuartos arrollador. Sabe mucho con la pelota y en el área es mortífero. Lo que más me asombra es su calidad para definir. No hay muchos jugadores en el mundo con su frialdad para hacer lo mejor cuando esta frente al arco” dijo Astrada

“Se que siempre Saviolita me nombra como a su ídolo, se lo oi decir en varios reportajes. Pero no es por eso que tengo un gran cariño futbolístico y humano por él. La verdad que me encanta su forma de jugar, la explosión que tiene en los piques. Además, siempre encara directo al arco, nada de irse para los costados. Otra cosa que me impresionó fue su evoloución en casi un año de primera. No es común que un pibe de 17 años estalle y se adapte tan fácilmente a un ritmo tan exigente. Pero Javier pudo, lo que habla de su gran capacidad.
Lamentablemente no lo pude ver mucho en vivo pero si me acuerdo que hace unos meses, cuando pase por el Monumental a saludar al utilero Pichi Quiroga y a otra gente del club, me crucé con él y estuvimos hablando un poquito. Me encanta como juega, es muy rápido, tiene una habilidad bárbara y también lo noto muy frío para definir. Me asombró su poder de gol. Con un jugador de esas caracteristicas cualquier equipo arranca con ventaja, y hay robo. Y eso es con lo que conto River: individualidades desequilibrantes (como la de Saviolita) para quedarse con un nuevo título”, dijo Ortega

“El tenía 10 años, y nosotros 17. Sin embargo jugaba con nosotros y nos pasaba como si nada. Era tan gracioso todo que casi siempre teníamos que parar los partidos porque la abuela le traía el vaso de leche y hasta que no se la tomaba toda no seguíamos” dice Sebastian Cantiani, preparador físico que trabaja en el gimnasio de River desde hace 5 años y tutor de Javier desde que era un bebe.

“Quiero que estés tranquilo, vos sos muy chico y aca las responsabilidades las tienen todos esos jugadores experimentados que ves ahi. Asi que anda y mostrá lo que sabes porque yo y los jugadores te bancamos a muerte”, le dijo el Pelado Diaz en el momento de ingresar al campo, el día del debut.

“A ver si bailas a los jujeños como lo hacés en todas las prácticas”, le dijo Hernan Diaz el día antes del debut. Revista River Campeón de Ole, diciembre 99[/b]

IDOLOS
Cita :
Andrés Nicolás D´Alessandro es el último gran volante de enganche que salió de nuestro fecundo semillero. Los hinchas de River lo pudieron disfrutar durante tres temporadas porque fue transferido en 2003 al Wolfsburgo de Alemania. Dueño de una zurda mágica y prodigiosa, D´Alessandro ya ha logrado alcanzar muchas metas pese a tener una carrera, relativamente, corta. Nació el 15 de abril de 1981 en el Sanatorio Lavalle, en Capital Federal y siempre vivió en el barrio de La Paternal. Hizo los estudios primarios en la escuela Provincia de Mendoza y al salir de la misma, se iba disparado para mimar a la pelota en el club de su barrio con sus amigos. Ya desde chico lo apodaron el cabezón por las dimensiones de su cabeza. Su padre fue el gestor de tal seudónimo. En su niñez pasó por varios clubes de barrios practicando baby fútbol hasta que recaló en el mítico club Parque para finalmente arribar al Estrella de Maldonado. Llegó a River de la mano de Titi Montes y Gabriel Rodríguez y en las divisiones de nuestro club atravesó todas las etapas. Desde infantiles hasta la primera división, a la cual llegó en 2000, con Américo Rubén Gallego como entrenador del primer equipo. Ante Unión de Santa Fe (28 de mayo), por el Clausura, D´Alessandro vistió por primera vez la camiseta de la banda roja en el estadio Monumental. Lo curioso es que el Cabezón ya había sido conocido en el ámbito futbolístico pero a través de las selecciones juveniles de nuestro país. Jugó en la Selección Sub 23 con tan sólo 18 años. Participó como sparring de la Selección dirigida por Marcelo Bielsa, ex director técnico de Argentina y fue llevado a una gira por España en 1999. Pero su momento cumbre con las selecciones menores lo cumplió en 2001 al adjudicarse, junto a sus compañeros, el Campeonato Mundial de fútbol disputado en nuestro país. Al lado de Javier Saviola fueron las estrellas de un equipo que vislumbró por su técnica y buen fútbol. Andrés tenía escasos partidos en Primera División ya que estuvo casi un año sin jugar entre 2000 y 2001, por eso, la oportunidad caída del cielo (una lesión de Livio Prieto le permitió jugar el Mundial) no era digna de ser desaprovechada. Recibió el balón de plata de la Copa del Mundo en 2001, en el estadio de Vélez y fue, finalmente, reconocido por el mundo del fútbol. ¨Es lindo el reconocimiento de la gente, es lindo que te quieran. El tema del periodismo y las notas fue increíble. El teléfono no paraba de sonar en casa¨, reconocía el niño de Oro tras la obtención de aquel importantísimo logro. Ex repartidor de pizzas, D´Alessandro comenzó a afianzarse en la primera de nuestra institución y la gente ya lo había adoptado como un ídolo. Su primer título profesional, siendo titular, lo obtuvo en el Clausura 2002, con Ramón Díaz como técnico. En aquel gran equipo campeón, Andrés representó un plantel plagado de estrellas, como Ariel Ortega, Ángel Comizzo, Celso Ayala, Esteban Cambiasso y Fernando Cavenaghi. Ganó por primera vez en la Boca el día del 3 a 0 con la vaselina de Ricardo Rojas. Le convirtió goles trascendentales, como el del tiro libre a Vélez la tarde del uno a cero en el José Amalfitani. De su zurda han salido goles magistrales, además de pisadas hermosas, pases precisos para dejar cara a cara un compañero con el arquero rival. A su vez, D´Alessandro cuenta con una personalidad impresionante al ponerse el equipo al hombro en las situaciones más complicadas y por partidos de Copa, como la de la noche victoriosa en el estadio Morumbí de San Pablo, ante Corinthians, por la edición 2003 de la Toyota Libertadores, por 2 a 1. Como aquel golazo en la Bombonera por el Clausura 2003, la tarde del empate en dos goles, con un zurdazo potente para dejar sin chances a Roberto Abbondanzieri, arquero xeneise. Aunque el gol más lindo que convirtió fue el válido por la 17ma. fecha del Clausura 2003 (que se adjudicó nuestro club) ante Gimnasia y Esgrima de La Plata en Núñez, tras dejar en el camino a tres rivales, arrancando desde afuera del área, y luego sacar un zurdazo seco y espectacular, que se coló lejos del alcance de Olave. Su juventud, a veces disimulada por la inteligencia que demuestra a la hora de cubrir la pelota y poner nerviosos a sus rivales, y su desfachatez para desenvolverse dentro de la cancha captaron los ojos de los buscadores de talentos de Europa y fue vendido en cifras millonarias al Wolfsburgo alemán, en lo que representó la transferencia más importante en la historia del club germano. Ya adaptado a la Bundesliga, continuó haciendo historia grande en el Seleccionado nacional de fútbol al adjudicarse el subcampeonato en Perú 2004, de la Copa América. Pero el título más festejado fue, seguramente, la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 con la Selección de Marcelo Bielsa. En aquel torneo le convirtió un golazo a Australia que le permitió a nuestra selección avanzar en el primer lugar de su zona. Una de las joyas más preciadas que han salido de nuestro semillero. Un autentico pichón de crack con mucho terreno aun sin descubrir en el mundo del fútbol. Ojalá vuelva a nuestra institución para poder volver a deleitar los ojos de los fanáticos de River Plate. Hasta la vuelta, Cabezón. Partidos en River: 107 Goles en River: 25 Títulos en River: 3 (Clausuras 2000, 2002 y 2003) · Datos válidos para Torneos de AFA

El Plantel




























La Gloriosa Camiseta









Bueno todo esto lo encontre en taringa, y me intereso y lo postie en el foro,
talvez el que hizo todo esto sea miembro de este foro asi que espero que no se enoje :smiley:

talvez no lo lean todo pero bueno, capaz que algun dia estan al pedo y lo leen jajaja

Nacimiento y desarrollo

C[i]omienzos de siglo, junto al Riachuelo. Por entonces dos cuadros discutían supremacías futboleras en la zona: La Rosales (en homenaje a una heroica corbeta), instaló su canchita en un predio irrgular de las carboneras Wilson y le ganó su primer partido a Estrella Polar de Parque Patricios.
En tanto, en la casa de míster Jacobs, subgerente de las mismas carboneras, todos los domingos por la tarde se reunían familiares y estudiantes amigos del inglés. Un día apareció una pelota, jugaron un rato largo y al final surgió la idea: ¿Y si formamos un club?.
Era un 30 de agosto por lo que se eligió Santa Rosa.
Los rivales cada vez eran más duros y de ahí nació la idea de fusionarse que se concretó el 25 de mayo de 1901.
Tras varias idas y venidas se eligió River Plate como nombre ya que mientras se construía el dique 3, Martínez había visto a unos marineros dejar de lado unos gigantescos cajones ( lo que llevaban adentro era un misterio para todos) y ponerse a jugar a la pelota en momentos libres. A Martinez le llamó la atención la inscripción que figuraba en esos cajones: “The River Plate”.

La primera cancha se levanto del lado este de la Dársena Sud. Allí comenzó a jugar el primer equipo del club: Moltedo, Ratto, Cevallos, Peralta, Carrega, Bard (el presidente), Kitzler, Martínez, Flores, Zanni y Messina.[/i]


El primer equipo de River Plate de 1901.

Cita :
LA BANDA ROJA :

En una noche de carnaval que estaba llegando a su fin, un viejo carro se asomó en busca de un descanso. De la parte de atrás del carro colgaba desprolijamente una cinta roja de seda. Un quinteto de pibes decidió robarla como una de sus tantas travesuras. Esta acción tenía un motivo: adosarle un detalle de color a la camiseta blanca que hasta ese momento identificaba a River. Aquel carrero, seguramente, nunca supo que sin querer había contribuido para alumbrar una de las camisetas más famosas de todo el mundo.

Cita :
Leopoldo Bard: El primer presidente

Fue uno de aquellos pioneros que lucharon desde el comienzo para crear este club de hoy, majestuoso, imponente. Aquel jovencito, hombre de Santa Rosa en los primeros tiempos, incluso fue junto a Pedro Martínez el que propusó el nombre de River Plate. Figura en la historia de River como uno de los personajes ineludibles porque fue uno de sus fundadores, porque fue jugador y capitán del primer equipo, y porque también fue el primer presidente Una anécdota que refleja su añor por River: en ese entonces Bard era practicante del Hospital Muñiz, vió un cartel de publicidad del hospital y le pareció que podía ser bueno para River Plate. Después de una tormenta el cartel se cayó, pasaron 4 días y nadie lo recogió, entonces lo llevó a la carpintería del Muñiz, borró el anuncio original y pintó en su lugar el nombre y la bandera del club.

Cita :
El ASCENSO:

El 13 de diciembre de 1908 Racing y River jugaron por el ascenso a la primera división, River iba ganando 2 a 1 cuando sus simpatizantes eufóricos decidieron invadir el campo de juego. Se reprogramó la final para el 27 de diciembre y ahí River vapuleó a Racing con un claro 7 a 0 obteniendo de esta forma el tan anhelado ascenso. Estos fueron los jugadores que lo lograron: Luraschi, Chiappe Y Politano, Messina, Morroni y Chagneaud, Anapodisto García, Grifero, Abaca Gómez, Elías Fernández y Priano.

Cita :
LAS MUDANZAS: A partir de la fundación y hasta 1923, todos fueron saltos, movimientos pensados o impulsos irracionales. De la Dársena Sur a Sarandí, de Sarandí a la Dársena, de ahí al centro, del centro a Caballito, de ahí a la Boca, de la Boca al Norte…

Cita :
ALUMNI EL VENCIDO FAMOSO El día del primer partido frente a Alumni (que era el equipo más poderoso de esa época) el resultado fue 3 a 1 en contra pero todo River se mostró muy ofendido con los hombres de Alumni porque estos llegaron a la cancha de River listos para salir a jugar, no quisieron utilizar las instalaciones de River que a pesar de ser humildes entregaban la mayor limpieza y comodidad… River se había preparado para ser un anfitrión de lujo. Esto no fue olvidado por River y en 1909 cuando tuvieron que visitar a Alumni todos quisieron demostrar que su humildad no les restaba méritos a la hora de jugar al fútbol. Y dieron el batacazo, ganó River 1 a 0 (gol de Hernán Rodríguez).

Acta de Fundacion :

Nace el más grande.

El 25 de mayo de 1901 se fundó River Plate.

Cita :
En Buenos Aires, a veinticinco días del mes de mayo del año mil novescientos uno, con asistencia de los señores Enrique Salvarezza, Enrique Balza, Leopoldo Bard, José Pita, Livio Ratto, Juan Bonino, Abelardo Ceballos y Luis Jarrico en representación del club Santa Rosa y Bernardo Messina, Enrique Zanni, Carlos Antelo, Pedro Martinez, Alberto Flores, Pedro Pellerano y Enrique Somaruga, en representación del club Atlético La Rosales, ambos con asiento en la Capital, se realiza una Asamblea con el objeto de discutir y propiciar la fusión de los club ya nombrados; al efecto se nombra por mayoría de votos, Presidente de la misma al señor Enrique Salvarezza y secretarioal señor Bernardo Messina. Después de un largo cambio de ideas el señor Livio Ratto opina que siendo uniforme la idea de fusión, y salvados los incovenientes económicos, sólo resta votar un nombre que ha de ser el que usarán en el futuro los clubes fusionados; al efecto propone la denominación de Club Atlético Forward. El señor Pedro Martinez propone a su vez, otra denominación para la futura entidad y pide que se voten, la propuesta por el señor Ratto y la de Club Atlético River Plate que él propone. El señor Presidente pone a votación la moción del señor Livio Ratto y es rechazada, quedando por lo tanto la del señor Pedro Martinez. Dice el señor Presidente: Desde este momento queda fundado el Club Atlético River Plate, propongo pues, el nombramiento de los socios que han de formar la Comisión Directiva encargada de dirigir los destinos de la nueva institución. Se procede a la votación, resultando la Comisión formada por los siguientes socios cuya nómina lee el señor Presidente Salvarezza: Presidente, Sr. Leopoldo Bard; Vice-Presidente, Sr. Albeto Flores; Secretario, Sr. Bernardo Messina; Pro-Secretario, Sr. Enrique Balza; Tesorero, Sr. Enrique Salvarezza; Pro-tesorero, Sr. Jorge Bonino; Vocales Titulares, Señores José Pita, Enrique Zanni, Pedro Martínez, Eduardo Rolón, Carlos Antelo y Livio Ratto. Queda confirmado como terreno oficial para campos de ejercicios físicos del club, el que actualmente ocupa el Club Atlético La Rosales en la Dársena Sud, cabecera Este. Queda citada la nueva Junta Directiva para la próxima reunión a realizarse el día cinco de junio del corriente año a fin de organizar la administración, confeccionar reglamentos y formar teams de jugadores que representarán al club.

Historia del Monumental

Cita :
Allá por 1934, River ya levaba 33 años de vida. Ya había obtebido un título amateur y otro en el profesionalismo. Ya era identificado como los millonarios por sus espectaculares contrataciones. Ya era presidente Liberti, el primero de sus cuatro períodos. Ya la cancha de Alvear y tagle quedaba chica para semejante fervor popular. El 31 de octubre de 1934 se firmó el boleto de compra de los terrenos (83.950 metros cuadrados, 35.000 de ellos cedidos por la Municipalidad, donde se iba a levantar el nuevo estadio en Nuñez. Como por allí debía pasar la avenida Centenario como camino nacional, River quedaba exento del pago del afirmado. La obra para muchos una quimera en ese lugar inhóspito y despreciado, ya tenía escrito su primer capítulo. El 25 de mayo de 1935 se colocó la piedra fundamental en el predio de avenida Centenario y Río de la Plata. El 1 de diciembre de ese año la Comisión Directiva presentó a los socios, en una Asamblea Extraordinaria, los planos aprobados y la reseña detallada de las obras a realizar. Se obtuvo un préstamo de $2.500.000 pesos del gobierno y el 27 de setiembre de 1936 se inició la cosntrucción, bajo la dirección de los arquitectos José Aslan y Héctor Ezcurra. Y así se fue ganando la dura batalla al río. El costo inicial de la obra alcanzaba la cifra de 4.479.545,80, aunque se redujo unos 3 millones de pesos cuando la comisión resolvió suprimir en ese momento la edificación de la tribuna norte. Un rasgo característico de la construcción fue que se optó por la fundación directa, a seis u ocho metros de prfundidad, con excavación a cielo abierto, por permitirlo la estabilidad del terreno, y con achique por bombeo del agua que hacía irrupción. La construcción de las tres tribunas se realizó en dos años. Se ejecutaron 50 kilometros de gradas, con 26.000 metros cuadrados de hormigón y una armadura de casi 3000 toneladas de acero. Pocos años después, cuando estaba en plena ebullición la Segunda Guerra Mundial, el acero utilizado hubiera costado más de lo que costó todo el estadio.

Cita :
[b]Mayo siempre fue el mes de River:

[/b] por lo que fue el mes de la inauguración. El miércoles 25, cerca de 8.000 personas presenciaron la entrega de una bandera argentina y otra del club, costeadas por un grupo de asociados, y entonaron el himno nacional y la marcha de River. Y al día siguiente , la fiesta inolvidable reunió a cerca de 70.000 emocionados espectadores. Después de diferentes actividades la gran tarde se completo con el partifdo disputado entrer River y Peñarol. Ganó River 3 a 1.

Cita :
El Monumental fue según Adolfo Pedernera, el primer gran paso del gigante. La herradura se cerró parcialmente en 1958, bajo la presidencia de Enrique Pardo, y para esa nueva construcción, la platea Colonia, fue decisivo el dinero ingresado (10 millones de pesos) por la transferencia de Enrique Omár Sivori al Juventus. Alrededor de 100.000 personas podían ubicarse en el imponente anillo. Si algo le faltaba a ese símbolo argentino que es el Monumental, la realización del Mundial se lo ofreció en el 78. Con otra cara, con la edificación de la bandeja que restaba, con menos capacidad, el mayor número de plateas llevó la cifra total a 76.609 espectadores, pero con las comodidades que no se conocían por estos lados. La inolvidable apertura fue el 1 de junio (alemania Occ vs Polonia), otros siete encuentros más, la consagración argentina, Las vueltas olímpicas de River, más los títulos internacionales El 29 de noviembre de 1986 se hizo un gran acto de justicia, la obra majestuosa recibió su nombre: Antonio Vespucio Liberti.

TITULOS




IDOLOS



[b]Este exquisito jugador, de físico privilegiado, había llegado al club en 1933 y empezó a jugar en la quinta división de River Plate. Su debut en la categoría absoluta del fútbol argentino fue dos años después de su llegada a Núñez, el 17 de marzo de 1935 cuando River derrotó a Platense por 2 a 1 y Moreno marcó el primer gol de aquélla jornada.
En un principio, Moreno se ubicó en el sector izquierdo del mediocampo de River, formando una dupla exitosa con Adolfo Pedernera. Con el paso del tiempo y de la década, se movió como inside derecho, una especie de número ¨8¨, de la actualidad. Pero por su forma de jugar y sentir el fútbol hacía que pueda cubrir todos los sectores de la cancha, desde la defensa hasta la posición de centrodelantero.

Tanta espectacularidad tenía su juego, que al juntarse con el ya nombrado Pedernera, Juan Carlos Muñoz, Ángel Labruna y Félix Loustau, escribieron las páginas más doradas de nuestro fútbol, paseando sus memorables actuaciones por todas las canchas del fútbol nacional a principios de los años dorados de nuestro fútbol, los 40.
Moreno era capaz de recuperar el balón en su propio campo, para luego trasladarlo con finura hacia el terreno rival, y finalmente llegar a posición de gol. No en vano es el cuarto goleador histórico del club, con 179 conquistas. En el fútbol actual, un volante externo no podría llegar ni por asomo a esa increíble cifra de goles. Es más, ninguno de los delanteros en actividad cosechan la cantidad de tantos que hizo Moreno a lo largo de su paso por River Plate. Lo curioso es que no aparece en la lista, por dos partidos, entre los diez futbolistas que más veces vistieron la banda sangre.

Aquel virtuoso jugador era un atleta que tenía un físico envidiable y eso lo demostraba en los entrenamientos. Y además, sus frecuentes salidas nocturnas a cabarets eran tan conocidas como sus fintas de los días domingos. A Moreno le gustaba tanto bailar con una dama un tango como bailar a algún defensor de turno. ¨Nunca falté a un entrenamiento¨, se atajaba aquel muchacho, nacido el 3 de agosto de 1916. Y era cierto porque disfrutaba del entrenamiento y se quedaba haciendo piruetas y malabarismo con el balón, una vez que éstos finalizaban.
Además de su gran forma, poseía una técnica espectacular. Era un gambeteador inteligente, siempre encarando hacia delante. También fue muy conocido por otra especialidad de la casa: el cabezazo. Pese a que no era un jugador muy alto, poseía una fuerza de piernas admirable que le permitía saltar muy arriba y ganar en las alturas. Pero, acompañado a eso, era dueño de unos testazos inigualables, con ambos parietales o con frentazos, dignos de tener destinos de red.
Su carrera estuvo interrumpida en River debido al famoso éxodo a México, que incluyó la figura estelar de Moreno. En el país del Norte de América recibió el apodo de Charro y fue muy reconocido pero se sabía que algún día iba a volver. Cosa que aun sigue ocurriendo en estos tiempos, con futbolistas que alguna vez hicieron historia en River y tuvieron que emigrar, en otro momento vuelven a ponerse la camiseta millonaria nuevamente.

Y la vuelta al club causó una conmoción desmesurada. Fue el gran acontecimiento de aquel año 1946, más precisamente un 28 de julio y en cancha de Ferro. En aquella ocasión River Plate se medía con Atlanta y se habían vendido unas 30 mil entradas. Además, hay que tener en cuenta que tanto los socios de Atlanta como los de Ferro no pagaban un centavo y no quisieron perderse el regreso de una vieja leyenda del fútbol criollo. La gente ya no sabía en donde ubicarse y el alambrado terminó cediendo ante tal muchedumbre, mientras que el partido se jugaba con la gente rodeando el campo de juego. River ganó por 5 a 1 y el Charro anotó tres goles.

Volvió y obtuvo más títulos ya con nuevas figuras a su lado como Alfredo Di Stefano y Néstor Rossi. Su último laurel fue el de 1947, cerrando así una década impresionante para River Plate. El partido de su despedida en River fue el 11 de diciembre ante Independiente, después de haber jugado 321 partidos. También tuvo un paso fugaz como director técnico de River pero siempre será recordado por sus malabares dentro de un terreno de juego. Falleció a los 62 años y dejó más de mil recuerdos, más de ciento cincuenta goles, más de trescientos partidos y quien sabrá a cuantos rivales mareados.

Partidos de AFA: 321
Goles de AFA: 179
Títulos de AFA: 5 (1936, 1937, 1941, 1942 y 1947)

Partidos como DT: 16[/b]


[i]River comenzó a aparecer como un gran equipo a mediados de 1941 cuando Adolfo Pedernera fue colocado como centrodelantero por el técnico Renato Cesarini, por un expreso pedido de Carlos Peucelle, un visionario del fútbol.

Pedernera jugaba como wing izquierdo pero su inteligencia a la hora de dar el toque preciso, en cortada, la manera de manejar los tiempos del partido, fueron determinantes para mudarse hacia la zona central del ataque.

Pedernera fue el director de orquesta de aquella obra maestra del fútbol, era el estratega, el tipo que pensaba las jugadas, el que las armaba, aunque, también las definía en reiteradas ocasiones. Como en 1942, año en que La Máquina llega al cenit, en el cual marca 23 goles en 24 partidos y finaliza como goleador del conjunto Millonario. Y se da el lujo de anotar dos tantos en la penúltima fecha ante Boca, en La Bombonera, después de estar debajo en el tanteador por 2-0 y con un hombre de menos. Con aquel empate, River se consagró campeón y dio la vuelta olímpica en la tierra de su acérrimo rival.

Su último laurel conseguido con la casaca de River fue el título de 1945, ya que más tarde se despediría del club para pasar por 140 mil pesos a Atlanta, y luego por Huracán y Millonarios de Colombia. Aquel muchacho nacido en Avellaneda, Buenos Aires, el 15 de noviembre de 1918, hizo su debut en River Plate con tan sólo 16 años, el 28 de julio de 1935, en un empate 1-1 frente a Ferro Carril Oeste.

Ya desde niño vislumbraba por su técnica de juego, tan prodigiosa como efectiva, Adolfo era un maestro dentro de la cancha y se movía por todo el frente de ataque. Además, tenía a su lado figuras de la talla de Moreno, Labruna y Loustau, entre otras.

A Boca Juniors le marcó cinco goles en dieciocho encuentros y estuvo presente en varias de las goleadas frente al rival de siempre como las del 5-3 en 1939 (un gol) y 5-1 de 1941 (anotó el último).

Fuera de las canchas, Adolfo fundó el sindicato de Futbolistas Argentinos Agremiados (F.A.A.) y encabezó la huelga histórica del 48. Fue director técnico y pasó la última parte de su vida ligado al club de sus amores como director general del fútbol amateur, para demostrarle a los más chicos todo su conocimiento futbolístico, en torno al juego.

Maestro dentro y fuera de la cancha, llevaba las condiciones puras que forman parte de la historia de River, porque Adolfo es una parte grande de nuestra historia y por eso, no sólo el pueblo millonario, sino el fútbol argentino se vistió de luto el día de su partida, el 12 de mayo de 1995, dándole la despedida a uno de los más grandes ilustres de nuestro fútbol.

Toda historia tiene una mejor parte y toda parte tiene un excelente rasgo de distinción: ellos fueron La Maquina y su cerebro, don Adolfo Pedernera, maestro inolvidable.

Partidos en River: 287
Goles: 131
Títulos: 5
Último partido: 17 de noviembre de 1946 (2-2 vs. Huracán) [/i]

[b]Hijo del italiano de Avellino, Don Angel, el relojero de Barrio Parque
Nacido el 28 de setiembre de 1918 en Las Heras y Bustamante, muy cerca de la cancha de Alvear y Tagle.

Era hincha de River a muerte, tenía una foto autografiada de Bernabé Ferreyra en la vidriera del negocio de su padre.
En 1934 integraba simultáneamente el conjunto de básquet (cadetes) y la cuarta división. En la cuarta especial cobró su primer dinero: 25 pesos por partido.
Tuvo que elegir deporte y el dijo que si le conseguían empleo elegía el basquet. Menos mal que no se lo consiguieron.

Su ascenso fué vertiginoso y debutó en Primera el 18 de junio de 1939 en La Plata frente a Estudiantes. River perdió 1 a 0. Volvió momentáneamente a la tercera hasta el 15 de octubre, cuando reapareció en primera contra Atlanta y ya no salió más. A los 40 minutos del segundo tiempo gritó el primero de los 292 goles que marcó con la banda roja.

Los primeros tramos de la década del 40 sirvieron de marco para el alumbramiento de la Máquina que logró 3 campeonatos (41/42/45) dos subcampeonatos (43/44) y un tercer puesto: 1946
Dentro de la afinada orquesta que componían entre otros Moreno, Pedernera, Muñoz y Loustau, Ángel era el ejecutor: de los 240 tantos convertidos en esa época, 115 los hizo Labruna.
Es el segundo goleador del fútbol argentino. Cuando entraba al área y agachaba el lomo era gol.

Una mañana de 1939 inauguró su serie contra Boca: el domingo 5 de noviembre, Era el primer clásico que jugaba, estaba 1 a 1 a 15 del final y Labruna hizo el gol del triunfo.

El sentimiento “anti boca” (al cual le hizo 15 goles en su carrera) que siempre exhibió Ángel fue una bandera para todo hincha de River. Siempre luchaba para amargarles la vida.
Su “odio” nació gracias a la influencia de un amigo suyo Pistoletti que fué dejado de lado en Boca y quien decía “todo lo que hago es para que algún día puedas jugar en River y le hagas muchos goles a Boca” y vaya si cumplió Don Angel.

En 1945 se casó con Ana, la mujer que conocía desde los 17 años. Fué padre de dos hijos Angel Daniel (fallecido) y Omar Raúl (actual miembro del cuerpo técnico), a quienes tuvo la satisfacción de ver también con la banda puesta.

Llegó el desastre del Mundial de Suecia en 1958, la ida de River a los 41 años.
" Esa Navidad fué la más triste de mi vida, lloré de amargura cuando recibí el telegrama del club."

Tuvo un fugaz paso por el Rangers de Talca (Chile), por Rampla Juniors de Montevideo y el cierre fue en Platense en 1961 a los 43.

Probó suerte en otros negocios (un hotel en Mar del Plata, una pizzería, una gomería y una consecionaria) pero fracasó en todos.
" Quise alejarme del fútbol y asíi me fué, el fútbol es mi vida" Y se hizo director técnico.

Siempre jugó a ganar en todos los equipos que dirigió: Platense, Defensores de Belgrano, Talleres de Córdoba, Central y por supuesto con River en 1975 tras los 17 años sin títulos.

4 títulos de técnico, uno más en Central y once de jugador en River. Un Ganador Nato.
El último equipo que drigió fue Argentinos.
Amaba las carreras de caballo y la timba y muchas veces se lo veía en el hipodromo.
Amado y odiado faleció a los 65 años de edad.[/b]


[b]En Rufino, nació el 12 de junio de 1926, era de Independinete pero se cambió rapidamente una vez que recibió el calor de la masa millonaria.
Un dia jugó para Buenos Aires Pacífico, jugó en el preliminar y le hicieron varios goles, volvió a los vestuairos, que era un simple vagón de tren, con cara larga pero le pidieron que no se cambie, que tenía que atajar para la primera. El no entendia nada, jugó y ganaron. El potencial centrodelantero había quedado definitivamente archivado.
Una carta del ex atleta Héctor Berra, dirigida a Peucelle, le brindó la posibilidad de probarse en River. Con 19 años en 1945 Amadeo debutó contra el Rojo en Avellaneda, ganó River 2 a 1. En el 47 le tocó el servicio militar.

En la cuarta fecha de 1948 Amadeo reapareció en primera (1 a 1 con Lanús)
Una calurosa tarde de 1965 Norberto Menendez fue uno de los que más cargó a Carrizo, pero se llevó la peor parte, Carrizo reacionó en el túnel y le pegó una trompada al Beto, quien había sido compañero suyo en la década del 50.

La última anécdota de Carrizo vs boca sucedió justamenente en el último clásico que jugó Amadeo: Fue en el Metro del 68, el domingo de la tragedia de la puerta 12. Carrizo llevaba 5 partidos sin que le hagan goles y siempre lucía una gorrita gris a manera de cábala. Rojitas cuando entro se la robó y salió corriendo. Igualmente el partido terminó 0 a 0.

En el tema Selección a Amadeo no se le perdonan los 6 goles que le hizo Checoslovaquia, pero la gran revancha fue en la Copa de las Naciones del 64 en Brasil, Argentina venció sucesivamente a Inglaterra, Brasil y a Portugal, logró la copa y Amadeo fue la figura en los 3 encuentros.

El 14 de julio de 1966 instituyó una nueva marca en el arco: 769 minutos sin goles en contra.

Se consagró campeón en 1952/53/55/56/57
Para Amadeo uno de los secretos del arco pasaba por conocer perfectamente al rival.
“La clave era amagar, yo trataba de hacer entrar al ejecutor en la variante que quería. Le regalaba un rincón, lo invitaba a patear allí y cuando remataba a ese lugar yo salía al mismo tiempo que la pelota de sus pies.”
Atajo 18 penales.

Su brillante ciclo en River se cerró en 1969 a los 42 años.
Detrás quedaron 21 años de titularidad indiscutida y 520 partidos jugados.[/b]


[b]La Selección Argentina de fútbol consiguió en dos oportunidades la Copa del Mundo y en ambas ocasiones, sus dos arqueros titulares pertenecieron al Club Atlético River Plate. En su primer Mundial obtenido, Ubaldo Matildo Fillol fue el encargado de custodiar los tres palos durante el certamen que se disputó en nuestro país y que culminó en el estadio Monumental. El arquero, que era un indiscutido, estaba desde hacía cinco años en la institución de Núñez, pero su historia con River había empezado bastante antes…

Nacido el 21 de julio de 1950, Fillol vivió su infancia en el pueblo San Miguel del Monte, alejado de la ciudad, de la gente, los ruidos y viviendo la vida a otro ritmo. Por eso, a los catorce años, cuando Renato Cesarini se ofreció para llevarlo a hacer una prueba a River, Fillol le dijo que no. Tan sorprendido se quedó el gran Cesarini al escuchar esa respuesta como al verle las manos: ¨Pibe, usted tiene las manos muy grandes, va a ser arquero¨, le había augurado el gran Renato.

Dicho y hecho pero con otros colores. En un viaje a Buenos Aires y acompañando a un amigo que se iba a hacer una prueba para entrar a jugar en Quilmes, el Pato Fillol terminó jugando en el elenco cervecero. Luego pasó a Racing Club, que era dirigido por el histórico emblema riverplatense, Ángel Amadeo Labruna. Y nuevamente, el destino lo quería ligar con River.
Sin embargo, por aquélla época, River sufría mas desencuentros que alegrías y Fillol dudo y mucho, al punto de haber decidido quedarse en el club de Avellaneda, pero el mismo técnico de Racing, es decir, Labruna, lo hostigó para que se mudase a Núñez con las siguientes palabras: ¨Mire Fillol, si usted no va a River, yo mañana lo cago a trompadas¨

Tras una reunión, el Pato le hizo caso a Labruna y tomó la decisión acertada. Llegó a River en 1973 y el arquero y capitán de ese equipo millonario era José Alberto Pérez, más conocido como Perico. Pero al llegar Labruna al mando del equipo de River en 1975, Pérez fue relegado y Fillol se adueñaría del arco durante diez años espectaculares.
Debutó en River el 28 de octubre de 1973 en un River 3, San Martín de Mendoza 0, con la valla invicta. Su último partido con la camiseta millonaria fue el 20 de junio de 1983 en un empate en dos tantos ante su ex club, Racing.

En esos diez años Fillol se transformó, junto a Carrizo, en los dos mejores arqueros de la historia riverplatense, y tal vez, del fútbol argentino. El Pato parecía invencible, sacaba fuerzas de uno vaya a saber donde para llegar a alcanzar las pelotas más difíciles. Volaba a un palo y al otro y no lo podían batir. Tenía un físico elogiable. Unos reflejos de felino y una seguridad envidiable. Además era un gran atajador de penales.
En River atajó 16 penales, de los cuales, 2, pertenecieron a definiciones desde los doce pasos. En el Metropolitano de 1975 fue uno de los pilares de aquel equipo campeón pero su esplendor llegaría en el Nacional de ese mismo año. Algunos compañeros de aquélla consagración aseguran que ¨aquel Nacional del 75 lo ganó Fillol solo¨.

El Pato fue un inmenso del arco. Durante su estadía en River logró siete títulos. Siempre vital, siempre siendo la carta de salvación debajo de los tres palos.

El destino quiso que su carrera siguiese en Argentinos Juniors, cuyo técnico, vaya coincidencia, era Ángel Labruna. Y en entrevistas pasadas, Fillol aseguró que en la primera semana después de su salida del club de Núñez, en vez de agarrar para el entrenamiento de Argentinos, terminaba siempre en el Monumental. La rutina y el corazón le habían jugado una mala pasada.

Increíblemente su carrera la terminó en el arco de Vélez Sarsfield, y ante River en el estadio Monumental. Aquella tarde de 1991 le atajo un penal a Rubén Fernando Da Silva y le quitó a River la posibilidad de pelearle el campeonato a Newell´s Old Boys de Rosario. Tanta idolatría existía de parte del público millonario para con él, que aquella tarde de su despedida fue aplaudido y homenajeado durante todo el partido. Se retiró en su casa, como un grande.

Partidos en River: 361
Penales atajados: 16
Títulos: 7 (Metropolitano 1975, 77, 79, 80. Nacionales 1975, 79 y 81)
Campeón del Mundo con Argentina en 1978 mientras atajaba en River.[/b] Cita :
Ramón Ángel Díaz tuvo, si se quiere, la mala fortuna de haber aparecido a la luz en el mundo futbolístico en una época de esplendor para River Plate, que fueron los fines de la década del setenta. En los cuales el equipo dirigido por Ángel Labruna contaba con un plantel exquisito y con futbolistas de enorme jerarquía. Pero Díaz nunca se achicó y en base a formidables y sobre todo, explosivas apariciones, se ganó un lugar entre los titulares ni bien arrancaron los años ochenta. Nació en la provincia de La Rioja el 29 de agosto de 1959 y se ligó a River desde muy pequeño. Hizo las inferiores en el club de Núñez y fue en esa época cuando se ganó el apodo que aun perdura: ¨en inferiores no me crecía el pelo y por eso me decían pelado¨. En los primeros tiempos, Ramón Díaz jugaba como media punta por la izquierda ya que era dueño de una zurda prodigiosa y tenía una visión de juego muy interesante. Pero lo que más asombraba era su pique demoledor y su facilidad para gambetear a los arqueros rivales. Tenía una definición espectacular, además. Debutó en primera división en el año 1978, un 13 de agosto, ante Colón de Santa Fe. La gente comenzó a exigirle a Labruna que lo incluya como titular pero delante de Díaz, figuraba Leopoldo Jacinto Luque, en los planes del entrenador. Ramón ingresaba en los segundos tiempos y con su frescura liquidaba los pleitos, cuando River ganaba por poco y ayudaba a su equipo a remontar resultados adversos. En sus primeros años, Ramón Díaz obtuvo consecutivamente el tricampeonato de 1979-1980, siendo suplente en los dos primeros. Pero lo más raro de todo esto, es que con sólo jugar minutos en las segundas partes, le alcanzaba para ser el goleador de equipo, incluso hacía más goles que los delanteros históricos. Pero seguía siendo suplente. El Pelado fue el máximo artillero de su equipo en los torneos Nacionales de 1979 y Metropolitano de 1980. Ya había cambiado su posición en la cancha. El técnico de la Selección Argentina, César Luis Menotti, en un Campeonato Mundial juvenil Sub-20 decidió ubicar a Díaz como centrodelantero, ya que el media punta era Diego Maradona. Aquella dupla, que se consagró campeona en Japón 1979, fue uno de los logros más recordados de la historia de nuestro fútbol, cerrando una década espectacular. Ramón fue el goleador de aquel campeonato mundial gracias a sus piques demoledores y a sus definiciones tan espectaculares como eficientes. Ya se había consagrado en el mundo del fútbol y tenía tan sólo 20 años. Su último campeonato conseguido como jugador, antes de emigrar a Europa, fue el Nacional de 1981 en el cual fue figura. Entre sus actuaciones más memorables de aquella primera etapa como jugador en nuestro club, aparece el 5 a 2 en la Bombonera, ante Boca Juniors, el 2 de marzo de 1980. Aquella jornada, Ramón le anotó dos golazos a Hugo Orlando Gatti, arquero de los de la Ribera. Hizo el primero y el último de una goleada espectacular como visitante. Después de diez años en el viejo continente, acumulando títulos, muchos goles y más prestigio, el Pelado decidió emprender el viaje de vuelta hacia su primer amor. Entre sus recuerdos por su paso por Europa (jugó en Nápoli, en Avellino, en Fiorentina y en Internacional de Italia), aparecen títulos en el Mónaco de Francia y sobre todo, el último del Inter de Milán, allá por 1989, en el cual fue figura de un campeonato impresionante. Uno de los torneos más recordados por el público riverplatense de los último tiempos es, sin lugar a dudas, el Torneo Apertura 1991. Por aquellos tiempos, en los cuales comenzaban los campeonatos cortos, River dejó sentado su postura y asumió el rol de campeón desde muy temprano, al ganar 9 partidos en racha. En esos nueve encuentros, Díaz marcó 8 tantos. La noche de su vuelta al club, River derrotó a Rosario Central por 2 a 1 como local. Ramón había marrado un penal pero en los últimos cinco minutos del partido, y con River perdiendo por la mínima, el riojano con dos zurdazos le dio la victoria al equipo dirigido, por aquel entonces, por Daniel Passarella. Díaz terminó siendo goleador (14 goles) y figura de aquel Apertura 91, que fue su título último como jugador del club. En 1993 se fue a jugar a Japón al Yokohama Marinos, equipo en el cual fue campeón y goleador en su primera temporada. En 1995 regresó al Club Atlético River Plate pero esta vez para hacerse cargo del equipo como director técnico. Y en sus primeros dos partidos al frente del equipo, dejó eliminado a Vélez Sarsfield de la Copa Libertadores, que era el defensor del título. Al año siguiente, 1996, con Díaz como entrenador, River comenzaba a enhebrar el ciclo más exitoso de los últimos tiempos, al cosechar 5 títulos en un año y medio. Un record inimaginable ni por el más fanático de club de la banda roja. Le devolvió, desde el banco de suplentes, la alegría al hincha de River, con la obtención de la segunda Copa Libertadores de la historia. Uno de los equipos más vistosos del club fue, sin dudas, el del Apertura 1996, con Ariel Ortega y Enzo Francescoli como abanderados de un fútbol hermoso. En 1997, el equipo de Ramón se alzó con el tricampeonato (ya lo había obtenido como jugador) con el Clausura y Apertura de ese año, y además, ganó 2 títulos en 5 días: Apertura y Supercopa. Éste último, era el torneo que River más quería obtener, dado que otros equipos grandes de nuestro país como Racing, Boca e Independiente ya lo habían cosechado. En 1999 Ramón formó un equipo ultra ofensivo con el trío de atacantes formado por Pablo Aimar, Javier Saviola y el colombiano Juan Pablo Ángel. En aquel Apertura River derrotó a Boca en Núñez por 2 a 0 y se adjudicó el torneo en cancha de San Lorenzo de Almagro. Ramón dijo hasta luego por un tiempo y retornó al frente del equipo en 2001 y al año de su vuelta, volvió a gritar campeón detrás de la línea de cal. Imitando esquemas tácticos aprendidos en Europa (defensa con tres hombres, cinco volantes, un media punta y un centro delantero) River volvió a demostrar un fútbol de altísimo vuelo, como la goleada histórica en la Bombonera por 3 a 0 ante Boca y cosechó así, su último –hasta ahora- laurel con River Plate. Ese fue el séptimo como entrenador y por eso, es el más ganador de la historia del club en ese rubro. La gente lo recordará siempre por el grito de aliento hacia sus equipos, aquel que decía: ¨Oy, oy, oy, oy , es el equipo de Ramón¨. Estadísticas: Como jugador: Partidos: 177 Goles: 85 Títulos: 5 (Metropolitano 1979, 1980 y 1981; Nacional 1979 y 1981; Apertura 1991) Como técnico: Partidos locales: 210 Ganados: 116 Empatados: 53 Perdidos 41 Títulos: 5 (Apertura 1996, 1997 y 1999; Clausura 1997 y 2002) Partidos internacionales: 91 Ganados: 39 Empatados: 27 Perdidos: 25 Títulos: 2 (Copa Libertadores 1996; Supercopa 1997)

[b]Y volvió el Enzo para dejar bién en claro que las promesas se cumplen. Volvió para el Apertura 94 y la gente lo recibió como si nunca se hubiera ido. Volvió menos explosivo, menos veloz, pero con más oficio, más panorama, y más ascendencia. Y con dos elementos absolutamente intactos: el taleto y esa capacidad de gol que siempre los destacó. Fue goleador y campeón, mejor imposible.

El primer gol de su retorno fué frente a Argentinos Jrs, pero el debut fué frente a Nacional de Montevideo por la Supercopa.
Durante ese Apertura hizo 12 goles que lograron batir el récord de otro compatriota suyo, nada más y nada menos que Walter Gómez.

Se fué el Tolo, paso fugaz de Babignton y viene Ramón con quien lograría muchísimos títulos.
El 96 logró lo que tanto anhelaba: La Copa Libertadores en la cual hizo 6 goles.
Pero no todo terminó ahí. Ese mismo año River arrolló en el Apertura y el Enzo llegó nada más y nada menos que a la cifra de 100 goles en Rosario frente a Central (convirtió dos goles es día del 5 a 2)
De los 100 goles 59 fueron de jugada, 34 de penal, 7 de tiro libre: 40 en los primeros tiempos y 60 en los segundos.
Y quedaron además 10 en la Libertadores y 9 en la Supercopa.

En el 97 dos títulos más para El Enzo y además la Supercopa. Su cifra final de goles fué de 115 conquistas en 198 partidos.

El anuncio que nadie quería escuchar fue dado en la tarde del 18 de febrero de 1998. El retiro estaba consumado.

Pero no todo fue un lecho de rosas en la carrera del Enzo en River. Francescoli nació el 12 de noviembre de 1961 en el barrio Capurro de Montevideo. Llegó a Wanderers en el 77 y tres años después debutó en Primera. Fué campeón sudamericano con el juvenil uruguayo (1981) en Ecuador y participó en el Mundial de la categoría en Australia. Con la selección mayor logró la Copa Nehrú de la India (1982) y la Copa América (1983). En el 83, a los 21 años llegó a River.
Desde el momento en que debutó el 24 de abril de 1983 en el Monumental, victoria 1 a 0 sobre Huracán su evolución fue constante. El “uruguayo, uruguayo” ya era un grito conocido, casi familiar. Eso lo conmovía “es muy díficil ser reconocido fuera del país de uno y lograrlo me hace sentir muy bien” quién nunca fue tan bien tratado en Argentina , ni siquiera en Uruguay.
En 1985 ganó el Olimpia, el balón de oro.

Además de su talento Enzo siempre fue admirado por su humildad, a pesar de ganar todo y ser un grande en el campo de juego lo era todavía mucho más fuera de la cancha donde demuestra día a día la clase de persona que es.
El domingo 9 de marzo de 1986 se consagró campeón argentino con River, 3 a 0 sobre Velez con un penal suyo en el último minuto de juego- Fue el goleador del torneo con 25 conquistas.
El 1 de agosto de 1999 fue el día seguramente más soñado. Fue el día en que 80.000 espectadores colmaron el Monumental con un único motivo: AGRADECERLE AL ENZO. Fue el día en que otro uruguayo, el ilustre Walter Gómez dio el puntapié inicial. Fué el día en que diseñó el equipo de River con muchos amigos y para colmo cerró la noche con un pase a Marco y de este a Bruno para que sellen el último gol de River. Para anunciar que la dinastía Francescoli continúa.
En esa tarde Enzo recogió algo de lo tanto que había sembrado en su brillante trayectoria: su partido despedida se transformó en una fiesta inolvidable para él y para todo River. El Enzo hombre seguirá caminando por la vida con la frente bien alta y las convicciones irrenunciables.
El Enzo símbolo estará siempre.[/b]

[i]Dicen los que saben que los grandes jugadores aparecen en las más difíciles
y éste jujeño, que por ese entonces tenía 20 años recién cumplidos, eligió
un Superclásico para dejar de llamarse Orteguita.
Jugó en una Bombonera repleta de presión con soltura y alma de potrero;
gambeteó y desparramó rivales jugando como wing derecho y no se cansó nunca de pedirla y de resolver en una baldosa. Dejó en ridículos a Mac Allister
(¡pobre colorado!), Navarro Montoya y al experimentado defensor Juan Simón.
A los 14 minutos de la segunda mitad entró al área por la punta derecha
¿cuando no? y sacó un latigazo infernal que se clavó en el ángulo izquierdo de Navarro Montoya. Luego, siguió enloqueciendo rivales y provocó la expulsión de Peralta. Más tarde llegaría el segundo de Hernán Crespo para adornar el resultado.
Ese mismo año, el 11 de diciembre y con un Mundial encima, Ariel volvió a
pisar la cancha de Boca. Esta vez, tenía a un compañero de lujo a su lado:
Enzo Francéscoli. Nuevamente fue la figura del Superclásico, en aquella
inolvidable goleada por 3-0 que le permitió al equipo de Gallego coronarse
campeón invicto -por única vez en la historia- una semana después.
El Chango clavó un derechazo desde afuera del área por encima del cuerpo del
mismo Navarro Montoya y colocó el 2 a 0 parcial. Anteriormente, le habían
cometido el penal que Francescoli luego transformaría en gol.

Claro que la historia de Ortega no empezó en 1994. Ya desde chiquito mamó
esa pasión por la pelota y se la pasaba pateando en la canchita Belgrano que
estaba enfrente de su casa. Dejó de lado los estudios tras finalizar el
primer año y ni siquiera amagó, raro en él, con seguir segundo. Su primer
club fue Atlético Ledesma, que era el club más importante del barrio, y a
los 15 años ya estaba en primera. ¨Mi meta era que me pagaran por jugar en
la liga de Jujuy¨.
Llegó a River en diciembre de 1990 y se sometió a una práctica de quince
minutos realizada por el director general de fútbol amateur, Delem. Volvió a
Jujuy y tras dos meses se integró definitivamente al club en la sexta
división. Disputó once partidos y saltó a la reserva. Por esos días
extrañaba mucho pero el apoyo de sus padres José y Mirta fue importante para
que se quedase en Buenos Aires.

Debutó en primera el 14 de diciembre de 1991 -1-0 frente a Platense- con 17
años y de la mano de Passarella (su padre futbolístico). De ahí entonces, su
vínculo con el hincha quedaría marcado a fuego.

Ganó su segundo título (el primero jugando como titular) en el Apertura
1993. En ese torneo disputó todos los encuentros y convirtió un gol
recordado a Mandiyú de Corrientes en el Monumental el día de su vigésimo
cumpleaños. Repetiría otra vuelta olímpica en el Apertura de 1994 y dos años
más tarde se alzaría con la Copa Libertadores de América y el Apertura ´96.

Sus notables actuaciones provocaron su ida al Valencia español, en lo que
fue en ese entonces el pase más caro en la historia del fútbol argentino: $
12.130.000.
En el viejo continente desparramó alegría por el ya nombrado Valencia y
luego en Sampdoria y Parma. Ya había jugado su segundo Mundial en 1998 en
Francia.
Hasta que un día decidió volver, como una vez lo hicieron Ramón Díaz y Enzo
Francescoli. Ariel Ortega emprendió el viaje de vuelta a Núñez porque en
Europa no entienden mucho de gambetas y lujos.

Fue una tarde lluviosa frente a Rosario Central y fue figura, valga la
redundancia, en la goleada 4-1. Tuvo que esperar tres torneos (tres
subcampeonatos) para alcanzar la gloria nuevamente. Esta vez, retornó como
manija del equipo y no tan pegado a la raya de cal, y se dedicó a enloquecer
a volantes centrales, como a Mauricio Serna el 10 de marzo de 2002. Sí, de
nuevo en el mismo escenario -La Bombonera- y también después de ocho años
sin conocer el triunfo allí.

Tenía que volver el Burrito de las mil y un gambetas para alterar la
historia y sacarnos de encima una mochila pesada. Sirvió a Esteban Cambiasso
(en el primer gol) y a Ricardo Rojas (en el tercero). Robó la pelota a Serna
en la mitad de la cancha, la llevó al área rival, la abrió a Zapata a la
izquierda, la volvió a recibir y dejó solo a Cavenaghi para que éste dejara
a Coudet listo para empalmar el segundo. Tenía que regresar Ariel para poder
gritar en La Ribera. Posteriormente, River gritó campeón por trigésima vez
pero Ortega tuvo que desembarcar en el Fenerbahce turco, pese a que era la
debilidad del presidente José María Aguilar. Tenía un contrato muy
elevado como para mantenerlo. Y ahí está deleitando ojos ajenos y esperando
seguramente por otro regreso al club de sus amores.

Ariel, ¡gracias por volver!, gracias por volver a ganar en la Boca, todos
los riverplatenses lo necesitábamos y hasta la vuelta.

Nacimiento.

  • Fecha: 04/03/1974
  • Lugar: Ledesma, Jujuy
  • Apodo: Burrito

Contextura.

  • Altura: 1,70 mts.
  • Peso: 67 kgs.

Características.

  • Número: 7
  • Posición: medio punta
  • Pierna hábil: derecha
    Debut en 1ra.
    14/12/1991 (Platense 0 - River 1)

Partidos.

  • jugados en 1ra.: 256

  • goles convertidos: 68

  • internacionales: 74

  • goles convertidos: 10

  • selección: 86

  • goles convertidos: 17

Titulos obtenidos.
7 (Apertura '91, '93, '94 y '96, Copa Libertadores '96, Clausura '02 -River- y Apertura 04 - Newell´s) * Supercopa Italiana 1999 (Parma) ** 1 Medalla de Oro Juegos Panamericanos Mar del Plata 1995 y * Medalla de Plata en Juegos Olímpicos Atlanta[/i]

[b]El más alegre, sin dudas. El que más hace divertir a los hinchas. Ese es Pablo César Aimar, cordobés, argentino y riverplatense. De baja estatura pero de talento inmenso, es uno de los mejores jugadores de nuestro país en la actualidad. Su mágico fútbol lo ha paseado por todas las canchas del mundo vistiendo la camiseta de River Plate, de la Selección Argentina y de Valencia, su actual club.

Nacido el 3 de noviembre de 1979 en Río Cuarto, éste escorpiano llegó a River en 1994, debido a que sus amigos del pueblo querían venir a probar suerte en el fútbol grande de la Capital Federal. Siempre introvertido y tímido fuera de la cancha, el Payasito brindó una demostración de fútbol en aquella prueba y llamó la atención por su inexpugnable calidad.
Pero como le sucediera a infinidad de chicos que vienen del interior, Aimar regresó a sus pagos allá en Córdoba para jugar en el club Estudiantes. Sin embargo, un llamado de Daniel Passarella, por entonces técnico de River, lo hizo regresar a Núñez, para ya no volverse más.
Producto impecable del semillero millonario, Pablito compartió sus momentos de adolescencia en la pensión del club con sus amigos Franco Costanzo y Guillermo Pereyra, todos ellos cordobeses. En las divisiones inferiores siempre fue un valor destacado a pesar de no tener la contextura física adecuada pero como en nuestro club siempre sobresalió la técnica por sobre el físico, en las categorías menores, Aimar no tuvo problemas en adaptarse rápidamente.

El 11 de agosto de 1996 debutó en la Primera División del fútbol argentino, teniendo a Ramón Díaz como entrenador, en un partido que River perdió por 1 a 0, en Santa Fe, ante Colón. Ya pintaba para crack ese gurrumín. Sin embargo, aquel plantel supercampeón estaba plagado de estrellas, por lo que Aimar tuvo que esperar su momento para decir presente en el fútbol grande.
Sumó un partido en el Torneo Apertura 1997 y ese fue su primer título. Tras la venta de Marcelo Gallardo al fútbol francés, la camiseta número ‘10’ de River tuvo en Pablo Aimar a un exponente genuino y fantástico, con todo el potrero encima. El cordobés le regalaba maravillas a la hinchada que ya comenzaba a idolatrarlo.

Gran pateador de tiros libres, se recuerda mucho un tanto anotado a Gimnasia y Esgrima La Plata en cancha de Vélez Sarsfield, en el partido de desempate para ingresar a la Copa Libertadores de América 2000. River ganó 3 a 2 y Pablito anotó un gran gol.
Asumió la condición de crack indiscutible en el Apertura 99 cuando lideró el ataque de un conjunto impresionante que contaba con un trío de lujo en la ofensiva: Aimar, Javier Saviola y Juan Pablo Ángel. En aquel torneo el equipo dirigido por Ramón Díaz desplegó un fútbol brillante que nacía de los pies de Pablito.
Aimar convirtió goles espectaculares y también decisivos a muchos rivales como a Independiente (1-1 en la sexta fecha). El equipo tenía un andar majestuoso y peleaba el título con Boca Juniors, a quien enfrentó en la undécima, un 17 de octubre, con un Monumental repleto.
Una actuación magistral de Aimar le dio el triunfo a River sobre el elenco dirigido por Carlos Bianchi. A los 37 minutos de la primera etapa Leonardo Astrada habilitó a Pablo, que entró con la marca de Martín Arruabarrena, por el costado derecho. Mató la pelota en el pecho y tras un pique le colgó el balón en el segundo palo al indefenso de Óscar Córdoba, arquero boquense. El gol de Ángel en la segunda mitad cerraría el marcador. River volvió a imponerse en un superclásico, en el Monumental, después de nueve años con Aimar como máximo exponente.

Con aquel triunfo nuestro equipo se trepó a la cima y jamás la soltó. Un golazo de tiro libre a Talleres (4-1), en el Olímpico de Córdoba, para ser profeta en su tierra. Un bombazo en el empate cuatro a cuatro con Chacarita. La fiesta final llegó en la última jornada en el empate en dos tantos frente a San Lorenzo, en el Nuevo Gasómetro, un 19 de diciembre.
Con 19 partidos jugados y 1668 minutos en cancha fue el futbolista de mejor asistencia en aquel campeonato. Con 9 tantos fue el volante más goleador y sin dudas, fue la figura de un equipazo.

Sin Ramón Díaz en el banco y con la llegada de Américo Rubén Gallego, Pablo Aimar lideraría a River hacia un nuevo doblete en la historia del fútbol argentino. El Clausura 2000 también quedaría en manos de la banda roja, con la misma base del título anterior. Aquel fue el tercer y último logro conseguido por el Payasito en River, ya que en enero de 2001 partió rumbo al fútbol español, desembocando en Valencia, quien pagó mas de veinte millones de dólares por su magia.

En este club es considerado ya un ídolo y es el jugador más querido por parte del público valenciano. Ya ha sumado a su palmarés 2 Ligas Españolas (2001-2002 y 2003-2004), 1 Copa de la UEFA (2004) y 1 Supercopa Europea (2004). Tiene más de veinte goles y casi ciento cincuenta partidos en la liga de las estrellas.

Pero no sólo en River y Valencia ha brillado el Payaso. También en la Selección Argentina ha hecho de las suyas. Como juvenil obtuvo 2 campeonatos sudamericanos y una Copa del Mundo, en Malasia 97, Sub 20.
Ya ha jugado un Mundial en Corea-Japón 2002, convirtiéndose en el mejor jugador del plantel argentino, en el marco de una frustrante experiencia mundialista, con el equipo de Marcelo Bielsa eliminado en primera ronda. De todos modos, Pablito espera su revancha en Alemania 2006, donde seguramente será un arma principal en el esquema de José Néstor Pekerman, el entrenador albiceleste. En ese país Aimar jugará su segundo Mundial.

Partidos en River: 83
Goles en River: 22
Títulos en River: 3 (Aperturas 1997 y 1999 y Clausura 2000)

  • Datos válidos para Torneos de AFA.

Partidos internacionales en River: 29
Goles: 7[/b]

[b]Javier Pedro es, como dice Lito, el ultimo guapo del Bajo Belgrano, que domingo a domingo, alegraba a la hinchada Millonaria. Todos sabemos que la Rata fue el goleador del torneo apertura 99, con 15 tantos; convirtiendo goles de todos los tipos y colores (de zurda, de derecha, de cabeza, de chilena, de taco, etc).
Sus goles son siempre GOLAZOS.
Además, se consagró goleador del Mundial Sub-20, al marcar 11 tantos en 7 partidos. Así se convirtió en el máximo artillero en la historia de los mundiales juveniles. Es ídolo total de la hinchada riverplatense, y con 19 años, ya se metió en la historia grande del glorioso River Plate.
Hasta el 12/11/02, lleva convertidos 46 goles por torneos de AFA, 9 goles por Copas Libertadores y 3 goles por Copa Mercosur. Jugando para el Barca marco 26 goles (7 en la Champions League y 19 en la Liga). Con la Selección Argentina Sub-20 anoto 11 goles.
Recientemente fue transferido al Barcelona de España. Las únicas palabras que tenemos los hinchas son de agradecimiento. SUERTE JAVIER!!!

“Es un gran jugador. Lo veo y se me pone la piel de gallina. Tiene la calidad de un volante conductor de equipo y a la vez define como Van Basten”, Diego Maradona, julio 00

“Me duelen todos los goles que me hacen. Por ejemplo, los de Saviola, que me tiene de hijo…”, Oscar Cordoba, arquero de boca, octubre 00
Todo el mundo debe saber que la Rata fue elegido por el prestigioso diario uruguayo “El pais” como el mejor jugador de América en el año 99. Este premio lo han ganado jugadores de la clase de Francescoli, Salas, Chilavert y Romario.

Actualmente, Javier es el 12 avo goleador del fútbol argentino en actividad.

Los casi 26 millones de dolares que pagó el Barca por su pase son record absoluto para el fútbol argentino.

El Conejo fue una figura excluyente del ultimo mundial ganado por Argentina, en donde demostró toda su categoría. Marcó 11 goles (record total) en 7 partidos, se consagró goleador del torneo y gano el balón de oro al mejor jugador. Realmente dio gusto verlo jugar!!!. Además, hay que aclarar que en la final contra Ghana, llevó la cinta de capitán.

Javier Saviola y Pablo Cesar Aimar formaron una dupla letal, dando catedra en cualquier cancha en la que se presentaban (ademas, son íntimos amigos y compartían, entre otras cosas, el fanatismo por el millo y los cuartos en las concentraciones). Ahora, el compañero de la Rata en las concentraciones es su ídolo de toda la vida Ariel Arnaldo Ortega. Debe ser un sueño para Javier estar jugando al lado del Burrito, jugador al que toda su vida admiró. Es más, en el cuarto de la Rata, todavía hay colgado un poster de Ariel Ortega !!! Y encima se entienden a la perfección… cuando arrancan, nadie los puede fenar y despliegan poesía por todo el campo de juego. Gracias Ortega nuevamente por tu vuelta y por amar tanto a River Plate !!!

Frases dichas por Saviola:

“Si fuera por mi, yo en River me quedo toda mi vida”, Radio River Monumental, enero 00

“El día del debut, Arzubialde me pegó una patada y quedé revolcandome por el piso un buen rato. Me dijo: LEVANTATE PENDEJO DE MIERDA. yo me quedé mirandolo, como diciendo: para que recién empiezo…” , revista El Grafico, diciembre 99

“El gol de River que más grité como hincha fue el segundo de Salas contra el San Pablo, por la final de la Supercopa”, revista El Grafico, diciembre 99

“Estoy muy tranquilo en River, que es uno de los mejores clubes de la Argentina y del mundo. Es como mi segunda casa, y , por ahí, en el fondo del corazón uno quisiera quedarse para siempre, pero también tengo claro que alguna vez me gustaría ir al fútbol europeo. Lo ideal sería seguir dos o tres años más, pero nunca se sabe. Lo que tengo claro es que si me voy al exterior, tiene que ser para triunfar, no para probar suerte”, revista mistica, julio 00.

“Yo era alcanzapelotas y hacía lo imposible por ver a Francescoli y a Ortega. Me fijaba en lo que hacían ellos, trataba de imitarlos. Y ahora todo eso me pasa a mi.”, diario Clarin, julio 00.

“Yo se que si pierdo la humildad, pierdo todo. Vivo pensando en no cambiar. Si me pongo a pensar en todo lo que me pasó en River, me vuelvo loco”, diario Clarin, julio 00.

También hay palabras y consejos de jugadores y ex jugadores:

“Una aparición explosiva. Tiene un pique de tres cuartos arrollador. Sabe mucho con la pelota y en el área es mortífero. Lo que más me asombra es su calidad para definir. No hay muchos jugadores en el mundo con su frialdad para hacer lo mejor cuando esta frente al arco” dijo Astrada

“Se que siempre Saviolita me nombra como a su ídolo, se lo oi decir en varios reportajes. Pero no es por eso que tengo un gran cariño futbolístico y humano por él. La verdad que me encanta su forma de jugar, la explosión que tiene en los piques. Además, siempre encara directo al arco, nada de irse para los costados. Otra cosa que me impresionó fue su evoloución en casi un año de primera. No es común que un pibe de 17 años estalle y se adapte tan fácilmente a un ritmo tan exigente. Pero Javier pudo, lo que habla de su gran capacidad.
Lamentablemente no lo pude ver mucho en vivo pero si me acuerdo que hace unos meses, cuando pase por el Monumental a saludar al utilero Pichi Quiroga y a otra gente del club, me crucé con él y estuvimos hablando un poquito. Me encanta como juega, es muy rápido, tiene una habilidad bárbara y también lo noto muy frío para definir. Me asombró su poder de gol. Con un jugador de esas caracteristicas cualquier equipo arranca con ventaja, y hay robo. Y eso es con lo que conto River: individualidades desequilibrantes (como la de Saviolita) para quedarse con un nuevo título”, dijo Ortega

“El tenía 10 años, y nosotros 17. Sin embargo jugaba con nosotros y nos pasaba como si nada. Era tan gracioso todo que casi siempre teníamos que parar los partidos porque la abuela le traía el vaso de leche y hasta que no se la tomaba toda no seguíamos” dice Sebastian Cantiani, preparador físico que trabaja en el gimnasio de River desde hace 5 años y tutor de Javier desde que era un bebe.

“Quiero que estés tranquilo, vos sos muy chico y aca las responsabilidades las tienen todos esos jugadores experimentados que ves ahi. Asi que anda y mostrá lo que sabes porque yo y los jugadores te bancamos a muerte”, le dijo el Pelado Diaz en el momento de ingresar al campo, el día del debut.

“A ver si bailas a los jujeños como lo hacés en todas las prácticas”, le dijo Hernan Diaz el día antes del debut. Revista River Campeón de Ole, diciembre 99[/b]

IDOLOS
Cita :
Andrés Nicolás D´Alessandro es el último gran volante de enganche que salió de nuestro fecundo semillero. Los hinchas de River lo pudieron disfrutar durante tres temporadas porque fue transferido en 2003 al Wolfsburgo de Alemania. Dueño de una zurda mágica y prodigiosa, D´Alessandro ya ha logrado alcanzar muchas metas pese a tener una carrera, relativamente, corta. Nació el 15 de abril de 1981 en el Sanatorio Lavalle, en Capital Federal y siempre vivió en el barrio de La Paternal. Hizo los estudios primarios en la escuela Provincia de Mendoza y al salir de la misma, se iba disparado para mimar a la pelota en el club de su barrio con sus amigos. Ya desde chico lo apodaron el cabezón por las dimensiones de su cabeza. Su padre fue el gestor de tal seudónimo. En su niñez pasó por varios clubes de barrios practicando baby fútbol hasta que recaló en el mítico club Parque para finalmente arribar al Estrella de Maldonado. Llegó a River de la mano de Titi Montes y Gabriel Rodríguez y en las divisiones de nuestro club atravesó todas las etapas. Desde infantiles hasta la primera división, a la cual llegó en 2000, con Américo Rubén Gallego como entrenador del primer equipo. Ante Unión de Santa Fe (28 de mayo), por el Clausura, D´Alessandro vistió por primera vez la camiseta de la banda roja en el estadio Monumental. Lo curioso es que el Cabezón ya había sido conocido en el ámbito futbolístico pero a través de las selecciones juveniles de nuestro país. Jugó en la Selección Sub 23 con tan sólo 18 años. Participó como sparring de la Selección dirigida por Marcelo Bielsa, ex director técnico de Argentina y fue llevado a una gira por España en 1999. Pero su momento cumbre con las selecciones menores lo cumplió en 2001 al adjudicarse, junto a sus compañeros, el Campeonato Mundial de fútbol disputado en nuestro país. Al lado de Javier Saviola fueron las estrellas de un equipo que vislumbró por su técnica y buen fútbol. Andrés tenía escasos partidos en Primera División ya que estuvo casi un año sin jugar entre 2000 y 2001, por eso, la oportunidad caída del cielo (una lesión de Livio Prieto le permitió jugar el Mundial) no era digna de ser desaprovechada. Recibió el balón de plata de la Copa del Mundo en 2001, en el estadio de Vélez y fue, finalmente, reconocido por el mundo del fútbol. ¨Es lindo el reconocimiento de la gente, es lindo que te quieran. El tema del periodismo y las notas fue increíble. El teléfono no paraba de sonar en casa¨, reconocía el niño de Oro tras la obtención de aquel importantísimo logro. Ex repartidor de pizzas, D´Alessandro comenzó a afianzarse en la primera de nuestra institución y la gente ya lo había adoptado como un ídolo. Su primer título profesional, siendo titular, lo obtuvo en el Clausura 2002, con Ramón Díaz como técnico. En aquel gran equipo campeón, Andrés representó un plantel plagado de estrellas, como Ariel Ortega, Ángel Comizzo, Celso Ayala, Esteban Cambiasso y Fernando Cavenaghi. Ganó por primera vez en la Boca el día del 3 a 0 con la vaselina de Ricardo Rojas. Le convirtió goles trascendentales, como el del tiro libre a Vélez la tarde del uno a cero en el José Amalfitani. De su zurda han salido goles magistrales, además de pisadas hermosas, pases precisos para dejar cara a cara un compañero con el arquero rival. A su vez, D´Alessandro cuenta con una personalidad impresionante al ponerse el equipo al hombro en las situaciones más complicadas y por partidos de Copa, como la de la noche victoriosa en el estadio Morumbí de San Pablo, ante Corinthians, por la edición 2003 de la Toyota Libertadores, por 2 a 1. Como aquel golazo en la Bombonera por el Clausura 2003, la tarde del empate en dos goles, con un zurdazo potente para dejar sin chances a Roberto Abbondanzieri, arquero xeneise. Aunque el gol más lindo que convirtió fue el válido por la 17ma. fecha del Clausura 2003 (que se adjudicó nuestro club) ante Gimnasia y Esgrima de La Plata en Núñez, tras dejar en el camino a tres rivales, arrancando desde afuera del área, y luego sacar un zurdazo seco y espectacular, que se coló lejos del alcance de Olave. Su juventud, a veces disimulada por la inteligencia que demuestra a la hora de cubrir la pelota y poner nerviosos a sus rivales, y su desfachatez para desenvolverse dentro de la cancha captaron los ojos de los buscadores de talentos de Europa y fue vendido en cifras millonarias al Wolfsburgo alemán, en lo que representó la transferencia más importante en la historia del club germano. Ya adaptado a la Bundesliga, continuó haciendo historia grande en el Seleccionado nacional de fútbol al adjudicarse el subcampeonato en Perú 2004, de la Copa América. Pero el título más festejado fue, seguramente, la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 con la Selección de Marcelo Bielsa. En aquel torneo le convirtió un golazo a Australia que le permitió a nuestra selección avanzar en el primer lugar de su zona. Una de las joyas más preciadas que han salido de nuestro semillero. Un autentico pichón de crack con mucho terreno aun sin descubrir en el mundo del fútbol. Ojalá vuelva a nuestra institución para poder volver a deleitar los ojos de los fanáticos de River Plate. Hasta la vuelta, Cabezón. Partidos en River: 107 Goles en River: 25 Títulos en River: 3 (Clausuras 2000, 2002 y 2003) · Datos válidos para Torneos de AFA

El Plantel




























La Gloriosa Camiseta









Bueno todo esto lo encontre en taringa, y me intereso y lo postie en el foro,
talvez el que hizo todo esto sea miembro de este foro asi que espero que no se enoje :smiley:

talvez no lo lean todo pero bueno, capaz que algun dia estan al pedo y lo leen jajaja

de todo eso, me quedo con la ultima imagen

q hermosa la camiseta con todos los escuditos

Que bueno lo tuyoo!
cuando tenga ganas lo voy a leer

jejeje

Que bueno lo tuyoo!
cuando tenga ganas lo voy a leer

jejeje
Que glorioso es river…

Igual algunos idolos son muy discutibles…

buena,mui bueno che

la mas ganadora: la del leon…

Muy buena la historia, sos un capo.

Lo que mas me gusto, la parte de Saviola. Increible, es el mejor indiscutidamente.

Lo de dalesandro, no me gusto, es bostero y encima es malisimo. Ahora tiene su premio, juega con Brasileros.
Ojala que se caiga a un pozo.

:cry: Saviola , Aimar , Dalessandro , river y su juego lindo , river y sus campeonatos, y ahora…:cry:

D’alessandro es idolo de River?? :roll:

Que barbaro cuanta gloria, estoy orgulloso de ser hincha de River.

genial infoo…

como decaimos cuando vino la papada

¿Quién lo hizo, Di Stefano? ni siquiera figura la palabra Alonso.

buenisimo kpo

Que grandes momentos.

yo tengo la camiseta con todos los escuditos :smiley:

una pregunta… esa foto de nasuti y atras esta berghamp… qe partido es?
xq River vs arsenal no me acuerdo qe hayan jugado…

Faltó el enano.

Falta bastante info, pero bueno, no todo lo de internet es fidedigno…

Igual, muy buen aporte…

que lindos recuerdos me trae la camiseta con los escudos de fondoo qe epoca como extraño esoo…mmuy buena la info…

Si jugaron un amistoso que termino 0a 0 en el 2005 creo.