Carrizo: 5: Uso y abuso del puñetazo. Cero confianza en las pelotas paradas, lo que deriva en querer cubrirse con sus defensores cerca de la valla. No creo que haya tenido alta responsabilidad en el gol, pero, una vez más, se queda atorado en la línea. Si estas reacciones las hubiera tenido Vega, lo estarían crucificando. El carisma hace milagros, distorsiona. Y por las dudas, por enésima vez, aclaro que Carrizo fue el arquero más decisivo que tuvo River en los últimos años, pero el fútbol se analiza por presente estricto, no por recuerdos.
Maidana: 5,50: Para mí, no está al 100%. Le falta una velocidad y el rigor físico de antes. Le costó controlar a Enzo Pérez.
Ferrero: 4: Solamente un contexto que potencia a niveles insólitos ciertos rasgos permite que Ferrero sea titular indiscutido en River. Le dá todas las pelotas al rival, es incapaz de controlar a un delantero en el juego aéreo y encima cada vez comete más errores de concentración. No debe seguir a partir de junio.
Román: 4: Uno de los peores jugadores de River durante el torneo. Con la pelota, como Ferrero. Sin ella, una máquina de hacer foules. Ya ni siquiera aporta en el área rival.
Ferrari: 6,50: Entusiasta, peligroso y efectivo. Esta vez, su desorden fue positivo. También sufrió con Enzo Pérez.
Almeyda: 4,50: La gente se queda con las 3 pelotas que saca a puro huevo o con presiones a 80 metros del arco. Su lectura de los partidos es pésima. Es un puesto demasiado sensible. No debe seguir en River. El 5 de River debe jugar todos los partidos 6 o 7 puntos.
Arano: 4: Hizo lo que pudo. Aceptable primer tiempo en la marca. En el ST cometió un par de distracciones que pudieron pagarse más caro.
Díaz: 1,50: Miedo e impericia en su máxima expresión.
Lamela: 3: Cuando el individualismo se hace costumbre. Si el equipo depende de que vos eludas 20 tipos todos los partidos, tarde o temprano no sabés reconocer situaciones del juego y caés en el síndrome del superhéroe.
Lanzini: 3,50: Le falta fogueo, físico y futbolístico. Incluirlo dentro de este estilo y dentro de este contexto es cocinarlo en 2 minutos.
Caruso: 5,50: Conceptualmente, de lo más claro del equipo.
López: La nada misma.
Funes: la lógica de un pibe que está mental y futbolísticamente quebrado