Récord de cobertura para jubilados

Perdón que rompa las bolas con política en pleno fervor mundialista … pero me pareció grossísimo esto …

EN MAYO SE LLEGO AL RECORD DE JUBILADOS QUE SE ANOTARON EN EL
REGIMEN DE FACILIDADES QUE IMPLEMENTO LA ANSES

Con la moratoria se arrimó el bochín

El 41,2 por ciento del total de jubilados accedieron a ese derecho a partir de los planes de recuperación de aportes creados desde 2005. Son 2,3 millones de personas. La tasa de cobertura previsional de Argentina volvió al primer lugar de América latina.

Por David Cufré

A un año y medio de la desaparición de las AFJP, la Anses elaboró un informe que refleja cómo era y cómo quedó el sistema de jubilaciones y pensiones en la Argentina. Uno de los datos que aparecen allí es que el mes pasado se llegó al record de personas que cobran haberes gracias a la moratoria previsional: son 2.332.295 beneficiarios, sobre un total de 5.582.207 del régimen de previsión social. Es decir, los “nuevos jubilados” ya representan el 41,8 por ciento del total, más de cuatro de cada diez. La incorporación de todos esos jubilados se produjo en los últimos cinco años, a partir de que el Gobierno diseñó un sistema para que mujeres mayores de 60 años y hombres de más de 65 que no cumplían con el requisito de años de aportes pudieran saldar esa deuda y al mismo tiempo empezar a percibir ingresos. Eso les dio derecho, además, a la cobertura del PAMI. Fue la primera medida de orientación universal para resolver un problema de marginalidad creciente, en este caso, de adultos mayores. Esa política se profundizó el año pasado con la asignación a la niñez.

La fuerte expansión en el número de jubilados se refleja en otros dos indicadores. El primero es el que se conoce como tasa de cobertura. Según el documento de la Anses, el 86,7 por ciento de las personas en edad de jubilarse está recibiendo haberes. En 2009 fue el 81,4 por ciento. El aumento se explica porque todos los meses se suman a la moratoria un promedio de 38 mil personas. Ese es el registro en lo que va de 2010. La evolución de la tasa de cobertura viene creciendo aceleradamente desde 2005, cuando se tocó el piso histórico de 55,1 por ciento. Fue en ese momento que el Gobierno resolvió darle un corte a una situación cada vez más angustiante. La proyección indicaba que en un par de años, menos de la mitad de los argentinos en edad jubilatoria podría completar los trámites para cobrar el retiro. Frente a esa circunstancia, se empezó con las moratorias.

La primera arrancó a fines de 2005 y venció en abril de 2008. Lo que permitía era que cualquier persona que tuviera la edad para jubilarse pudiera hacerlo aun sin haber aportado nunca en su vida. La Anses le calculaba la deuda –con significativos beneficios– y le armaba un plan de pagos en 60 cuotas. Sólo con eso ya le concedía una jubilación, y de ahí se empezaba a cobrar la deuda. La respuesta fue explosiva. De 3,1 millones de jubilados que había en 2005 se pasó a 4,4 millones en 2007, con un avance en la tasa de cobertura del 55,1 por ciento hasta el 76,4. En 2008 fueron 4,8 millones (77,8) y ahora son casi 5,6 millones (86,7).

La segunda moratoria, aún vigente, habilita la “compra de aportes” faltantes hasta 1993. En promedio, las cuotas están en 221 pesos por mes. Eso es lo que detrae la Anses de quienes se jubilaron por moratoria. El haber medio de quienes se acogieron a ese beneficio es de 918,5 pesos por mes, contra 1275,8 pesos promedio para el resto de los jubilados. El promedio general es de 1157,3 pesos por mes.

El segundo efecto que produjo la multiplicación de jubilados es el incremento del gasto en seguridad social. El salto es notable: el presupuesto de la Anses pasó de representar el 5,6 por ciento del PIB en 2005, a 9,1 por ciento en 2009, y se proyecta en 10 por ciento para este año, debido a la creación de la Asignación Universal por Hijo. En números absolutos el aumento se hace más visible: el gasto de la seguridad social pasó de 29.500 millones de pesos en 2005 a 103.700 millones en 2009. Las jubilaciones por moratoria y la asignación por hijo son las dos medidas más fuertes de redistribución del ingreso que implementó el Gobierno de 2003 a la fecha. En total, alcanzan a seis millones de personas. En ambos casos, la eliminación de las AFJP y la recuperación de los aportes previsionales por parte del Estado lo hicieron sustentable.

En ese camino, las moratorias fueron imprescindibles para paliar los efectos de exclusión que generó el sistema previsional y laboral de los ‘90. Por un lado, la ley que creó las AFJP aumentó el requisito de años de aportes para acceder a la jubilación. Se pasó de 15 años en 1994 a los 30 actuales. A la vez, la suba de la desocupación hasta un pico de 21,5 por ciento en mayo de 2002, y la precarización e informalidad del mercado de trabajo –con un 49,5 por ciento de trabajadores en negro en el cuarto trimestre de 2003– fueron dejando cada vez a más personas al margen de la jubilación.

Ahora, con la tasa de cobertura previsional del 86,7 por ciento –la cifra trepa al 90 por ciento si se cuentan los jubilados provinciales–, la Argentina recuperó el primer lugar en América latina. Comparte ese puesto con Brasil –aunque allí también se computan planes sociales–, mientras que Uruguay aparece con 86,3 por ciento y Chile figura bastante más atrás, con 63,0 por ciento. Otros países de la región como México, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador se mueven en un rango muy inferior, del 16 a 26 por ciento.

Todos esos datos no alcanzan para evitar las quejas de jubilados que aportaron toda su vida y ahora se encuentran con haberes bajos o, en todo caso, no mucho más altos que los de aquellos que entraron en las moratorias. En ese sentido, el Gobierno tomó la decisión política de ampliar la cobertura y conceder los mayores aumentos a quienes menos ganaban. El haber mínimo subió 497 por ciento desde enero de 2003 a la fecha, al pasar de 150 pesos a los actuales 895,2. La jubilación media, en tanto, creció 238 por ciento, de 342,6 pesos a 1157,3, respectivamente. La ley de movilidad que se aprobó hace un año y medio en alguna medida vino a reparar esa situación, ya que desde entonces los aumentos son generalizados.

Página/12 :: Economía :: Con la moratoria se arrimó el bochín

Perdón que rompa las bolas con política en pleno fervor mundialista … pero me pareció grossísimo esto …

EN MAYO SE LLEGO AL RECORD DE JUBILADOS QUE SE ANOTARON EN EL
REGIMEN DE FACILIDADES QUE IMPLEMENTO LA ANSES

Con la moratoria se arrimó el bochín

El 41,2 por ciento del total de jubilados accedieron a ese derecho a partir de los planes de recuperación de aportes creados desde 2005. Son 2,3 millones de personas. La tasa de cobertura previsional de Argentina volvió al primer lugar de América latina.

Por David Cufré

A un año y medio de la desaparición de las AFJP, la Anses elaboró un informe que refleja cómo era y cómo quedó el sistema de jubilaciones y pensiones en la Argentina. Uno de los datos que aparecen allí es que el mes pasado se llegó al record de personas que cobran haberes gracias a la moratoria previsional: son 2.332.295 beneficiarios, sobre un total de 5.582.207 del régimen de previsión social. Es decir, los “nuevos jubilados” ya representan el 41,8 por ciento del total, más de cuatro de cada diez. La incorporación de todos esos jubilados se produjo en los últimos cinco años, a partir de que el Gobierno diseñó un sistema para que mujeres mayores de 60 años y hombres de más de 65 que no cumplían con el requisito de años de aportes pudieran saldar esa deuda y al mismo tiempo empezar a percibir ingresos. Eso les dio derecho, además, a la cobertura del PAMI. Fue la primera medida de orientación universal para resolver un problema de marginalidad creciente, en este caso, de adultos mayores. Esa política se profundizó el año pasado con la asignación a la niñez.

La fuerte expansión en el número de jubilados se refleja en otros dos indicadores. El primero es el que se conoce como tasa de cobertura. Según el documento de la Anses, el 86,7 por ciento de las personas en edad de jubilarse está recibiendo haberes. En 2009 fue el 81,4 por ciento. El aumento se explica porque todos los meses se suman a la moratoria un promedio de 38 mil personas. Ese es el registro en lo que va de 2010. La evolución de la tasa de cobertura viene creciendo aceleradamente desde 2005, cuando se tocó el piso histórico de 55,1 por ciento. Fue en ese momento que el Gobierno resolvió darle un corte a una situación cada vez más angustiante. La proyección indicaba que en un par de años, menos de la mitad de los argentinos en edad jubilatoria podría completar los trámites para cobrar el retiro. Frente a esa circunstancia, se empezó con las moratorias.

La primera arrancó a fines de 2005 y venció en abril de 2008. Lo que permitía era que cualquier persona que tuviera la edad para jubilarse pudiera hacerlo aun sin haber aportado nunca en su vida. La Anses le calculaba la deuda –con significativos beneficios– y le armaba un plan de pagos en 60 cuotas. Sólo con eso ya le concedía una jubilación, y de ahí se empezaba a cobrar la deuda. La respuesta fue explosiva. De 3,1 millones de jubilados que había en 2005 se pasó a 4,4 millones en 2007, con un avance en la tasa de cobertura del 55,1 por ciento hasta el 76,4. En 2008 fueron 4,8 millones (77,8) y ahora son casi 5,6 millones (86,7).

La segunda moratoria, aún vigente, habilita la “compra de aportes” faltantes hasta 1993. En promedio, las cuotas están en 221 pesos por mes. Eso es lo que detrae la Anses de quienes se jubilaron por moratoria. El haber medio de quienes se acogieron a ese beneficio es de 918,5 pesos por mes, contra 1275,8 pesos promedio para el resto de los jubilados. El promedio general es de 1157,3 pesos por mes.

El segundo efecto que produjo la multiplicación de jubilados es el incremento del gasto en seguridad social. El salto es notable: el presupuesto de la Anses pasó de representar el 5,6 por ciento del PIB en 2005, a 9,1 por ciento en 2009, y se proyecta en 10 por ciento para este año, debido a la creación de la Asignación Universal por Hijo. En números absolutos el aumento se hace más visible: el gasto de la seguridad social pasó de 29.500 millones de pesos en 2005 a 103.700 millones en 2009. Las jubilaciones por moratoria y la asignación por hijo son las dos medidas más fuertes de redistribución del ingreso que implementó el Gobierno de 2003 a la fecha. En total, alcanzan a seis millones de personas. En ambos casos, la eliminación de las AFJP y la recuperación de los aportes previsionales por parte del Estado lo hicieron sustentable.

En ese camino, las moratorias fueron imprescindibles para paliar los efectos de exclusión que generó el sistema previsional y laboral de los ‘90. Por un lado, la ley que creó las AFJP aumentó el requisito de años de aportes para acceder a la jubilación. Se pasó de 15 años en 1994 a los 30 actuales. A la vez, la suba de la desocupación hasta un pico de 21,5 por ciento en mayo de 2002, y la precarización e informalidad del mercado de trabajo –con un 49,5 por ciento de trabajadores en negro en el cuarto trimestre de 2003– fueron dejando cada vez a más personas al margen de la jubilación.

Ahora, con la tasa de cobertura previsional del 86,7 por ciento –la cifra trepa al 90 por ciento si se cuentan los jubilados provinciales–, la Argentina recuperó el primer lugar en América latina. Comparte ese puesto con Brasil –aunque allí también se computan planes sociales–, mientras que Uruguay aparece con 86,3 por ciento y Chile figura bastante más atrás, con 63,0 por ciento. Otros países de la región como México, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador se mueven en un rango muy inferior, del 16 a 26 por ciento.

Todos esos datos no alcanzan para evitar las quejas de jubilados que aportaron toda su vida y ahora se encuentran con haberes bajos o, en todo caso, no mucho más altos que los de aquellos que entraron en las moratorias. En ese sentido, el Gobierno tomó la decisión política de ampliar la cobertura y conceder los mayores aumentos a quienes menos ganaban. El haber mínimo subió 497 por ciento desde enero de 2003 a la fecha, al pasar de 150 pesos a los actuales 895,2. La jubilación media, en tanto, creció 238 por ciento, de 342,6 pesos a 1157,3, respectivamente. La ley de movilidad que se aprobó hace un año y medio en alguna medida vino a reparar esa situación, ya que desde entonces los aumentos son generalizados.

Página/12 :: Economía :: Con la moratoria se arrimó el bochín

Es curioso que mi viejo su primera jubilación le salió un huevo por el abogado, despues la segunda jubilación se la hizo el solo no siendo abogado :lol:
Creo que es de las pocas cosas buenas que tiene este gobierno

Es genial la foto del Página

Increíble. Una buena más y van… Cada día más orgulloso de este gobierno. ¡Que no se corte!

subieron los haberes, pero perdieron contra los precios

Más cantidad de jubilados impide más aumentos

Por la moratoria de 2005, ingresaron al sistema previsional, hoy en su totalidad del Estado, 2,3 millones de beneficiarios. La Anses podría entrar en déficit por primera vez en años. La otra cara de la inclusión social.

A dos años de la eliminación del régimen previsional privado, el sistema jubilatorio muestra un aumento del universo de beneficiarios mucho mayor que el de aportantes, junto con subas periódicas de los haberes que apenas trotan detrás de la inflación y obligan a los jubilados a concentrarse en los consumos básicos.
Además, el avance de proyectos de la oposición para aumentar los haberes y coparticipar los fondos de la Anses, ponen en jaque al sistema de seguridad social kirchnerista.
Desde la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia en 2003, los haberes jubilatorios y el universo de beneficiarios no dejó de crecer. Según datos de la Anses, el haber mínimo escaló un 497% en la era K y el promedio, el 238%.
Pero además de las cifras, como resultado de la moratoria lanzada en 2005 que permitió acceder a beneficios previsionales a 2,3 millones que no habían realizado aportes, también creció el universo de beneficiarios, el 80% en sólo cinco años.
El último gran golpe de timón del sistema previsional, la nacionalización de las AFJP en 2008, concentró la administración de la seguridad social en manos del Estado, tanto ingresos como egresos, y le dejó en sus manos una relación entre recursos y gastos que se está tensando. Así, el año pasado, la Anses percibió algo más de $ 107 mil millones y debió desembolsar $ 103 mil millones entre gastos prestacionales y operativos. De 2005 a 2009, los ingresos crecieron 303,9% y los gastos 313,2%. Este año, ese superávit podría desaparecer.

Resultados. El esfuerzo de la Anses arroja resultados satisfactorios para quienes no accedían a beneficio previsional alguno, pero magros para la mayoría de los jubilados.
La diferencia entre el avance del haber mínimo y el del haber promedio es una muestra: el grueso del aumento en la era kirchnerista estuvo dirigido a los haberes más bajos, que duplicaron el ritmo de crecimiento del promedio del sistema.
Por eso, la recuperación inicial de las jubilaciones fue contrarrestada por el aumento de los precios al consumidor, volviéndola nula o negativa.
“Corregido por inflación mayorista, el haber mínimo arroja un aumento real del orden del 55%”, desde 2000, sostiene el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa). “Pero el haber medio se incrementó 296% que, corregido por inflación, implica un deterioro del poder adquisitivo del haber del orden del 23%, y los haberes que en 2000 eran superiores a $ 1.000 aumentaron sólo 212% que, corregido por inflación, implica una pérdida de poder adquisitivo del 45%”, afirma Idesa.
Incluso los proveedores de servicios orientados a los pasivos notan la pérdida de ingresos de sus clientes. “Desde 2005 a esta parte aumenta cada vez más el uso de créditos para financiar la compra de alimentos; antes el 20% del financiamiento estaba dirigido a alimentación y hoy es más del 35%”, sostuvo Jorge Mercado, de la Federación de Mutuales de Capital y Buenos Aires (Femuca), que presta servicios financieros con código de descuento de la Anses.

Moratoria cuestionada. El futuro depara mayores dificultades para que la Anses pueda solventar sus prestaciones. “Se ve que el número de beneficiarios crece cada año, desaparecen los ingresos y sólo queda el gasto y la tendencia populista de subir más los ingresos de los más bajos que el promedio, harán que en unos años el problema sea peor”, comentó a PERFIL Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL.
Para peor, las cargas que soporta la Anses llegan a destinos cuando menos cuestionables, según analistas. “Cualquiera puede acceder a una jubilación sin tener aportes, aun cuando ya tenga una pensión”, se lamentó Jorge Colina. “Esto provoca situaciones muy injustas de doble cobertura entre hogares de ingresos medios y altos, mientras que hogares de bajos ingresos tienen apenas un sólo beneficio”, agregó el economista de Idesa.

“No aumenten los sueldos para que no haya inflación”… Yo no puedo creer que exista tal consigna, que haya gente que compre esa consigna, cuando en el primer mundo no se habla de otra cosa que de recortes y ajustes… Yo no lo puedo creer.

jubilados que aportaron toda su vida no tienen posibilidad de aumento porque se jubilan a personas que no lo hicieron… me parece totalmente injusto, ya que no estamos hablando que no les alcanza para irse a vacacionar a la costa, sino que en la mayoría de los casos no les alcanza ni para los medicamentos.

Pensar que algunos todavía ven a la seguridad social como un negocio que tiene que dar superavit … mamita.

el superavit tiene que entenderse como una mejora para los que aportaron toda su vida y ahora no les alcanza ni para llegar al 15 de cada mes

Error, no comparto para nada. La cobertura tiene que ser para todos, incluso para los que no pudieron completar sus aportes por ser víctimas del desempleo crónico que hubo acá durante la década del 90, e incluso antes.

y si no es asi xq los jubilados no ganan 1544 x mes como el sueldo minimo…???..

estás totalmente equivocado macho… un abuelito que aportó toda su vida y ahora no le alcanza para comprarse todos los medicamentos que necesita, no tiene la culpa de la crisis de los 90… que el gobierno tiene que buscarle alternativas al que no aportò? seguro, pero no metiendole la mano en el bolsillo a los que menos tienen

Todos esos datos no alcanzan para evitar las quejas de jubilados que aportaron toda su vida y ahora se encuentran con haberes bajos o, en todo caso, no mucho más altos que los de aquellos que entraron en las moratorias. En ese sentido, el Gobierno tomó la decisión política de ampliar la cobertura y conceder los mayores aumentos a quienes menos ganaban. El haber mínimo subió 497 por ciento desde enero de 2003 a la fecha, al pasar de 150 pesos a los actuales 895,2. La jubilación media, en tanto, creció 238 por ciento, de 342,6 pesos a 1157,3, respectivamente. La ley de movilidad que se aprobó hace un año y medio en alguna medida vino a reparar esa situación, ya que desde entonces los aumentos son generalizados.

mentis luis, NESTOR cobra 26.000 x mes como EX??.. y llega al 20…:mrgreen:…

Yo creo que vos estás totalmente equivocado. El que no consiguió laburo en todo ese tiempo ( que tampoco tiene la culpa de esos gobiernos ) es precisamente el que menos tiene, y por lo tanto, el más beneficiado por este sistema.

es en serio esto? decime que es una joda, decime que no pensas que un jubilado puede llegar a fin de mes con esa cifra…

Ordená tus ideas y reformulá please … no veo la relación.

Por eso, la recuperación inicial de las jubilaciones fue contrarrestada por el aumento de los precios al consumidor, volviéndola nula o negativa.
“Corregido por inflación mayorista, el haber mínimo arroja un aumento real del orden del 55%”, desde 2000, sostiene el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa). “Pero el haber medio se incrementó 296% que, corregido por inflación, implica un deterioro del poder adquisitivo del haber del orden del 23%, y los haberes que en 2000 eran superiores a $ 1.000 aumentaron sólo 212% que, corregido por inflación, implica una pérdida de poder adquisitivo del 45%”, afirma Idesa.
Incluso los proveedores de servicios orientados a los pasivos notan la pérdida de ingresos de sus clientes. “Desde 2005 a esta parte aumenta cada vez más el uso de créditos para financiar la compra de alimentos; antes el 20% del financiamiento estaba dirigido a alimentación y hoy es más del 35%”, sostuvo Jorge Mercado, de la Federación de Mutuales de Capital y Buenos Aires (Femuca), que presta servicios financieros con código de descuento de la Anses
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no entendí lo que quisiste decir

La joda es que vos pienses que alguien puede llegar a fin de mes con menos que eso.