Opinion del bosterito infradotado de Playfutbol
Antes de hablar puntualmente de Boca desde este espacio hay que dedicarles algunas líneas a los amigos “cuervos”, que estarán hablando y hablarán por un tiempo largo del historial que los favorece. Claro, es lo que les conviene, agarrarse de los 11 encuentros (o 4 en realidad contando toda la historia) que nos llevan, porque si se habla de la imagen que dieron en la ‘Bombonera’ es realmente preocupante para ellos.
Dio lástima ver cómo un equipo que se hace llamar “grande” jugó desde el minuto cero a hacer tiempo. No cruzó la mitad de cancha en todo el primer tiempo y tuvo sólo un remate cruzado que nadie conectó. En el complemento, un mal remate frente al arco y el gol-regalo del pibe Bentancur. ¡Nada más!
Y como si faltase algo, contó con un árbitro que inclinó la cancha a su favor, :twisted: no expulsando dos veces a Yepes (la primera era roja directa por un planchazo a Palacios, la segunda por una falta de amarilla estando amonestado). Y ni que hablar de una mano en la puerta del área que cortó una jugada de gol, que ni siquiera sancionó.
No sorprende para nada otro arbitraje que condicione y perjudique de sobremanera a Boca. No sorprende porque hace tiempo que al club no lo gobierna nadie. Se habló mucho del peso que tuvo esta institución en AFA y ahora hay que decir que ni siquiera tiene peso propio puertas adentro en tiempos eleccionarios.
Así se perdió peso en AFA, donde nos vimos perjudicados con una Fecha FIFA que debía haberse parado y no se hizo. Donde el rival de turno sacó ventaja y contó con su jugador “estrella” y donde estas situaciones se vienen viviendo desde los duelos con River, pasando por la descalificación en la Copa, etc, etc, etc…
Pero no hay que quedarse sólo con el planteo chico del rival, o con los constantes errores arbitrales que nos perjudican, o con el desgobierno que hay en Boca y el poco peso en AFA. También hay que mirar para adentro y caerle fuerte a nuestro entrenador. Esta vez, el “Vasco” derrapó.
Si bien Boca jugó un partido muy bueno durante casi todo el encuentro, monopolizando el balón, siendo criterioso -aunque poco punzante- y ahogando al rival en varios pasajes del partido; Arruabarrena demostró no querer ganarle a San Lorenzo. Al igual que el rival, pareció haberlo conformado el punto antes de salir a jugar. Al lesionarse Colazo, teniendo a un rival que no atacaba y nosotros con tantos volantes, cambió figurita por figurita y puso a Monzón, que hizo todo mal. Y no sólo eso, tardó una eternidad en hacer el otro cambio y lo hizo sacando a Palacios, uno de los que más chances de gol tuvo y que en muchos casos él solo fabricó. A todo esto, quedó paralizado y con un cambio sin hacer. ¡Todo mal!
En lo personal, pese a la gran efectividad de puntos, hay que reconocer que no gana los clásicos o los duelos importantes. De once juegos, perdió seis y triunfó en apenas dos. Una pena porque se trata de un hombre de la casa, que es hincha del club y representó de gran manera esta camiseta.
Lamentablemente, todo quedó circunscripto a lo que suceda con River el próximo domingo. Porque ese día, al igual que ante San Lorenzo, aunque viendo el desenlace final el empate no hubiera estado mal, sólo servirá el triunfo en el ‘Monumental’. El “Súper” lo será todo, para bien o para mal, el futuro de Boca y del DT estará en esos 90 minutos en Núñez.