ISLAMABAD.- El ejército paquistaní mató hoy a 40 personas, entre ellas 15 supuestos talibanes, en una operación en respuesta al ataque perpetrado el viernes por dos atacantes en Mohmand Agency, frontera con Afganistán, que causó más de 100 muertos y 111 heridos.
Hombres y mujeres lloraban hoy, parados como aturdidos o hurgando entre los escombros, buscando cuerpos, sobrevivientes y respuestas en la zona de Yakka Ghand. Sólo una cosa parecía segura: al final, los dos atacantes suicidas que mataron a 102 personas en esta aldea no discriminaron a sus víctimas.
Aunque el objetivo parecía ser una reunión de líderes tribales en una oficina del gobierno, fueron decenas de ciudadanos de a pie en la región tribal de Mohmand quienes recibieron el golpe, el más sangriento en Paquistán este año. Muchos habían acudido al lugar para buscar comida donada u otros productos cuando las bombas estallaron el viernes.
El ataque demostró que los extremistas islámicos siguen siendo una fuerza mortal en la frontera noroeste de Paquistán con Afganistán, aunque sea el escenario de ofensivas militares y misiles conducidos a control remoto por Estados Unidos. Pero este análisis es un flaco consuelo para Adnan Khan, quien aún no puede entender por qué 10 de sus familiares tuvieron que morir.
“La gente vino aquí ayer para recibir galletas y aceite comestible. No sé por qué los mataron los terroristas”, dijo el estudiante universitario. Unas 110 personas también resultaron heridas en el ataque en la aldea de Yakaghund, la cual tiene una población de cerca de 4000. Las regiones del noroeste han estado lidiando con la violencia de Al-Qaeda y el Talibán por años.
Represalia militar. Los residentes temen que el ejército extienda la campaña militar contra los talibanes en el noroeste de Paquistán, refirió el periódico The Tribune Express. Los 15 talibanes murieron hoy en una operación del ejército en la región de Orakzai. Además, en Waziristan meridional, sur del país y base del Ttp, tres policías y 25 militantes murieron en una operación militar.
El atentado fue reivindicado por Tehreek-e-Taliban Pakistan (Ttp), la principal organización de los talibanes paquistaníes y es el más grave ocurrido en el país en los últimos dos años, cuando un kamikaze en Karachi mató a más de 130 simpatizantes de Benazir Bhutto, la dirigente que había regresado luego de 9 años de exilio.
Un portavoz del grupo dijo que el atentado del viernes tenía como objetivo golpear una asamblea (jirga) de paz organizada por el gobierno. Según la prensa local, una moto y un furgón cargado de explosivos explotaron en la zona de un bazar muy concurrido, causando una masacre. En los últimos dos años, los atentados suicidas causaron cerca de 6000 víctimas, según datos oficiales.
Pese al masivo despliegue de fuerzas, estimadas en 140.000 soldados, los extremistas islámicos tienen el control de varias áreas del noroeste del país, y también tienen la posibilidad de golpear con facilidad objetivos gubernamentales.
Agencias AP, ANSA y Reuters